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miércoles, 13 de marzo de 2019

El ultimo viaje de Cristina. El hallazgo. Luna nueva.







“…Las fases lunares tienen su origen en el continuo movimiento del Sol, la Tierra y la Luna. Son cuatro, duran siete días de promedio y en su conjunto completan un mes lunar de 28 días y medio, aproximadamente. Los meses lunares son trece, su punto de partida siempre será el día de luna nueva. En las cartas del Tarot 13 es el número del Arcano que representa la Muerte, el fin natural de un ciclo…”

  

Tres días después de finalizar las fiestas del Santo Cristo de Alcásser del año 1992, durante las cuales intentaron secuestrar a Mirian -una de las tres niñas desaparecida el viernes 13 en Alcásser- , es encontrada muerta en un “junqueral” de la localidad valenciana de Bétera, la joven Cristina LL.P. que contaba sólo 22 años de edad.
Otro viernes negro, el 28 de agosto de 1.992. El día de luna nueva.






  

“…La Luna Nueva: la ausencia de Luna es propicia para hacer desaparecer, menguar y eliminar todo aquello que queramos…”







El cuerpo de la malograda Cristina fue encontrado por un agricultor. Estaba maniatado y amordazado. Había recibido 6 puñaladas. Y había sido degollada. Se desconocen más datos: ropas, pertenencias, posición, ocultación, agresión sexual. Nada más sabemos. Porque nada más quieren que sepamos.


…"Aquí hay sabiduría: El que tiene entendimiento calcule el número de la bestia, porque es número de un hombre; y su número es seiscientos sesenta y seis." (Apocalipsis 13:18). Ya que aparece como la plenitud de la maldad al ser tres veces seis…”







El paraje dónde aparece el cuerpo es el “junqueral de Bétera”.
La Guardia Civil debió entender, que aquel crimen tenía los elementos necesarios, para establecer algún tipo de conexión con el “asunto Alcásser”.  Las cuerdas, que maniataban a Cristina, eran idénticas a las que hallaron los investigadores en el Crimen de Alcásser. De la misma composición y espectro –polipropileno- y del mismo color. ¡Qué casualidad¡. Pero además como desgranamos en los anteriores post, el hallazgo de Cristina se produce tan sólo tres días después de finalizar las fiestas de Alcásser de ese año 1.992, dónde se produce el extraño suceso del encapuchado, que agazapado, intentó abalanzarse sobre Mirian.

Las casualidades, sabemos que en estos temas, siempre vienen concatenadas. El mismo día que aparece el cadáver de Cristina, ese fatídico día 28, un funcionario de la Generalitat Valenciana –dpto de Heráldica-,  un hombre muy joven,  es también asesinado de un disparo a bocajarro, en la calle Alberic de Valencia. Era natural de Calpe-Alicante. Un crimen sobre el que no hay tampoco más datos. Sólo se sabe que unos desconocidos se acercaron a la víctima y le dispararon a muy corta distancia en el pecho. Una especie de ejecución o venganza. Nunca trascendió el móvil criminal, ni si hubo detenidos.  Un historiador reconocido, licenciado en la Universidad de Valencia.

  
El sumario 5/93 que instruyó el juzgado de Lliria, sobre el caso de Cristina, continúa a día de hoy, siendo un auténtico enigma. Inaccesible.






Recientemente supimos por otros investigadores -que ahondaban en este espantoso crimen- que el misterioso expediente judicial estaba “desaparecido”. No sólo en los juzgados de Lliria, sino también en los de Valencia capital. Desaparecido. Como las personas, también desaparecen los papeles. Especialmente, los papeles importantes. Se pierden. Se olvidan.


Es como si todo fueran dificultades a la hora de revisar esta época negra de la criminalidad española. Y el crimen de Cristina, por alguna misteriosa razón, está "desindexado" de las hemerotecas. Desaparecido, borrado, perdido como el sumario. No es posible que el hallazgo del cadáver de una joven, no hubiera transcendido a las ediciones autonómicas de los periódicos “potentes” con hemeroteca digitalizadas de la época. Algo raro pasa aquí.  Además la prensa provincial, tampoco colabora, si pides información para investigar este caso, ni tan siquiera se dignan en contestarte. Es un asunto “tabú”. Huele a cuerno quemado. Apesta.


Cristina había estudiado en la Universidad de Valencia. Se había licenciado ese mismo año.

“...La chica se había licenciado ese año en Ciencias Químicas y se dirigía a coger el autobús para pasar el fin de semana en El Ràfol d'Almúnia, donde le esperaba su abuelo. La joven llevaba una vida ordenada y no tenía novio…” (Las Provincias)

La Universidad estaba en Valencia. Pero no sabemos dónde residía Cristina. Suponemos que residía en Bétera, ya que se dirigía a viajar en autobús. Un autobús, que nunca llegó a coger. Un/os individuos desconocidos –nunca fueron atrapados- se encargaron de que la cría no llegara a su destino: El Rafol d’Almunia en Alicante.
Una cría con una vida ordenada, sin novio, y que dedicaría buena parte de su tiempo libre a estudiar esa complicadísima carrera de Químicas en la que acababa de licenciarse ese mismo verano del 92.

Un perfil victimológico aparentemente de riesgo muy “bajo”. ¿Porqué vemos repetidamente ese mismo perfil de niñas y adolescentes “normales” que acaban siendo víctimas de auténticos monstruos?. ¿Qué explicación hay a todo esto?. Ninguna explicación “normal”. Porque todo es “anormal”. Y todo está por resolver. 

Como desconocemos datos, tenemos que buscarlos en ese entorno que nos es descrito a pequeñas pinceladas en el único y reciente artículo de prensa existente sobre el caso: Universidad de Valencia, Bétera y el pueblo de dónde era originaria en Alicante.

Empecemos por la Universidad de Valencia, dónde la joven estudiaba. En el repleto archivo de casos criminales con que contamos en este blog -fruto de muchos años de trabajo paciente y constante-, existen al menos tres casos “extraños”. En la misma Universidad de Cristina.

Se trata de una serie de suicidios inexplicables, atribuidos “a la presión de los estudios”. Con métodos de suicidio además, muy anómalos. Suicidios a lo “bonzo”. Autoinmolándose. Quemándose vivos. Con cartas de despedida.




Realmente desconozco que haya suicidios “semejantes” en otras universidades de nuestro entorno. Es curioso. Los métodos de suicidios usuales en nuestro país son: ahorcamiento, precipitación, sobredosis de medicamentos, etc. Pero los  suicidios a lo “bonzo” parecen propios de otras latitudes, de otras creencias. Es  muy llamativo.

Una de las víctimas, que se suicidó en el año 1991, residía también en Bétera.  Dos de ellas compartían además el mismo origen: Murcia.

En Bétera, hay muchos datos acumulados, que se agolpan en nuestro mapa de criminalidad de la provincia. Su espacio geográfico nos habla de un lugar propicio al hallazgos de cuerpos. Una zona “cementerio” como la denominamos en la radiografía criminal que realizamos sobre la provincia de Valencia.  Existía también en esta localidad un controvertido Psiquiátrico. Un psiquiátrico que llenó por aquel entonces, muchas páginas de sucesos. Muertes y desapariciones en extrañas circunstancias.


“…Un convento franciscano que se convirtió en psiquiátrico…” (las Provincias)

“…Los episodios documentados en el entorno del recinto hospitalario no fueron pocos: muertes sin explicación clara, relaciones sexuales sin control, embarazos no deseados, fugas…” (diario El Mundo)

Clínicas Psiquiátricas. Gloria, la cría alicantina, ingresada en la clínica psiquiátrica de Alfaz del Pi, desaparecerá “otro” nefasto viernes 30 de octubre de 1.992. Es decir apenas dos meses después del hallazgo del cuerpo Cristina. Trece días antes de que lo hagan las tres niñas de Alcásser.





De muchos de los casos del psiquiátrico de Bétera, ya  hablamos en su día. Recapitulamos, analizamos y extraemos por lo tanto, sólo aquello que nos es de interés para seguir indagando. Para poder seguir avanzando.

Existen al menos dos casos, dónde las víctimas aparecen calcinadas. Supuestamente también, misteriosamente “autoinmoladas”. Pero en uno de ellos fueron encontrados “otros” indicadores de muerte violenta, de etiología “no suicida” y con posible móvil sexual. Se trataba de una mujer joven, cuyo caso tampoco parece haber sido resuelto. Año 1981.








   





   







En medio de esos dos años: 1981 y 1979. Un crimen sin resolver, de una mujer en Bétera. Su cuerpo aparecerá un 12 de noviembre de 1.980 muy cerca del junqueral dónde aparece el cadáver de Cristina.






La carretera dónde aparece el cuerpo es la vía provincial 604, actualmente se trata de la carretera CV-333 Bétera-Olocau. Un lugar muy próximo al junqueral dónde aparece Cristina.






Pero es que también hubo desapariciones inquietantes. Hubo un caso desconcertante en el que los familiares llegaron incluso a hablar de algo tan fuerte, como el “tráfico de órganos”. No existen noticias de que este paciente fuera encontrado, seis meses después seguía “desaparecido”. Tampoco que se hiciera demasiado –no hubo registro de la clínica- por solucionar el caso.  Curiosamente el interno había sido trasladado desde una clínica de Alicante a Valencia.











En Bétera, pasaron muchas cosas en aquellos años negros. La pequeña Verónica, la hija del cónsul Belga, también fue secuestrada,  y apareció semienterrada con indicios de agresión sexual. Asesinada cruelmente en esta misma zona. En algunos artículos de prensa se describe, que la niña fue enterrada viva. Atroz. Recordemos su caso. Nunca se encontró al culpable.







Otra pequeña también fue asesinada cerca de allí. Se llegó incluso a hablar de un asesino en serie, de un sádico que actuaba, secuestrando, violando y asesinando niñas en Valencia.  El dato más llamativo lo encontramos recientemente al volver a indagar sobre este terrible caso, y encontrarnos con un detalle significativo. La niña había muerto por asfixia por inmersión. Esto sí parece ser un dato relevante. Agua dulce-hongo verde-acequias-molinos-junquerales-marjales. La secuencia tantas veces presente en este blog.









Cristina nunca cogió ese autobús, que la tendría que llevar al pueblo de su familia. Algo siniestro se cruzó en su camino. La maniataron y la amordazaron. ¿Porqué y para qué?. Desconocemos cuantos días llevaba desaparecida, pero este tipo de método de control de la víctima, podría indicar un posible “cautiverio”.


El método de control: es decir, “el modo” en que se relacionó con ella mientras la tuvo con vida.


“…Métodos de control, y actos ejercidos sobre la víctima antes y después de su muerte.
El método de control utilizado:
Materiales utilizados: cuerdas, cadenas, grilletes, prendas de la víctima –Alcasser ligaduras y cazadora—El criminal usará en sus crímenes métodos y materiales que sean “familiares” para él, y sobre los que tenga habilidad y conocimiento suficiente.
También es interesante examinar el Grado de complejidad –p.ej. en el Caso Alcásser el nudo de doble lazo, un lazo “elaborado”-.
La utilización de un sofisticado sistema para controlar a la víctima nos indica la aptitud mental del agresor y su grado de sadismo.

(Apuntes del autor sobre Psicología Criminal)


Las ligaduras y la mordaza son parte de ese método de control empleados en el caso de Cristina, también la presencia del método físico de agresión –en este caso un arma blanca con el que le propinaron seis puñaladas y la degollaron-.

El cuerpo de la víctima es una extensión de la escena del crimen:
No sabemos cómo estaba el cadáver. Su posicionamiento. Pero sabemos que estaba maniatado y amordazado. Posiblemente trasladado y abandonado en un campo cercano a una zona recreativa de la localidad de Bétera –junqueral- muy frecuentada por familias los fines de semana de verano. Muy cerca incluso de la comisaría de Policía del pueblo, según Google maps. A la vista para ser “descubierto”.

El dejar a las víctimas con claros y evidentes signos de violencia –maniatada, amordazada, apuñalada varias veces- en espacios abiertos o exteriores para su localización también tiene su interpretación. El criminal se expresa “de esta manera”: No oculta el cuerpo.









“…Ritual del propio criminal como un mensaje.
El asesino revelaba que estaba tratando a la policía como a sus enemigos, y demostraba con la ayuda de los cuerpos de las víctimas que no sólo ejercía un absoluto control sobre ellas, sino también sobre la policía. La policía no era capaz de capturarle a pesar de que dejaba los cuerpos a plena vista, y en una posición que parecía decir a los investigadores “soy una víctima de asesinato”. Y en efecto, a cada nuevo asesinato la policía aparecía ante la opinión pública como más ineficaz, lo que reforzaba la mentalidad del asesino que era alguien superior…” (La investigación Criminial. Vicente Garrido-Jorge Sobral, referida al caso Wayne D. Willians)



Desconocemos si medió en el caso de la joven algún tipo de agresión sexual. Pero las ataduras y el acuchillamiento repetido pueden indicar esa “motivación sexual”. Las ligaduras pueden tener también otro tipo de  interpretación, con “otras” connotaciones de tipo sadomasoquistas.



“…Conductas de esclavitud sexual: bondage con la víctima. El apuñalamiento repetido también está ligado a actos relacionados con la satisfacción sexual del autor…” (Apuntes psicología criminal del autor)








Muchas víctimas de esa criminalidad sexual, son violadas y algunas también acuchilladas por resistirse – presentan heridas defensivas en brazos - o para evitar la identificación del autor. La intimidación con un arma corta/o de fuego, y la fuerza del agresor/ superioridad numérica de asaltantes, parecen indicar que el acto de “maniatar a la víctima” sea algo más accesorio o elaborado, que  implique más tiempo y otro tipo de intencionalidad: abuso continuado en el tiempo, tortura, cautiverio, etc...

Todos estos datos evidentemente son muy subjetivos, ya que como hemos podido comprobar existen escasísimos datos sobre las circunstancias en que se produjo el hallazgo. Por lo que es muy difícil analizar tanto el escenario del crimen, como la situación en que se encontraba el cuerpo de la joven.





  
Si tuviéramos que poner en relación con “otros casos” este crimen –aunque con diferencias en cuanto al medio en que son encontradas: agua dulce-, podríamos citar que nos recuerda a los dos casos de  mujeres muy jóvenes maniatadas flotando en las acequias de Sumacárcer –una de ellas vecina de Alcásser-, o al caso del pozo de Santo Bernart –antiguo molino abandonado- en Alborache dónde la mujer hallada en su interior presentaba curiosamente también “media docena de puñaladas” es decir 6 puñaladas. Las mismas que recibió Cristina.



El hallazgo del viejo Molino de arroz abandonado cercano a Alborache y a la población de Macastre, está datado en el verano del año 2.000. Una época por cierto, en la que el enemigo público número uno:  Miguel Ricart estaba ya “entre rejas”. Los investigadores ya no podían entonces, preguntarle ni por este ni por los otros crímenes sin resolver en la zona. Unos cuantos. La actividad criminal en esta zona del mapa seguía siendo muy preocupante. Los asesinos de  mujeres jóvenes parece que seguían sueltos y campando a sus anchas.

Muchas veces me pregunto, cómo podrán lidiar con estos asuntos los lugareños de estos sitios especialmente azotados por estos hallazgos macabros. Si no se cuestionan algunos “poderosos mantras” en torno a la seguridad ciudadana y si la intranquilidad no perturba su descanso pensando en que pueda haber “algo más” ahí afuera, verdaderamente maligno, que sigue haciendo de las suyas, y que todavía no ha sido puesto a buen recaudo.
Esta zona geográfica parece la pequeña “Juarez” valenciana:






“…Un vecino de Turís halló el pasado viernes por la tarde en el interior de un pozo, en el término de Alborache, el cadáver de una mujer apuñalada. La víctima, que aún no ha sido identificada, recibió media docena de cuchilladas repartidas entre el tórax y los brazos. Fuentes del caso sospechan que puede tratarse de un ajuste de cuentas vinculado al mundo de la prostitución…A un vecino de Turís, que se encontraba dando un paseo, le llamó la atención el "olor pestilente" que procedía del pozo de un molino de arroz abandonado, en la partida de Santo Bernat, a medio camino entre Turís y Alborache. Convencido de que se trataba de algún animal muerto, el hombre se asomó al pozo. A primera vista no vio nada extraño en su interior, pero tras mirar detenidamente descubrió un cuerpo que flotaba en el agua a unos dos metros de profundidad, según declaró a los investigadores…Fuentes de la investigación detallaron que la mujer asesinada tenía una estatura y un peso medio, se encontraba desnuda y estaba indocumentada. Por ahora, los forenses sólo han podido precisar que tenía entre 18 y 50 años, y se desconoce el tiempo que llevaba muerta. Para poder identificarla, la Guardia Civil dispone de algún objeto personal hallado junto al cadáver, así como sus huellas dactilares, que se encuentran en buen estado. Los agentes, que van a cotejar los datos con los de otras mujeres desaparecidas en la zona, creen que el homicida conocía muy bien la zona porque no hay muchas personas que supieran de la existencia del pozo.

(Fuente: Diario el País)

Del caso de la mujer hallada muerta en el Molino de Santo Bernat, se hizo cargo el juzgado de Requena, según el diario La Vanguardia, No existe más información al respecto. Parece otro crimen sin resolver.







Lo más intrigante del caso del Molino Santo Bernat, es nuevamente el espacio geográfico dónde está situado. Si nos fijamos en el siguiente mapa, su situación –en color verde fosforito-  es “estratégicamente llamativa”, ya que está a medio camino entre Macastre y  la acequia de Turís,  dónde como todos recordarán se sucedieron hechos y hallazgos terribles. Otro lugar de los que denominamos  “cementerio”, porque allí se agolpan las cruces, los hallazgos de cuerpos,  como pudimos comprobar en nuestro peculiar mapa de criminalidad de la zona.








 

Pero además de estos casos existía otro precedente  al caso de Cristina y en esa misma zona de Bétera, dónde el “modus operandi” fue demasiado similar. En este caso la víctima -un hombre-, también fue acuchillado y degollado como Cristina. Su cuerpo fue hallado igualmente en un campo. En un antiguo molino –como la mujer desconocida hallada en el molino de Santo Bernat-, y cerca de una acequia. Año 1988. Cuatro años antes que Cristina. No hay noticias de que este caso tampoco fuera esclarecido.







Cristina se disponía a realizar un viaje, a coger un autobús. Un autobús al que nunca llegó a subir. Un autobús que la tenía que trasladar hasta la localidad alicantina de Rafol d’Almunia dónde residía su familia. Realizaremos en el próximo post ese viaje imaginario, que nos llevará desde Bétera hasta la zona norte de la provincia de Alicante. La zona sur de la provincia de Valencia.

La zona según los expertos con mayor densidad de sectas, ritos ocultistas y logias de toda la península.
  

Sobreviví a la noche y de un modo secreto
entro en el día.
Le basta al que está a salvo, saber que fue salvado,
aunque no sepa el cómo.

Tomo, pues, mi lugar entre los vivos,
como quien deja que lo lleven,
candidata al azar de la mañana
pero citada con los muertos.



Emily Dickinson (1830-1886). Poeta.









martes, 26 de febrero de 2019

Sincronía. Números y fechas. Una teoría alternativa.





“…Entre las llamadas ciencias sagradas –astrología, magia, alquimia, cábala, etc.- cuya finalidad es revelar al ser humano el sentido oculto de la creación, no hay ninguna que prescinda de los números” 

“…sincronía: alude a una coincidencia en el tiempo o a la simultaneidad de hechos o fenómenos…”

“…Algo cíclico, por lo tanto, es aquello que se reitera de manera periódica o que, tras una cierta cantidad de tiempo, regresa a un estado o a una configuración precedente…”





En el anterior post abordamos los momentos decisivos de la desaparición de las tres niñas de Alcásser. Las tres pequeñas aparecerán muertas enterradas en una fosa, el día 27 de enero de 1993.


Imagen de archivo del 27-01-1993, un vehículo de la Guardia Civil de Llombay transporta los féretros de las tres niñas el día que aparecieron en el paraje de 'La Romana' cerca de la presa de Tous (Valencia) 

  



Uno de los precedentes del Caso Alcásser, más llamativos, son los sucesos de Macastre. “Otra triada de menores” desaparecidos y hallados muertos en extrañas circunstancias en la misma cadena montañosa –Sierra del Caballón- con los dos “escenarios finales” a escasos 20 kilómetros de distancia en línea recta  y con sólo cuatro años de diferencia entre ambos sucesos.
Pero es que además, a partir del hallazgo del primero de los cadáveres –Rosario- en la caseta de Fuente-Cuerna-Macastre, el día 19 de enero de 1989, comenzarán a sucederse una serie de acontecimientos anómalos e inexplicables:







En Febrero del año 1989, se producen una serie de terribles hallazgos en Valencia capital.


-El día 27 de enero de 1989 –la noticia es del día 28- y refiere: “el hallazgo de una mano de pequeñas dimensiones, posiblemente de una mujer, sesgada con un corte longitudinal –profesional-, fue encontrada ayer, en un banco –de una parada de autobús* urbano- en la céntrica calle Gran Vía Fernando El Católico, alrededor de la una y media de la madrugada, frente al inmueble número 37” La noticia relata que el hallazgo fue casual, efectuado por una transeúnte, que descubrió un bulto en el banco situado en la marquesina de autobuses. Picada por la curiosidad, decidió abrir el paquete, para averigurar que contenía, descubriendo la citada mano humana cortada. Procediendo a avisar a la policía de inmediato. Como curiosidad, la mano desprendía un fuerte olor a formol, lo que evidenciaba que había sido “conservada” artificialmente, desconociéndose el origen. Fue trasladada al depósito forense.


-Apenas con unas horas de diferencia ese mismo día 27 de enero de 1989, cuando una mujer se dispone a estacionar su vehículo, encontró otros restos humanos. El hallazgo se realizó en la Calle Alcácer (Más que curiosamentel la fecha del hallazgo coincide con la fecha en que son hallados los cuerpos de las tres niñas de Alcácer/Alcásser  enterradas en la fosa de La Romana, cuatro años después: 27 de enero de 1993). Del hallazgo en cuestión se sabe que se trataba de un pie con parte de la pantorrilla, que pertenecían a una mujer de pequeña estatura, ya que el pie correspondía a una talla pequeña de calzado. Se pudo saber que la víctima se había depilado días antes.
Y que el corte lo había realizado alguien “inexperto”, dado que fue realizado con un serrucho o con un hacha, y que tuvo que emplear hasta tres intentos para fracturar o cortar el hueso. Como ya comentamos entonces, el pie se encontraba manchado de una extraña “tierra rojiza”, por lo que se suponía que el cuerpo fue “arrastrado”. Lo que estaba medianamente claro, es que el pie había sido amputado en otro lugar, y había sido trasladado hasta ser depositado en la citada calle Alcácer. También se pudo saber que había sido seccionado recientemente –unas 48 horas antes- ya que presentaba sangre coagulada. Al parecer la mujer que descubrió los restos observó como en ese momento un vehículo pequeño y de color blanco encendía las luces y huía del lugar. El pie estaba depositado en mitad de una acera, junto a una agencia de viajes. Quería asegurarse que los restos iban a ser hallados rápidamente. Y por lo que describe la testigo, no sería descartable que el autor de los hechos, estuviera “observando” y cerciorándose de que estos eran hallados.

El pie pertenecía al cadáver hallado en la acequia canalizada o tubería de Turís. Había sido seccionado perimortem. Unas mutilaciones realizadas según afirman algunos autores*, con la intención de dificultar la identificación de la víctima: Sin embargo nosotros creemos que en este tipo de mutilaciones subyace otra motivación distinta. Mutilar una mano o desfigurar el rostro –como ocurrió con el cuerpo hallado en la tubería- sí pueden atender a dificultar la identificación, o lo que es lo mismo un “acto de precaución”. Pero mutilar un pie, no parece responder a esa finalidad concreta de dificultar la tarea de cotejar la identidad de la víctima. Es algo que además nos pone en el contexto de hechos tan atroces como las mutilaciones de las niñas de Alcásser. Son actos “accesorios”, no necesarios. Una especie de firma, dónde el sujeto criminal se “expresa”. Pueden también atender a la necesidad de  obtener un trofeo de la víctima, o incluso a aumentar deliberadamente su sufrimiento –ya que ambas mutilaciones –Alcasser y Macastre- fueron realizadas "todavía en vida o en un momento muy próximo al fallecimiento". Nos muestran por lo tanto un grado de sadismo pocas veces visto en nuestra historia criminal.





Esa obtención de trofeos, queda perfectamente plasmada y reflejada en la posterior disposición de alguno de estos restos humanos seccionados, en las calles de Valencia. Y como bien saben los seguidores de estos casos, no en cualquier calle. En calles con nombres muy “concretos” y “certeros”.


Esas sincronías, esos ciclos y esa numerología a la que aludíamos al principio del post, por alguna extraña razón, parecen seguir presentes en sucesos más recientes y de actualidad.






“…Numerosos vecinos de Alcàsser han compartido en diferentes redes sociales un comunicado firmado por la dirección del Colegio Santísimo Cristo de la Fe de Alcàsser en el que explica “Estimadas familias, hoy 28 de enero, ha tenido lugar un suceso alarmante en nuestra localidad, que aunque no ha tenido consecuencias, debemos tomar medidas. A la salida del colegio, en la calle Calvario cerca de la calle Colón, ha habido un intento de coger un niño y subirlo en un coche a la fuerza. Os recomiendo que acompañéis a vuestros hijos al cole o por lo menos evitad que vayan solos por la calle. La policía está al tanto del suceso y esperamos que se resuelva pronto. La dirección, Colegio Santísimo Cristo de la Fe de Alcàsser”. (El Meridiano L’horta –diario digital)

“…Después de la alarma creada en determinadas publicaciones informamos que Policía Local y Guardia Civil están investigando en estos momentos lo que allí se relata.
Seguiremos informando, y desde aquí nos gustaría enviar un mensaje de tranquilidad a la población quedando a la espera de resultados de los profesionales
…” (Facebook Policía Local Alcásser).









“Casi” exactamente 30 años después del hallazgo del pie amputado en la calle Alcácer de Valencia y 26 años después del hallazgo de los cuerpos de las tres niñas de Alcásser en la fosa de la Romana, se sucede en la misma localidad: Alcásser un intento de rapto de un menor a la salida de un colegio. Un colegio diocesano -religioso- con el mismo nombre, que las fiestas grandes de agosto.

“…Santísimo Cristo de la Fe: El lunes siguiente al 15 de agosto "Mare de Déu d'Agost", se celebran las fiestas del Santísimo Cristo de la Fe, siendo ésta el día grande de la fiesta -el "Día del Cristo" (Despertá, pasacalles, misa, mascletá con traca kilométrica, procesión, concierto y finalmente el Castillo de fuegos artificiales) cabe destacar que la procesión es multitudinaria con la salida de todas las imágenes veneradas en la parroquia…”


Como abordamos en el anterior post es precisamente durante las citadas fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Fé, del año 1992, cuándo se sucede el intento de rapto de Mirian, una de las tres niñas asesinadas pocos meses después.

Un episodio, al que en “un principio” no se le dio la suficiente importancia. El hombre del pasamontañas, vestido de negro que  estaba escondido o agazapado e intentó abordar a la pequeña. Mal asunto.


“…Era un día de fiestas que bajaba…y le salió un señor de debajo de las escaleras, con un pasamontañas, vestido de negro…”Matilde madre de Mirian-

  
“…No mamá no me lo he imaginado…y además ha venido a cogerme… –Mirian-


“…Estamos hablando de un mes de Agosto, con un pasamontañas, no hay muy buenas intenciones…” –Fernando padre de Mirian-


“…Ella bajaba a buscar a las amigas, porque estábamos en la semana de fiestas de Alcácer, y le sucedió esta “anécdota”, que bueno, parece que no se le dio demasiada importancia”… -Fernando padre de Mirian-

Declaraciones extraídas del vídeo de youtube –entrevista Pepe Navarro a los padres de Mirian-. (A partir del minuto 14’).









La madre de Mirian pensó que había sido fruto de la imaginación de su hija, dado que esta era “muy miedosa”. Sin embargo, parece demostrado por el testimonio de la propia niña, que la  intentaron abordar, apenas dos meses y unos días antes de consumarse el rapto y asesinato de las tres adolescentes. Sólo la suerte –llevar una bolsa de basura que pudo arrojar al agresor para zafarse- consiguió evitar algo mucho peor.

Intento fallido de llevarse a la pequeña, que posiblemente era el “objetivo”. Tentativa frustrada. Por lo que es de suponer que la niña se haría  todavía “más desconfiada”, miedosa, cautelosa y reticente a irse con “cualquier” desconocido o extraño, debido a este traumático episodio. Algo que no hace más que apuntalar la teoría de la “proximidad” a las víctimas, en los sucesos que tendrán lugar el 13 de noviembre de 1992, y que ya desgranamos en el post anterior.

Como también pudimos verificar en ese mismo  post anterior, de forma “sorprendente” al poco de finalizar las fiestas grandes de Alcásser, de aquel fatídico año   -15 de agosto al 25 de agosto de 1.992- periodo en el que se llevó a cabo la citada tentativa de abordaje/rapto/agresión a Mirian, se producirá otro hecho trágico. Con tan sólo tres días de diferencia –el 28 de agosto de 1.992- se sucederá en Bétera, el “hallazgo” del cuerpo de la joven Cristina Ll. P. maniatada con unas cuerdas de idéntica composición a las halladas en el caso Alcásser.

Como podemos observar las fechas, incluso la numerología, parecen tener gran importancia en el devenir de los hechos. Nosotros antes de abordar los casos descritos en este blog éramos especialmente “escépticos” en muchos frentes, pero el tiempo y las indagaciones realizadas a lo largo de estos años, nos han confirmado que en Valencia, algunos hallazgos y sucesos son  altamente sospechosos de seguir  “un patrón”, o “un código” no descifrado.







Es decir, como si los autores actuaran “por alguna razón y motivación concreta”. Como si trataran de decirnos o expresar “algo” –a los miles y miles de seguidores de estos “casos” y a los investigadores- . Como si jugaran a “un juego macabro”.
  

Sobre la fecha concreta del hallazgo del pie en la calle Alcácer, como veremos, hay cierta confusión. Si bien se creía que el hallazgo se produjo el 27 de enero –debido al “otro” hallazgo inmediatamente anterior (24 hs. antes) de la mano pequeña amputada encontrada en la parada de “autobús”-, como veremos todo parece indicar que el pie de la calle “que marca o señala el pueblo de las tres niñas”,  fue encontrado el día posterior:








Por lo tanto, algunas fuentes citan que el pie apareció el sábado día 28 de enero de 1989.  
Es decir, treinta años después, el 28 de enero de 2019, se producirá la citada tentativa de rapto de un menor, en un colegio de Alcásser.

Repasemos de nuevo toda la cronología aparentemente “asociada”:

27 enero de 1.993: hallazgo tres niñas alcásser fosa de La Romana.
27 enero de 1.989: Hallazgo mano “pequeña” cortada en una parada de autobús Avda. Fernando el Católico-Valencia.
¿27/28 enero? de 1989: hallazgo pie seccionado de una joven en calle Alcácer-Valencia.
28 enero de 2019: tentativa de secuestro de un niño en el colegio Santísimo Cristo de la Fé, de Alcásser.

15 de agosto a 25 de agosto de 1992: fiestas Santísimo Cristo de la Fé en Alcásser: episodio del encapuchado: asalto a Mirian en el portal de su casa de Alcásser.

28 agosto de 1.992: aparece cadáver maniatado y acuchillado de Cristina LL. P. en junqueral de Bétera-Valencia.

Algunos autores* citan 27 casos de desaparición en esta zona durante los años 80 y 90.

Pero sin duda si hay algo “objetivo” y “palpable” es que a partir de la desaparición y posterior hallazgo del cuerpo de Rosario en la caseta de Macastre (19 enero 1989), se sucederá una secuencia de hallazgos cíclicos e incesante en Valencia capital. Algunos de los cuales llegan hasta nuestros días.







El hallazgo del pie entre el día 27 y 28 de enero de 1.989, encierra además otro enigma y alguna “pista” de interés. El pie fue amputado aproximadamente 48 horas antes. 







El cadáver hallado en la acequia de Turís a finales de mayo del 89, por el estado en que se encontró –en muy avanzado estado de descomposición- se estimó que su muerte -violenta- sucedió unos cuatro meses atrás, algo que podía corresponder con la fecha en que desaparecen los tres de Macastre. 

Si el pie corresponde al cadáver de la acequia, como parece ser, y fue amputado 48 horas antes del día 27/28 de enero de 1989, la mutilación “todavía en vida o próxima a la muerte” tuvo que suceder aproximadamente en fechas 25/26 de enero de 1.989. El primer cuerpo de los tres de Macastre -el de Rosario- aparece en la caseta de Fuente Cuerna el día 19 de enero, pero lleva ya dos o tres días muerta. Es decir si esta joven mutilada era Pilar, hay que preguntarse qué hicieron con ella y dónde la retuvieron, durante los aproximadamente 10 días que median entre el fallecimiento de Rosario y el trágico y cruento final de la joven desmenbrada. 

La Guardia Civil sabía que el pie había sido trasladado, que tenía tierra rojiza de arrastre sobre el terreno, por lo que todo indicaba que este, había sido amputado en otro sitio. Pero esa es la clave, el meollo de la cuestión, la solución a todos los enigmas de estos casos: la “base” sin localizar o identificar dónde estos depravados cometían con impunidad, tiempo y seguridad, todas sus barbaridades -violaciones, torturas, mutilaciones, y ejecuciones- con las menores. 

¿Dónde estuvo en cautividad la niña mutilada, dónde la torturaron y dónde la desmembraron “en vida”*? ¿Dónde está esa cámara de tortura? ¿Ese lugar especialmente tétrico?. ¿Dónde carajo está ese escenario "intermedio"?. 

*Algo que nos da una idea de la extrema peligrosidad y patología de estos sádicos. Y que a su vez nos reconecta con las tres niñas de Alcásser. Su firma. Su acto accesorio. Su fantasía: Idéntica y despiadada, implícita en cada uno de sus actos más crueles, en este caso expresado en el cuerpo de otra adolescente: “el pezón” arrancado de la misma forma: “todavía en vida o próxima a su muerte” a una de las tres crías del Caso Alcásser.


Una vez acabaron con ella (con la cría que podría ser “Pilar” pero nunca llegó a ser identificada) el relato de los hechos parece indicarnos que se deshicieron de su cadáver mutilado y desfigurado en la acequia de Turís, y posteriormente se trasladaron a Valencia a dejar el pie que habían seccionado previamente al cuerpo. A dejar el mensaje. El recado. En la calle Alcácer. No era una calle cualquiera. Porque en Valencia, todo parece indicar que las calles "hablan". Nos cuentan cosas. Cosas horribles.


Los tres de Macastre vinieron de Valencia a Catadau en su último viaje como atestiguan los tres billetes de bus encontrados a Valeriano, y los restos de Pilar o los restos sin vida y despedazados de “otra niña” desconocida de similar edad, parece que viajaron en sentido inverso esparciéndose primero en Turís y luego haciendo parada, en la calle Alcácer de Valencia. Si los restos no eran de  Pilar –algo que no es descabellado- nos vendría a demostrar además una actividad “serial” en esta zona,  algo que desde este blog siempre hemos apuntado.Un hecho corroborado con los “huesos de más” hallados en la fosa de la Romana, que no eran de las niñas de Alcásser, y  que pertenecían a otra adolescente de ese mismo rango de edad. A "otra" adolescente también "desconocida". ¿Cuántas adolescentes "desconocidas" nos hemos topado en estas páginas?

 Un auténtico "almacén" de restos humanos. La pregunta de nuevo es ¿dónde?

  
Ahí, precisamente en ese círculo del  mapa, que intentaremos acotar, es dónde posiblemente hay que meter bien la lupa. Ampliar y buscar.  El riesgo que conlleva para cualquier criminal llevar cadáveres desmembrados y miembros amputados de aquí para allá, es evidente. Lo ilógico sería un recorrido distinto, o desde puntos más alejados de la geografía valenciana. Algo sucede allí, en esta zona. No hay que irse muy lejos, ni apuntar a las alturas. Lo hemos venido comprobando en el blog, lo hemos venido verificando con datos reales. No es una película o una serie de moda. Es algo “real”.


Este es un detalle relevante y de importancia. La perfilación geográfica nos habla de estas cosas en criminología. Existen teorías, existe base “científica”. Hay que estudiarlo, hay que profundizar en este “hecho significativo” que nos llama poderosamente la atención. Lo haremos en otro post. Hay mucho todavía por investigar e indagar, no nos cabe la menor duda. 
La zona a analizar nos habla por sí sola, no hace falta añadir ninguna leyenda o explicación salvo que las dos estrellas del mapa situado abajo, son Fuente Cuerna y La Romana. Dos escenarios "finales". Nada más.
Imaginemos por un momento el recorrido de ese “viaje inverso” de los chicos de Macastre. Ese viaje funesto que los llevaría directamente “al matadero” de estos sádicos despiadados y crueles. Posiblemetne en algún lugar intermedio e indeterminado hasta el momento.






  


La mano cortada aparece en una marquesina de autobús. A su vez, Tres billetes de autobús –Valencia a Catadau- son hallados en las ropas de Valeriano (Caso Macastre). Una especie de billete o ticket también es hallado en la cazadora de una de las niñas de Alcásser. La joven Cristina LL. P. se disponía a coger un autobús para trasladarse a pasar el fin de semana en su pueblo de Alicante.






Esa misma mano cortada aparecerá en una calle:  la Avda. Fernando el Católico de Valencia.  Fernando el Católico visitará la famosa Cruz de Caravaca en el año 1488.

“…Fueron estos cruzados y después los de la Orden de Santiago (a partir de 1344), los que convirtieron a Caravaca en un destino de peregrinación de primer orden mundial. No en vano, el trozo de la cruz de Cristo fue visitado por el Rey Fernando el Católico en 1488 ...”

La misma cruz de Caravaca que aparecerá incrustada de forma inexplicable a través de las cavidades internas, en las vértebras de una de las niñas de Alcásser.









El resto de hallazgos se suceden como ya analizamos en otras ocasiones en calles como: Marqués de Caro –cráneos- marquesado que a su vez conecta con el marquesado de “La Romana” (nombre de la fosa de las tres niñas de Alcásser)-. O el hallazgo de un corazón metido en una copa ritual en la calle Marqués de Montortal –ligado también a la baronía de “Alcácer”-.Montortal a su vez es la población de dónde venían otra triada de menores adolescentes –varones- fallecidos en extrañas circunstancias, cuándo se dirigían a Alculdia de Carlet. Y es que Carlet –es la población a dónde iban con frecuencia los tres de Macastre desde Catadau-. Es como si las triadas de adolescentes "se esfumaran" en esta zona del mapa. Ya hemos hablado sobre este particular en otras entradas del blog. Al final todo se reduce a una parte del mapa. Y ese mapa a su vez se reduce a una localización "clave". Por desgracia desconocida.

La estrella amarilla indica el posicionamiento de la fosa de La Romana-Caso Alcásser.












Carlet a su vez también reconecta nobiliariamente con Tous. Cárcer –y los hallazgos de mujeres maniatadas en acequias de Sumacárcer-, etc, etc.


A veces viendo toda esta secuencia de datos, fechas, números, nombres, poblaciones y hallazgos, nosotros al igual que muchos seguidores de estos casos nos planteamos, si “todo” forma parte de una especie de “plan” preconcebido. 

Si partimos de esa hipótesis, podríamos preguntarnos si hallazgos tan relevantes como el de los cadáveres de las tres niñas de Alcásser en la Romana, podrían responder a este mismo planteamiento.

Es decir, podríamos llegar a cuestionarnos determinados hechos probados, no sin múltiples riesgos, en un ejercicio de auténtico equilibrismo entre lo que nos dicta la sentencia y el sumario del caso y lo que parecen contarnos unos hechos extraordinarios, que rozan casi lo  paranormal, lo esotérico, lo desconocido.






  


 ¿Pudo el macabro hallazgo del pie amputado realizado en una calle tan concreta como Alcácer, en unas fechas tan señaladas como fueron el 27-28 de enero “condicionar” de alguna manera el posterior hallazgo de las tres niñas de Alcácer en la fosa de La Romana el día 27 de enero?.


Con un escenario final, la fosa de la Romana, que a todas luces parece ser el prototipo de una “escena amañada”. Con pruebas incriminatorias “sembradas” en los alrededores de la fosa –papeles troceados-. Trozos de papel con la perentoria y apremiante necesidad de ser “descubiertos” (pues poco tiempo más podrían permanecer allí sin ser diseminados por los vientos o desaparecer de su ubicación  por efecto de las tormentas y las lluvias). Unas pruebas con unos datos indiciarios suficientes para dirigir las pesquisas hacia unos delincuentes comunes concretos, sin señalarlos directamente, pero apuntando a su entorno a través del cual se llegaría con facilidad a ellos. Delincuentes que a la postre fueron los únicos implicados en el caso. Pegando carpetazo a un asunto con muchas más derivadas sin resolver, y con lo que parece evidente: más implicados todavía sin atrapar.

Si partimos de la premisa de que en otros casos precedentes como el Caso Macastre -según ha desvelado recientemente un libro que ha tenido acceso al sumario judicial de la investigación*-, una llamada anónima alertó sobre la localización exacta del cuerpo mutilado hallado en la acequia canalizada de Turís -cuerpo “no identificado” por la familia ni mediante ADN- . Hecho este, que a su vez reconecta con el hallazgo de la calle Alcácer, pues el pie se corresponde y coincide plenamente con el seccionado al cuerpo de la acequia de Turís. Mutilado, envuelto y transportado hasta Valencia capital, para ser colocado en la calle Alcácer un día 27/28 de enero. 
¿Pero porqué tomarse tantas molestias?. Una llamada anónima que además, al parecer, también informaba de un sospechoso. 

Es decir daba datos concretos: localización del cuerpo y un posible autor.

Si trasladamos este mismo razonamiento al Caso Alcásser, podríamos preguntarnos:

¿Y si alguien realizó también una llamada anónima el día 27 de enero de 1.993 para indicar que en un lugar inhóspito, pero muy concreto –La Romana- había unos restos humanos enterrados?
  
¿Y si esa misma mano esparció los trozos de papel del parte médico del hospital La Fé de Valencia, para que fueran "inmediatamente" encontrados por los investigadores al llegar al lugar?

¿Es entonces posible que siguiendo esta misma “teoría” o “hipótesis” , alguien “forzara” los hallazgos de las tres niñas el día señalado?  El día 27.

¿Explicaría esto la utilización de los dos apicultores por parte de los investigadores, por “su especial conocimiento de esa zona tan concreta, inhóspita y despoblada  –ya que tenían sus colmenas allí, y eran de los pocos que conocían el terreno y transitaban este lugar alejado de todo…un lugar al que por no ir… no iban “ni los lobos”-.



¿Podría explicar esta teoría la inclusión de los apicultores en el relato de los hechos, como halladores “casuales” y toda la inexplicable concatenación de contradicciones, errores o situaciones rocambolescas e inverosímiles que se vivieron durante el periplo del hallazgo y la inspección de los alrededores de la fosa?.

Si marcaron el pueblo de las niñas, “a conciencia” dejando el pie en esa calle Alcácer. Y dejaron esos restos, con la clara intención de que fuesen vistos y descubiertos de inmediato en esa fecha “señalada”, el 27 de enero ¿porque no iban a seguir “jugando” con los investigadores cuatro años después?

De esta forma alcanzaban dos objetivos:

Por un lado hacer que la profecía macabra de la calle Alcácer, se transformara en una fatídica realidad, el 27 de enero de 1993, con el hallazgo de las tres niñas del  mismo pueblo, diabólicamente torturadas en el interior de la fosa.

Por otra parte conseguían señalar unos hipotéticos culpables –al igual que sucedió con el cadáver de la acequia de Turís y la misteriosa llamada anónima-.

La presión mediática y la insistencia de las autoridades en esclarecer rápidamente el suceso, obligaban a los investigadores a tirar por el camino más diáfano.  Los trozos de un parte médico, hallados, no por la policía judicial sino por uno de esos apicultores “conocedores del terreno” se lo ponían demasiado fácil. Un crimen tan complejo, con una solución tan sencilla. Algo parece no cuadrar.









La única prueba “indiciaria y sólida” que alguien, perfectamente pudo encargarse de esparcir en La Romana un 27 de enero de 1993, al igual que pudo haber esparcido cuatro años antes, el pie de una adolescente mutilada en la calle Alcácer de Valencia.


Todos los razonamientos, e hipótesis, son por lo tanto posibles, allí dónde lo imposible parece transformarse en algo palpable, sólido y verificable.




La vida y la muerte son uno, como uno son el río y el mar

Khalil Gibran.





  


*¿Qué pasó en Macastre? Felix Ríos y Amós Vanacloig, editorial Círculo Rojo.  Un libro que desde este blog les recomendamos, por la labor de investigación realizada y por desvelar datos desconocidos pertenecientes al sumario del denominado “Caso Macastre”. Un libro muy interesante y de obligada lectura.

Mapas: Google maps. Fotografías: Pinterest. Música y vídeo: Youtube. Fotografías: Google. Prensa: “ABC” y “El Meridiano”. Libros: numerología-Gloria G. Ramos.