"...Las discotecas estaban
ubicadas a las afueras de la ciudad, entre los arrozales. Esos cultivos están
rodeados de acequias, estrechas rieras por las que se evacua el
agua..."
“…una época en la que las
discotecas españolas aún tenían moqueta…”
(El Español)
(El Español)
Aquella
tarde-noche del viernes 13 de noviembre de 1.992, en el pequeño trayecto–apenas
tres kilómetros- que separa Alcásser del vecino pueblo de Picassent, es como si
se hubiera abierto un agujero negro por el que las tres adolescentes del
pequeño pueblo agrícola de la horta sud, se esfumaron sin apenas “dejar rastro
o constancia de su paso”.
Hemos
revisado y de todos es conocido los escasos y confusos testimonios, que dicen o
aseguran haber visto a las niñas aquella tarde. Otros investigadores del caso,
sin embargo, aseguran que aquella tarde las tres niñas no se dirigían a la
discoteca de Picassent, como apunta la versión oficial.
La
familia de las niñas tampoco creía que hubieran acudido a la famosa discoteca
aquella tarde, al parecer no estaba entre sus planes:
La
madre de una de las niñas aseguraba en la prensa, que su hija “…iba a jugar
a los recreativos, como otras tardes, sin mencionar que iba a ir a una fiesta…”,
otra de las madres afirmaba que “…mi hija no llevaba dinero para ello
–refiriéndose a las discotecas- además ninguna tenía carnet y son demasiado
jóvenes para entrar en esos locales…”
“…Una
niña que asiduamente salía con las desaparecidas para jugar en los recreativos
del pueblo aseguró desconocer la idea de sus amigas de acudir a la fiesta de la
discoteca, pues había quedado con ellas en la plaza dónde siempre se reunían…”
(“Abc”
ed. Sevilla: 17/11/92)
Otro
amigo de Mirian, comentó que vio a la niña ese mismo día 13 de noviembre de
1992, que cruzaron unas palabras a la una de la tarde. Que posteriormente el
chico la llamó por teléfono a las tres de la tarde, sin que esta le comentara
nada sobre la fiesta.
¿Fue
una decisión de última hora? Parece una decisión no planificada de antemano.
Una
de las amigas de las niñas –la cuarta niña que se salvó de un destino fatal por
estar enferma-, fue además una de las últimas que las vio con vida, además de la
“pareja del rocambolesco periplo del coche averiado”. La cuarta niña, afirma
por el contrario que estas sí tenían intención de dirigirse a la discoteca
de Picassent aquella tarde. Y pretendían hacerlo “a dedo”, en autostop.
Posteriormente según la prensa declarará : “Al parecer las muchachas le dijeron que no estaban demasiado
seguras de ir a la fiesta del instituto dónde estudiaban, organizada en el
local, aunque tampoco lo descartaron”
Indecisión.
No tenían un plan predeterminado. Dudas.
Pero
si iban a ir a la discoteca aquella tarde noche o a “otro” lugar de ocio, ¿qué
medios utilizaban para desplazarse?
La
“cuarta niña” parece darnos de nuevo las claves de este asunto, en la fase inicial
–la desaparición-:
Negación:
-Nunca
subían en un coche con DESCONOCIDOS.
-Si
los ocupantes eran jóvenes que NO CONOCÍAN no se subían
Afirmación:
-Sí
subían en coches, si estos les resultaban familiares –CONOCIDOS-
-Sí
subían en coches, si estos eran ocupados por MATRIMONIOS Y PERSONAS MAYORES.
Conclusión:
Si
las niñas subieron aquella tarde noche a un coche “a dedo”, lo tuvieron que
hacer en el coche de alguien CONOCIDO, de algún MATRIMONIO –la pareja del coche
averiado- o en el que fueran PERSONAS MAYORES - ¿Pelo cano hallado en las
autopsias?-.
Las
niñas eran desconfiadas, y alguna de ellas especialmente miedosa. Eran también muy
jóvenes apenas 14 y 15 años, no tenían carnet de conducir. Si se desplazaron “a
dedo”, tenían poco tiempo disponible aquella tarde. En apenas dos o tres horas tenían que estar de vuelta en sus casas.
Poco margen de maniobra.
Tenía
que ser un sitio cercano. Nuevamente todos los indicadores “acotan” el
territorio dónde ocurren los hechos. El factor de “la proximidad” geográfica y de
la proximidad a las víctimas parecen sobrevolar constantemente este suceso. Si
alguien tendió la trampa, tuvo que ser alguien de su círculo cercano. Y
esa primera fase tuvo que suceder en la población o cerca de la población de
las niñas.
Pero
además de ese círculo de amistades –adolescentes o amigos-as de edades
similares- haría falta la colaboración de alguien de más edad. Mayor de edad, con
carnet para conducir un vehículo en el que “sacar” a las niñas de la población,
o del lugar dónde fueron raptadas.
Cabe
también la posibilidad de que acudieran engañadas y por cuenta propia a alguna cita en la propia
localidad o sus aledaños. Cercanía. Trampeadas para luego a posteriori, ser “trasladadas”
a otro lugar en contra su voluntad.
Ese
tándem menor-mayor de edad en la primera fase del suceso podría tener su
lógica. Alguien conocido de su edad, y alguien de más edad para conducir un
vehículo.
Lo
hemos visto en más casos en la propia Comunidad Valenciana. Adolescentes que
trabajaban para redes de menores, eran los mismos que hacían de ganchos para
captar a otras adolescentes, y llevarlas directamente a la “boca del lobo”.
Chicos-as
atractivas o con el suficiente carisma o poder de persuasión de ese rango de
edad, que accedieran a ese círculo de confianza, o de alguna manera ya formaran
parte de él.
Esa
proximidad, parece quedar patente en el hecho del propio asesinato. En el hecho
en sí del crimen. ¿Porqué matarlas, si el fin era abusar sexualmente de ellas?. ¿Alguien conocido de las niñas, podría estar implicado?.
No podían dejarlas con
vida o hablarían. Podían haberlas secuestrado, mediante intimidación /
encapuchados, o por medio del engaño hacerlas llegar a un lugar dónde consumar
la agresión. Pero este tipo de agresión sexual no es sinónimo de crimen. De
hecho esta secuencia se da en “contadas” ocasiones, un porcentaje mínimo acaba
de forma fatal para la víctima.
“…How could something so fair
Be so cruel
When this black sun revolved
Around you…”
El
vínculo “afectivo”. Black Sun
“…Especialistas en criminología han
comentado que el enterramiento del cadáver es una técnica utilizada por algunos
asesinos con algún tipo de
vinculación afectiva hacia la víctima…” (diario “el País”)
A
las niñas las enterraron en una fosa. Pero lo hicieron de una forma
determinada: recubriendo sus cuerpos con una especie de sudario
–moqueta/alfombra- y además las niñas
estaban “completamente vestidas”. El hecho de “vestir a las vìctimas” podría
estar en esta misma línea “vinculación afectiva”. Un acto “undoing” o de
remordimiento. Tapar, arropar o envolver la desnudez, colocar a la víctima
en una posición no degradante, una especie de “despedida” final. Si bien este
tipo de acto, por desgracia, está poco o nada estudiado en nuestro país a nivel
criminológico –psicología criminal- y sin duda es uno de los “detalles claves”
del Caso Alcásser, al que se le debería de haber dado muchísima más
importancia. Cualquier buen investigador, sabe que “en los pequeños detalles”
están las mejores pistas, para resolver casos complejos y espesos como este.
Y
en el caso Alcásser, hay muchos “pequeños detalles” que nos ayudan a
confeccionar un boceto de la personalidad y del comportamiento criminal de los
agresores o partícipes.
Podían
haberlas dejado con vida como hemos visto. Maltrechas y violadas, pero con
vida. La triste realidad es que no fue así, pues las ejecutaron a sangre fría.
No había vuelta atrás.
Como hemos apuntado, de todo ello se podría
desprender que alguien “cercano” podría estar implicado en alguna fase del hecho y que la forma de captarlas
posiblemente no fue violenta, sino mediante algún tipo de trampa o engaño. A cara
descubierta.
También
cabe la hipótesis que durante aquella maldita orgía salvaje,-un auténtico
aquelarre sadomasoquista extremo y brutal- alguna de las crías hubiera
fallecido precipitadamente, algo que incluso las autopsias no parecen descartar.
Todo ello hubiera desencadenado la inexorable ejecución de las otras dos niñas,
testigo de todos los hechos.
Pero viendo el caso con perspectiva, todo parece
formar parte de un proceso prolongado y elaborado. Un catálogo de aberraciones
y torturas sexuales desconocido, que requiere tiempo. Un “show” macabro, que parece
destinado a hacer sufrir a las tres pobres niñas, para deleite de auténticos
sádicos depravados –su forma de excitación sexual es precisamente esa: el
sufrimiento extremo de sus víctimas, en el que se recrean una y otra vez-. O
una agresión sexual bestial filmada, con “otros” fines indeterminados: snuff,
chantaje a los participantes, venta de este material enfermizo en círculos
reducidos y elitistas, etc.
El
encapuchado que atacó a Mirian meses antes del crimen, es una buena muestra de
lo anteriormente relatado. Un asalto frustrado sin consecuencias punibles.
Acto
de precaución del agresor: pasamontañas/ consecuencia: no identificación/ resultado:
impunidad.
"...Dos meses antes de producirse la desaparición de ellas, Miriam ya se vio acosada por un hombre ataviado con
un pasamontañas que aguardaba oculto en el hueco de la escalera de su casa.
El encapuchado, agazapado a la espera de sorprender a su víctima, recibió el impacto de la bolsa de basura que lanzó
Miriam al darse cuenta de su presencia. La joven, según el relato de su amiga,
alcanzó la calle y se refugió en el interior de una cabina telefónica desde
donde llamó a sus padres.
Claro
que no sólo Miriam sufrió el acoso de un desconocido. Sus amigas y
vecinas han sufrido en repetidas ocasiones las miradas casi obsesivas de
dos muchachos desde un vehículo...”
(El
Periódico)
Parece
que los “depredadores de menores” estaban merodeando a las niñas del pueblo.
Los antecedentes de este hecho, son sumamente inquietantes.
Posiblemente
en la segunda ocasión que lo intentaron “no fallaron”, y utilizaron otro tipo
de métodos más efectivos y menos comprometedores para su seguridad, a la hora
de llevarse a “esta niña”. Y también a sus dos amigas.
Depredadores
de menores que no tienen porque ser “pederastas al uso” -que gustan de víctimas
de corta edad, o hasta un determinado rango de edad-. Las niñas al ser unas
adolescentes, abren un abanico mucho más amplio de posibles agresores y
motivaciones. Desde adultos y maduros, a un grupo o manada de jóvenes de su
misma edad. Este tema está bastante bien estudiado, es muy interesante
desarrollarlo, y lo haremos en otro post.
Dinero
y pintalabios: Contradicción
"....Las
tres niñas apenas tenían dinero..." (ABC)
Sus madres parecen confirmarlo en
alguna entrevista realizada en la prensa. Las madres de las niñas descartaban la
posibilidad de que estas fueran a Coloors, y de ninguna manera a una segunda
discoteca al salir de la fiesta estudiantil de la discoteca de Picassent. Además
relataban que las niñas :
“...no se maquillaban”. ( ABC)
Lo
cierto es que al encontrarse los cadáveres de las tres niñas en La Romana, estos son hallados de forma sorprendente, “vestidos por completo”, y con “todos” sus
objetos personales. En sus ropas son hallados distintos efectos personales:
entre ellos dinero y pintalabios.
Entre
las tres portaban en total una cantidad cercana a las 2.700 pesetas de
entonces.
Cada
entrada de la discoteca costaba aproximadamente 400 pesetas, -según lo apuntado
por algunos investigadores del caso-. Pero según sus madres entre las tres no
juntaban esa cantidad, pues apenas llevaban unas monedas:
Desirée tres o cuatro duros, Mirian según su madre apenas 50 pesetas para jugar en los recreativos, Toñi según su madre era la que más dinero llevaba: 500 pesetas.
Desirée tres o cuatro duros, Mirian según su madre apenas 50 pesetas para jugar en los recreativos, Toñi según su madre era la que más dinero llevaba: 500 pesetas.
Efectos
hallados en las prendas de las víctimas:
A
Toñi le son encontradas en sus pertenencias un total de 485 pesetas –lo cual se
aproxima bastante a la cantidad que
se suponía que portaba- así como un pintalabios de color rosa. En la
ropa de Desireé fueron halladas tres monedas: 35 pesetas –lo que también se
aproxima a lo descrito por su madre: “tres o cuatro duros”. Se encontró
entre sus pertenencias también un pintalabios de color rosa.
Mirian
en cambio, llevaba en sus prendas, varias monedas arrojando una cantidad total
de 2.175 pesetas –algo que no coincide con lo relatado por su madre: “apenas
50 pesetas para jugar en los recreativos”. No portaba pintalabios, al
contrario que sus dos amigas.
Ni
los efectos ni el dinero fue “sustraído”
por sus agresores. Además las monedas tampoco se perdieron, o cayeron,
durante las violaciones brutales, y todo el trasiego y complejo proceso
criminal, algo que llama y mucho la atención.
Las
barras de labios, también podían
haber servido para escribir alguna anotación o mensaje durante el
cautiverio de las tres niñas.
O quizás todos los efectos que portaban fueron
“puestos” por sus agresores en sus ropas, al proceder de nuevo a vestirlas (post-mortem).
Una
idea que no parece ilógica si tenemos en cuenta cómo aparecieron las niñas: una
de las cazadoras estaba puesta del revés, los cordones de los zapatos mal
anudados, faltaban calcetines, todo estos detalles nos hablan de "precipitación" "prisas" "posible intervención de terceros".
Además existían una serie de lesiones que no se
correspondían con el estado de las ropas, y que nos hablarían de una desnudez
total y una exposición a la intemperie o un posible depósito previo en “otro escenario final” distinto al conocido
de La Romana:
“…revelan
una intervención animal … “.en el dorso del cadáver Nº 2, mayormente, y menor
en los otros dos, lo cual sería imposible de no haber estado
depositados previamente los cuerpos desnudos en otro lugar, puesto que
la ropas aparecen intactas paradójicamente.
Y
volviendo a esos pequeños detalles curiosos, recuperamos otro asunto del que ya
hablamos en su día:
Mirian
llevaba un reloj peculiar. Un reloj marca “Casio-Athena” de esfera dorada:
un
reloj sorprendentemente similar –como pudimos comprobar en un artículo
anterior del blog- al que portaba en algunas fotos la joven Gloria Martínez desaparecida
de la clínica psiquiátrica de Alfaz del Pi-Alicante- apenas una
decena de días antes de hacerlo las tres niñas de Alcásser.
También aparece una especie de billete de cartulina o ticket apelmazado en la cazadora de una de las tres niñas de Alcásser, con unas inscripciones ilegibles –sólo se lee el número 67- que pudiera corresponderse según el informe con un billete de autobús, discoteca, cine…
(foto billete antiguo autobús Valencia, no relacionado con el caso/ google images)
Lo
cierto es que en el caso Macastre, también aparece un billete de autobús, al
parecer empleado al realizar el trayecto de ida- Valencia-Catadau-. Lo que
nadie es capaz de desvelar es quién pudo llevar a los niños desde la discoteca
de Montroy-Catadau a Fuente Cuerna-Macastre. Esa es la gran incógnita. Desplazamiento.
Carretera.
De nuevo vemos como la triada de adolescentes “es desplazada” desde un “lugar aparentemente seguro”
o "un lugar de ocio", a un “lugar indeterminado” para ser asesinados.
Pero
como siempre venimos insistiendo, en estos casos hay “pequeños detalles” que parecen ser una “constante” y que se repiten por alguna extraña ¿casualidad?:
El
caso Cristina Ll. P. una joven asesinada en Bétera –la población del “psiquiátrico”-
ese mismo año 1992, apenas dos meses y
unos días, antes del asunto Alcásser, o lo que es lo mismo: cuando ocurre el
episodio del “encapuchado” en el portal de Mirian-.
“…Cristina
recibió seis puñaladas y un profundo corte en la tráquea. La chica se
había licenciado ese año en Ciencias Químicas y se dirigía a coger el
autobús para pasar el fin de semana en El Ràfol d'Almúnia, donde le
esperaba su abuelo. La joven llevaba una vida ordenada y no tenía novio…” (diario
“Las provincias”)
Autobús,
desplazamiento, carretera.
El
encapuchado de Alcásser, que intentó agredir a Mirian, durante las fiestas del
pueblo, lo hizo según lo descrito por la madre de esta, en las Fiestas del
Santo Cristo de la Fé. Las fiestas grandes del pueblo, que son a mediados de agosto.
“…Yo
creo que se trataba de un ladrón, porque era en fiestas y, aparte de
nosotros, no quedaba nadie en el inmueble…”
(“Sin Piedad”-Martínez Lainez)
(“Sin Piedad”-Martínez Lainez)
“…Agosto:
Las Fiestas Mayores están dedicadas al Santísimo Cristo de la Fe, con una
variada programación organizada por el Ayuntamiento con la participación y
colaboración de las entidades y asociaciones locales, con actividades para
todas las edades y gustos…”
“...Ayer
15 de agosto, se daba el pistoletazo de salida a las Fiestas Mayores en honor
al Cristo de la Fe…”
Las
fiestas mayores de Alcásser se prolongan por espacio de aproximadamente 10
días. Es decir llegan hasta el 25 de agosto del calendario. Con lo cual, el año
en que ocurren los hechos del “encapuchado” que acechaba a Mirian en el portal
de su casa de Alcásser, las fiestas tuvieron que transcurrir aproximadamente
entre los días 15 al 25 de agosto de 1992.
El
cadáver de Cristina LL. P. “es descubierto” en el junqueral de Bétera, el día 28
de agosto de 1.992.
“…El
28 de agosto de 1992, un agricultor encontró el cadáver de la joven de 22
años en un campo de naranjos de la partida del Junqueral en Bétera. La víctima
estaba maniatada y amordazada…”
(Las Provincias)
(Las Provincias)
Pero además de la inmediatez de las fechas existente entre ambos sucesos -encapuchado de Alcásser y hallazgo de Bétera-, Cristina
Ll. P. como recordarán todos ustedes, aparecerá maniatada con unas
cuerdas idénticas en composición y aspecto a las encontradas en el triple
crimen de Alcásser.
“…Una prueba realizada en el Instituto Nacional de Toxicología
confirmó que las cuerdas halladas en la fosa donde enterraron los cuerpos de
Míriam, Toñi y Desirée eran iguales a las que maniataban a Cristina, pero no
fueron «obtenidas de un mismo rollo», según el informe…”.
(Las Provincias)
¿Es posible que puedan existir tal cúmulo de casualidades enlazadas? o por el contrario se trate de:
Depredadores seriales de jóvenes y además “viajeros”. Depredadores que pudieron desistir de seguir cazando mujeres jóvenes o adolescentes en la misma zona tras el intento fallido.
Esta hipótesis entra dentro de la “lógica” de los patrones de actuación criminal: no volver a actuar en una zona “quemada”.
¿Buscaron entonces otra víctima, otra chica joven en “otro” punto del mapa valenciano?
Depredadores seriales de jóvenes y además “viajeros”. Depredadores que pudieron desistir de seguir cazando mujeres jóvenes o adolescentes en la misma zona tras el intento fallido.
Esta hipótesis entra dentro de la “lógica” de los patrones de actuación criminal: no volver a actuar en una zona “quemada”.
¿Buscaron entonces otra víctima, otra chica joven en “otro” punto del mapa valenciano?
Nada
es descartable. Todo es absolutamente posible en este complejo y macabro
puzzle.
Si
recapitulamos, las tres niñas de Alcásser llevaban pintalabios, dinero suficiente,
¿tenían planes para esa tarde? ¿escogieron ir a algún lugar de ocio?. Es
posible, las tres niñas tenían como hobbie preferente y común: bailar. Algo frecuente en las
adolescentes de la época. Más si cabe,
en una provincia como Valencia plagada de discotecas en aquellos años,
auténticos templos de la música, a los que acudían jóvenes de toda España en
peregrinación.
“Fíjate
si se satanizaría la cosa, que cuando mataron a las niñas de Alcàsser
y pusieron en busca y captura a los autores, en la tele y en los diarios
empezaban las noticias diciendo que los dos asesinos eran habituales de la
“Ruta del Bakalao
(El
Español)
Según
declaró Miguel Ricart a la Guardia Civil, Anglés y él, solían acudir a otras discotecas:
“…Teníamos
por costumbre ir a Arabesco, en la carretera de Ademuz, en el término de Paterna;
a Cancela, en Sueca; y a otra de Turís de la que no recuerdo el nombre…”
(Interesante
también la discoteca citada de Turís por su proximidad a Catadau, y Montroy,
lugares todos ellos que reconectan con lugares frecuentados por los tres de
Macastre)
Algunos
viejos usuarios de otras discotecas, los sitúan también con asiduidad en
discotecas como “Spook” sita en Pinedo.
Precisamente
cerca de la citada discoteca de Pinedo, aparecerá asesinada una joven de 24
años. El denominado “Caso Dolores”, que hemos tocado tantas veces en el blog
por su especial peculiaridad. Su cuerpo aparecerá en un cañaveral, semioculto,
en avanzado estado de descomposición, apenas a 10 kms de Alcásser, en el verano de 1993,
con signos de haber sido salvajemente
torturada, violada, y sodomizada brutalmente con algún objeto.
Torturada,
y con unas lesiones sexuales características:
“…Presentaba
dilataciones anales de 9 cm…” ( ABC)
Acciones
o patrones criminales semejantes a los descritos en el Caso Alcásser, dónde
alguna de las niñas, tenía dilataciones anales similares.
Y volvemos a insistir en las casualidades, pero es altamente improbable que existan dos grupos de agresores distintos en un espacio/ tiempo tan reducido como el que estamos hablando -meses de diferencia y misma zona geográfica-. Además con las mismas "querencias" sádico-sexuales. Y todavía menos posibilidades, de que se dediquen a dejar esparcidos por la zona cadáveres con unas dilataciones anales tan inéditas o bizarras como las descritas.
Y ahí es precisamente dónde más incidimos también desde este blog. En la urgente necesidad de revisitar el caso, a nivel criminalístico, psicológico y criminológico.
Es en esos detalles "bizarros" o extraños, dónde también están las claves sin descifrar de estos casos concatenados en el tiempo y espacio. Son su "sello" o "marchamo" particular y criminal. Que los hace únicos y distintos a todos los demás. Los hace por lo tanto "reconocibles". Es una muy buena pista a seguir.
La "firma".
Y volvemos a insistir en las casualidades, pero es altamente improbable que existan dos grupos de agresores distintos en un espacio/ tiempo tan reducido como el que estamos hablando -meses de diferencia y misma zona geográfica-. Además con las mismas "querencias" sádico-sexuales. Y todavía menos posibilidades, de que se dediquen a dejar esparcidos por la zona cadáveres con unas dilataciones anales tan inéditas o bizarras como las descritas.
Y ahí es precisamente dónde más incidimos también desde este blog. En la urgente necesidad de revisitar el caso, a nivel criminalístico, psicológico y criminológico.
Es en esos detalles "bizarros" o extraños, dónde también están las claves sin descifrar de estos casos concatenados en el tiempo y espacio. Son su "sello" o "marchamo" particular y criminal. Que los hace únicos y distintos a todos los demás. Los hace por lo tanto "reconocibles". Es una muy buena pista a seguir.
La "firma".
Lugares
de ocio y torturas con lesiones sexuales
con una “firma” muy peculiar: dilataciones anales realizadas con un “objeto”
indeterminado –en ambos casos se habló de la utilización de un mismo objeto: un “palo”-.
De
forma “serial”. Las obsesiones
criminales. Las fantasías sádicas plasmadas en el cuerpo de las víctimas. La
escenografía. Un hilo por el que hay que seguir tirando.
En
el Caso Dolores, hubo ciudadanos de una etnia concreta con contactos en el barrio
Chino de Valencia y Paterna: “el gitano” o “el rey de la droga” –la misma etnia
que manejaba la prostitución y tráfico de menores con fines de explotación
sexual en los ochenta en Valencia-, tuvieron “algo que ver”, o estuvieron
supuestamente implicados en este hecho truculento, si bien la resolución
judicial no está clara. Varios sospechosos, detenidos, autoinculpados “en
falso” en primera instancia, pero no parece existir condena judicial. La
Guardia Civil de hecho, según citan las noticias, buscaba más partícipes en los
hechos, porque este tipo de hechos: la tortura, agresión sádica, debía tener implícitas
“connotaciones” grupales.
Barrio
chino, y una etnia que dominaba el mercado de menores y drogas. Posiblemente
también el de las armas. La triada perfecta*.
El Barrio chino y contactos similares, también podrían formar parte de
la agenda de Antonio Anglés, según citan algunos artículos de prensa de la
época –cuando se fuga lo buscan allí merced a esos “contactos”-.
La
víctima –Dolores- de hecho era prostituta. Se prostituía con el nombre de
“Yolanda”.
La
pobre joven también acabó sus días –al igual que las tres niñas- torturada,
estrangulada y salvajemente empalada, en “otra” orgía de sangre, sexo y muerte.
La
noche de autos fue al parecer “un viernes”. Otro “viernes negro”. Viernes de
marcha, de discotecas que acaba fatal. Y sucedió apenas unos pocos meses
después de aparecer los cuerpos de las tres niñas de Alcásser destrozados en
Tous.
¿Podían ser los mismos? ¿Seguían “cazando” en sitios distintos?, pero a la vez “cercanos”. Es toda una incógnita.
¿Podían ser los mismos? ¿Seguían “cazando” en sitios distintos?, pero a la vez “cercanos”. Es toda una incógnita.
Con
todos los hilos existentes de los que tirar, podríamos hacer “un traje nuevo”
al Caso Alcásser. Confiemos en que “todos ellos” fueran suficientemente
investigados.
*La
triada perfecta: recientemente un documental de la noche temática abordó un
tema tabú y escabroso. “Los mercados
oscuros en el corazón de Europa”. En
resumen el documental giraba en torno al tráfico de menores en Europa, un
asunto de dimensiones alucinantes y desconocidas. Un problema “tapado” y
acallado. Detrás de él, están las mafias, las redes de menores –las mismas que
campaban a sus anchas en Valencia en los ochenta y noventa-. Según el
documental los culpables operan a nivel global, no sólo en un país concreto.
Un
superintendente de la Policía Alemana describía que los niños y adolescentes se
han convertido en una “mercancía”, la oferta y la demanda de niños para la
prostitución en hoteles y discretos apartamentos, es una realidad. Insistía el
policía retirado que los medios convencionales no sirven para luchar e
investigar el tráfico de menores. La trilogía de factores presentes en esta
tipología delictiva, son: el tráfico de armas, el narcotráfico y el tráfico de
personas por este orden.
En Valencia se daban todos estos factores.
Además existía una pujante demanda de menores en la época, algo que es
sumamente llamativo. Valencia a su vez es el epicentro de todas estas tragedias
dónde están implicados “menores”. En el fondo, todo tiene un porqué. Las cosas
no suceden por azar. Suceden porque se dan determinados factores propicios para
que sucedan.
El
mercadeo. La oferta y la demanda. Orgías salvajes, bacanales de sexo extremo y
sadomasoquismo con menores, dónde la pobre víctima acababa reventada, con
heridas gravísimas –existen casos documentados en prensa como hemos podido comprobar- o en
el peor de los casos muerta.
¿Podía
Antonio Anglés trabajar para alguna de estas mafias valencianas? Es posible. Quizás sea esa precisamente la razón de que este “haya desaparecido” para siempre. Si existía algún hilo entre
estos entramados y el Anglés delincuente común “pequeño traficante”, este hilo tenía
que ser cortado de raíz y para siempre, después del revuelo mediático que
supuso el Caso Alcásser.
Quizás Miguel Ricart, sabía a lo que se exponía si “tiraba de la manta” y decía todo lo que sabía del crimen. Correr la misma suerte que A. Anglés.
La "mafia" es la mafia:
En
el “Caso Dolores” uno de los implicados afirmaba que llegó a autoinculparse “por
miedo que los ciudadanos de esa etnia se le echaran encima y lo mataran por
delator” (diario “abc”).
Porque
en el tema Alcásser, Miguel Ricart miente y se come un buen marrón como él mismo grita a los cuatro vientos. Pero todo apunta a que participó o
colaboró en “alguna” de las fases “secundarias” del suceso –hemos trabajado durante unas cuantas semanas en el estudio de las distintas declaraciones de Ricart, y hemos intentado analizarlas desde la perspectiva de la psicología jurídica: psicología del testimonio. Un trabajo complejo, que publicaremos cuando esté totalmente revisado- .
Mejor
la cárcel, que una fría tumba, de la que nunca se sale.
“…Fernando García, padre
de Míriam, y sus colaboradores sostienen que Ricart fue un mero enterrador para
una supuesta red en la que estarían involucrados personajes de relevancia
social…” (Diario El País)
“…Estoy convencido de que
Ricart sabe muy poco del asunto… (Abc)
Por
no hablar de otro asunto tabú: las mafias policiales en aquellos años oscuros.
Manzanas podridas, confabuladas con las redes de menores o redes de
prostitución. Este tema, es “otro” asunto pendiente a desarrollar algún día. Un
asunto, como entenderán perfectamente, sumamente “delicado” de abordar.
Peligroso.
Todo
lo que rodea a los sucesos de esta época concreta en Valencia–finales de los ochenta y
principios de los noventa-, parecen sacados del guión de una
película de terror.
Ellas
nunca pudieron regresar a casa.
Ni Mirian, ni Toñi, ni Desiree, ni los “tres de Macastre”.
Tampoco
regresaron jamás, Dolores, ni Cristina.
Todas se esfumaron en esos malditos “agujeros negros”, una tarde noche, de vuelta al hogar.
Todas se esfumaron en esos malditos “agujeros negros”, una tarde noche, de vuelta al hogar.
Durante
todos estos años, nadie ha sido capaz de cerrarlos. De ponerles nombres y
apellidos.
Si las niñas tenían intención de ir a algún lugar por ejemplo a coloor debió ser una desición de última hora? Por éso la llamada de Miriam a su casa y al no poder acercarlas su padre quizá alguien se ofreció a llevarlas? Supuestamente Miriam tenía una cita con su novio para arreglar las cosas entre ellos a la salida de la discoteca. Quizá alguien de su entorno sabía ese dato y se ofreció a llevarlas? Quizá pensaban volver con ése chico? El dinero extra de Miriam pudo ser por si necesitaban entrar a la disco a buscarlo. Yo creo que al momento de secuestrarlas ya sabían que las niñas no regresarían con vida, sino no me explico que unos días después ya se dijera lo de la pareja que las llevó. Si ellas regresaban y desmentían el testimonio de la pareja? Un enigma total la tarde noche de autos. A sólo unos días del secuestro ya estaban intoxicando el caso. Me gusta la forma en que abordas los casos, Saludos
ResponderEliminarParece que fue así, que la decisión fue de última hora, por esa incertidumbre que todos -familia y testigos- nos relatan, si fue así, el secuestro no podía estar premeditado o organizado, tuvo que ser algo espontáneo, porque ni ellas mismas sabían muy bien dónde iban a ir. De ahí que esa "cercanía" a las víctimas cobre muchísima más importancia -no se iban a ir a un lugar que no tenían claro, y además con gente desconocida-. Mirian esa noche tenía también que probarse un traje de fallera, según relató el tte alcalde del pueblo ,una cita que parecía inexcusable -lo que acota todavía más el escaso margen de maniobra de esa tarde- para la niña, por su devoción con todo el tema de las fallas, algo, por otra parte, que a cualquier adolescente valenciana le haría especial ilusión -ser fallera- de eso ya hablamos en un post, sobre el tema de la "tradición" -música, pirotecnia, fallas- en todos estos aspectos hay datos muy interesantes que ya desgranamos. El testimonio de la pareja es quizás el más relevante, porque son los últimos que supuestamente tienen ese contacto "visual y cuasi físico" ya que montan en su coche, con las tres niñas -el resto sólo son supuestos testimonios "visuales"-, la pareja del coche, según ellos las recogen en el propio pueblo en su coche "averiado", algo que de por sí, es pura contradicción. Un coche -modelo- que ni ellos mismos se ponen de acuerdo a la hora de testificar. En la instrucción del caso, no sabemos si se comprobó ese itinerario -con el taller-, ni si en el coche de esta pareja se recogió alguna muestra -lo dudo- para corroborar que las niñas fueron en él. Sea por la razón que sea, se sitúan en este periplo la tarde noche de autos. Y según la cuarta niña, podían haber subido perfectamente en ese coche, porque entra dentro del perfil de coches que utilizaban para desplazarse a dedo: ya que eran una pareja o matrimonio, - que podían infundir confianza a las niñas, ya que en el coche, también iba una mujer... Hablamos de puras hipótesis, ya que es imposible conocer dónde fueron esa tarde. Partiendo de la premisa que el "escenario intermedio" del crimen, en nuestra opinión no ha sido hallado, y es ahí precisamente, dónde estarían todas las claves, para descifrar que sucedió aquella tarde. Pero por el lugar dónde aparecen los cuerpos -Tous- no es descabellado pensar, que tiene que situarse en una zona intermedia, entre la población de origen de las niñas, y el escenario "final". Por lo tanto, en nuestra humilde opinión, los últimos que tienen contacto con las niñas -siempre son los más estudiados en cualquier investigación- y el escenario intermedio pueden ser esenciales para conocer como transcurre aquella tarde-noche. Algo no acaba de concordar. Las piezas no encajan. Y es ahí precisamente dónde puede estar el el meollo de la cuestión. . Gracias, un saludo¡¡¡.
ResponderEliminarLuego está el tema de los horarios esa tarde, que otros autores ya han abordado en otros blogs. Existen descuadres horarios, el de la propia Dolores B. el de la cuarta niña, etc. Lo cierto es que apenas unos días antes -sobre el 28 de octubre- se realiza el cambio horario de invierno -se retrasaba el reloj una hora- es posible que alguno de esos relojes de referencia estén todavía por la hora antigua el 13 de noviembre. Es muy usual sobre todo en gente más mayor no adaptar los relojes a la nueva hora y mantener estos con la hora antigua durante semanas. Más en aquella época dónde todavía la tecnología no realizaba esta función de forma automática y todo era "manual". Podría ser una posible explicación a tantos descuadres horarios. De todas formas las niñas tenían muy poco margen de maniobra esa tarde-noche, sus horarios eran inflexibles -eran niñas de 14-15 años-, por lo que fuera cual fuera el lugar dónde acordaron ir a última hora, tenía que estar muy cercano. Cercanía, en todos los aspectos. Saludos.
ResponderEliminarQue buen post Predi. Buscaré el documental de la 2, debe ser súper interesante. En cuanto a la capacidad de determinadas etnias para ejercer la maldad...ahí tenemos el crimen de Piedras Redondas, el triple enterramiento en cal viva de una madre, su hija y su pareja, o los muchos casos de atropellos accidentales que acaban con la muerte del conductor a palos. A esto añadimos que la justicia es diferente para ellos, me costaba creerlo pero ahora que vivo en el sur y lo he visto con mis propios ojos, no puedo más que afirmar que tienes toda la razón al ponerlos en el mapa. Su falta de valores y su crueldad pasa desapercibida en pro de los intereses de una clase política integradora y que te estigmatiza si los señalas porque no olvidemos que esta gente vota, y son muchos. Pensándolo fríamente incluso me encajan más ellos que las dilatadas teorías de la conspiración tan trilladas que todos conocemos.
ResponderEliminarUn saludo.
Lo de las etnias lo he citado, en relación al caso Dolores, pues al parecer estuvieron implicados en los hechos, si bien no hay sentencia firme -o no está publicada su resolución-. Lo que sí está documentado es que esa misma etnia -contra la que no tengo nada en absoluto- manejaban los entramados básicos de ciertas redes de menores, de tal forma que no dudaban en secuestrar a niñas para estas redes, como repito, está documentado gráficamente. También estaban implicados en el mercado de drogas y en el barrio chino, dónde Anglés supuestamente tenía ciertos contactos. Pero "esto" lo podrá corroborar alguien que viviera aquella época concreta en estos lugares. En cuanto a teorías conspirativas, en el blog -sin desecharlas, porque nada es desechable en un caso tan complejo y sin resolver- y a la vista de todo lo recopilado y expuesto, pensamos que este caso hay que verlo desde el factor geográfico, es decir, la proximidad, local, comarcal, el conocimiento del terreno, y las mafias existentes en la zona a todos los niveles -menores, drogas, armas-. Por eso rebuscamos en el contexto, y en la hemeroteca, en las noticias reales de la época. Sobre esa base "real" realizamos un análisis, y trazamos unas posibles hipótesis de trabajo, en base a coincidencias, conexiones, casualidades... Pero con cautela, y sin señalar a nadie, dado que no somos jueces, ni disponemos de las pruebas para juzgar a nadie. Es un trabajo de aproximación, de indagación. Pero quizás no tengamos que irnos demasiado lejos, para saber que algo estaba "podrido" en el entorno cercano de esos lugares específicos o señalados. Un saludo¡¡¡
ResponderEliminarCaliente,caliente....
EliminarPepeldelpopulacho.
Un saludo¡¡¡
EliminarUn recuerdo para Desiree en el día que cumpliría 41 años.
ResponderEliminarNos unimos a ese recuerdo, saludos.
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