LA INVESTIGACIÓN/ LOS SOSPECHOSOS
El escollo principal con el que
se topará la investigación es precisamente esas similitudes entre las
características físicas de las víctimas y la forma en que aparecen sus cuerpos
-terriblemente mutilados y eviscerados-. Además algunas de las víctimas
también habían sido abordadas
presumiblemente de la misma forma -mientras hacían autostop-.
Todo parecía indicar hacia un
lugar. Una hipótesis principal: un único autor. Un asesino en “serie”.
La policía puso de inmediato sus
ojos sobre un ciudadano peruano llamado Andrés P. B. Esta persona, reune una
serie de factores que la convierten en uno de los principales sospechosos de la
cadena de crímenes.
Había tenido problemas con la
justicia. Se hacía pasar por un “falso” médico –sin titulación oficial-
llegando a ejercer en diversos hospitales de Francia y de España. Además
acostumbraba a visitar un café cercano al lugar de las desapariciones, y vivía
en un punto muy concreto –a tan sólo unos cientos de metros del lugar dónde es
encontrada una víctima-.
El 20 de diciembre de 1997, fue
Mokhtaria Chaib, una universitaria de origen argelino. Su cuerpo salvajemente
mutilado fue encontrado un día más tarde cerca de una zona descampada. En enero
de 1998, la policía arrestó al médico peruano tras hallar un cabello de su propiedad
en un pasamontañas tirado dentro de un pasadizo, cerca del lugar donde yacía
Mokhtaria. No era el único indicio. A la chica le habían seccionado con
precisión e instrumental quirúrgico los senos y la vagina. Y Andrés. P no sólo
trabajaba en aquel momento en un hospital de Perpignan, sino que, además, se le
responsabilizó del robo de material de cirugía, tenía antecedentes por ejercer
la medicina sin la titulación adecuada y el día que lo arrestaron, le
intervinieron un suéter con sangre. Se escudó en que estaba siguiendo un curso
de carnicero y los análisis confirmaron que era plasma animal. Su exculpación
definitiva se basó en un hecho irrefutable: el asesinato de la tercera víctima,
Marie-Hélène Gonzales, de 22 años, se produjo el 16 de junio de 1998, mientras el médico peruano estaba en prisión.
Como Mokhtaria, sufrió terribles amputaciones. Dos meses más tarde, el médico
fue liberado. Sin embargo, los investigadores siempre estuvieron convencidos de
que Palomino había sido el asesino de Moktharia.
¿Se trataba de otro criminal o existía
un imitador continuando las fechorías del falso médico peruano?
La cuarta víctima fue Fatima
Idrahou, asesinada y violada el 9 de febrero de 2001. Por ese crimen fue
condenado a 20 años un conocido de la joven, Marc Delpech, quien confesó los
hechos –sólo reconoció uno de los asesinatos- aunque
erró a la hora de localizar el cadáver, lo que resucitó el fantasma del
asesino en serie que jamás pudo ser cazado.
El médico peruano había trabajado
como falso pediatra en nuestro país:
Agentes de la Guardia Civil del
Equipo de Policía Judicial de El Ejido (Almería), detuvieron a Andrés Avelino,
después de que durante más de 665 días trabajse como médico para el Servicio Andaluz
de Salud en hospitales y centros de salud de Almería, Córdoba y Huelva.
Ésta persona fue contratada por
la gerencia del hospital, aportando un voluminoso Curriculum vitae con diversos
títulos, diplomas, y certificaciones de varias universidades de Perú, España y
Francia, así como certificados de haber trabajado en la especialidad de
Pediatría en el servicio Catalán de Salud.
De sus actuaciones en el
hospital, el resto de especialistas en pediatría, que coincidía en su turno,
comenzaron a sospechar al observar su forma de actuar con los pacientes, léxico
poco apropiado para la especialidad, diagnósticos erróneos, etc., poniendo los
hechos en conocimiento del responsable del servicio de pediatría.
Confirmada la falsedad de las
titulaciones que presentaba en su Curriculum vitae, los agentes de la Guardia
Civil continuaron con la investigación orientada ahora a determinar los lugares
en los que ha ejercido, constatando que, aportando la falsa documentación,
había trabajado, durante distintos periodos de tiempo, en Centros dependientes
del Servicio Andaluz de Salud, concretamente en las unidades de pediatría del
Distrito Sanitario Huelva Costa, Zona Básica Sanitaria de Lepe (2005), Distrito
Sanitario Poniente Almería, Zona Básica de Adra (2007) y Distrito Sanitario
Zona Norte de Córdoba, hospital Comarcal Valle de los Pedroches (2009),
acumulando un total de 662 días trabajados.
Durante estos periodos, solamente
en el Distrito Sanitario de Poniente (Almería), Zona de Adra, Andrés Avelino
acumuló más de una veintena de quejas de pacientes por diagnósticos erróneos,
así como por recetar medicamentos a niños que eran alérgicos a algunos de los
componentes de los mismos, causando reacciones adversas a estos.
"Homosexual vacilante",
"excéntrico", son algunos de los calificativos que The Guardian da a
Palomino, un hombre que "fue pateado de media docena de hospitales en el
sureste de Francia, prohibiéndole que ejerciese en adelante", por un
curioso "récord": residencia ilegal, tráfico de pasaportes robados,
robo de equipamiento médico -estetoscopios e instrumentos quirúrgicos"…
Será precisamente ese diario inglés
“The Guardian” quien comience a denominar al supuesto criminal como “Dali
Murder”.
el falso médico peruano |
El médico peruano después de su
periplo por Francia como sospechoso, que le llevó a estar seis meses en prisión
formalmente acusado de los crímenes, decide trasladarse a España, dónde continúa
con su falsa actividad de médico durante muchos años, hasta que es descubierto.
Definitivamente instalado y
residente en la localidad de
PATRAIX-VALENCIA, es asesinado.
El crimen del faso médico peruano
fue cometido el 20 de junio de 2012 en el domicilio de Andrés P. en la calle
Venezuela del valenciano barrio de Patraix.
En un primer momento todo
apuntaba a una muerte por causas naturales, pero la autopsia acabó por revelar
que el fallecimiento se había producido por una asfixia mecánica. El homicida
usó una toalla para estrangular a la víctima, según el escrito de acusación del
fiscal.
El acusado huyó, pero la policía
logró arrestarle cuatro meses después del crimen en Tarragona al cometer el
error de robarle el teléfono a la víctima y utilizarlo. La policía dio con él
al rastrear el móvil.
El acusado conoció a Andres P. en
un tren que salió de Barcelona con destino a Valencia. El falso médico le
ofreció un puesto de trabajo en un restaurante de Valencia y él aceptó quedarse
en su casa. La víctima entró una noche "con los pantalones bajados" y
trató de abusar sexualmente del procesado. El acusado cogió la toalla y le dejó
sin respiración.
Es curioso que un hombre con
tendencias sexuales homosexuales fuera el principal sospechoso de los
asesinatos de estas jóvenes. Parece un calco del caso Alcásser, dónde el
principal acusado Antonio Anglés, al parecer según los propios informes
internos de la investigación, tenía ese mismo tipo de tendencia sexual.
La policía Gala, al enterarse de
la muerte violenta del falso médico, pidió de inmediato una comisión rogatoria,
para trasladarse a Valencia.
La policía francesa pidió permiso a la titular del juzgado de
Instrucción número 16 de Valencia para registrar la vivienda de Palomino. La
juez autorizó la comisión rogatoria y los policías de Perpiñán se desplazaron a
la vivienda acompañados por agentes de Homicidios de la Policía Nacional.
Los agentes galos se llevaron documentación antigua -de la época en la
que Palomino había residido en Francia- y otros objetos personales. El caso fue
reabierto en enero de 2011 -cinco meses antes del asesinato de Andrés Palomino-
tras los últimos avances de ADN, que finalmente no han servido para esclarecer
el crimen de la joven Mokthtaria Chaib.
Mokthtaria Chaib fue brutalmente asesinada, VIOLADA y mutilada el 20 de diciembre de 1997 en el
barrio de la estación de Perpiñán
Agentes de la policía judicial de la comisaría de Perpiñán (sur de
Francia) se desplazaron hace un año a Valencia para tratar de esclarecer si
Andrés P. B. fue realmente quien mató a la joven de 19 años Mokthtaria Chaib.
La víctima tenía sobre su cuerpo restos biológicos del autor material del
crimen y la policía estaba convencida de que podría resolver el caso. Sin
embargo, las muestras de ADN que fueron cotejadas con el de Andrés Palomino
eran demasiado antiguas y los agentes han cerrado las pesquisas.
Mokthtaria Chaib fue brutalmente asesinada, violada y mutilada el 20 de
diciembre de 1997 en el barrio de la estación de Perpiñán. Palomino fue
detenido y encarcelado por el crimen, aunque en agosto de 1998 la Justicia gala
lo dejó en libertad por falta de pruebas tras pasar seis meses en prisión.
Por lo tanto el ADN impidió
vincular los crímenes de Perpignan con el falso médico asesinado en Valencia.
La policía se quedaba sin
sospechoso principal, y la policía francesa cerraba el caso, por el mal estado
de la muestra, sobre la joven descuartizada.
policía recabando pruebas en el piso de Patraix-Valencia (Las Provincias). |
Pero la policía judicial nunca
cerró el caso, y continúo trabajando.
El Falso médico peruano NO será
el único nexo con tierras Valencianas.
Esteban R. natural de
Sueca-Valencia, será condenado a cadena perpétua, por haber cortado en trozos y
eviscerado el cuerpo de su compañero de habitación en Lyon (Francia).
Los expertos hablaban de él como
un psicópata inusual. El modus operandi coincidía con el de crímenes sin
esclarecer –asesinato y corte con remoción de los genitales de las víctimas-. En
el artículo de prensa, de hecho lo citan como que fue investigado por los crímenes
de Perpignan. De hecho se documentó la presencia de Esteban R. en Perpignan cuándo
sucedieron dos de los asesinatos de jóvenes. Llegando a ser interrogado por los
investigadores si bien esa vía de investigación se abandonó a favor de otra –falso
médico- que resultó ser un callejón sin salida para los investigadores. El
propio fiscal de Perpignan reconocía que “en
ese momento, no podían medir el peso de las sospechas sobre este hombre, e
incluso estar seguros de que los dos asesinatos son obra de un solo autor”.
A todo esto, la investigación se
complicó sobremanera. Andrés R. se SUICIDÓ
por ahorcamiento en la prisión de Villefranche-sur-Saône en 2002 a la edad de 47 años.
Otro sospechoso que muere en circunstancias
violentas. Curioso.
¿Pero quién era Fernando R.?
Nacido en Sueca-Valencia, casado con hijos, descrito por la
prensa como fanático de las drogas, y extremadamente violento. Siempre portaba
un cuchillo. Apodado “el ninja”. Fue condenado por los sucesos del Ródano, el
homicidio particularmente atroz de su coinquilino, Jean-Marie Guest, que vivía
en Lyon: después de haberlo apuñalado como consecuencia de una disputa, mutiló
cuidadosamente el cadáver. El cadáver de su víctima despedazado (incluido los órganos genitales) lo
colocó en bolsas plásticas.
Hechos inquietantes: vivía en Perpiñán en el momento en el que los
homicidios de Mokhtaria Chaïb y Marie- Hélène González fureon cometidos en 1997
y 1998, y frecuentaba el barrio de la estación, particularmente el "café
Figueres" –el mismo que el falso médico peruano-. Según confidencias hechas a sus compañeros de célda, así como a un familiar, habría reconocido haber matado y haber despedazado a dos mujeres en
Perpiñán (de la que una habría sido secuestrada), y añadió: " prefiero a
las morenas, los cabellos largos, bastante caracterizadas, no demasiado
grandes, reservadas. Prefiero a las chicas del sur "
Fernando R. nació en Valencia
pero se trasladó a Francia, dónde su padre regentaba una propiedad agrícola. Según
un sacerdote que lo trató en Francia, este le contó que había sufrido torturas y atrocidades durante su infancia en su
medio familiar. A los once años regresan a Sueca-Valencia, dónde trabaja en
una fábrica. Posteriormente se casa y tiene cuatro hijos. En esa época la
prensa relata que ya tiene problemas con la justicia por su actitud violenta. Amenaza
a su mujer. “Cuando negaba un acto
sexual, se volvía cada vez más violento. Logró decirme que me mataría con su
cuchillo, que me destriparía y me recortaría en pedazos.” Fumaba hachís, tomaba
cocaína, bebía hasta vinagre sino tenía vino. En 1974 es detenido en Tanger,
por trapicheos con vehículos y drogas. Pasa tres año en prisión, dónde es
sometido a torturas.
Posteriormente regresa a España, dónde su carácter violento se exacerba…”
Una noche, me sacó de la cama y dice que había matado a alguien mostrándome su MANO.
Tenía la camisa desgarrada, con sangre arriba ". Otra escena vivida en el
apartamento familiar: " una vez volvió con un MACHO CABRÍO que había
robado. El animal gritaba. En la cocina, vi la cabeza cortada en el mismo suelo
y el cuerpo al lado con sangre por todas partes. Pasó la noche despedazando
este animal.
Este dato es especialmente "inquietante" pues esa escena de la "mano" sucede -según el relato- en nuestro País.
En 1978 le caen 12 años por robo. En 1994 otra condena de cuatro años más.
En noviembre del año 1997 decide trasladarse a Francia. Es cuándo recala en
Perpignan. Un mes más tarde, Mokhtaria es encontrado masacrada en un solar.
En verano de 98 reside en casa de un garajista de Argelès, muy cerca
del camping que frecuenta entonces Marie-Hélène. Desaparece a finales del
verano cuando está es asesinada.
Su rastro reaparece en Lyon, a principios de 1999, en Espiral, una
asociación de inserción. " Cuanto más acudía a la asociación, más nos
parecía enfermo. Tenía una mirada muy negra, perturbada ", se acuerda
Xavier G. el director.
A su vuelta en Lyon, vive en casa de Jean-Marie Guest, al que había
conocido en Espiral. " Su comportamiento era extraño, fijaba a las chicas
con sus grandes ojos negros ", cuenta el dueño de un bar.
Confesó alguno de los crímenes a
sus compañeros de celda y algún familiar.
¿mataste a otros? " Hizo sí con la cabeza y dijo: oh, las mujeres, la
historia de Perpiñán, es del pasado. No tienen pruebas. " " Tengo el DIABLO
que está en mí "
Detrás de este "demonio" al que evoca se esconden los signos
de una perturbación profunda y mental. En el momento de la reconstrucción de
este crimen, el 29 de junio de 2000, cuenta por primera vez por qué y cómo
decidió recortar el cuerpo de su víctima (Jean Marie Guest)
" Fumé, luego pensé que debía eliminarlo, hacía falta que
suprimiera sus huellas y su cara, para que no se lo reconozca. Regresé hacia el
cuerpo, cogí una bolsa de basura, no miré a la víctima y corté. Esto fue
difícil y esto duró cerca de veinte minutos. No vi cómo había recortado la
cabeza, si era derecho con relación al cuerpo o no. (...) Luego recorté el
brazo como cuando se recorta a un pollo. (...) Cuando acabé devolví el cuerpo,
en aquel momento me dije que hacía falta que le cortara el sexo. Yo mismo me
dije: " no eres un hombre, no mereces tener esto, nunca más engañará a
nadie.
Su primera declaración en detención provisional, el 25 de junio de
2000, revela los aspectos caóticos y contradictorios de su personalidad. "
No tengo que ver nada en este homicidio, asegura. No podría matar a un
vagabundo. ¡ Un multimillonario, sí, pero un pobre vagabundo, esto, jamás!
". La misma declaración cuando los policías de Perpiñán lo interrogan a la
prisión de Villefranche-sur-Saône, el 14 de noviembre de 2000. " Soy alguien
gentil, quiero a todo el mundo, pero a veces, haría cualquier cosa. Se trata de
otro Esteban. Puedo ser violento cuando estoy borracho o bajo medicinas. "
¿ Incluido con las mujeres? " No… quiero demasiado a las mujeres
Explica antes de argumentar: " la única a quien habría podido pegar
y hasta matarle, es mi exmujer, hasta
habría hecho una matanza. " ¿ Entonces, prosiguen los policías, sería
capaz de matar? "Sí", responde Esteban R., " porque tengo el
Diablo que está en mí. Se apoderó de mí. "
Su familia no cree que se trate del asesino de las jóvenes de
Perpignan. Ya vinieron mostrarnos fotos de ambas chicas de Perpiñán, dos meses
después de su entierro ", recuerda un familiar. " ¿ Si reconoció el
homicidio de Lyon, por qué no habría reconocido ambos crímenes de Perpiñán?
", prosigue . " Cuando fui a verlo en Francia con mi madre, nos dijo
que había consumido mucho alcohol y drogas, y que se había puesto como loco”.
El sospechoso se suicidó en su
celda de la prision dónde cumplía condena.
Su familia no se fían de las circunstancias
de su muerte: " una semana antes de su muerte, me escribió explicando que
fue amenazado por un vigilante y que estaba en aislamiento. No tenía ninguna
razón para suicidarse, estaba animado más bien "
El artículo también habla sobre
el estigma que sufre la familia, pues ellos mismos son víctimas también de esta trágica historia.
El sospechoso sólo confesó el crimen de Lyon. Por lo tanto, tres crímenes de jóvenes cerca de la estación de Perpignan continuaban sin esclarecer.
En la siguiente entrada,
continuaremos desgranando la compleja investigación policial. Que todavía nos deparará más sorpresas. Como podemos observar, a veces no es tan fácil dar con el asesino-s. Sin duda, las series de televisión han hecho mucho daño. Muchos años de trabajo, decenas de investigadores dedicados en exclusiva al caso, las mejores y últimas técnicas de reconstrucción de muestras de ADN degradado, y aún así, nada garantiza que se llegue a buen puerto.