“…Es en el antiguo folclore Escandinavo,
dónde los seres oscuros que forman parte
de ese mundo “sobrenatural” y “maligno”, raptaban a niños y los llevaban a las
montañas para hacerlos “desaparecer” para siempre…” (Las fábulas de Kim)
Han
pasado 25 años, desde aquel maldito viernes 13 de noviembre de 1992. Tres
adolescentes, tres jóvenes normales, anónimas y sencillas del pequeño pueblo de
Alcásser, situado apenas a unos escasos kilómetros al sur de la gran ciudad de Valencia desaparecían sin
apenas dejar rastro.
Sin
apenas testigos –o con ausencia de testimonios “fiables”- algo que llama -y
mucho- la atención, pues se trataba de una tarde-noche en víspera de fin de
semana. Lo que debía traducirse en una mayor presencia y afluencia de gente en
las calles.
La
Guardia Civil hizo gestiones en toda la zona preguntando a numerosas personas:
“…Que cuando llegamos a
Valencia, en Alcácer hablamos practicamente con muchisimas personas, en Picassent
con todas aquellas personas que se decía que habían visto en la discoteca
Coolor, hablamos con toda la juventud, se hicieron gestiones sobre los famosos
coches que decía una persona que si se había montado en un coche blanco de
determinadas caracteristicas, se investigaron numerosos coches…”
(declaraciones:
Sgto U.C.O. Guardia Civil)
Del
contenido de uno de los pocos testimonios “fiables” el de la testigo Dolores B.
-que vio subir a las tres niñas en el último punto dónde supuestamente son vistas con vida las niñas- se llega
a la conclusión de que lo que declara y ratifica en sede judicial es un
auténtico mazazo a la línea de flotación de la versión oficial. Ni el coche podía ser el de los dos
condenados –el número de puertas no coincidía-, y además en el vehículo iban al
menos cuatro individuos desconocidos.
Que no tengo porque dudar de esa señora, ni he dudado nunca…”
(declaración Sargento UCO G.civil acta del día 1 de julio de 1997 prueba testifical)
Pasando
por los más que intrigantes datos aportados por algunos personajes:
"...Que me quiere preguntar sobre el cabo Valeriano a lo mejor.
Que yo no hice ninguna gestión en ninguna caseta excepto que al
cabo Valeriano, Valeriano, yo oí comentarios que eso ya lo habían comprobado
otros compañeros sobre la famosa caseta cerca de Chicago River, y yo
personalmente fui a buscar al cabo Valeriano, entonces Valeriano que habia
ingresado recientemente en... Alcalá de Henares, está ahora destinado y en
enero estuve hablando con él y me contó lo que practicamente sabíamos, y no
obstante se hizo gestiones en torno a esas personas que ya se habían hecho,
creo que hubo gente que se desplazó a Melilla, a comprobar por algunas
de las personas que implicaba el señor Valeriano.
Que a mi me contó Valeriano que si un amigo había dicho que habían
matado a las niñas que estaba detrás de una caseta, un rollo que es difícil de
acordarse, el decía que estaban en una zona que hay cerca una caseta, el
marcó una caseta al borde de una carretera, que cerca hay una discoteca,
Chicago River, que precisamente ahí muy próximo uno de los padres de las tenias
tenia un chalet, o una caseta, y marco alli, es como si yo paso y digo ahí.
Que ese tema, esas gestiones lo han realizado unos compañeros
nuestros, entonces no obstante nosotros cuando ya tenemos conocimiento intentamos
localizar al señor Valeriano, no esta aquí y cuando tengo ocasión de hablar con
él hablo y contrasto. Es una gestión que ya esta hecha pero fuimos a verificar
por si había algo, porque creo recordar que en su día las braguitas que había
ahí, o el sujetador, se enseñaron a los padres y no la reconocieron.
Que he hablado, hable en aquellos momentos con los policías
locales de Alcácer que eran los que habían estado en la caseta, y habían estado
ahí.
Que hablamos con ese familiar, que ese familiar el origen del
rumor, se llegó a la conclusion, tras hblar con muchisima gente, se verifico
como habia sido y no se le dio importancia, se miro la caseta y no habia nada
significativo que pudiera aclarar nada, es una de las muchas gestiones que se
hizo.
Que es una casa, que aparentemente está medio deshabitada, no se
si se utilizara para ninguna labor especial, hay una cantera al lado.
Que yo recuerde no habia un canal al lado donde discurriera el
agua..."
Alcásser
y el resto de España asistieron conmocionados, con el corazón en un puño, a la
intensa búsqueda de las pequeñas, que eran “avistadas” en distintos puntos del
país –algo común en todas las desapariciones-.
Algunos
de estos avistamientos muy llamativos como el de la Plaza Xúquer en Valencia –curiosamente
el mismo lugar dónde cómo ya vimos en el blog se asentaba una red de
explotación de menores de tintes “sadomasoquista”. Sesiones sadomaso, en las
cuales un cliente de avanzada edad inflingió gravísimas heridas a una menor.
En
un pub situado en esta misma plaza de Valencia -plaza xúquer- dos días después de la desaparición de las niñas de Alcásser, es vista una de las tres menores. Así lo declararán hasta tres testigos diferentes. Además existe un curioso “detalle que describe uno de los testigos: un pañuelo de similares características que el que portaba una de las
niñas y del cual no hay constancia de que haya sido recuperado.
La
familia de una de las jóvenes –Desireé- describiría cómo iba vestida la niña cuándo
sale de casa la misma tarde del día de la desaparición.
“…Y ese día se fue con su chupa, una
camisa blanca debajo, sus pantalones vaqueros y un
pañuelito rojo de lunares al cuello... Así se marchó… Ni me
pidió dinero ni me dijo que iban a COOLOR. No me dijo nada. Preparó una bolsa
para ir a natación al día siguiente, y se marcharon para siempre. Ya no la he
vuelto a ver...»
Hasta
tres testigos distintos afirman ver a una de las niñas de Alcásser –Toñi- en el
pub de la Plaza Xúquer.
Testigo
nº1:
Que sobre las 0’45 horas del día 15 de
noviembre de 1.992, cuando se encontraba en el PUB denominado TRAPI, sito en la
Plaza Xuquer, de Valencia, observaron como cuatro chicas entraron al interior
del mencionado PUB, llamándole al atención una de ellas que llevaba un
sombrero de color oscuro con un pañuelo de lunares,
lo cual les llamó la atención, que con estas chicas asegura que iba la
desaparecida Dña. ANTONIA GÓMEZ RODRÍGUEZ la cual parecía seria y bastante
callada, las otras tres acompañantes saludaron a unos chicos y chicas en el
cual se hallaba una chica rubia alta y que al parecer frecuenta dicho PUB.
Testigo
nº2:
A las 00’45 horas del día 15 del
presente cuando se encontraba en un Pub denominado Trappi sito en la Plaza
Xuquer (Valencia), cuando. vieron entrar cuatro chicas de las cuales una de
ellas llevaba un sombrero negro de terciopelo de caballero el
cual le llamó la atención por ser la única chica en todo el Pub que llevaba
sombrero observando que la compañera se les quedó mirando fijamente: durante
unos cinco minutos con, una mirada muy seria, teniendo esta chica una
complexión fuerte , ojos oscuros y el pelo castaño ,por los hombros y una
estatura de 1,60 m
, vistiendo pantalón ajustado de paño color fucsia, medias claras color carne,
suéter verde claro bastante largo de lana fina y muy maquillada, saliendo
posteriormente de dicho Pub, posteriormente ella también se marchó, ha sido hoy
cuando venía hacia Picassent con unos amigos cuando en un semáforo un chico le
ha mostrado la foto de ANTONIA RODRÍGUEZ, coincidiendo la declarante y Pablo en
que creen que era ella.
Testigo
nº3:
Que sobre las 00’30 horas de día de ayer
cuando se encontraban en el Pub Trappi sito en la Plaza, Suquer de Valencia
entraron en dicho lugar un grupo de 3 ó 4 chicas, y una de ellas llevaba un
sombrero, lo se le acercó la del sombrero hacia la máquina, donde estaba la
dicente, quedándose mirando fijamente una del grupo de chicas que había entrado
anteriormente llamándole bastante la atención por la insistencia como lo hacía.
Que cuando la dicente se iba de
excursión a siete aguas al pasar por el pueblo de Alcácer cuando se encontraban
parados en un foro un muchacho joven le entregó un pasquín con las fotografías
de las muchachas desaparecidas, pudiendo reconocer que una de ellas, se parecía
a una de las vistas en el Pub Trappi., en vista de lo cual fue al Ayuntamiento
de Alcácer donde le mostraron más fotos en color de la desaparecida Antonia
Gómez Rodríguez siendo reconocida por la dicente.
O
el curioso avistamiento ocurrido en Vinaroz en Castellón –localidad lindante y a sólo 9 kilómetros de Benicarló
dónde se ubicaba el famoso “bar” España, uno de los lugares dónde supuestamente operaba una trama de pederastia y crímenes
rituales-
Las esperanzas de encontrarlas con vida, y de
que todo hubiera sido una aventura juvenil, se fueron difuminando con el paso
de los días y la falta de noticias sobre su paradero. La búsqueda se extendió a
nivel internacional. Después de 75 días y 75 noches de espera sus cuerpos
fueron encontrados enterrados el día 27
de enero de 1993 en un paraje agreste y solitario, al que no iban ni “los lobos”,
del término municipal de Tous. La fosa de “La Romana” pasaría a la historia,
como el lugar dónde sepultaron para siempre las esperanzas de millones de
ciudadanos, que observaban atónitos las noticias que llegaban desde ese inhóspito
lugar de la montaña valenciana.
Masacradas,
maniatadas y horriblemente torturadas sexualmente en un martirio sin parangón
en la historia criminal Española y Europea. Un sufrimiento indescriptible,
buscado “deliberadamente” por los sádicos participantes de esa orgía de sangre
y dolor extremo. Como muestra de su frialdad psicopática y “profesionalidad”,
pusieron fin a la vida de las tres menores ejecutándolas de un tiro certero en
la nuca. Con un arma de fuego, atípico en crímenes sexuales, y que vendría a
indicar una posible planificación o premeditación, dado que no era una “arma de
oportunidad” encontrada en el lugar dónde supuestamente sucedieron los hechos. Como
una trágica novela con un final “escrito de antemano”.
Callando
para siempre sus voces, y sus sueños. Silenciando a las principales testigos de
este horrible crimen : las propias víctimas. Algo que también podría denotar la
posible implicación en los hechos de alguien “conocido” para las tres niñas.
Cerrando y
sellando de esta manera la posibilidad de conocer toda la verdad acerca de este
macabro y diabólico triple crimen.
Unos
padres rotos, unas familias hundidas por el dolor y la sinrazón. Nadie puede
estar preparado para pasar por algo de esta magnitud. Sólo hay que intentar ponerse en su lugar, por
un instante, para comprender la magnitud de la tragedia.
Si
insoportable es perder a una hija en esta tesitura, más cuesta arriba se hace
si cabe, si lo que obtienes de la Justicia es una respuesta ridícula.
Una
justicia que se demostró demasiadas veces, ciega, torpe y sorda. Que puso una
pequeña tirita “para intentar tapar” una gran herida. Una herida que jamás ha
cicatrizado.
Un
crimen grabado para siempre en la retina de millones de españoles, que
crecieron escuchando los detalles más dantescos de aquel macabro crimen cada
noche durante años en la televisión. Por las imágenes de las autopsias que
afloraron en la red de redes como una realidad palpable, de que aquello no
había sido un crimen “a la usanza”. Triple crimen salvaje y sin precedentes perpetrado
según la sentencia firme por los acusados: dos delincuentes comunes sin
antecedentes por violencia sexual ni delitos de sangre.
Unas
autoinculpaciones demasiado contradictorias, de uno de los acusados, que jamás
fueron ratificadas en juicio oral. Otro acusado prófugo, huido y desaparecido
de la justicia, del que a día de hoy nada se sabe.
Unas
pruebas biológicas que no apuntan a ninguno de los dos acusados, y que ponen el
foco en “otros” posibles autores o partícipes a día de hoy “no identificados”.
25
años han pasado ya, 25 años que resuenan como disparos de 9mm corto
parabellum GECO en alguna montaña, en algún paraje, en alguna casa solitaria en
medio de la nada. Muy posiblemente en algún lugar bien distinto y distante de
aquel que nos mostraron en aquella caseta desvencijada de La Romana, dónde no
había “nada”. Nada que nos lleve a pensar que las niñas estuvieron allí.
Una
investigación plagada de agujeros negros. Un sumario que no se sostiene de pie
aunque contenga 20 tomos y 4.144 folios.
Una
leyenda. Una historia por desentrañar. Una verdad por conocer. Unos asesinos
por detener.
Una
deuda con toda la sociedad:
En
un aniversario marcado por los recuerdos de este horrible crimen. También por
la nostalgia de nuestra propia juventud, que quizás ese día también murió un poco con
ellas.
Esos días que ya no volverán. Días en los que un país entero despertamos al
“horror” de algo que nunca antes habíamos presenciado. Aunque hubiese
precedentes bien cercanos con otros nombres y otros adolescentes. Sin embargo sus
casos habían sido “silenciados” con el paso del tiempo, porque nadie hasta ese momento había dado
tanta batalla por conseguir conocer “toda la verdad”, como el padre de una de
las tres niñas. Fernando García.
No hay consuelo para tanto dolor y tanta maldad. No hay perdón posible.
¿Cómo
homenajear desde este humilde blog a las tres niñas de Alcásser en una fecha tan señalada como hoy? En este trágico
aniversario en el que conmemoramos los 25 años desde el día en que las tres niñas desaparecieron para siempre.
Dicen
que la música nos ayuda a lamernos las heridas. Y que el cine nos traslada por
unos instantes a esos universos fantásticos, imposibles de imaginar en la vida
real.
Desde
estas páginas, -los que nos siguen lo sabrán-, siempre le hemos dado mucha
importancia a la música y a la imagen. Las hemos utilizado con una simple finalidad: deslizarnos con mayor suavidad y carga emotiva, por ese mundo tan
turbio que hemos abordado, lleno de historias tenebrosas rescatadas del olvido, a lo largo de los más de 111 post que conforman el gran archivo de
datos “tomados de la cruda realidad”, contenidos en este blog. Una realidad que
está ahí para ser revisada, hechos reales que sucedieron por mucho que nos cueste creerlo, y que se han ido mostrando en sucesivas entregas, para indagar y explorar qué más había alrededor de
Alcásser, y de esos “otros” casos desconocidos. La mayoría olvidados, o entrerrados por el
paso del tiempo y la falta de resultados.
Una
investigación de más de tres años de intenso trabajo, para ordenar recopilar y
analizar todos estos “asuntos” cargados de tantas sombras y misterios. La “otra” realidad, tan importante que rodea cada caso criminal: el contexto social, delincuencial y sociológico.
“Las
fábulas de Kim”
Sumergirnos durante unos cuantos minutos en el mundo
onírico creado por estos dos jóvenes cineastas, es una experiencia altamente recomendable.
Un
mundo en el que desde tiempos inmemoriales libran las más terribles batallas el
bien y el mal.
El
gran trabajo de los hermanos Seb y Ben McKinnon creadores de la compañía
cinematográfica:“Five nights productions”, dio como resultado una trilogía
fantástica, dónde se entremezclan mitología, brujería, y esa lucha implacable a
la que antes hacíamos referencia. El ocultismo algo con lo que nos hemos topado de bruces en demasiadas ocasiones. Porque estaba presente en muchas de las noticias que revisábamos y desgranábamos. Porque creemos que muchos de esos casos sin resolver pueden contener algún rastro o impronta de esta “vertiente” criminal poco o nada explorada. Ese mundo lleno de sombras. Lo oculto y lo oscuro. Algo perteneciente a esta "oscuridad" parece planear de una forma u otra sobre muchos de los crímenes revisados en este blog.
La
trilogía de la que les hablo es una producción canadiense y se trata de un
trabajo visualmente soberbio. Póstumo, pues uno de los dos hermanos –Ben- que
maquinaron y filmaron estas tres pequeñas obras de arte, falleció por desgracia en Agosto de 2016. Demasiado
joven, y todavía repleto de talento, sueños y oportunidades como las tres niñas
de Alcásser.
“Las
Fábulas de Kim” la trilogía de los Hermanos McKinnon está compuesta por los
siguientes cortometrajes:
-Kim
(año 2013 duración: 8’
41’’)
-Salvage
(año 2015 duración 13’
27’’)
-Requiem
(año 2015 16’
46’’)
Kim
Salvage
Requiem
…A las tres hadas del bosque –Mirian, Toñi
y Desiree-. A sus familias. A Fernando y a Ben...
Gracias.
ResponderEliminarLos cortos son hermosos. Este blog, a pesar de lo oscuro que implica acercarse a el, es en ocasiones un cálido refugio.
ResponderEliminarGracias a tod@s vosotr@s por estar ahí al otro lado, y por vuestro interés en estas "historias olvidadas", a las que demasiados ciudadanos en este país -por desgracia- han dado la espalda y prefieren ni ver ni oir. Un saludo grande a tod@s los que nos une la misma causa: la petición de justicia y que se reabran todos estos casos. Por las víctimas, por sus familias, y por el bien de todos. Gracias¡¡¡
ResponderEliminarGracias. No esperaba menos de este blog en esta fecha tan señalada.
ResponderEliminarLa pista de ese pañuelo rojo de lunares dos noches más tarde es otra de las cosas inexplicables en este caso. Cierto que en esa época eran muy habituales, pero que aparezca sobre un sombrero de copa (¿quizás la famosa animadora de coolor de la que se habló en otro post?)y acompañando a una joven que tres testigos identifican como T, aunque vestida con distintas ropas. Supongo que no se tiró más de ese hilo, siento curiosidad, porque nos situaría en un relato distinto de los hechos.
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