26 años. Ni olvido, ni perdón. Simplemente, justicia.

26 años han pasado y seguimos sin conocer toda la verdad.

 


26 años conviviendo con una versión oficial que no se sostiene. Con una investigación e instrucción plagada de errores incomprensibles en unos investigadores e instructores, que tenían que estar sumamente bregados, trabajando en una zona especialmente “caliente” y prolífica en asuntos criminales. Curtidos en: levantamientos, inspecciones oculares, informes fotográficos. Un caso dónde hay que recordar que la principal prueba de cargo –un parte de urgencias del Hospital "La Fé" de Valencia- es recogida por “un apicultor”.  Inconcebible.

 

26 años observando como el caso fue cerrado “en falso” y sigue sin responder a las múltiples incógnitas que se plantean al estudiar el sumario. Una Condena sustentada en una secuencia de declaraciones dudosas: autoinculpatorias y exculpatorias sumamente contradictorias efectuadas por el único acusado y condenado por estos hechos. Autoinculpaciones que no fueron ratificadas en el juicio oral.

"...Un destacado forense de Valencia -participante en las autopsias- comparte las dudas de otras personas conocedoras de la investigación:

- ¿Usted cree que con esas pruebas y la única declaración de Ricart se puede condenar a alguien? ¿Nos quedaremos tranquilos mandando a la cárcel a uno sólo de un grupo tan numeroso? Si el abogado de Ricart es bueno, no habrá quien lo condene. (Diario “El País”)

  


26 años sin una investigación en profundidad, analizando todo el entorno y entramado criminal existente en la zona sur de la provincia de Valencia. Imposible conocer la cantidad real de casos "sin resolver" que se agolpan en esta geografía. Muchos. Demasiados.

 


26 años sin una revisión del caso en condiciones: Perfilación criminal, geográfica, psicológica. ¿Dónde están los expertos? ¿Encaja este triple crimen sin parangón, en el perfil de los autores condenados? ¿Porqué nadie con “experiencia” se “moja” y dice lo que verdaderamente piensa de este crimen?.

                                             

                                                     

26 años sin respuestas a las decenas de casos existentes en esta zona y que a día de hoy siguen sin esclarecer. Casos que comparten similitudes, y una misma geografía, además de una cercanía “inquietante” a alguna de esas poblaciones.

 

26 años sin conocer la verdadera identidad de los verdugos, a pesar de existir nuevas herramientas tecnológicas capaces de poner rostro a perfiles de ADN recogidos en la escena del crimen y los cuerpos de las niñas. (Al menos 29 pelos poseían bulbo, susceptibles de análisis de ADN nuclear. Además actualmente en EEUU se requieren cantidades ínfimas de ese ADN, para llevar a cabo este tipo de pericias con snapshot). El problema es que muchas de esas muestras fueron destruidas, otras como las obtenidas por el Profesor Frontela  y requeridas urgentemente por la Audiencia de Valencia, se desconoce si llegaron a ser analizadas. Pero lo que sí sabemos es que sí se extrajo ADN de alguno de esos vellos púbicos: “.. es un vello púbico de cuya raíz se ha extraído ADN e identificado algunos marcadores genéticos”  “…el perfil genético de este pelo no se corresponde con ninguno de los investigados conocidos…”  al igual que los analizados en Santiago de Compostela –a los que sólo se pudo extraer ADN mitocondrial-, no coincidían con los inculpados. ¿De quién eran?

Un trabajo mal realizado. No lo decimos nosotros, dos de los forenses presentes en la primera y segunda autopsia lo confirman. Prisas, improvisación, falta de profesionalidad. 

"El levantamiento del caso Alcàsser", rememora Villalaín, "se hizo con pico y pala, de manera chapucera, cuando luego se invirtió una semana en estudiar toda la superficie y faltaron huesos, aunque el trabajo bastó para esclarecer los hechos". Pero recalca que estos casos tan dramáticos exigen precisión, para evitar polémicas. (fuente: Diario "El País" C.Valenciana)

De hecho en sus conferencias, según nos narra alguna de sus asistentes, parece decir abiertamente lo que muchos niegan. 

Crónica sobre curso "Grandes crímenes a la luz de la ciencia" UCJC Forense Caso Alcásser

“Se pierden pruebas, se pierden los papeles y se pierde la dignidad”    (Catedrático de Medicina Legal Luis Frontela, autor segunda autopsia de las niñas)

26 años resignados a esperar un “milagro”. Un arrepentido. Un golpe de suerte. Una filtración. No hay milagros. Sólo el trabajo bien hecho, y la revisión en profundidad del caso por profesionales cualificados de distintos departamentos, pueden ofrecer algún resultado esperanzador.

 



Seguiremos trabajando desde este humilde rincón, para sacar a la luz nuevos datos, y abordar nuevas vías de investigación en estos casos sin resolver. 

Ni olvido, ni perdón. Simplemente, justicia.

 

Mirian, Toñi y Desirée. (Desaparecidas 13 de noviembre 1.992-halladas muertas el 27 de enero de 1.993 + + +). D.E.P.

"Nada desaparece hasta que te ha enseñado lo que necesitas saber"

Pema Chödron