En 2017, cuándo se cumplen 25 años de uno de los crímenes más dantescos y misteriosos de todas las épocas: el triple crimen de Alcásser; regresamos con nuevos contenidos de interés sobre este y otros casos. Gracias por estar ahí, al otro lado.
El día 1 de enero de 1993, día de
año nuevo, con los ecos de las celebraciones de nochevieja todavía resonando en
las calles, ecos que daban por finiquitado un año lleno de fastos y también de
desgracias. Cuándo todavía no se habían localizado los cuerpos de las tres
niñas de Alcásser-Valencia desaparecidas desde el 13 noviembre de 1992 y se
continuaban buscando pistas sobre la reciente y misteriosa ausencia de
Gloria Martínez la joven desaparecida de
la clínica de Alfaz del Pi en Alicante un 29 de octubre de ese mismo año, 1992. Una nueva desaparición venía a
poner de nuevo el foco en la provincia de Alicante, en el pueblo de Pego, cerca
del lugar dónde desaparece Gloria.
Una trágica racha encadenada de
tres extrañas desapariciones en las que se veían inmersos cinco adolescentes;
todo ello en un pequeñísimo intervalo de tan sólo tres meses, en dos provincias
limítrofes, y a escasos kilómetros de distancia.
¿Qué ocurría entonces en esa
Comunidad Valenciana, que los menores desaparecían sin rastro, como si se los
tragase la tierra? No lo sabemos. Podemos ser bien intencionados y decir que son
cosas del azar, pero también tenemos que ser lo suficientemente inteligentes y reflexivos para
poder intuir que ese tipo de casualidades se suceden sólo en muy contadas
ocasiones.
De esa escasa distancia entre los
puntos antes citados, y la cercanía de las fechas en que se suceden las
desapariciones, son fiel reflejo las palabras de uno de los apicultores al
hallar los cuerpos de las tres niñas de Alcásser en la fosa de la Romana el 27
de enero de 1993. Cuándo se procede a sacar la tierra de esa fosa, y aparece el
primer cuerpo, uno de los apicultores llega a pensar que los restos hallados
pueden ser los de ese joven desaparecido en Alicante:
“… Que con mi consuegro comentamos que tal y
cual, y yo dije, eso tiene que ser la mano del chico aquel que había por la
parte de Alicante que se marchó a mediodía. Tiene que ser que a lo mejor ese
chico lo han traído aquí. Le han hecho cualquier cosa y lo han puesto ahí. Y él
dijo sabe Dios lo que es…”
¿Quién era ese chico de Alicante?
Ese día 1 de enero de 1993 se pierde el rastro de un joven en la localidad
de Pego-Alicante. Pego es una localidad paradójicamente a medio camino entre
los otros dos lugares citados: a unos 70 kilómetros de
Alcásser, y a unos 60
kilómetros de Alfaz del Pi. El muchacho Andrés M. de tan
sólo 17 años de edad –la misma que Gloria- desaparece en la mañana del primer
día del año, cuándo realizaba un trayecto en bicicleta desde Pego hasta el
paraje de Forna, dónde la familia tenía un huerto. Cómo el joven se ausentó a
la hora de la comida, sus familiares emprendieron su búsqueda y se trasladaron
al lugar. En una caseta de aperos* hallaron
la chaqueta del chandall y la bicicleta del joven. Nada más. De Andrés, sin embargo, no había
rastro.
*Las casetas de aperos, o casetas
para usos rurales, son realmente un
punto trágico en esta comunidad siempre en relación a los crímenes más impactantes
acaecidos por entonces. Sólo hace falta echar un ojo atrás para recordarnos de
las casetas de La Romana, o la caseta de Macastre. Si bien más que una intuición
-en estas casetas no sucedió lo que nos cuentan-, parece una certeza que allí no fueron
hallados ningún tipo de restos biológicos. Simples decorados de un escenario
final. Lugares de depósito o tránsito. Espectadores impasibles del trajín y el
paso de los obreros del crimen. Porteadores de cuerpos. Poco más.
El joven Andrés fue buscado en toda
la zona infructuosamente, con helicópteros, batidas, una y otra vez. Lo normal
en estos casos dónde hay un menor desaparecido, y la desaparición no tiene
tintes de ser voluntaria, como mantenía
la familia. Finalmente su cuerpo fue hallado sin vida, casi un año después, a finales del año 1993.
Casualmente unos cazadores* que
se encontraban metidos en faena, pateando el terreno, descubrieron el cuerpo
del infortunado chaval, debajo de un árbol. Se encontraba en un paraje conocido
como “las balsas de Pego” a unos cuatro kilómetros de distancia de la caseta de
aperos dónde aparecen los efectos antes descritos. Este fue hallado el domingo por dos cazadores debajo de un pino, en un
paraje de la pedanía de L'Adzúvia, muy próxima a Pego, donde fue buscado
durante semanas. El cadáver se
encontraba prácticamente esqueletizado, “a la vista” según se cita y encima de
unas piedras. Se encontraba en una zona escarpada, en una ladera de una
montaña. (con todos estos datos he intentado en la medida de lo posible acotar
la posible zona del hallazgo para visualizarlo en un mapa que es dónde mejor se
ven muchos detalles. Los mapas también nos “hablan”, y pisar ese terreno nos cuenta
todavía más detalles específicos, de qué o quien se mueve por allí –caza,
ganado, u otras actividades)
Posible zona del hallazgo según
los datos extraídos de la prensa:
Causa de la muerte:
El joven presentaba un fuerte golpe en el cráneo, un
traumatismo craneoencefálico que según los primeros informes forenses era
debido a una posible “caída accidental” un resbalón en la montaña. Tenemos que
confiar en el buen hacer de los forenses, y en su seguridad a la hora de
determinar un traumatismo craneal debido a una caída diferenciándolo de otro
traumatismo de las mismas características pero con tintes homicidas. Sin
embargo la realidad es que algunas autopsias, al igual que determinadas
investigaciones policiales de tinte “científico” o criminalístico de aquella
época, como hemos podido comprobar
dejaban mucho que desear. La data del óbito no era posible determinarla.
Era curioso también lo de la
existencia de una balsa en esos parajes –como hemos visto las acequias también
han sido escenario final de otros hechos criminales p.ej. en Sumacárcer, muy cerca de Tous-.
También los descubridores de los
cuerpos son siempre gente o personajes relacionados con el medio rural dónde
transcurren los sucesos: desde los apicultores que descubren las niñas de
Alcásser, los esparrageros de Macastre, etc. Hablamos de usos, tradiciones,
oficios, parajes, eminentemente
“rurales”.
Otra curiosidad es que en este
paraje de Forna y cercano al lugar donde, si reagrupamos los datos que se citan
en la prensa, pudieron sucederse los hechos descritos, se ubica un antiguo castillo.
Las preguntas que quedan en el
aire son varias respecto a este caso. Con los escasos datos que contamos poco
más se puede añadir o analizar pero sí podemos preguntarnos varias incógnitas:
¿qué hacia el cuerpo a cuatro kilómetros de la caseta dónde es hallada la
bicicleta? Si se desplazó andando hasta ese punto final, ¿porqué no utilizó la
bicicleta para llegar o acercarse?. La
existencia de una balsa –eso se intuye al intentar aproximarnos a la posible
ubicación, además del nombre del paraje- en las inmediaciones, tampoco parece
apuntar a una hipótesis razonable que el joven fuera a bañarse a ese lugar, en
una fría mañana de un mes de Enero. Si los
restos estaban “a la vista” ¿cómo no fueron descubiertos antes? si toda la zona
había sido ampliamente batida en varias ocasiones a pie. Si estos aparecen en
una zona escarpada y de escaso o nulo tránsito, ¿porqué precisamente el joven
aparece ahí?, es totalmente contradictorio. Nadie transita esa zona, pero él
precisamente acaba sus días resbalando y golpeándose la cabeza en esa zona tan
inhóspita.
Si este tipo de “accidentes”
ocurren en cualquier otro lugar, pasarían totalmente desapercibidos, como tantos
otros que por desgracia acontecen cada día en el resto del país. El problema es
que en esta provincia, ocurrían cosas “extrañas” con los menores, al igual que
en Valencia y Castellón, Alicante –como hemos venido desgranando- tiene algunos
sucesos criminales con menores, que plantean cuándo menos “dudas razonables”
sobre la existencia de algún tipo de trama actuando en toda esta zona,
durante aquellos años “oscuros”.
Nuevamente a finales de los
ochenta, observamos la presencia de redes de menores actuando en la zona, y
asociado a estas noticias, la consiguiente desaparición de jóvenes.
No existen más noticias al
respecto de esta joven, desconocemos que pudo ser de ella.
Hay que recordar que en aquella
época las menores destinadas a la esclavitud, tráfico, y explotación sexual, en
nuestro país eran jóvenes nacionales, muchas veces provenientes de familias
normales. En muchas ocasiones estas redes, optaban por secuestrarlas y
destinarlas a esos circuitos “privados” o más elitistas de fiestas, chalets, y
lugares más “discretos” que los prostíbulos –sometidos a un mayor control
policial- y a su vez con una mayor confidencialidad para una clientela,
conformada como hemos podido ver en otras ocasiones, por empresarios o políticos.
Mucho más tratándose de jóvenes que figuraban como “desaparecidas” y que tenían
que permanecer “ocultas” para evitar inspecciones policiales. Menores que
muchas veces eran sometidas a todo tipo de trato degradantes, prácticas
sadomasoquistas, torturas, palizas, etc, como hemos podido comprobar en más de
una ocasión.
Eran gente sin escrúpulos, cuya
crueldad no conocía límites.
Se habla en otros artículos de
hasta treinta niñas con edades entre los doce y los quince años, que eran
explotadas sexualmente por esta red. Todos los datos apuntan siempre en la
misma dirección y dejan claro un secreto a “voces”: existía una “gran demanda”
de menores en la comunidad Valenciana para este tipo de prácticas depravadas.
No podemos extrañarnos entonces que existiera también una actividad “paralela”
criminal anormalmente elevada en esta zona concreta, dónde por alguna razón, hasta el momento
“desconocida”, las víctimas formaban parte de ese mismo grupo o espectro de
edad: jóvenes menores.
Pero no sólo en la C.Valenciana
sucedían cosas “extrañas”, había como una oleada de desapariciones de niñas en
toda la geografía nacional, que llegaron a generar una honda preocupación y
alarma, en las familias españolas. Quizás ahora podamos entender mejor
“determinados” acontecimientos o hechos criminales que ocurren en la época.
Insisto sobre este aspecto, porque entonces era “normal” y muy frecuente que
este tipo de sucesos acontecieran. Como ejemplo a mediados del año 1991 el
diario ABC ante la proliferación de sucesos anómalos llega a realizar una
infografía sobre varios casos abiertos por entonces –la mayoría acabaron de
forma trágica- en la geografía nacional. ¿Porqué se sucedían estos hechos con
esa frecuencia desmedida? ¿Qué estaba pasando en España a finales de los
ochenta y principios de los noventa?.
Existen muchos misterios
insondables que se ciernen sobre este tipo de hechos que salpicaron la geografía
nacional. En el año 1992, ese dónde también se multiplican las desapariciones
de menores, sucede un hecho muy curioso en la zona de El Saler-Valencia. Un
lugar al que ya acudimos en otras ocasiones por asuntos turbios relacionados
con estos temas.
La pregunta del millón es ¿qué
hacía un delincuente común con antecedentes por robo, recién salido de la cárcel,
secuestrando a una niña de seis años de edad, tras arrebatársela a golpes a su
madre? o quizás planteada de otra forma distinta ¿a quién o a dónde iba a
entregar a esa niña este delincuente común?. Un secuestro por encargo para otra-s
personas ¿?, es lo más lógico dado que parece que carecía de antecedentes por
delitos sexuales. Por suerte la Guardia Civil interceptó al delincuente cuándo
regresaba al pueblo del que también era vecino. Cuatretonda. Un lugar, por
cierto, muy cercano a otras poblaciones dónde han sucedido horribles crímenes
con menores. (Ontenient y Pego). La última pregunta que queda flotando en el
aire es ¿qué hubiera pasado si la Guardia Civil no libera a la pequeña?.
Pero es que el asunto no queda
aquí. Si seguimos buceando en la red, seguimos encontrando noticias
sorprendentes de este pequeño enclave:
Año 2011, mismo lugar, distintos
nombres, y nacionalidad.
La sección quinta de la Audiencia de Valencia está juzgando a doce
personas por la prostitución de una menor de 16 años de origen rumano en Cuatretonda.
Tres de los imputados están acusados de explotar como esclava sexual a la
adolescente y los otros nueve de pagar por sus servicios.
Los procesados supuestamente tuvieron relaciones sexuales previo pago
siendo conscientes de que era menor de edad. La adolescente fue liberada
por la Guardia Civil en abril de 2011 y pasó a estar tutelada por la
Generalitat Valenciana
En otras ocasiones las menores, podían
escapar de sus captores y corrían mejor suerte. Gracias a eso nos enteramos de
cómo funcionaba esta gente. Nuevamente nos encontramos con la presencia de
menores nacionales “desaparecidas” –dadas las fechas en que suceden- que
estaban siendo utilizadas por estos individuos para ofrecerlas a clientes en
esos chalets o casas particulares “discretas”. También se observa algo
interesante: de nuevo observamos el trasiego de menores desaparecidas en Valencia
que acaban en esa zona sur o en la provincia de Alicante. Noticias muy
pequeñas, que apenas ocupaban cuatro líneas, y que nos dan una idea de la
“escasa” importancia que tenían entonces este tipo de hechos.
Para hacernos una idea, sólo en
este pequeño artículo se citan hasta CINCO menores desaparecidas, que son
halladas en una casa con la caída de una sóla red que tenía raptadas a las
jóvenes. La noticia es de finales del año 1986. Dos de ellas vecinas de
Ontenient –zona sur de Valencia-
Precisamente de ese mismo pueblo,
de dónde procedían dos de las jóvenes liberadas al caer esa red, tan sólo un
año después ocurrirá un trágico suceso con otra menor con ese rango de edad:
El 23 de julio de 1987 Francisca R.B. , de doce años, se fue por
la tarde a la piscina municipal del pueblo de Ontenient-Valencia. Antes pasó
por casa de una amiga, que no la pudo acompañar y se fue sola a la piscina.
Allí se la vio por última vez bañándose con otras amigas del colegio. Alrededor
de las seis de la tarde se fue, le preguntó al conserje de la piscina por el
autobús para regresar, y no se supo más de ella.
Dos días después
su cadáver apareció en un pozo.
Causa de la muerte:
La niña de 12 años
murió por «una contusión cerebral con destrucción de zonas vitales»,
según la autopsia.
En este caso parecía que no existía ese componente “accidental”
reseñado en el caso anterior.
Su crimen nunca fue resuelto.
No muy lejos de toda esta zona de
Pego y Onteniente, concretamente en el lugar de Crevillente-Alicante, en Diciembre del año 1986 sucede otro
extrañísimo crimen, dónde nuevamente la víctima es un menor:
El cuerpo sin vida del joven Andrés C. R, de 15 años, desaparecido de
su domicilio de Crevillente (Alicante) el pasado día 9, fue encontrado ayer por
la tarde por la Guardia Civil en un camino rural que conduce a una cantera.
El cadáver tenía un cable de conducción eléctrica que presionaba el cuello,
única muestra de violencia. Hoy le será practicada la autopsia para determinar
las causas de su muerte y cuándo se produjo.
El hallazgo del cadáver se efectuó a las 17.30 de ayer, cuando
efectivos de la Guardia Civil de Alicante rastreaban el paraje conocido como Castillo
Viejo, en la sierra de Crevillente. Uno de los guardias advirtió la
presencia de unos matorrales colocados sobre un pequeño foso semicircular.
Allí se halló el cadáver de Andrés C, que se encontraba completamente
vestido, tumbado sobre el costado izquierdo y ligeramente encogido.Un
cable doble de plástico negro, de los usados para las conducciones
eléctricas, rodeaba el cuello del joven formando un torniquete que presionaba
la garganta.
La Guardia Civil efectuará esta mañana otro rastreo de la zona donde se
encontró el cadáver, que pudo ser trasladado hasta dicho paraje por un
vehículo, puesto que es muy difícil llegar a él por otro medio.
De nuevo tenemos un Castillo
Antiguo –se cita que el joven es enterrado “frente al castillo viejo” y junto a
una “ladera” de un barranco, zona escarpada y dificultad para llegar al lugar, traslado del cuerpo desde otro punto.
Enterrado en una fosa cubierta con matas o rastrojos… Videntes…
La familia estableció contacto también con una vidente para
obtener por este medio posibles informaciones. Su familia, indicaban que el
carácter de Andrés C. no era propenso a realizar fugas del hogar y
reafirmaban que había sido separado a la fuerza de sus padres.
La vidente valenciana de nombre
“Amparo” ya había actuado en otro caso de desaparición anterior. Las videntes,
siempre presentes en este tipo de casos en la comunidad Valenciana. Curioso.
Sobre el lugar del hallazgo
tenemos esto:
El Castillo Viejo de Crevillente,
conocido como Castell Vell, de su denominación en valenciano, se encuentra
situado a unos dos kilómetros al norte de la población y situado en el fondo de
un valle que forma la sierra de Tabayal. Se encuentra derruido y apenas quedan
estructuras, y escasos restos:
De este caso tampoco existe constancia
de que fuera resuelto.
Si viajamos unos años atrás, nos
encontramos con otro crimen misterioso cometido en Alicante sobre una menor.
Nuevamente en esas fechas
entrañables sucede una extraña desaparición.
El día 22 de diciembre de 1975,
Ana María L.S. una muchacha joven de dieciocho años de edad, desaparece en Alicante tras
desplazarse hasta esa capital para efectuar unas compras. Tres meses después
fueron encontrados sus restos enterrados con escombros en un lugar conocido
como Babel. Unos terrenos solitarios cercanos a la capital. Los restos son
descubiertos por el perro de un joven que al escarbar hace aflorar una mano. El
cuerpo de la joven estaba completamente desnudo, presentaba la nariz deformada
y un hematoma en la sien. Le faltaba un dedo de la mano que afloró al
desenterrarla–¿había sido amputado?-.
A la joven tampoco le habían sustraído las joyas. De hecho una cadena que
colgaba del cuello con sus iniciales sirvió para identificarla…
En este crimen había más
curiosidades. Una de ellas era el amplio margen de tiempo que medió entre su
desaparición y su hallazgo. Según la autopsia la fecha de la muerte de la joven
era muy posterior al día de la desaparición. La fortaleza de la joven y su
capacidad de resistencia a la agresión indicaban que tenía que haber sido
vejada por más de una persona. ¿Qué sucedió con esta joven durante tanto
tiempo? ¿Dónde estuvo retenida? ¿qué fue lo que le hicieron durante todo ese cautiverio? ¿porqué además de violarla, la torturaron? ¿porqué le faltaba un dedo de la mano?.
No hay noticia alguna sobre la
resolución del crimen.
Que cada cual saque sus propias
conclusiones. Los hechos están ahí, la realidad es “tozuda”. Algunos querrían
borrar todo rastro de sus fechorías hasta de las hemerotecas. De hecho algún
crimen como veremos en otras entradas por alguna extraña razón no ha tenido eco ni tan siquiera en esas “cuatro líneas” miserables. Este dato es intrigante porque puede llevar a pensar que
existen más casos sin reseña alguna de prensa, es decir casos "ocultos" que no han trascendido a la opinión pública -más allá del lugar concreto dónde fueron cometidos los crímenes-.
Una serie de acontecimientos “inquietantes”, que a día de hoy siguen conformando un complejo y tenebroso laberinto de crímenes sin resolver, muchos de ellos con extrañas "similitudes". Una
realidad ocultada, que poco a poco va saliendo a la luz.
«Ya se han cumplido veintitrés años desde que te fuiste para no volver
jamás y me parece que fue ayer. Aún recuerdo tus juegos, tu risa contagiosa, y
hasta la manera de contarme tus cosas, siempre saltando y riendo, con esas
ganas de vivir que tenías. No es justo que te quitaran la vida y no haya un
culpable pagando por ello. Y lo peor de todo es que ahora las leyes nos dicen
que tu asesinato ya ha prescrito, y que la Justicia ya no te alcanzará en esta
Tierra...» Así comienza el libro publicado por la madre de una niña asesinada
en el verano de 1987 en Ontinyent.
“A las víctimas y sus familias, para que algún día puedan
descansar en paz”.
“A sus verdugos, para
que no encuentren jamás, ni el descanso ni la paz ”
"Hay una grieta en todo, así es como entra la
luz." Leonard Cohen.
Toñi, Mirian, Desiree desaparecidas en Alcásser-Valencia el 13 de noviembre de 1992. Halladas brutalmente violadas, torturadas y asesinadas, el día 27 de enero de 1993.
Un año más, y son veinticuatro, los que han transcurrido desde aquellos dantescos hechos y la magnitud de la tragedia todavía nos estremece y encoge el corazón.
Su recuerdo, la lucha comprometida y callada de tanta gente, son el mejor acicate para seguir reclamando que su caso sea reabierto y se investiguen a fondo las verdaderas causas que permitieron que los partícipes de este crimen atroz salieran indemnes.
Mientras preparaba esta entrada
del blog referida a un caso desconocido al que le he dado el nombre de las
“decapitadas de Villajoyosa”, ha saltado curiosamente a los noticiarios un
macabro hallazgo en la capital Alicantina. Concretamente un dedo con un trozo
de tendón, perteneciente a una mujer –dado que tiene la uña larga y cuidada- y
al que la policía busca poner rostro.
El hecho se produjo el pasado
viernes 21 de octubre del presente año, pero no ha transcendido hasta hoy
mismo. Es un hecho curioso, dado que este tipo de hallazgos es más frecuente en
la capital Valenciana –como hemos reflejado en varios post de este blog-. Si
bien no hay que olvidar los recientes hallazgos en el fondo del mar de varios
envoltorios con restos óseos en la localidad de Calp -en la misma provincia de
Alicante-
El relato de los hechos parece
hablar de la obra de un auténtico sádico:
“..Los investigadores de la Policía Nacional de Alicante llevan dos
semanas removiendo cielo y tierra en busca de una mujer a la que arrancaron un
dedo y lo dejaron abandonado en una calle de la capital alicantina. El dedo
encontrado por un ciudadano tenía un tendón colgando, lo que indica que no fue
cortado con un arma blanca, sino que fue
arrancado de forma brusca, bien de forma accidental o por un ajuste de
cuentas, como sospecha la Policía…”
La Policía realizó indagaciones en la zona por si había algún testigo
que pudiera aportar datos sobre el suceso, pero en principio parece que nadie
vio quién dejó la extremidad. La Policía ha tomado muestras de ADN y de la
huella del dedo por si figuran en las bases de datos, mientras que los forenses
lo han remitido al Instituto Nacional de Toxicología para que emita un informe.
Al margen del examen científico, la Policía también ha rastreado
hospitales y centros sanitarios en busca de pistas sobre la persona a la que
arrancaron el dedo. Sin embargo, hasta el momento ninguna mujer ha pasado por
los servicios de urgencias de la provincia para ser atendida de la amputación
de un dedo. Esto puede ser debido a que la víctima se haya curado la herida sin
pasar por un hospital o que incluso haya podido morir y su cuerpo aún no haya
aparecido.
No parece un buen asunto, además
da la impresión según las noticias que nos llegan de que los que hicieron esta
barbaridad, querían que el dedo “fuera encontrado”, dado el lugar dónde lo
dejaron depositado –este hecho sí es muy similar y coincidente con los casos de
Valencia-: como si existiese una disposición del criminal-es a dejar una
especie de “mensaje” o a jugar con la policía a un juego macabro.
El macabro hallazgo se produjo sobre las dos de la tarde del pasado 21
de octubre en la calle Alcalde Suárez Llanos de Alicante. La sala del
091 de la Policía recibió una llamada comunicando la existencia de un trozo de
dedo con el tendón sobre un bolardo
de la mencionada calle.
Desde este blog, siempre hacemos
especial hincapié en el día, fecha y lugar del hallazgo. Si el criminal quiere
que su hecho sea descubierto por el público –por eso lo deja a la vista-
también puede ser importante el lugar dónde lo deja y cuándo lo hace. Podría
ser parte de ese mensaje. O un ajuste de cuentas como baraja la investigación.
Respecto al personaje que da
nombre a la calle, cuya historia también es interesante rastrear, se trata de un militar que llegó a ser
alcalde de Alicante:
“militar de profesión, se hizo cargo de la Alcaldía de Alicante tras la
implantación, años antes, por medio de un Golpe de Estado, de la Dictadura de
Primo de Rivera, aceptada por el Rey Alfonso XIII; se mantuvo en el cargo hasta
la caída de la misma en 1930. Durante su mandato se construiría la Casa de
Socorro, se introdujeron mejoras en La Gota de Leche y se realizaron diversas
reformas en las calles de la ciudad y en el cementerio municipal.” De su profesión de militar podemos destacar
que fue ayudante de Fernando Primo de Rivera en las Filipinas y Profesor de la
Academia Militar de Toledo. Tras retirarse por edad en su útlimo destino en
Zaragoza, fue ascendido a general y se le nombró comandante general de los
Somatenes de Aragón. Se retiró a vivir a Alicante por motivos de salud, ciudad
que ya conocía al haber pasado períodos vacacionales en ella. Una vez
instaurada la Dictadura de Primo de Rivera fue nombrado Alcalde de Alicante en
1925. Se mantuvo en su cargo hasta 1930, concretamente hasta febrero, fecha en
la que tras la caída de la Dictadura, dimitió de su cargo.
Suárez-Llanos moriría en
Valencia en el año 1940. La ciudad de Alicante, durante la Dictadura del
General Franco, le dedicaría la nueva calle abierta entre la calle San Carlos y
la Plaza de Pío XII, vía que aún ostenta su nombre.
Esta es por lo tanto una noticia
de actualidad, y hay que ver cómo evoluciona, para conocer más detalles.
Esperemos que la policía pueda completar la investigación y esclarecer el caso,
para dar con el autor-es de tan
deleznables hechos.
Regresando al pasado, esa época
que tanto “tocamos” en este blog, y que está plagada de sucesos increíbles y
misteriosos en la C.Valenciana, nos trasladaremos en esta ocasión hasta el año 2.000.
En las inmediaciones de la
carretera nacional 332 Alicante-Valencia
son encontradas casualmente tres maletas.
Tras comprobar lo que contenían en
su interior, se encontraron con una visión espeluznante. Los cuerpos troceados
pertenecientes a dos muchachas jóvenes.
Dada la época en que se produce
el hallazgo saltan todas las alarmas, recordemos que muy cerca de allí, en
Alfaz del Pí desaparece Gloria Martínez. Así lo refleja la prensa. El lugar del
hallazgo se sitúa a tan sólo unas decenas de kilómetros de la clínica dónde
desaparece, y las edades que se barajan son similares a la de la cría
desaparecida en Alfaz del Pi.
Las jóvenes según la autopsia, tenían una edad aproximada
entre los 17 y los 25 años. Era lógica la preocupación que causaba este
hallazgo. Además los datos que arrojaba
la autopsia eran demoledores:
*A las dos muchachas las habían decapitado. Las habían cosido a
puñaladas literalmente. De hecho sólo una de ellas presentaba alrededor de
veinte puñaladas. Cinco o seis en órganos vitales –corazón y pulmones- También
tenía heridas en la espalda. Después las víctimas fueron truculentamente
descuartizadas, mediante cortes bien dirigidos. Para posteriormente sus partes
ser conservadas en un congelador. No
todas las partes, sólo las menos voluminosas.
*Una de las jóvenes estaba
embarazada:
Para colmar el grado de sadismo
de este doble crimen de estas dos jóvenes, resaltar que durante la autopsia, se
pudo comprobar que una de las dos jóvenes estaba embarazada de una niña y su
gestación se prolongaba varios meses. Horrible. Sin palabras. ¿Quién puede ser
capaz de cometer un acto tan bárbaro y sádico?.
*Extrañas señales en el cuerpo:
Como curiosidad una de las dos
jóvenes presentaba cuatro incisiones
–curadas-. Las incisiones formaban una extraña línea “en paralelo”. El pulgar de la mano izquierda también
mostraba una lesión ya curada. Lo que llevó a los investigadores a revisar
hospitales por si se trataban de incisiones quirúrgicas, debido a alguna
operación. No parece que el resultado fuera exitoso.
Había otra opción: que hubiesen
sido torturadas durante un largo periodo de tiempo y las heridas hubiesen
cicatrizado –algo similar p.ej. a lo que algunos investigadores mantienen que
sucedió en el caso Alcásser-.
Las jóvenes tenían la tez blanca.
Esto dirige a la Guardia Civil encargada de la investigación a indagar en las
redes de prostitución de jóvenes procedentes del este de Europa. Pero parece
que tampoco esas investigaciones llegaron a buen puerto.
Lo único que se sabe, es que las
dos jóvenes fueron asesinadas en un lugar
apartado (esta teoría es la misma que se vislumbra en otros casos de
crímenes grupales: Alcásser, Macastre…) descuartizadas con una sierra –similar
al caso de la joven hallada en Turís que se atribuyó al grupo de Macastre-.
Similar por que la prensa cita expresamente una sierra “eléctrica” debido a la
precisión de los cortes realizados.
Además fueron mantenidas en frío algún tiempo –no detalla cuánto- y luego trasladadas hasta el escenario final
dónde fueron halladas.
Las jóvenes estaban vestidas, aunque con poca ropa. No estaban completamente
desnudos. Otro dato interesante. Al igual que el buen estado de conservación de
los cuerpos, lo que llevaba a la conclusión de que estas habían estado conservadas
en un refrigerador como apuntaba el subdelegado del gobierno.
Las dos jóvenes habían sido decapitadas,
les faltaban las cabezas. Además de parte de las piernas –llama la atención
este hecho, ya que es un calco del caso de Turís, dónde la amputación en la
pierna de la joven hallada en la tubería es también parcial, al igual que el
pie hallado en la calle Alcácer de Valencia, ( según la prensa, se trataba de
un pie con parte de la pantorrila)-
¿De nuevo surge la pregunta
quién-es son capaces de hacer algo así? La clave podría estar en la ubicación geográfica cercana de todos estos casos, con una tipología muy concreta e inusual: que son “grupales”. Además de otros factores como las torturas a las que tuvieron que ser sometidas las víctimas. Las amputaciones. El gran
sadismo. Todo ello conforma una especie de envoltorio muy parecido, que parece repetirse y perpetuarse en el tiempo.
Al igual que otros casos que
hemos tocado en este blog, dónde impera ese sadismo infernal y extremo con adolescentes
o mujeres muy jóvenes nos lleva una y otra vez a hacernos la misma pregunta sin
respuesta: ¿Puede existir algún tipo de red clandestina en la C. Valenciana que
actúe con este extremo sadismo durante todos estos años y de forma impune?..
Curiosamente en el caso
Villajoyosa amputaron las cabezas, y parte de las piernas. En las maletas
aparecieron las manos entre los restos, lo que parecía que iba a facilitar la
identificación de los cuerpos. Pero nada se supo. Al menos no hay constancia
que hayan sido identificadas, o que el caso fuera resuelto.
Se cotejó con el SAID Sistema
automático de identificación dactilar. El problema es que para que la base de
datos “saltase” era necesario que las dos jóvenes estuvieran fichadas por haber
cometido algún delito. Y parece que no fue el caso.
Lo cual nos traslada a otro
escenario bien distinto que abre todavía más incógnitas, y es el de que las jóvenes asesinadas no perteneciesen a ese mundillo marginal de la
delincuencia-drogas-prostitución. O simplemente que careciesen de antecedentes.
Tampoco INTERPOL parece que fue capaz de poner nombre a los dos cadáveres. Imaginamos
que tampoco el ADN avanzó en ese sentido, hacia una identificación positiva con
alguna joven desaparecida, en España o en el extranjero.
Todo continúa siendo un misterio.
Y fue un hecho curiosamente con muy poca trascendencia en los medios escritos. Apenas
y con mucha dificultad se pueden encontrar dos noticias sobre el asunto.
Desde este blog, siempre hemos mantenido,
que en todos estos crímenes bárbaros, sádicos y grupales pueden existir una
serie de elementos “comunes”. La más que posible existencia de una base o lugar
seguro, para practicar este tipo de actos sádicos, que requieren de logística,
discreción o aislamiento y tiempo para llevarlos a cabo. Es decir si atendemos a otros crímenes
grupales de muchachas jóvenes, un lugar distinto e indeterminado, que nada
tiene que ver por ejemplo: ni con la caseta de La Romana, ni con la caseta de
Macastre, de hecho esta tesis la
corrobora que en esos lugares no son hallados ningún tipo de vestigios
biológicos.
Posteriormente y con similitudes
de nuevo con otros casos “grupales”, los cuerpos serían desperdigados en
lugares alejados –pero posiblemente no muy distantes de esa base por un
principio lógico de “seguridad” en los desplazamientos con los cuerpos- además de un conocimiento muy completo de la
zona.
El caso es que el caso de las
decapitadas de Villajoyosa, tenía un curioso precedente. Como casi siempre –en los
sucesos de esta comunidad- una noticia nos lleva a otra. En esta ocasión se
trataba de otro hallazgo macabro. Tan sólo un año antes.
Corría el año 1999, y un camionero
realiza otro sorprendente hallazgo en la misma carretera:
La curiosidad, llevó a un camionero que circulaba a la altura
del túnel de Mascarat-Calp*-Alicante, a comprobar el contenido de una bolsa de
viaje que se encontraba tirada en la cuneta de la N-332 –la misma carretera en la que son halladas las dos jóvenes decapitadas-.
Al abrir la bolsa, de grandes
dimensiones, lo primero que observó fue un brazo ensangrentado. Debajo de este
había otras extremidades y un tronco humano. Cuándo llegaron los agentes de la
Guardia Civil en una primera inspección ocular pudieron comprobar que al cuerpo
le faltaban la cabeza y las manos.
La prensa cita con buen criterio
que podría ser una acción del criminal para dificultar la identificación del
cuerpo. Pero si revisamos el caso anterior, dónde fueron decapitadas las jóvenes
y posiblemente relacionado con este segundo hallazgo, las manos no fueron
amputadas, con lo cual esas amputaciones parecerían responder más que a un acto
de precaución por parte del autor-es de los hechos, a otro patrón de actuación
más inquietante, truculento o sádico: el
de conservar algún “trofeo” de la víctima. Además de la conservación en frío de otros
restos.
En esta ocasión la víctima era un
varón de unos treinta años de edad. La zona del “mascarat” muy próxima a Alfaz
del Pí, fue ampliamente peinada una y
otra vez por la Guardia Civil, que no detectó signos de que el crimen hubiese
sido cometido en la zona. Lo que evidenciaba –nuevamente- la teoría de que el
crimen se cometió en un lugar distinto y los restos descuartizados fueron trasladados
y depositados hasta esa zona. En este caso, parece que los autores, podrían ser
de otro lugar, ya que no conocían bien el terreno. Según los investigadores
cerca del lugar dónde fueron hallados los restos, al parecer existía un vertedero, lugar dónde
estos hubiesen pasado más desapercibidos.
Cabía esa posibilidad, o también
que el autor-es de los hechos, quisiera que los restos fueran hallados, y por
esto les dio visibilidad de nuevo, en un sitio público, de fácil
descubrimiento. De hecho otro hecho insólito, era que el cuerpo había sido
abandonado de día, y no de noche, es decir, nuevamente parecería indicar, que a
toda costa querían que el cuerpo fuera descubierto.
Se habló de mafias, se barajaron
otras posibilidades, pero nada parece haber dado resultado. Lo que sí
resaltaron los investigadores fueron la gran sangre fría necesaria para cometer
tal atrocidad. Sangre fría y sadismo extremo, podríamos añadir
En breve seguiremos revisitando
otros casos, y otros asuntos impactantes, en esta zona
…Corrían los años “ochenta”, no
era nada raro entonces, que sonasen los “Deep Purple” en la radio, o en el viejo tocadiscos
de aquella desvencijada y misteriosa casa…
Eran tiempos de apertura y de
ansias de conocimiento de las nuevas corrientes.
Tras muchos años de dictadura, después
de décadas de férreo control sobre las creencias, las ideas, o las actividades
de los ciudadanos, en el país se
implantaron y legalizaron múltiples organizaciones, aprovechando ese nuevo marco legal y constitucional.
Muchas se inscribieron bajo el epígrafe
de “nuevos movimientos religiosos” o se camuflaron como “asociaciones
culturales. Como hemos podido comprobar de primera mano, en nuestro país se
instalaron un amplio abanico de estos grupos con nuevas corrientes o filosofías y con
distintas interpretaciones acerca de lo divino y lo terrenal: espiritistas, naturistas, gnósticos, teósofos,
etc, -muchas de ellas con un ideario basado en una auténtica
amalgama de creencias-.
Todas ellas se encontraban distribuidas
por la Comunidad Valenciana. Si había una organización de esta naturaleza en el
resto del país, también estaba implantada
o tenía sede allí. Seguro.
Un territorio propicio por motivos
socio-culturales e históricos, y que casualmente –o no- sufrió numerosas y
misteriosas desgracias en esa misma época. Un territorio que se vio salpicado
por casos “criminales” de extraño formato, y dispares naturalezas. Muchos de
ellos , como ustedes ya sabrán, esperando a ser resueltos. Y algunos otros –especialmente
dramáticos e impactantes-, no “convenientemente” resueltos.
Si en el post anterior hablamos
de Alicante, al seguir esa “oscura” y a veces “trágica” estela que deja a su
paso alguno de estos grupos, ahora nos adentraremos –siguiendo ese hilo
conductor y por alguna extraña casualidad o carambola-, en un lugar enclavado
en lo que se podría denominar como “zona
roja” o “zona caliente” debido a la cantidad de casos con tintes criminales que hemos ido
desgranando y analizando en este blog.
En concreto nos situamos, en las
montañas de Montserrat, no las de Cataluña, sino las de Valencia –pero no por
eso menos misteriosas que aquellas-, situadas en el vértice de un triángulo
imaginario, que tuviera por extremos inferiores a Catadau y Alcásser.
“…nuestras auras se llenan de luz blanca radiante, los miedos propios y
ajenos se transforman en amor, la dicha material y espiritual se manifiesta en
nuestras vidas, la paz se manifiesta en nuestros corazones…”
Esta historia viaja –de nuevo- hasta aquellos oscuros años, de los que tanto
hemos hablado en este blog. Concretamente al año 1984.
*El chalet de “la luz radiante”.
En el mes de noviembre de ese
año, la Guardia Civil -tras diversas investigaciones- localiza dos cadáveres pertenecientes
a dos niños de corta edad, en un chalet
llamado “la luz radiante” ubicado en
Montserrat-Valencia, luego de haber removido y excavado el terreno que rodea la
vivienda.
Según las investigaciones, los
cuerpos de los menores habían sido enterrados en un huerto de la casa tras
haber fallecido.
La “extraña” pareja:
Los padres de los pequeños eran
una pareja formada por un hombre de unos cincuenta años y una mujer mucho más
joven, lo que hacía que los lugareños
los consideraran padre e hija.
Ambos se habían conocido en una singular
librería que el hombre, nacido en Francia –descrito como un individuo de
extraño aspecto y barba larguísima- regentaba en Valencia capital.
La pareja era “naturista”, habían optado por
alimentarse sólo con frutos y bellotas. Los niños ingerían leche de almendras,
motivo lo que motivaba que estos tuvieran continuos vómitos.
Las especulaciones en torno a esta pareja eran muchas, en Valencia
se hablaba de que la pareja pertenecía a una
secta o grupo esotérico.
Ana M., la madre de los dos bebés fallecidos por desnutrición en
la casa de campo La Luz Radiante, en el término municipal de Montserrat
(Valencia), estaba nerviosa y tenía miedo ante la primera visita de la Guardia
Civil. Horas después, más tranquila, manifestó que había dejado morir a su hijo
"porque me daba lástima que le pudieran pinchar". El caso había sido
comunicado en julio al Tribunal Tutelar de Menores, que el pasado octubre
ordenó una investigación, según fuentes de la Guardia Civil. Ana M. ha confesado
también la existencia de otro cadáver en el huerto de la casa, el de su hija Amor,
fallecida también por desnutrición hace cuatro años.
Ana se escondió en el aljibe de agua, junto a la cocina, que estaba a
medio llenar, cuando por primera vez la Guardia Civil del puesto más próximo,
el de Real de Montroy (Valencia), entró en la casa de campo La Luz Radiante. Vicente A. S., su compañero desde hace 10
años, dio la cara, mientras Ana se ocultaba, aterrada de que su solitario
encierro en ese chalé sin pretensiones del término municipal de Montserrat se
viera invadido tras la denuncia de un vecino inquieto a causa de la
inexplicable ausencia del pequeño. El pasado mes de julio, un agricultor
acostumbrado a ver a Vicente y Ana cultivar sus hortalizas, frutales y viñedos
en la tierra que rodea la casa se extrañó de que el llanto del bebé desnutrido
que a veces tomaba el sol en la terraza no acompañara los golpes de su azada.
Se dirigió al comandante del puesto de la Guardia Civil: ¿Puede influir para
que le quiten a ese matrimonio vegetariano un niño que tiene el aspecto muy
desnutrido y puede morir?". El Tribunal Tutelar de Menores tomó nota del
caso y dio la orden oportuna meses después, en octubre, para que la Guardia
Civil abriera la investigación.
Vicente y Ana, ella 24 años más joven que él, son gente algo especial
que practica una dieta vegetariana porque en su aislamiento los productos más
fáciles de obtener y baratos los produce la tierra que tienen al lado. Bajan
andando al pueblo de Montserrat, donde se les distingue por su aspecto
extremadamente desastrado. Si tienen que bajar a Valencia, donde viven sus
familias, a 25
kilómetros, toman el autocar. Entre ellos hablan siempre
en valenciano. A la puerta de la casa han colocado un letrero: 'Sed
bienvenidos a La Luz Radiante',
pero en realidad reciben pocas visitas por su carácter introvertido. La familia
de Ana está convencida de que ha sido arrastrada a este tipo de vida por la
fuerte personalidad de Vicente, aficionado a la filosofía helénica y al
pacifismo de Gandhi.
Primer hallazgo:
La Guardia Civil inició las
investigaciones por la denuncia de un vecino:
"Algo no engranaba
bien"
Relataba el responsable del interrogatorio. Preguntaron por su niño y
dijo que estaba con su madre en Valencia. La llamaron, y su madre se sorprendió
porque no era cierto. Una nueva visita, para trasladarles al puesto de la
Guardia Civil y desvelar la extraña desaparición. Primero manifiesta que el
niño había muerto en la residencia Sanjurjo de Valencia y allí se había
quedado. Pero el libro de familia no lo certifica. La pregunta sigue sin
respuesta. Iba dirigida a la madre, porque los interrogadores piensan que su
dependencia sentimental del bebé puede favorecer la confesión.
Al fin acepta que había muerto
el 16 de agosto y estaba enterrado bajo los árboles de La Luz Radiante. Es
domingo, 4 de noviembre, y, en efecto, bajo un caqui lleno de frutos la Guardia
Civil encuentra encerrado en una caja de galletas el cadáver de un bebé de unos
cuatro meses. Todavía se reconoce el cráneo con cabello largo. Se pone en
conocimento del juez, que ordena el levantamiento del cadaver, que es
trasladado al Instituto Anatómico Forense.
Segundo hallazgo:
Había motivos para pensar que otro u otros hijos hubieran sufrido
idéntico destino después de 10 años de convivencia. El interrogador hace nuevas
preguntas a Ana, y "me contestó con toda naturalidad que hace unos años
había muerto otro y que le había depositado en una bolsa, junto con otros
desperdicios, en un basurero de Valencia". La confirmación de esta versión
lleva, sin embargo, a realizar un nuevo reconocimiento del campo de la casa, y
el jueves 15 de noviembre se encuentran otros restos de una pequeña que parecen
corresponder a la niña Amor, que, de vivir hoy, tendría cuatro años. Esta
pequeña no constaba en el Registro Civil.
Los dos bebés -fuentes de la Guardia Civil no descartan que pueda haber
otros hijos no declarados todavía- se alimentaban con almendras picadas, leche
natural y zumo de naranja. La pareja intentaba demostrar que los podía criar
sin acudir al refuerzo de alimentos prefabricados.
¿Formaba parte de una filosofía
naturista dejar morir a dos pequeños? ¿Qué opinaban los expertos al respecto?
Un médico naturista y profesor de cursillos de acupuntura en la
facultad de Medicina de Valencia, asegura: "Para mí esta historia no
tiene nada que ver con el naturismo. El naturismo es una filosofía. No
conozco ninguna filosofía que diga que hay que dejar morir a un
niño".Mientras tanto, Vicente y Ana, acusados de omisión de socorro, ahora
esperan en prisión preventiva que el titular del Juzgado de Instrucción número
3 de Valencia resuelva el sumario.
Nuevamente se apuntaba la
relación de los inculpados con una extraña secta.
Por desgracia, los dos hijos de
la pareja no serían las únicas víctimas de esta misteriosa historia.
La madre de los dos pequeños
fallecidos y enterrados en la casa de Montserrat, aparecería muerta en una cueva cercana a la cartuja de Porta
Coeli. En diciembre del año 1989, es hallada en el interior de una cueva, Ana María A. de 34 años, muerta. Al parecer vivía en la cueva desde hacía varios años. Según el informe
forense habría fallecido dos meses antes por inanición. En este mismo
artículo se cita la historia de los hijos de la fallecida, que aparecieron
enterrados en el chalet de Montserrat-Valencia. También se cita, referido a
este hecho, que “las creencias religiosas
les prohibían aceptar cualquier ayuda médica”, hecho que supuestamente pudo
ser determinante también en la muerte de los dos menores. Del hombre o
acompañante de Ana María no se tienen más noticias.
La cueva se ubica en un paraje en
plena naturaleza y junto a la cartuja de Porta Caeli:
La cartuja de Porta Coeli es un
lugar muy singular, se trata de un monasterio cartujo situado en tierras de la vall de Lullén, en
el término municipal de Serra en la comarca del Campo de Turia de la provincia
de Valencia. Un lugar enclavado en medio de las montañas de la sierra Calderona
y próximo a Lliria.
Tiene una extraordinaria y ajetreada historia,
desde hospital de tuberculosos, hasta campo de concentración franquista. Se calcula
que 2.238 personas fueron fusiladas allí en 1939.
La biblia valenciana
La cartuja de Porta Coeli, pasa
por ser el lugar de origen de una de las obras más importantes de la literatura
valenciana, la Biblia Valenciana. En 1498
la Inquisición, que sólo reconocía la autoridad de la "Vulgata",
declaró esta obra como peligrosa para la fe, y ordenó entregar y quemar todos
los ejemplares.
Un incendio en Estocolmo en 1697
destruyó la única copia conocida de esta obra. El incunable fue totalmente
destruido, salvándose solamente una hoja del mismo –la hoja del Apocalipsis-,
la cual se conserva en Hispanic Society de Nueva York.
Parece ser que finalmente fue hallado un ejemplar en Francia
que se conserva completo, en la Biblioteca Nacional de París.
Curiosamente en este mismo lugar,
existe una leyenda recogida en el libro “Valencia mágica”, que es digna de
reseñar por el desenlace y las vivencias en esas mismas cuevas, dónde vivió como
una auténtica anacoreta, durante sus últimos años, la madre de los dos
pequeños.
La leyenda de Inés de Moncada:
Según la leyenda en
esta cavidad habitó la anacoreta Inés Pedrós oriunda de Moncada nacida en el
año 1388. Llegó a la cartuja de Porta-Coeli vestida de varón pero al ser descubierta eligió vivir en
soledad. Se refugió primero en otra cueva cercana y después en esta, donde
vivió 20 años hasta su muerte en el año
1428.
Una tarde, aprovechando la ausencia de los padres, que habían marchado
a la ciudad, Inés despojose de joyas, horquillas y peinetas y tomando unas
tijeras se cortó el cabello; luego extrajo del cuarto de los criados un atuendo
masculino que se puso y abandonó la casa con extremo sigilo. Sabía adonde iba,
porque el lugar le sedujo cuando lo visitó de pequeña: hacia la Cartuja de Porta-Coeli, rodeada por
altos picachos, al abrigo de frondosos pinares.
Tres días le llevó arribar al Monasterio. Como el aspecto suyo
engañaba, los frailes, creyendo que era un zagal desamparado, la acogieron
enseguida. Pero, una vez dentro, transcurrida la primera noche sin revelar su
identidad, a Inés le urgía desahogarse, descubrir el fraude, y pidió confesión
al coadjutor. A partir de aquel acuerdo, Inés, durante cuatro años, fue el
Benjamín de la Carluja, el piadoso pastoret que además de ocuparse del rebaño
oraba a escondidas, sometiendo su cuerpo a durísimas disciplinas penitenciales,
ofrecidas para la redención de almas descarriadas. De nada sirvió que el
coadjutor, viéndola pálida y ojerosa, la amonestase.
Padre -le dijo Inés un día- Olvidáis
que yo no vine aquí para servir a la casa, sino a Dios. Quiero ser ermitaña,
calzar hábito cartujo y reclamo vuestra bendición para retirarme a una gruta
que descubrí en lo alto del monte.
Aquella abrupta caverna sería la definitiva morada de la noble Inés
cuyas armas, desde entonces, fueron el cilicio y la oración.
La noche del 25 de junio de 1428, un extraño resplandor iluminó la
cresta de la montaña. No era un incendio, porque no se divisaba humo ni fuego.
Los monjes, presionados por los medrosos lugareños, que lo atribuían a un
fenómeno sobrenatural, ascendieron hasta aquel paraje, casi inaccesible,
refugio de Inés, Cuentan que, cerca ya del rodeno, un perfume fresco, indefinido,
más aromático que las fragancias a pino, mirto y tomillo, los envolvió. Poco
después, al pie de una tosca cruz, hallaron el cuerpo, desplomado e inerte, de
la virgen moncadense, despidiendo un nimbo de luz cegadora. Su confesor,
entonces, con la voz entrecortada, desveló el secreto del falso pastoret y, en
ese instante, el campanil de la Cartuja, volteado por manos invisibles, oyose a
lo largo y ancho del Valle de
Lullén. Tan duradero e intenso fue el repique que, a la mañana
siguiente, cuando dieron cristiana sepultura al cadáver bajo el altar de la
primitiva capillita gótica del Monasterio, la campana enmudeció, rota en mil
pedazos.
Al cuerpo incorrupto de Inés se
le atribuyeron entonces numerosos milagros, lo que propició peregrinaciones
sucesivas al lugar. Su cuerpo fue enterrado posteriormente en algún lugar
secreto del monasterio.
La leyenda dice que cada 25 junio
el espíritu de Inés sobrevuela el valle de Lullén, y asciende por el bosque
hasta la cueva, dónde perfila su silueta. O que en los solsticios de invierno y
verano su figura puede observarse sobre los arcos del viaducto del monasterio.
En Moncada-Valencia de dónde era la “Inés” citada en la
leyenda, también sucedieron cosas raras –aunque más terrenales-.
Las andanzas del Padre Maciel
en Valencia: Abusos sexuales a menores. La pesadilla “silenciada”.
Los Legionarios cuentan en
España con una Universidad, varios seminarios y cientos de colegios, entre
otras muchas propiedades.
Hasta 60 casos de abusos por
parte de legionarios de Xto, en nuestro país. Ha denunciado aquellos de los que
posee pruebas y testimonios directos. La cifra se desborda en todo el mundo. Centenares
de menores traicionados por las personas en las que más confiaban. «Los
apostólicos vivían con nosotros todo el año. Apenas iban a sus casas 15 días en
verano y unos días por Navidad. Para ellos nosotros éramos sus padres, sus
madres, sus hermanos. Lo éramos todo». Lobos entre corderos. Luego, el silencio,
el abuso acallado. Ahora la Iglesia ha reaccionado. El Vaticano ha condenado
públicamente los «crímenes» del Padre Maciel.
Alguno de los supuestos pederastas
terminó 'expulsado'. «Le hicieron una fiesta de despedida y dijeron a los
'apostólicos' que se iba a seguir su formación en otro destino».
Denuncias y casos en Valencia:
Ni una palabra de los abusos. Maquillaje para el lobo. Tierra sobre el
asunto. Y no era la primera vez que se hacía. El religioso ya había abusado de
menores en México, su país natal. Por eso fue enviado a España. Antes de llegar
a Ontaneda, Gustavo R. pasó por el centro vocacional de la Legión de Cristo en Moncada
(Valencia). «Allí también tuvo 'problemas' con los niños», sostiene el ex
legionario. Desde el Arzobispado de Valencia aseguran desconocer el asunto. La
Legión rinde cuentas directamente ante el Vaticano.
Pero el Vaticano, parece que no
estaba por la labor –entonces- y se dedicó a mirar para otro lado durante mucho
tiempo:
El propio Juan Pablo II no se libraba de las críticas. Por citar sólo
el caso del fundador de los Legionarios, a la mesa de trabajo del Papa polaco
habían llegado durante años cientos de denuncias sobre las andanzas y
desviaciones del sacerdote Maciel. El Pontífice las despreció. Maciel era uno
de sus preferidos.
El secretario de la Asociación de
Ayuda a los Afectados por la Legión de Cristo y sostiene que en España hay varias
denuncias por abusos. Alguna, aventura, corresponde a Valencia, pero declina
cualquier dato más, pues los testimonios no lo autorizan.
La congregación, que aterrizó en
Valencia hace 30 años, ha levantado aquí un seminario menor, un colegio
privado, dos ONG y dos clubes juveniles. En total, un millar de personas en su
órbita. Dos sacerdotes, uno español y otro mexicano, fueron la avanzadilla
legionaria en Valencia a finales de los años 70. Para estos las denuncias son
una sorpresa:
C. que recuerda haber visto en cuatro ocasiones a Maciel en Valencia, lo corrobora: "Llevo
más de 20 años en centros y me sorprenden estas denuncias”.
Colegios “elitistas”:
Un total de 673 alumnos (de 2 a 18 años y separados por
sexos de los 6 a
los 16) se forman actualmente en este centro privado (la tarifa mensual media
por niño ronda los 300 euros), considerado
uno de los más elitistas de Valencia y en cuyos listados de notas es fácil
tropezarse con apellidos ilustres.
Nuevamente tendría que ser el FBI el que le pusiera el cascabel al gato. Al menos un poco orden en el descontrol de los "abusadores" de menores en España, muchos de los cuales - tras haber estudiado varios casos en este blog-, da la impresión de que "camparon a sus anchas" durante los ochenta y los noventa.
«Llamaba a los más bellos»
Nadie habla del norteamericano Jeremy S., otra mancha en el
expediente de los Legionarios. A comienzos de los 90 dirigió el colegio Everest
en Madrid, entre la media docena de centros educativos de la orden en
Barcelona, Valencia, Sevilla y la
capital. Hasta que dejó el puesto para regresar a Estados Unidos. «Sacaba fotos
a los niños mientras se duchaban. No hay pruebas de ello. Pero lo cierto es
que, sólo seis años después, en Florida, el legionario fue detenido por el FBI.
Jeremiah (allí usaba ese nombre) acudió a una gasolinera para reunirse con un
menor de 13 años con el que iba a pasar un rato en un motel. Había contactado
con él por internet. Pero el muchacho resultó ser un agente federal, un
rastreador de pederastas en la web. Jeremy fue detenido y obligado a someterse
a un programa de tratamiento para delincuentes sexuales. Su foto aún puede
verse en una web sobre pederastas del estado de Florida.
Eran otros tiempos, cuando la Legión de Cristo era la niña
de los ojos de la Santa Sede y el entonces arzobispo de Valencia, se hacía fotos al visitar a los niños del
seminario menor de Moncada. Cuando podían abrir también una universidad en
Madrid. Y cuando el nombre de políticos se asociaba a la institución…
*Centro de la Luz Divina:
La luz radiante, curioso nombre
el del chalet de Montserrat. Una luz, presente también en varios casos de
muertes en Suiza por inanición –la supuesta causa de la muerte también de la
madre de los pequeños del chalet de la luz radiante-.
Una especie de “místicos”, con un
singular credo: una nutrición “pránica” que les lleva a alimentarse exclusivamente
de luz.
A finales de los años setenta también se juzga en Suiza a una congregación sectaria hindú
que llevaba a cabo extrañas prácticas
rituales de magia negra. .
El gurú de una
secta hindú y algunos de los miembros de la misma están siendo juzgados en
Suiza acusados de llevar a efecto actividades de magia negra y otros ritos que
han escalofriado a los elementos más ingenuos de Centro de Luz Divina,
que así se llama la mencionada secta. Necrofilia, sadismo, fanatismo y
proselitismo son los componentes principales de la vida de este grupo
Durante las audiencias
del tribunal se ha escuchado de todo e incluso implicado en las declaraciones a
algunas personalidades helvéticas como seguidores de los postulados de la
secta.
Verena P. (para los
miembros de Luz Divina, Judas
debería ser conocido bajo el nombre de Verena) nombró como un asiduo visitante del hogar de
Winterthour, entre otros, a Nello C. , ex consejero federal de la
Confederación Helvética, quien se apresuró a desmentir que él hubiera prestado
ayuda económica a la secta o tenido algún tipo de contacto personal con ellos.
Extraños ritos:
“…Estupor al conocer algunos ritos que estaban reservados a los
miembros más cercanos del swami Omkarananda. «Hace algunos años -confesó uno de
ellos- situamos una caravana, vacía, sin muebles, a orillas de las aguas de un
río. Allí degollamos un pollo y vertimos su sangre sobre el cuerpo desnudo de
una mujer. Uno de los elementos utilizados durante el ritual fue un cráneo
sustraído de un cementerio de la ciudad suiza de Bellinzone. Verena mujer
desnuda del ritual purificador de aquella medianoche, declara: «La primera vez
fui violada, yo era virgen.». La ceremonia donde intervino la sangre de pollo
degollado, el cráneo de Bellinzone y el semen del mago vertido sobre el cráneo
duró cerca de dos horas.
Fueron condenados también por tentativa de asesinato contra policías
y abogados de ese país.
Pero ¿es posible que congregaciones de este tipo puedan
lleva a cabo rituales con trágicos desenlaces en nuestro país?.
La respuesta es sí. Ya hemos visto, diversos casos como el
de Alfaz del Pi en Alicante, el de Mazagón en Huelva, o los ocurridos en el el poblado abandonado de el Marmellar -por citar algunos-. En Navarra sucedió hace años un singular hecho, que motivó una
investigación –que a día de hoy al parecer continúa abierta- de la Guardia
Civil.
Investigan un crimen cometido en Lesaka hace treinta años
La Guardia Civil recaba información
sobre la muerte de un bebé a manos de una secta
La escritora Dolores
Redondo, actual premio planeta, y creadora de la exitosa trilogía del Batzán –cuya
lectura les recomiendo desde estas páginas, y que en breve -2017- podremos ver
en la gran pantalla- inspiró las tres
novelas en este caso real:
Su obra contiene numerosos guiños a este triste suceso:
“..hice coincidir la
fecha de nacimiento de la inspectora Salazar con aquella muerte…” “… la parte criminal es más factible, pero quería
que el lector decidiese si la parte mitológica la catalogaba de plausible”...
“…en “ofrenda a la tormenta” uno de los personajes es una
pequeña niña llamada Ainara”….
“…Es una manera de homenajearla porque no tiene ni una
tumba, fue enterrada en el monte”.
En una entrevista de la escritora del año 2014 nos daba
algunas pistas más sobre este misterioso y silenciado crimen “ritual” ocurrido
en nuestro país y sobre la marcha de las investigaciones:
“…Entrevisté al capitán y la jueza que llevan el caso, que
sigue abierto -cuenta Redondo muy seria, como si viera el rostro de ese bebé de
14 meses, Ainara, sacrificado en un crimen ritual en un caserío-. Lo más sorprendente
es que eran gente muy integrada en la
sociedad, con puestos relevantes»
“..El caso sigue abierto y puede que en breve se juzgue a
los asesinos”.
“...Contacté con la policía foral…su gabinete de prensa me
atendió muy bien…pero me dieron pocos datos porque el caso está todavía abierto
y bajo secreto de sumario”…me pusieron en contacto con uno de los policías que
había trabajado en el caso, que me ofreció algunos detalles más”. En poco
tiempo puede haber noticias y los responsables podrían ir a la cárcel”.
Curiosamente como veremos en la noticia se repiten los "patrones" del caso de la luz radiante en Montserrat. Los padres estaban directamente implicados, habían mentido también sobre la muerte de la pequeña -que achacaron a causas "naturales"-, y en su entorno cercano evidentemente, la echaron en falta. Si bien, son dos casos totalmente distintos dónde parece estar presente la mano de grupos destructivos o sectas oscuras muy distantes en cuanto a su concepción y credos, aunque con similares resultados trágicos.
Operación “Ainara”:
Agentes de la Guardia Civil, a instancias del Juzgado número
1 de Pamplona, investigan un posible crimen cometido en Lesaka hace unos 30
años:
“Al final da igual si tú crees o no. Lo importante es
que hay gente capaz de morir y matar por eso.”