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miércoles, 6 de diciembre de 2017

La huella del diablo (V). Los crímenes "ocultistas" del Marmellar. Esoterismo y criminalidad.





Sobre el pueblo del Marmellar se han escrito ríos de tinta. También se han llevado a cabo todo tipo de investigaciones parapsicológicas, y la “leyenda negra” de este pueblo deshabitado no ha parado de crecer desde el año 1993. En esta entrada del blog intentaremos recopilar y profundizar todavía más en algunos “aspectos” llamativos de todo lo que representa esta zona, para algunos “maldita”, de la provincia de Tarragona.





El poblado del Marmellar se sitúa en el municipio de Montmell, en la comarca del Baix Penedés de la provincia de Tarragona. Provincia como acostumbramos a “recalcar” situada al lado de Castellón -Comunidad Valenciana-. No es este un dato baladí. Como podremos seguir comprobando es una provincia dónde se han venido sucediendo casos especialmente “extraños” o misteriosos.
El pueblo del Marmellar, parece uno de esos sitios “escogido”  por la oscuridad, a pesar de estar en ubicado en un paraje natural y montañoso de singular belleza natural. El lugar se fue despoblando al finalizar la fraticida guerra civil española y finalmente quedó completamente abandonado como consecuencia de un devastador incendio en el año 1976. Algo que acabó por darle la “puntilla” definitiva.

  

Las misteriosas historias ocurridas en el poblado del Marmellar probablemente contengan algunas de las “claves ocultas” presentes también en otros casos criminales “similares” ocurridos en los años noventa en ese mismo arco mediterráneo. Claves que son un auténtico enigma, y que jamás fueron descubiertas. Crímenes que comparten algunos “rasgos” coincidentes  y que no fueron resueltos, o sus investigaciones terminaron finalmente por quedase a medio camino. A medio camino de ningún sitio.




  

Hablamos de la posible presencia de un fenómeno criminal muy poco conocido y abordado. Lo denominaremos: “criminalidad esotérica”. Más allá de las sectas y de los grupos pseudoreligiosos,  con una capacidad de daño “limitada” o muy relativa –timos, manipulación psicológica, estafas, algún extraño “accidente” durante un acto ritual-;  pudo existir “algún grupo” de corte esotérico, inexplorado e indeterminado, que llevaron sus practicas ocultistas más extrañas y oscuras hasta límites insospechados. Algún grupo -posiblemente “itinerante”- capaz de desplegar todo su diabólico mal en distintos lugares  del arco mediterráneo. Es una teoría “arriesgada”, pero como podrán comprobar al visualizar el contenido de las numerosas entradas de este blog, no parece exenta de cierto fundamento. Es esa extraña “constante” que se repite una y otra vez, por alguna desconocida razón:






La historia maldita del Marmellar y el origen de la leyenda negra del lugar, se remonta concretamente a junio del año 1993. Si bien hay fuentes que indican que anteriormente ya se había producido algún otro hecho luctuoso en el pueblo, no está documentado.

Las niñas de Alcásser son encontradas muertas enterradas en una fosa el día 27 de enero de 1.993, sólo cinco meses después en la mañana del sábado 26 de junio de 1.993 es hallado por un grupo de cazadores y un guarda de campo el cuerpo sin vida de una muchacha joven en el poblado del Marmellar. El cadáver de la chica se encontraba desnudo y semienterrado en una fosa en el interior de la iglesia del pueblo abandonado.

Junto a la improvisada tumba de la joven  y en el exterior del templo “sagrado” había sendas hogueras. La fosa dónde estaba el cadáver de la vícitma se correspondía con un antiguo enterramiento profanado de un sacerdote que había sido inhumado antiguamente en la cripta de la iglesia. El cuerpo llevaba varios días allí, seguramente desde la pasada verbena de San Juan. (Estas fechas concretas –noche de san juan / solsticio de verano consideradas “mágicas” tienen curiosamente otros casos criminales asociados en Cataluña, como pudimos ver en el anterior “post”, dónde abordamos el crimen de la joven en la Manbla de Oris ocurrido también durante la noche del solsticio de verano, diez años atrás”.


Un cadáver sin identificar:

En un principio se especuló con que el cadáver hallado en la cripta, podía corresponderse con una joven alemana de 15 años de edad desaparecida desde esa noche de su casa en El Vendrell, pero la Guardia Civil pronto descartó esta hipótesis. Esta joven alemana desaparecería la víspera de la noche de san Juan, siendo vista por última vez en la localidad de El Vendrell-Tarragona, a bordo de un coche descapotable rojo matrícula de Valencia. Los padres de la adolescente germana denunciaron su desaparición. Pero el cuerpo hallado en la cripta no coincidía con el de la desaparecida. Sobre esta adolescente no existen más noticias, desconocemos cual ha sido su suerte.





Estado del cuerpo encontrado en la cripta:

El cadáver pertenecía a una joven sin identificar de una edad estimada entre los veinte y los treinta años. Melena larga y morena.  Llevaba varios días muerta. El cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición, y presentaba numerosos signos de violencia. La joven había sido calcinada parcialmente, y además había sido mutilada. Se le amputaron los dedos de las manos. Otras fuentes citan también que a la joven le habían “extraído los dientes”.  Dichas mutilaciones podrían tener como objeto dificultar la identificación de la víctima –de hecho no hay noticias de que se lograra identificar nunca el cuerpo-.
Sin embargo otras teorías, parecen encaminarse en otra dirección: las mutilaciones podrían formar parte del trasfondo ritual/ ocultista del crimen –ofrendas, fetiches, trofeos-. Este tipo de mutilaciones las hemos visto también en otros casos en todo el litoral mediterráneo, y no obedecían a dificultar la identificación.

Nada parecía claro en este crimen. No se sabía si la joven había sido asesinada en el lugar dónde fue hallada o sus inmediaciones, o si por contra había sido traslada desde otro lugar ya muerta.





Pero todos los datos, parecían apuntar en la misma dirección. La más que posible existencia de algún tipo de rito o ceremonia esotérica. El crimen podía ser obra de algún criptogrupo o secta “oscura”. En el lugar se hallaron numerosas pintadas “malignas” y restos de haberse llevado a cabo todo tipo de ceremoniales (cruces invertidas, restos de sangre, los tres seises, etc). De hecho se dice que a la joven empezaron a quemarla en un colchón y que luego la tiraron en el osario. Pero nada parece haber quedado probado ni demostrado en el transcurso de esta investigación criminal incompleta.



 Cerca de la iglesia también se encuentra un cementerio que fue profanado en varias ocasiones, de hecho se cuenta otro extraño suceso ocurrido por aquellas fechas: una anciana que había sido lugareña de Marmellar, tuvo como última voluntad ser enterrada en el cementerio del pueblo. Al parecer al día siguiente del entierro,  su cuerpo “había desaparecido”.











Los extraños “visitantes” del Marmellar


Un secreto “a voces” entre los vecinos del lugar, era la presencia en el lugar de misteriosos visitantes, que describieron además una serie de extraños sucesos ocurridos en estas montañas. La gente de los pueblos cercanos, afirmaba que era un enclave escogido por grupos de personas, para hacer espiritismo y rituales de todo tipo. Entre ellos también rituales satánicos. Varios testimonios recogidos entre los vecinos de la zona son “coincidentes”: allí sucedía algo “anómalo” y se congregaba gente demasiado extraña.







“…Extrañas personas, se han visto por Marmellar, el camino que comunica la Atalaya Mediterránea* con Marmellar, muchos son los coches de alta gama, que se han visto rodando por ahí, no se sabe dónde irían, que es a lo que se dedicaban, pero estos terribles asesinatos cometidos en la misma zona en tan pocos años de diferencia puede hacer pensar que por esos años, coincidiendo también con el caso Alcásser, pudo alguna secta actuar por el Levante español, más sangrienta que las que actúan normalmente por la zona…”
 “… en una ocasión se vieron varias personas vestidas de negro, con capirotes negros, y la gente del pueblo muchos tenían miedo cuando les veían desde lejos subiendo…”
(fuente: seamp.net)


Por si fuera poco con los misteriosos merodeadores y visitantes del poblado descritos por los vecinos, a partir del extraño crimen de la joven en 1993, numerosos aficionados a la parapsicología y las cc.ocultas se trasladarán al lugar para recoger sus impresiones. Todos coinciden en señalar la “extraña sensación” que parece flotar en el ambiente al llegar al lugar. Las videntes describirán para la prensa situaciones o percepciones sumamente extrañas:

  

El artículo del Periódico de Catalunya –cuya hemeroteca “en obras” es imposible de recuperar- venía a decir que varias videntes se trasladaban al lugar, portando una cruz de Caravaca para detectar las energías malignas. Describían a la joven muerta como morena, con una larga melena. Según estas la joven había sido sacrificada en un ritual esotérico. Describían que posiblemente la víctima ya había participado en este tipo de ceremonias en otras ocasiones. A grandes rasgos es lo que aparecía en el artículo.



De hecho uno de los periodistas que cubrió el suceso del Marmellar, relata que dos días después del hallazgo del cuerpo de la joven recibieron un aviso sobre la existencia de unos extraños rituales en un antiguo bunker* situado en las inmediaciones de una urbanización –“Punta de Mora”- cercana al poblado del Marmellar. Al llegar se encontraron con toda la parafernalia de este tipo de ceremoniales: círculos rituales, velas,etc. 

*El tema de los antiguos “bunker” tiene también asociados casos criminales muy misteriosos: como el extraño suicidio de Mallorca que tratamos al hablar sobre el caso de Maximiliano R. o también al “supuesto” escenario criminal del “Alcásser Francés” de la playa de St. Cecile. Este tipo de lugares con una fuerte carga histórica: castillos, fortalezas, etc., parecen ser los lugares “escogidos” por alguna razón concreta, para ser el escenario de este tipo de misteriosos sucesos.







El poblado del Marmellar se ubica en la colina de una montaña a unos 532 metros de altura. Al lugar se accede por sinuosas pistas de tierra, desde la citada urbanización. El Marmellar se encuentra en un paraje perdido en medio de la sierra de Montmell, de muy difícil acceso y muy cerca de la citada urbanización. De hecho es un lugar frecuentado con motos de cross por gente de los pueblos cercanos. Como recogimos anteriormente, los aficionados al moto cross también parecen coincidir con el resto de vecinos, sobre la presencia de extrañas personas en ese lugar, que accedían con coches de alta gama, por el citado camino. Este es descrito como “un camino intransitable para vehículos normales por muchas de las zonas -camino para un todo terreno- llegando los vehículos hasta la misma  zona de la iglesia. (La dificultad de la pista y la soledad del lugar deshabitado o abandonado, nos retrotrae por un momento a otros lugares alejados y agrestes como el paraje de La Romana-Tous dónde fueron enterradas las tres niñas de Alcásser)

*“La Atalaya Mediterránea”o “Talaia del mediterrani” es el nombre de un paraje y una urbanización muy próxima al Marmellar –apenas un kilómetro de distancia los separan-. Al parecer frecuentada por gente de alto poder adquisitivo en los años 70-80. En las inmediaciones de este mismo lugar se producirá otro macabro hallazgo, que no hará más que acrecentar y apuntalar esa “leyenda negra”.







Será sólo tres años después del hallazgo de la joven de la cripta,  cuándo se vuelva a localizar otro cuerpo sin vida de una mujer muy joven en el mismo término municipal. Esta vez el cuerpo aparecerá junto a la citada urbanización Talaia del Mediterrani, -una promoción que no llegó a terminarse por falta de compradores y que quedó abandonada, dejando un paisaje desolado de chalets y bloques de apartamentos a medio construir.-



El cuerpo de una chica joven se encontró a las diez de la mañana en una zona que ya había sido rastreada sin éxito el día anterior. Al mediodía, la juez ordenó el levantamiento del cadáver y decretó el secreto de sumario. Hoy se realizará la autopsia.
 Se trataba de Ana María M., de 19 años, empleada de una gasolinera en el municipio de l'Arboç del Penedés. La noche del miércoles 14 de febrero de 1996, uno o varios sujetos anónimos supuestamente la habían atracado, llevándose la recaudación de 20.000 pesetas. Después la habían obligado a subir a un vehículo y se la habían llevado consigo, probablemente con la intención de forzarla. Por causas desconocidas la chica resultó muerta, quizás para eliminar a la testigo ocular del robo. Y apareció semidesnuda, también con signos de violencia, bajo unos maderos, en un pinar.
Fue hallado al día siguiente de su desaparición, por un agricultor que participaba en las tareas de búsqueda, a unos diez kilómetros de la gasolinera dónde trabajaba.
El cadáver apareció en el desvío hacía una zona medio abandonada llamada la urbanización de la Talaia Mediterránea justamente también en uno de los caminos solitarios que llevan al pueblo “maldito” del Marmellar.

“…El cadáver se hallaba escondido bajo una puerta abandonada en una zona arbolada de la urbanización Talaia Mediterrània, a unos 20 metros de la carretera que une las poblaciones de Sant Jaume dels Domenys y El Pla de Manlleu…” (fuente: el país)






La investigación:

La policía trabaja con la hipótesis de que la víctima conocía a los autores del crimen.

La hipótesis del robo o el atraco:

El detalle de que en la gasolinera* no se hubiesen llevado otros objetos de valor y la ubicación de los restos hizo pensar a más de uno que el móvil pudo no ser económico, sino que el autor o autores raptaron premeditadamente a Ana María con el único objetivo de abusar de ella o con otra finalidad “desconocida”. Y después la mataron para evitar que pudiera identificarles.


    Gasolinera de Tarragona dónde trabajaba la joven Ana María M. 


·       Las “gasolineras” de Picassent también estarán presentes por un motivo u otro en el caso Alcásser en distintas fases del desarrollo de los hechos: desaparición –uno de los últimos lugares dónde son vistas las niñas con vida- y cerca de una gasolinera a las afueras de Picassent también son embestidos, en un extraño atropello –tramo totalmente recto-, los voluntarios de Protección Civil –falleciendo uno de ellos- que las buscaban en una zona de “barrancos”. Además cerca de otra "gasolinera" serán avistadas las tres niñas de Alcásser en un furgoneta, cómo veremos más adelante. 


No cuadraba además ni la cantidad desaparecida, ni el horario en que se cometió el supuesto robo.

“…Después de comprobarse que el dinero desaparecido de la gasolinera no supera las 20.000 pesetas, se sospecha que el robo no fue el móvil principal del crimen. Los robos en gasolineras rara vez se producen antes de las nueve de la mañana, porque es la hora en que acostumbra a haber más movimiento de vehículos y la recaudación es mínima…”

Además en la gasolinera según constató la Guardia Civil había más dinero que NO se habían llevado.
 Pero es que los casos de atracos a gasolineras con resultado de muerte de algún empleado, se debían principalmente a que estos se resistían a ser atracados, forcejeos, etc. En resumidas cuentas, atracos que no salen como los delincuentes tenían previsto. Pero desde luego lo no que era nada “normal” era que una empleada fuera secuestrada.
Todo esto hizo que finalmente la hipótesis del atraco a la gasolinera se cayera por su propio peso.

La segunda hipótesis:

Las primeras horas de la mañana, de un día de semana y lejos de un centro de ocio, tampoco parecía ser ni el horario ni el lugar propicio para llevar a cabo un ataque o agresión sexual.
Sin embargo en la provincia de Tarragona ya existían antecedentes de “extraños” sucesos con algún parecido razonable:

Este dato venía a ser coincidente también con el caso de la joven de Tarragona Genma B. salvajemente asesinada y degollada en el negocio familiar, un caso sin resolver, que vimos en el anterior post. Las horas en que son ambas jóvenes asesinadas guardan ciertas similitudes:

Si la joven Genma B. fue atacada, agredida sexualmente, torturada –un crimen descrito por la prensa como: ritual o ceremonial- y asesinada a primera hora de la mañana de un martes en el tramo entre las 9’45 y las 10’30 de la mañana del martes 4 de agosto de 1987 en el sótano de una ferretería dónde estaba trabajando en la ciudad de Tarragona, en el caso que nos ocupa -la joven Ana María de la gasolinera- es atacada o secuestrada en su centro de trabajo –gasolinera- y fallece según la autopsia  a las 9’45 horas de la mañana de un miércoles 14 de febrero de 1.996.

Sumamente “extraño”:
Dos escenarios llamativos por “anómalos” y dos horarios sumamente parecidos en los que ambas víctimas son atacadas y asesinadas. Asesinatos que nunca serán resueltos. 


Pero es que además en el caso de Ana María había una serie de detalles “inquietantes” vistos también en otros casos criminales ocurridos en Tarragona –abordados en el anterior post del blog-:

“…tenía parte del cráneo aplastado, hematomas en el cuello y otros signos que indican que pudo haber sido estrangulada…”

La joven probablemente fue trasladada en un vehículo y depositada en ese lugar inhóspito, y su cadáver “porteado” por más de un hombre. Depositado en una zona que “anteriormente” ya había sido rastreada.

El hecho de que los zapatos de la víctima estuvieran limpios hace sospechar que su cadáver fue llevado a peso hasta el lugar donde fue abandonado, y la policía no descarta que en el crimen participara más de una persona.

Por si fuera poca intriga, la autopsia no pudo determinar si la joven había sufrido alguna agresión sexual. Algo que también hemos visto en más de un caso al revisar esta provincia, dónde hicimos alusión a esa sexualidad anómala/parafílica presente en algunos crímenes.




Por la mañana se había practicado la autopsia del cadáver de Ana María en dependencias del cementerio de El Vendrell, donde la forense confirmó que la chica falleció estrangulada. Al ser preguntada por si el móvil del crimen había podido ser sexual, se limitó a contestar: No es seguro. La terrible forma en que la muchacha perdió la vida ha sembrado el miedo en la comarca.







Existía además una furgoneta sospechosa: Una Nissan Vanette de color blanco.









(En el caso Alcásser este tipo de furgoneta también estuvo en el punto de mira en varias ocasiones. El dos de diciembre de 1992, el testigo Luis P. A. declaró ante la Guardia Civil que el 15 de noviembre –dos días después de la desaparición- había visto a las niñas de Alcásser, en compañía de dos individuos, en una gasolinera de Mislata-Valencia.

PREGUNTADO para que diga sobre las descripciones de las niñas, así como dónde se encontraban, dice observé a las 3 niñas en el asiento posterior al conductor, a través del cristal, viendo a la que cree se trata de Desirée recostada sobre la barandilla existente entre los asientos, delanteros y posteriores, está sentada tras el asiento del conductor a su lado la que cree se trataba de Miriam y en la parte derecha de la furgoneta otra niña a la que no vi la cara, vistiendo la supuesta Desirée una camiseta blanca de cuello redondo, teniendo el pelo media melena rubia, la llamada Miriam el pelo ondulado y vistiendo algo oscuro y encontrándose por detrás, digo al costado de Desirée.






PREGUNTADO para que diga las características del vehículo, dice al parecer una furgoneta marca Nissan, modelo Vanette, o vehículo similar, de color blanco, en buen estado con cristalera en parte conductor y otra trasera posterior. Matrícula posiblemente de V- desconociendo numeración, y primera letra de serie C, desconociendo la siguiente, y un rótulo en la puerta del conductor, que al final ponía Benifayó, desconociendo igualmente resto del rótulo.








El caso de Ana María era uno más de una larga lista de crímenes. Los oscuros años “noventa” del litoral mediterráneo.

La muerte de Ana María era la sexta de una lista de crímenes violentos en la provincia de Tarragona durante el año 1996. En el año 1995 se habían contabilizado siete. El pasado mes de junio, dos chicas de L’Arboc –mismo lugar dónde se ubicaba la gasolinera dónde trabajaba Ana María-  fueron raptadas. Una logró huir pero la otra fue sometida durante cinco horas a vejaciones y malos tratos. –no he podido conseguir información sobre este último caso-.

Si las incógnitas del crimen quedaron sin despejar. Los autores sin detener. Y los cuerpos de ambas jóvenes aparecen tan cerca uno de otro en el lugar del Marmellar, en un periodo de tan sólo tres años entre ambos crímenes. Cabría preguntarse:

 ¿Cual fue el verdadero móvil del crimen de Ana María, la joven de la gasolinera? y ¿porqué su cuerpo fue depositado en ese lugar tan cercano a la ubicación dónde fue hallada la joven mutilada y quemada en un más que posible crimen “ritual” en el  pueblo abandonado del Marmellar? Un paraje natural lleno de incontables bosques y parajes solitarios, pero sin embargo escogieron “ese punto concreto”.

¿Fueron trasladados los cuerpos de las dos jóvenes hasta esos lugares, depositados y asesinadas en otro lugar distinto?

Si hubo más de un partícipe ¿Cuántas personas en total participaron en estos hechos?

¿Qué connotaciones “desconocidas” pueden tener estos casos?

Me remito al tercer y cuarto párrafo de este post. Mi humilde opinión es que el trasfondo de una gran parte de estos asuntos criminales tiene algo que ver con lo que anteriormente denominé “criminalidad esotérica” . Poco conocida, nada investigada.

Ambos casos –como otros tantos-  quedaron sin resolver.

Ese es precisamente el “denominador común” de muchos crímenes abordados: la impunidad.

Posiblemente muchos de los razonamientos lógicos y racionales que se plantea cualquier investigador de homicidios, o las propias investigaciones “prototipo” o “estándar” que sirven para esclarecer otros casos criminales más comunes o terrenales, no hayan servido para destapar este tipo de criminalidad “extraña” y anómala.

Quizás las “motivaciones” presentes en este tipo de crímenes se nos escapan a la gran mayoría de los mortales. Puede que ni tan siquiera las respuestas al “porqué”, estén al alcance de los “no iniciados” en este tipo de actividades o creencias ocultistas. Grupos crípticos, pequeños, probablemente con gran movilidad geográfica.



Después de más de tres años de análisis de noticias, de revisar cientos de casos, de visualizar miles de páginas de hemeroteca para documentar las entradas del blog, sigo sin tener claro el fenómeno ante el que nos encontramos.


Pero si algo he venido “observando” durante esta travesía, es esa extraña “sensación” o “corazonada”  que uno percibe al poco de empezar a indagar y meter las narices en estos casos “olvidados”. “Algo” no concreto, pero extremadamente “oscuro” parece sobrevolar los crímenes. Como si los impregnara y los hiciese completamente “distintos” a todos los demás.

Unos hechos criminales que pudieran guardar algún tipo de relación con algún-os fervientes seguidores de esas corrientes ocultistas. Fanáticos. Radicales seguidores de credos extraños,  imbuidos de la razón por su fanatismo y capaces de llegar a realizar cualquier acto, por cruel e inmoral que este sea o nos pueda parecer al resto de los mortales. Los profanos en la materia, los “no iniciados”.


Muchas veces reflexiono sobre quién o qué está detrás de todo esto, y no encuentro otra explicación posible que no sea la de la más recalcitrante “oscuridad”. Ese halo “maligno” parece empujar la mano, en muchos de esos crímenes monstruosos con víctimas tan sumamente inocentes. Mayoritariamente adolescentes, o mujeres jóvenes “sacrificadas” en la plenitud de la vida.


Algunos indicios apuntan en esa dirección. Pero no existen pruebas. Una hipótesis más. Una entre tantas.  

Si existe alguna teoría con cierta validez,  es aquella que nos habla de autores “no identificados”, en crímenes semejantes con “patrones” comunes o de alguna manera “conectados”. Si estos sucesos formaran parte de ese elenco de crímenes "comunes" no me cabe la menor duda, de que estos hubieran sido esclarecidos. Tiene que existir algo “más” desconocido, que ha consolidado esa inquietante  “impunidad” durante décadas.

Cómo veremos esa percepción “oscura” está también muy presente en otras misteriosas desapariciones de jóvenes ocurridas en el arco mediterráneo.


Desapariciones sin explicación (Tarragona-Valencia-Tarragona):


Existen otros pueblos abandonados, malditos y misteriosos, dónde también se suceden extraños sucesos en la provincia de Tarragona. La Mussara es un buen ejemplo.

“…Este pequeño pueblo abandonado, con fama de maldito, es el epicentro de macabros rituales satánicos y lugar de visita obligada para los amantes del misterio. Durante las últimas décadas, en sus inmediaciones han desaparecido varias personas en extrañas circunstancias y muchas más han sido testigos de anomalías espacio-temporales, apariciones fantasmales y otra clase de fenómenos paranormales…”
(Revista “año cero”)


Situada a 890 metros de altitud, en la comarca del Baix Camp (Tarragona), la población constaba de veintidós edificios, ocho de ellos junto a la iglesia gótica dedicada a san Salvador. 







La desaparición de Enrique, buscador de setas, y buen conocedor de la zona, en la ubicación conocida como "las antenas" de los montes de La Mussara, no es atípica. Lo realmente extraño es lo sucedido días después en esos mismos parajes:

Después de semanas de batidas y rastreos en balde, las autoridades decidieron levantar el dispositivo de búsqueda por falta de avances. Los amigos que acompañaban a Enrique Martínez el infausto día de su desaparición decidieron entonces prolongar por su cuenta los trabajos para intentar encontrarle.  Entonces –según han explicados ellos mismos, incluso ante el juez- sucedió algo estremecedor, difícil de comprender al ser más propio de lo sobrenatural que de un caso policial de desaparición de un ciudadano.






En enero de 1992, tres meses después de los hechos, Jorge R. B. uno de los amigos de Enrique Martínez, acudió a los juzgados de Tarragona visiblemente alterado y pidió hablar con el juez que llevaba el caso de la desaparición de su amigo, el titular del juzgado número 4. La declaración de Jorge  dejó descolocados completamente a los responsables de las pesquisas, hasta el punto de que decidieron no tener en cuenta su insólita historia:






Uno de los amigos de Enrique explicó que la tarde anterior había acudido a las inmediaciones de La Mussara con los otros dos jóvenes amigos de  Enrique  para seguir buscando al desaparecido. Tras una buena caminata, exhaustos y hambrientos, se dirigieron a las ruinas del pueblo a descansar un rato antes de regresar a casa. Pasaban unos minutos de la medianoche cuando escucharon ruido de cascos de caballos provenientes de la zona de la iglesia de San Salvador. Al asomarse a la puerta del templo abandonado, los tres jóvenes contemplaron, horrorizados, a unas figuras semitransparentes ataviadas con una especie de hábitos de monje de color oscuro o negro, con la capucha puesta. Según este testimonio, serían en total unas siete figuras las que deambulaban dentro de la iglesia, intentaron hablar con ellas pero fueron ignorados y, al cabo de unos cuatro minutos, desaparecieron súbitamente.




De tarragona a Valencia. El viaje sin vuelta de Roberto.  

Sin duda uno de los casos más extraños casos de desaparición sin rastro de personas jóvenes en los “noventa” –además de poco conocido- es el del joven Roberto Plou que contaba por aquel entonces tan sólo 19 años. Natural de la localidad de Mora de Ebro-Tarragona, su rastro se pierde en la noche del día 28 de agosto de 1998. El joven sale del domicilio y coge su coche. Desde esa noche, sus pasos se pierden en un misterioso “viaje” que nos traslada de nuevo a tierras Valencianas.  

Roberto era un chico afable, sin problemas, trabajaba en el negocio familiar. Aficionado a la música y las motos.

Lo más inquietante de esta desaparición es que su vehículo aparece abandonado diez días después al lado de una ermita en la localidad Valenciana de Font de la Higuera. 





Una comarca con mucha historia y con raices “templarias”.

El municipio de Font de la Higuera de sitúa en la cabecera del valle de Montesa, (sede de la “histórica” orden militar “templaria” del mismo nombre), al sudoeste de la provincia de Valencia, cerca del limite de provincia con Alicante.

Los Templarios siempre han estado  intrínsecamente  unidos al esoterismo como es descrito en el siguiente artículo del diario “El Mundo”.





De hecho la famosa “cruz de Caravaca”, tiene una curiosa historia relacionada, la de la cruz patriarcal "Templaria":

La Cruz en cuestión es del tipo conocido como Cruz Patriarcal. Su leyenda dice que en el año 326 un ermitaño acompañó a Santa Elena “La Santa Emperatriz”, ( que era madre del Emperador Constantino) al lugar donde había tenido lugar la crucifixión de Jesucristo en el Gólgota.
Allí la Santa Emperatriz; localizó 5 trozos de madera pertenecientes al madero sagrado; basando esta afirmación en el hecho de que estos habían curado a una enferma que se tumbó sobre ellos   
Santa Elena regaló esa cruz al Patriarca de Jerusalén, que la mandó colocar en una Capilla de la Iglesia del Santo Sepulcro.
Cuatro años después esa Cruz apareció en Caravaca ( cuando esta población pertenecía a la Orden de los Caballeros Templarios) santificando la ciudad y dándole intrínsicamente categoría de “Centro del Mundo.”






De hay que la primera Cruz que portaron los caballeros Templarios fue “la Patriarcal” aunque luego llevaron otras como la de las 8 Beatitudes, la Tau o la Patada.




            

¿Qué mas datos se conocen de la extraña desaparición de Roberto?


Muy pocos datos e informaciones han trascendido a los medios, en torno a la desaparición del muchacho. Un caso “olvidado”.

Se sabe que el joven pudo realizar el viaje desde el pueblo de Tarragona  hasta la citada localidad de Valencia la misma noche de su desaparición. El extracto de su tarjeta de crédito pudo verificar que esa misma noche repostó combustible en una gasolinera de Castellón. También se tiene constancia que el vehículo tuvo que llegar durante esa madrugada a la citada ermita de Font de la Higuera. Una pareja de jóvenes que fueron en su coche hasta el santuario dijeron haber visto el vehículo, además su matrícula de Tarragona, fue algo que les llamó poderosamente la atención.






El vehículo un Ford orion rojo estaba “intacto” y cerrado con llave. Una batida por toda la zona no halló indicio alguno del joven.

Otras fuentes también señalan que:

'No se pudo tomar las huellas dactilares porque, por falta de experiencia, la Guardia Civil nos permitió abrir el coche sin coger antes las pruebas', comenta Isabel, la madre del desaparecido.

El caso de Roberto Plau se archivó en el juzgado sólo tres años después de su desaparición al no encontrar indicios de “violencia” durante su instrucción.

Realmente es llamativo que se diera carpetazo tan pronto a un caso tan singular. Un joven “desaparece” en la tesitura descrita, y la investigación es archivada. Una investigación que fue descrita como “defectuosa” por “contaminación del escenario” en este caso del vehículo en el que supuestamente se trasladó el joven –sólo o acompañado, nunca lo sabremos-. Este es el “limbo” jurídico en el que parecen quedar una gran parte de los desaparecidos “poco o nada mediáticos” en nuestro país.


Los padres del chico, quedaron sumidos en una completa incertidumbre. Avistamientos de Roberto fueron descritos en varios puntos del país, y por supuesto en Valencia.



Descripción física del desaparecido:
Mide 1.70 y tiene el pelo moreno y los ojos castaños. Usa gafas. Tiene una cicatriz en los nudillos de la mano derecha y un tatuaje de un dragón en la paletilla derecha.







Algo llamativo es el tatuaje que el joven tenía tatuado en aquella época –finales de los noventa- dónde para nada estaba tan extendida la moda del tatoo, como en los tiempos actuales. Un dragón tatuado.


Los tatuajes de dragones orientales son precursores de la fortuna y la fertilidad, apareciendo como un buen augurio mientras que por el contrario, en occidente aparecen como bestias salvajes, peligrosas e indomables, los dragones occidentales suelen ser criaturas malignas que destruyen pueblos y sólo causan el terror.
 En esta concepción figuran como la encarnación de oscuros espíritus del mal, destructores de la vida, la familia y los hogares.



El lugar de la desaparición, Font de la Higuera-Valencia, cuenta también con algún macabro asunto criminal en su historia reciente –aparición de un joven descuartizado dentro de una maleta, hecho por el cual fueron detenidos varios ciudadanos rumanos-.




Situación geográfica:

Font de la Higuera se sitúa -para orientarnos- entre varios puntos de interés.
 A un lado uno de los pueblos con más videntes por metro cuadrado –Almansa- dónde una niña pequeña fue víctima de uno de los más horripilantes crímenes esotéricos ocurridos en este país. Por otro lado Onteniente –dónde se sucedieron crímenes tan extraños como el del barbero que degolló a su mujer el día de navidad para luego quitarse la vida, el autor de los hechos había quedado desequilibrado tras su paso por una secta “espiritista” asentada en la zona, profería frecuentes alusiones a la biblia y maldecía a todo aquel con el que se encontraba”. En el extremo superior de Font de la higuera también se encuentra Sumarcácer y Tous dos lugares también “marcados” por crímenes horribles, de los que hemos hablado largo y tendido en este blog.
Sin duda un lugar “preocupante” para desaparecer. Por si fuera poco, según todos los expertos en la materia,  la mayor concatenación de sectas peligrosas se encuentran asentadas en este zona: el sur de Valencia, o lo que viene a ser lo mismo: el limítrofe norte de Alicante




El norte de la provincia de Alicante concentra el mayor número de sectas de la Comunidad

 (“Diario Información”)

Un experto dice que donde más sectas satánicas se concentran en España es en el norte de la provincia de Alicante

En el caso de España afirmó que "la mayor concentración de sectas satánicas se encuentra en la Comunidad Valenciana, sobre todo, en el núcleo de Valencia y en el norte de Alicante"



Lo que llama la atención del caso de Roberto, es que el joven se hubiera desplazado hasta ese punto de Valencia, no dudando en conducir toda la noche, para llegar hasta su misterioso destino final: una ermita perdida en una montaña valenciana. ¿Fue un lugar escogido al “azar” o existía alguna poderosa razón que lo hizo desplazarse hasta ese solitario paraje?. ¿Encierra algún “significado oculto” la elección de esa ermita? Un caso extrañísimo sin duda. Demasiadas preguntas sin respuestas.


Ojalá tengamos noticias algún día de Roberto y las autoridades se pongan las pilas para seguir buscando el paradero de este joven, o para esclarecer qué paso la noche de su desaparición en aquel inhóspito lugar de la montaña valenciana.


De un joven desaparecido en los noventa, a una joven de Tarragona desaparecida más recientemente. Aurora Mancebo. Su caso nos sirve para ilustrar los peligros de codearse con este mundo “oscuro”, y las más que posibles conexiones que podrían conectar algunas “desapariciones inquietantes” con determinados grupos pseudoreligiosos, esotéricos u ocultistas.

Pero antes haremos un inciso para recordar otro caso, por cierto,  con muchas similitudes. El de la joven María D.Y. de 22 años de edad, natural de Agost-Alicante hallada muerta en la montaña alicantina en extrañísimas circunstancias el año 2007. En unas fechas además “especialmente señaladas”.







ALICANTE.- El hallazgo de una biblia subrayada en la habitación de la joven cuyo cadáver apareció desnudo el lunes en la sierra del Maigmó podría dar un giro a la investigación. Entre las frases destacadas aparecía una especialmente significativa: "La salvación está en la montaña". Desapareció el día de navidad. Se ha  calificado de "increíble" que la joven pudiera ascender hasta ese lugar sin ropa a estas alturas del año. La Guardia Civil investiga la posible conexión de la muerte con grupos religiosos fanáticos.Las mismas fuentes señalaron que compañeros universitarios la notaban desde hacía unos meses «esotérica y espiritual», ya que recitaba pasajes bíblicos, aunque su comportamiento era extrovertido y normal

Un extraño hallazgo se producirá años después en la ciudad de Alicante. Algo que nos recuerda demasiado a la “serie” de macabros hallazgos ocurridos en Valencia, tras la muerte en misteriosas circunstancias de los jóvenes hallados en la caseta y las inmediaciones de los montes de Macastre-Valencia en enero de 1.989.





La Policía Nacional indaga a quién pertenece un dedo de una mano de mujer hallado hace diez días en una calle del alicantino barrio de Carolinas Bajas, sin que hasta el momento haya resultados.
Según fuentes de la investigación, el dedo fue encontrado por un vecino el pasado día 21 en la calle Alcalde Suárez Llanos y se sabe que pertenece a una mujer porque tiene las uñas largas y cuidadas. Ante la ausencia de testigos, los agentes investigan las circunstancias de este sorprendente hallazgo y tratan de esclarecer la identidad de la mujer, y si ésta ha fallecido o está viva.

(fuente: “El periódico Mediterráneo” 5 de noviembre de 2016)

Muy curiosamente,  indagando sobre la calle dónde se produce el macabro hallazgo, me encontré con un detalle llamativo. La calle Alcalde Suárez Ramos, tiene un ramal contiguo que posee un nombre muy característico: calle “Agost”. Curiosamente el mismo pueblo de dónde era la joven hallada muerta en extrañas circunstancias en la cumbre de la montaña alicantina, pocos años atrás. Extrañas “casualidades” sin duda.







Un caso muy similar, como decíamos, al de Aurora Mancebo la joven de 22 años que a día de hoy continúa desaparecida, en Tarragona. Un asunto que ya abordamos en el blog en alguna ocasión, pero que entronca de lleno, con toda esta temática “oculta”.


“La última noche de Aurora Mancebo"
La ropa de la joven tarraconense fue hallada en un bosque junto a una bíblia dos semanas después de desaparecer


El artículo del diario “La Vanguardia” nos ilustra sobre los últimos días de la joven tarraconense, desaparecida el 27 de febrero de 2004
Los investigadores policiales bucearon en la biografía de esta joven de 25 años para encontrar respuestas. Descubrieron a una chica con una intensa vida interior que derivó hacia cuestiones esotéricas y espirituales semanas antes de su desaparición.



De hecho el padre de la joven creía en los primeros días tras la desaparición que esta había sido captada por una secta.

“…El padre de Aurora Mancebo, desaparecida desde hace 16 días en Tarragona, ha expresado su convencimiento de que su hija esta en manos de una secta, retenida en algún lugar en contra de su voluntad…”

La investigación da un giro importante, en el momento que se realiza un sorprendente hallazgo.

“…Un hombre estaba paseando por una zona boscosa de Tarragona cuando descubrió una ropas. Eran las que llevaba Aurora el día que desapareció. Junto a las prendas se encuentra una biblia. El hallazgo resulta doblemente inquietante porque el lugar donde fue encontrada la ropa había sido zona de paso habitual para policías y voluntarios participantes en los rastreos que se organizaron. Alguien había esperado para dejar allí aquellas pertenencias deliberadamente, como para dar una pista falsa o burlarse de los esfuerzos de familiares, vecinos y policías. Quizá era un desafío del presunto asesino. La ropa estaba esparcida, no seguía una secuencia lógica….”

Como si alguien hubiera colocado allí las prendas a posteriori. ¿Jugando con la policía?

“…están los botines, el abrigo y la ropa interior. Las prendas, sin signos de violencia, habían sido lavadas y estaban perfectamente dobladas en el suelo en un lugar que había sido rastreado intensamente en las horas siguientes a la desaparición, por lo que se supone que el presunto asesino las dejó allí con posterioridad. Además de limpias, estaban completamente secas a pesar de las intensas lluvias caídas en la zona los días anteriores. Junto a las ropas aparece un pañuelo en cuyo interior están los pendientes de la mujer y una Biblia que Aurora siempre llevaba consigo. El ejemplar tenía algunas páginas rotas y otras, arañadas..”.

La Policía somete las prendas a un análisis científico en profundidad, descubriendo restos de sangre en el abrigo y en el interior de los botines. Los investigadores descubren también lo que parecen ser huellas en varias direcciones de los pies descalzos de Aurora Mancebo en el mismo sitio, pero ni rastro del cuerpo…”

 En septiembre, creyeron tener indicios suficientes como para asegurar que el cadáver se encontraba enterrado en un paraje rústico. Con ayuda de agentes forestales se rastreó el área, pero de nuevo, nada.








«Probablemente la convencieron para hacer algún tipo de exorcismo que la liberaría de su difícil vida anterior. Por eso estaba tan contenta. Pero la usaron para sus locuras y ritos satánicos. Los ‘ángeles’ eran diablos». «Nosotros necesitamos saber dónde está el cadáver de nuestra hija, poder enterrarla, conseguir que descanse», añade la madre.

Se llegó a detener a un chico con el que había entablado algún tipo de relación justo antes de desaparecer. De hecho confesó a un amigo, que la joven murió mientras mantenía relaciones sexuales con él, y luego por miedo la enterró en un paraje de El Morell.








El presunto asesino, Edgar M, era un joven con gustos sádicos, además de ser «un descerebrado que quería hacer un sacrificio satánico». Asegura que en Aurora «vio la víctima perfecta ya que había tenido un desengaño amoroso y estaba en un momento de debilidad. Quería saber lo que se sentía matando a una persona». El padre de Aurora considera que según las pruebas fue torturada hasta morir y luego escondieron el cadáver en el bosque. «Ya no seguimos buscándola porque no sabemos ni donde podría estar, ni en que circunstancias, ni si trasladaron el cuerpo».

El joven detenido quedó en libertad tras haber estado en prisión preventiva durante dos meses y medio.

En junio de 2006 apareció un testigo sorpresa, un joven que chateaba habitualmente con Edgar por internet y que dijo haberse enterado del caso por las fotografías publicadas en prensa. Este testigo aseguró a la Policía que el principal sospechoso del caso «tenía un especial interés por la magia negra, hablaba del diablo, de puertas oscuras, de una estrella de cinco puntas de sacrificios», según se recoge en las diligencias. También afirmó que le gustaban la violencia y el sadomasoquismo.





Mientras no se localice el cadáver, y sólo el asesino sabe dónde encontrarlo, los avances parecen imposibles. Esa ausencia hace que la posibilidad de aclarar el asunto se desdibuje día a día, del mismo modo que queda pendiente el dolor de una familia. Aurora no está.


A día de hoy la policía continúa buscando a Aurora, recientemente en junio de este mismo año, hay noticias de que fueron inspeccionados dos pozos en el término del Morell-Tarragona. Los dos pozos estaban relacionados con el sospechoso que a día de hoy continúa en libertad por falta de pruebas. No se encontró nada.






Un cóctel conformado por unos ingredientes nefastos. Coquetear con el mal, es demasiado "peligroso". 
El denominador “común” que parece estar presente de una manera u otra,  en muchos de los casos “olvidados” que abordamos:

Esoterismo / ocultismo + sadismo + sadomasoquismo =  ¿?


Quizás la resolución de esta "ecuación compleja" sea la llave para desvelar algunas de las misteriosas incógnitas que se esconden detrás de tantos crímenes y desapariciones "inquietantes" ocurridas durante los "oscuros" años ochenta y noventa.





















martes, 21 de noviembre de 2017

La huella del diablo (IV): Los crímenes de la noche de San Juan y Carnaval.








Volvemos con un nuevo relato englobado en la serie denominada “La huella del diablo” que habíamos interrumpido para conmemorar el 25 aniversario del triple crimen de las niñas de Alcásser.

En esta ocasión nos trasladaremos a la vecina provincia de Tarragona, lindante con Castellón –C.Valenciana-. Una provincia dónde como podrán comprobar se han sucedido una serie extensa de extraños asuntos criminales y desapariciones inquietantes. Es como si la “acción criminal” dibujase, durante los años ochenta y noventa, un extraño vaivén  de casos entre ambos lugares: el sur de Cataluña y la Comunidad Valenciana. También abordaremos –por su interés y similitudes- otros casos situados más al norte en la propia Cataluña.

Muchos de estos macabros casos criminales como comprobaremos también continúan “pendientes de resolución”.

  







El crimen de la noche de Carnaval. El viejo castillo de Ulldecona.

Ulldecona es un pueblo sito en el límite de las provincias de Tarragona y Castellón, de hecho le separan unos escasos 20 kilómetros de la vecina localidad de Vinaroz.




En la cima de la montaña se conservan las ruinas de un antiguo castillo.


La noche de carnaval de 1982 – como pudimos comprobar los asesinatos de las cuatro niñas del denominado  “Alcásser Francés” también sucederán durante esta misma fiesta o celebración: baile de carnaval -  la joven de 19 años María del Carmen C.V. fue vista bailando en la discoteca “Scorpios” de Ulldecona, hasta altas horas de la madrugada. Los padres de la joven alarmados por la tardanza de esta en llegar a casa, acudieron a casa de las amigas de la joven, para preguntarles por ella. Las amigas desconocían dónde se encontraba, por lo que dieron aviso a la Guardia Civil. Al parecer la joven había estado en un baile de disfraces, y había regresado a su domicilio para cambiarse de ropa, y continuar la noche de fiesta en una discoteca cercana, dónde fue vista bailando.



    Castillo Ulldecona al anochecer.


A primera hora de la mañana un vecino de la localidad, que se encontraba paseando con su hija por las inmediaciones del viejo castillo, se encontró casualmente con el cuerpo de la joven al que no reconoció por el estado en que se encontraba:
Semidesnuda de medio cuerpo para arriba y con la cabeza destrozada. El móvil del crimen apuntado era de tipo “sexual”, si bien la agresión podría no haber llegado a consumarse. El agresor-es forcejaron con la joven y le destrozaron el cráneo con una piedra.


En este caso se producirán una serie de extraños sucesos:

Los hallazgos de la cueva:
Unos jóvenes –y no la policía judicial- serán los que realicen un hallazgo importante en las inmediaciones del castillo.







Pero no serán los únicos hallazgos “extraños” o anómalos recabados en el lugar de los hechos:






Un rama de un árbol en el camino del castillo de Ulldecona presentaba residuos de pintura roja. También fue hallada una huella de una “zapatilla deportiva” en el suelo. Al lado del cuerpo de la joven fueron halladas también dos monedas de 25 pesetas, y un botón “dorado”.

El botón podría pertenecer al mono hallado en la cueva, según el padre de la víctima. Los investigadores desconocían su origen.



    Vista aérea Castillo Ulldecona. Fotografía antigua.




El sospechoso del crimen:

A pesar de haber sido investigado en un primer momento, no había “pruebas” en su contra. Tuvieron que pasar dieciséis largos años, para que la Guardia Civil pudiera imputarlo. Se trataba de Ramón P. B. un vecino de la localidad. La investigación siempre había sospechado que el asesino/s tenían que ser conocidos de la joven, y que por eso la habían matado –para evitar que fueran delatados-.  Fue el propio entorno de Ramón el que lo delató. Un misterioso y escueto “anónimo” procedente de un familiar del sospechoso, puso sobre la pista de nuevo a los investigadores de la Guardia Civil. En ese anónimo se acusaba directamente a Ramón de haber dado muerte a la joven la noche del baile de carnaval.
Se procedió a intervenir los teléfonos y a tomar declaración al círculo familiar del sospechoso. La declaración de una hermana de Ramón, se antojó clave. Investigada como encubridora, declaró que el día de “autos” su hermano llegó a casa con los pantalones manchados de sangre. Su hermano les confesó que “había encontrado un cadáver junto al viejo castillo y que él sólo lo había movido”. El pacto de silencio duró 16 largos años.
Las investigaciones de un investigador privado contratado por la familia –ante la calamitosa instrucción del caso- también apuntaban en la misma dirección. Ramón tenía otras tres denuncias por acoso/agresión  sexual presentadas por tres mujeres de Ulldecona.

Por cierto el Dr. Frontela, el mismo que actuó en el Caso Alcásser realizando las segundas autopsias, procedió a exhumar el cuerpo y realizar una segunda autopsia al cuerpo de la joven.






Según se describe durante la investigación del crimen se cometieron “errores inexplicables”:
La prensa se hace eco de que se “extraviaron” las pocas pruebas existentes. En concreto “se esfumaron” los cabellos encontrados en las uñas así como en el pubis de la joven. Pero otros medios apuntan a que también el supuesto objeto empleado para dar muerte a la joven también “desapareció”: una piedra.







Con esa piedra según la autopsia la víctima habría recibido hasta 14 golpes que le habrían provocado 31 fracturas. Golpes perpetrados con la misma piedra, por lo que debía corresponderse al mismo y único agresor. El intento de violación se consideraba probado por las lesiones que presentaba la víctima en muslos y vagina. Pero no quedaba acreditado que se consumara. La sentencia tampoco lo descartaba.


Ramón, el único sospechoso descargó la culpa en otras personas distintas. Dos de ellas ya fallecidas. Otros dos fueron interrogados, y presentaron sendas “coartadas” de familiares que aseguraron estar con ellos durante la noche de autos. El acusado fue descrito por estos como alguien con un carácter “raro” y violento.

  
Sin embargo había algunas cosas que no “cuadraban” en la investigación.

La madre del condenado, se había desplazado hasta Benicarló para deshacerse de un par de botas camperas que su hijo presuntamente llevaba la noche de “autos”. Este dato es importante, porque el calzado “no coincide” con la huella encontrada en el lugar de los hechos –de unas zapatillas deportivas-.




                          Fotografías NO pertenecientes al caso, ilustrativas/moldeado forense 
                                de una pisada de una zapatilla "deportiva"

                                          



                                               Suela "lisa" -sin dibujos- discontínua y estrecha de una bota 
                                   campera "estándar"





Otros testimonios por el contrario apuntalaban la tesis del encubrimiento: según una sobrina de Ramón –presuntamente abusada por este hasta en dos ocasiones- declaró que su madre había quemado en casa de su tía,  la ropa que Ramón llevaba la noche de los hechos.

-La pintura roja encontrada en la rama, se cita que “podría” pertenecer al vehículo del acusado. Un Renault 5 rojo.

-Las “monedas” encontradas junto al cuerpo de la joven y el botón no pudieron ser asociados a “nadie” en concreto.
El tema de las "monedas" también lo pudimos observar al revisar el caso del macabro crimen de la mujer de uno de los empresarios de la trama de la “colza” -que desarrollamos recientemente en el blog- ocurrido en enero de 1984 (dos años después y en la misma provincia). En el cadáver de la mujer del empresario hallado en Reus-Tarragona, fueron encontradas unas misteriosas monedas en el cuerpo de la víctima. Algo que para los investigadores le confería un carácter “ritual” al crimen, o un posible significado esotérico. Nada quedó debidamente aclarado –ni el móvil del asesinato, ni la presencia de esas extrañas monedas-, todo ello a pesar de haber sido detenida y condenada una persona por estos hechos. Durante el juicio el acusado guardó  un hermético silencio para no implicar a "otras" personas que supuestamente podían haber participado en el crimen.



Ramón, el encausado por el crimen de la joven de Ulldecona, se declaró en todo momento “inocente” –sólo se había limitado a mover el cuerpo-,  y su abogado exponía en su alegato de defensa:  la completa ausencia de “pruebas de cargo” contra el acusado. Además cabe recordar que muchas de esas pruebas “habían desaparecido” o habían sido  inexplicablemente destruidas.


“El fiscal no tiene pruebas concluyentes para acusarlo y pediremos la libre absolución”, indicó ayer Tomás G, abogado de Ramón B. Según la versión de Ramón B, el crimen lo cometieron cuatro amigos suyos —dos de ellos ya fallecidos— y él simplemente se manchó de sangre al intentar mover a la joven. “La policía ha sospechado de mi cliente desde 1982 y, en cambio, él nunca ha intentado huir, y mantuvo una vida normal en La Senia hasta el año pasado, cuando fue detenido. De ser culpable, seguramente hubiera actuado de otra manera”





  

Pero las versiones no acaban aquí. Algunas de las hermanas del acusado declararon ante el juez instructor que el acusado les había dicho que él había subido el cuerpo de la joven al castillo o que la sangre era de una cabra que habían atropellado. Las cuatro hermanas que ayer fueron interrogadas –dos de ellas fueron detenidas tras los hechos y puestas en libertad– prefirieron no pronunciarse sobre qué paso con la ropa manchada de su hermano, y se acogieron a su derecho de no declarar cuando la acusación preguntó si habían sospechado alguna vez de él como autor del crimen. Una de ellas contestó que “es incapaz de matar ni a un pájaro”

  
Finalmente Ramón B. fue declarado culpable por el asesinato de la joven, y condenado a 30 años de prisión.





El crimen de la “noche de San Juan”. Solsticio de Verano. Una fecha mágica.

La “Fiesta de San Juan”, también llamada víspera de San Juan o noche de San Juan es una festividad de origen pagano (Litha) celebrada, la víspera del día de San Juan Bautista, en la que se suelen encender hogueras o fuegos. El origen de esta costumbre se asocia con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días iba haciéndose más "débil" ―los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno. Simbólicamente, el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban. Son innumerables los rituales propios de la Noche de San Juan, que se conmemora la víspera del 24 de Junio, pero todos giran en torno a la glorificación del fuego. De hecho, este es el festival del fuego por excelencia. En lo esotérico: los rituales iniciáticos que tienen lugar en numerosos lugares de la tierra desde el 21 al 24 de junio, tienen como propósito recrear la magia, cruzar la “Puerta”. Una fecha “mágica”.







Precisamente es durante la verbena de la noche de San Juan de 1983,  cuándo la joven de 20 años de edad Isabel O.P. desapareció sin dejar rastro. Sus padres inquietos por la tardanza, comunicaron el hecho a la Guardia Civil que inició las labores de búsqueda. Al parecer la joven podría haber realizado autostop para trasladarse desde la localidad de Vic hasta Sant Joan de los Abadeses (Gerona). Días después fue hallado semioculto su cuerpo sin vida en el paraje de Oris (Barcelona) –situado a medio camino entre ambas poblaciones- con evidentes signos de haber sido violada y salvajemente asesinada. Su cuerpo sin vida fue hallado en un camino próximo a la carretera en el término municipal de Oris. Se cita que es el segundo crimen ocurrido durante la aciaga noche de San Juan de ese año–otro joven había fallecido acuchillado en Castelldefels-.





     --- supuesto itinerario descrito * ubicación del lugar de Oris   dónde fue hallado el cadáver.


Al parecer la joven fue asesinada después de ser violada en la madrugada del viernes por el conductor y ocupantes de un vehículo que la habría recogido cuando hacía autostop para trasladarse desde Barcelona a su domicilio familiar en la localidad antes citada. Así describía la prensa los primeros datos que llegaban sobre el suceso.


Otras fuentes sin embargo no confirmaban la citada violación. La joven era “virgen”. Pero su cuerpo fue encontrado desnudo, sólo vestía unas medias. Posiblemente forcejeó, y las heridas se produjeron durante su lucha por evitar la agresión sexual.

“…A pésar de que de todos los indicios se deduce que se trata de un caso de violación, ésta no llegó a consumarse, ya que el examen probó que la joven era virgen. Isabel O., que fue encontrada desnuda y sólo llevaba unas medias, presentaba hematomas y heridas por todo el cuerpo producidos por golpes de piedra. Las contusiones que le llevaron a la muerte se produjeron seguramente durante la lucha que se entabló entre los agresores y la chica, que intentó evitar que abusaran de ella sexualmente”.

Tampoco la hipótesis de que la joven hacía “autostop” estaba demasiado clara:

 Parece que la chica fue recogida por unos automovilistas, a pesar de que diversas opiniones coinciden en que la joven le daba habitualmente miedo a hacer autostop.

El crimen conmocionó a la población de dónde era originaria la joven. Tres mil personas asistieron a su funeral colapsando el monasterio románico que da nombre a la población: Sant Joan de los Abadeses.

La muchacha era estudiante de ciencias empresariales en la universidad de Barcelona, tras acabar las clases, se dirigía a su pueblo para celebrar la noche de San Juan. Algunos testigos aseguran haber visto subir a la chica en un coche con varios individuos.





El lugar dónde es hallado semioculto el cuerpo se denomina La Mambla d’Oris. Una antigua colonia textil de la comarca de Osona, al pie del río Ter. Contaba con una iglesia y cementerio actualmente cerrados.







En mayo de 1986, el juez Fernando L. ordenó la reapertura del sumario, hizo reconstruir el caso de la joven estudiante de 20 años brutalmente asesinada en un lugar indeterminado entre Vic y Sant Joan de les Abadesses. Sin duda, estas comarcas no recuerdan otro hecho que causara más impacto en la historia criminal reciente.

Su caso no consta que haya sido esclarecido.








Tarragona y Gerona, sufrirán en los años ochenta una “oleada” de extraños casos, que ponen en jaque a los investigadores y a los medios de comunicación que se harán eco de la situación anómala que vive Cataluña en esas fechas.








Otro hecho criminal convulsionó la opinión pública española: el cadáver de Montserrat A G, de 14 años, fue encontrado a las seis y media de la madrugada del domingo 12 de julio de 1987, al borde de la carretera comarcal que une Sant Hilari de Sacalm con Santa Coloma de Farners –Gerona. Poblaciones entre las que distan sólo 23 kilómetros. El cuerpo fue hallado en un paraje llamado “La Huella del Díablo”.







Alguien había golpeado la parte posterior de la cabeza de la niña con un objeto contundente. En un primer momento se creyó que la joven había sido violada sin embargo se comprobó que no había sido así. También se pudo determinar que el asesinato no se había producido en el lugar dónde fue hallado el cuerpo. La niña era una de los ocho hermanos de una familia humilde que vive en Sant Hilari. La joven se había quedado ese día con sus hermanos menores mientras sus padres trabajaban, saliendo de su hogar sobre las doce de la noche. Algo que podría indicar que la niña conocía a los autores de los hechos, lo que centraba las investigaciones en su entorno de amigos y familiares. La familia creía que era imposible que la pequeña hubiera salido a esas horas con alguien desconocido. Las investigaciones no avanzaron, un caso definido por la propia prensa como “oscuro”.






El curioso nombre del paraje dónde aparece el cadáver de la adolescente denominado “La huella del Diablo” es de por sí lo suficientemente “oscuro”.  De hecho hemos tomado el nombre para dar título a esta serie de artículos sobre casos verdaderamente “extraños” y misteriosos. 

Respecto a la toponimia del lugar, no hay demasiada información. Realizando la búsqueda en Catalán sí es posible encontrar algo sobre el lugar dónde fue hallada la adolescente:

En esta obra también se habla de “la Petja del Diable” –la huella del diablo- , [2] en las afueras de Sant Hilari Sacalm

"El relato cuenta que en San Miguel de Solterra había un diablo y San Antonio Abad que, de vez en cuando, jugaban a las cartas encima de una piedra. El santo, cada jugada hacía 31 mientras que el demonio sólo hacía 30. Hasta que el diablo, cansado de perder, lanzó una carta con tanta furia sobre la roca, al tiempo que daba un salto y su huella se quedó marcada. Desde entonces, ese lugar se llama la Huella del Demonio. " Brugera Ligero, Félix, 2004, "Etimologías populares. Unos cuantos ejemplos selvatanos ". Cuadernos de la Selva, 16. P. 151-165.
  

*Cerca de esta huella hay grabada también una cruz en la roca. ( La foto no la voy a reproducir ya que tiene copyright y necesita consentimiento expreso. Simplemente poniendo en el buscador “petja del diable” Sant Hilari Sacalm,  la pueden observar )

Nota: El crimen -según mail recibido-, al parecer fue esclarecido, procedemos a rectificar lo citado. Desconocemos más detalles. 



Es curioso la existencia de esta concatenación de casos de jóvenes fallecidas en Cataluña durante los años ochenta por golpe en la cabeza con objeto contundente, y además es muy llamativo  comprobar la existencia de un patrón común: un perturbador “comportamiento” criminal/sexual –algo que podría indicar algún tipo de extraña parafilia-. Dado que las jóvenes asesinadas aparecían semidesnudas –indicador de actividad sexual criminal-, pero no habían sido violadas, o no se podía probar la existencia de violación. Una especie de “firma” muy llamativa. Precisamente repasando el caso de la mujer del empresario de la colza, y las monedas ocurrido también en Tarragona, es llamativo que esta apareciese en ropa interior, pero no existan referencias a que la víctima fuera violada, presentando además numerosos hematomas por haber recibido golpes, y lo más llamativo nuevamente, el fallecimiento le sobrevino por “una fractura de cráneo”. Además en el crimen de la “colza” había sido empleada una sierra. Algo que también veremos en el caso siguiente.

Menos de un mes después del hallazgo de la adolescente asesinada en el paraje conocido como “La huella del diablo” de Sant Hilari Sacalm, sucederá otro macabro y extraño crimen con otra chica muy joven como víctima en la ciudad de Tarragona.

El martes 4 de agosto de 1987, la joven Genma B.S de 17 años de edad, estudiante de bachillerato en un colegio religioso de monjas fue encontrada violada y degollada en una tienda de bricolaje de propiedad de su padre, en la calle “Caputxins” de Tarragona.





El asesino/s habían utilizado una “sierra” para perpetrar el crimen. La joven intentó defenderse de sus agresores inútilmente.
Genma había acudido por la mañana a la tienda de su padre para atender las llamadas y ayudar. A la hora de comer, su madre la echó en falta, y tras llamar por teléfono al establecimiento y ver que nadie contestaba se trasladó a la tienda. Lo que se encontró al llegar era algo a todas luces incomprensible y de una inusitada crudeza: un dantesco escenario propio de un crimen sádico-sexual.

La joven yacía sobre un asiento de furgoneta depositado en el almacén de la tienda. Las piernas estaban separadas y atadas al sillón y sus manos también atadas a una baca de la furgoneta, apoyada en la pared en posición vertical. La muchacha había sido amordazada, y aunque estaba “vestida” no llevaba ropa interior. Le habían seccionado el cuello con una sierra todavía ensangrentada que fue hallada junto al cuerpo sin vida y desangrado.

En este caso la autopsia confirmó que la cría sí había sido violada, y se hallaron restos de semen junto al pubis. Su boca había sido amordazada y acallada con jirones de tela.

Ni el robo ni la venganza, según la familia podían estar entre los móviles del crimen. Lo achacaban a la obra de unos pervertidos sádicos, y describían a la niña como atractiva y simpática.

La investigación

Para hacernos una idea de lo dantesco de la escena del crimen, la prensa describió en su día  el crimen de la siguiente manera:

 “…un ritual digno de las mayores pesadillas del Marqués de Sade…”(Abc)

…“la joven apareció en la tienda de bricolaje de una forma que parecía entresacada de una ceremonia  ritual”…(El periódico)







  

“…Los inspectores que se hicieron cargo del caso, al ver la escena del crimen, dijeron: “no hay duda se trata de un psicópata”. No habían dejado apenas pistas, para esclarecer el caso. “No había huellas dactilares, y los restos de semen y cuero cabelludo hallados en la mano de la víctima, y de calzado, no sirven para identificar a una persona…” Y lo peor de todo: la policía no tenía nada claro a qué atendía aquel extraño crimen,  al igual que en el caso de la mujer del empresario de la colza asesinada en la misma provincia tres años antes del crimen de la joven Gemma, no existía un móvil definido:  ¿porqué? ¿para qué toda aquella parafernaria?. 



Se realizaron análisis con las muestras obtenidas:

 Los restos de pelo permanecieron durante meses sin poder ser analizados debido a que la policía española no disponía de las técnicas adecuadas para someterlos a una profunda investigación –año 1987- . Finalmente, después de que se conocieran los resultados negativos de otras pruebas como el análisis del semen del violador, la policía decidió enviar los cabellos a un laboratorio extranjero especializado en esta clase de análisis.





La policía de Barcelona solicitó a Scotland Yard a través de Interpol información sobre los métodos del forense inglés Alec Jeffreys para identificación de delincuentes con el fin de aplicarlos en la resolución de dos crímenes aún no esclarecido. Por aquel entonces Alec Jeffreys había hallado un sistema para determinar la “huella genética” es decir conseguir la identificación fiable de un individuo a través de su ADN. Un hito que supondría uno de los avances más importantes en el campo de la genética forense y la criminalística.





          
En medios policiales no se descartaba que la demora en enviar los restos de cabello hubiera podido influir negativamente en los resultados finales.

Estos restos eran las únicas pruebas encontradas en el lugar del crimen, ya que el autor o los autores del asesinato de Gemma B no dejaron huellas ni tan siquiera en la sierra que utilizaron para degollar a la joven. 

Según reconoce la propia policía en la prensa, en la tienda dónde aparece Gemma las pisadas estaban “borradas”, y los objetos que había allí fueron “manoseados” algo atribuido a la intervención de más personas de las necesarias que contribuyeron a eliminar indicios y pruebas. O lo que es lo mismo al nulo “aislamiento” de la escena del crimen para evitar su contaminación por terceros –curiosos o los propios agentes desplazados en un primer momento-. Algo “normal” y por desgracia muy frecuente en los casos de los años ochenta y noventa.







De hecho la policía albergaba esperanzas de que los análisis realizados en los laboratorios de Londres sobre los restos de cabello de color castaño oscuro encontrados entre los dedos de la víctima podrían aportar datos significativos para determinar la identidad del presunto homicida. Después de conocer los resultados, la policía quedó desorientada y sin pistas que investigar... “ahora lo tenemos más difícil y nos vemos obligados a reconducir las investigaciones"... declaró el comisario jefe de la Policía de Tarragona

El examen forense determinó que el crimen de Gemma sucedió entre las once y las doce de la mañana –finalmente nuevas pruebas practicadas determinaron que el crimen se había perpetrado con anterioridad: a primera hora de la mañana en el tramo entre las 9’45 y las 10’30 de la mañana-. Nadie vio nada, nadie aportó ningún testimonio. Se interrogó al entorno y amigos de la joven.
Nada se sacó en conclusión, apenas que el autor-es conocían con cierto detalle el establecimiento. Se detuvo a dos personas, uno de ellos de permiso penitenciario. Ambos quedaron en libertad sin cargos.

Sin duda este caso llama la atención por otro “pequeño” pero importante detalle. En el cuerpo de la joven al parecer fue encontrado algún objeto más.

Gemma, con el cuello degollado prácticamente hasta la médula y atada de manos y de cintura a la baca de una furgoneta, yacía desangrada y con las piernas abiertas en una butaca del vehículo. La joven, que no estaba desnuda como se informó en un principio, llevaba un vestido de tono naranja, pero había sido despojada de sus bragas, que estaban a su lado. Los asesinos, según la policía, depositaron junto a su pelvis una botella de cinco litros de disolvente, circunstancia que hizo pensar en un primer momento a los investigadores que los responsables del crimen pensaron quemar a su víctima   (El país)

Otras fuentes citan lo siguiente respecto a este objeto encontrado en el cuerpo de la víctima:

Aún no se ha encontrado una explicación al bote de pintura que, como adelantó “El periódico” se encontró en la entrepierna del cadáver de la joven.

Sin duda un caso macabro dónde los haya, con un alto componente sádico*, y nuevamente con extrañas connotaciones sexuales bizarras, sadomasoquismo extremo o perverso –bondage, objetos, mutilación-. Algo que ya hemos podido ver en numerosos casos ocurridos en la vecina Comunidad Valenciana.

*Los expertos son concluyentes sobre este particular: el sadismo tiene un altísimo componente sexual. Ambos son indisolubles. Por lo tanto si el crimen es de tipo sádico tiene también un fuerte componente sexual asociado.



Los investigadores cómo vimos anteriormente enviaron muestras de dos casos al laboratorio londinense de  Scotland Yard. Unas pertenecían a Gemma B. y las otras muestras eran del caso de Silvia C.R.
En la madrugada del sábado 10 al domingo 11 de octubre de 1987  -es decir tan sólo dos meses después del crimen de Genma en Tarragona- tuvo lugar uno de los asesinatos más espantosos que se recuerdan en la localidad gerundense de Blanes (Gerona). Otra joven de la misma edad: 17 años, fue salvajemente violada y asesinada. Se trataba de Silvia C.R.

La secuencia criminal es la misma que se ha venido repitiendo en la casi totalidad de los sucesos que examinamos en este blog.
Macabros “cazadores” que buscan a sus víctimas en lugares concretos que frecuentan en unos días determinados. Ojeadores, que observan y posiblemente escogen a las víctimas para luego ejecutar sus siniestros planes.
Fin de semana o víspera de fin de semana, días festivos +lugares de ocio+desaparición inquietante+hallazgo casual del cadáver en un lugar despoblado o del medio rural.

Aquella noche, Silvia había salido a tomar algo con un par de amigas a la discoteca “El Cortijo”, en Blanes-Gerona, y hacia las dos de la madrugada decidieron volver a casa.


   Discoteca "El Cortijo" -Blanes año 1975

   





"... Al llegar a la avenida de Los Pavos, a pocas calles del domicilio de la menor, las amigas se separaron. A las 10 de la mañana, los padres de Silvia acudieron al cuartelillo de la Guardia Civil a presentar una denuncia por desaparición, ya que su hija no había regresado a casa y sus amigas decían que no habían vuelto a saber de ella desde el momento en que se separaron. A la misma hora, una vecina de la avenida Los Pavos observaba un bulto extraño tras unos arbustos, en el fondo de un desnivel de arena ubicado en un descampado cercano. Acababa de encontrar el cadáver de Silvia C.R.

El cadáver estaba semioculto tras unos montones de arena.

El cuerpo tenía los pantalones bajados y signos evidentes de violación. En la garganta de la niña se apreciaban todavía nítidamente las marcas de los dedos de su asesino. Al reconocer la zona, los guardias civiles encontraron el bolso de Silvia en un contenedor de basura. El informe forense determinará que el corazón de la chica dejó de latir entre las 4 y las 5 de la madrugada.
Tras secuestrarla, el autor-es de los hechos  la habrían llevado al descampado para violarla y estrangularla. El criminal se amparó en la ausencia de alumbrado público de la zona, un hecho que había sido objeto de numerosas denuncias por parte de los vecinos y que había permitido, en el pasado, algún intento de violación.




                         Entierro de la víctima.



La investigación:

La Guardia Civil indagó en el entorno más cercano de la joven, estaban convencidos de que la conocía, o bien conocía sus movimientos aquella noche.
A la chica, hija única, no se le conocían enemigos, compaginaba sus estudios de tercero de BUP en el instituto con un trabajo a tiempo parcial en un camping. Los sábados por la noche solía tomarse un respiro e iba con sus amigas a la discoteca a bailar y divertirse antes de volver a casa de sus padres, que regentaban un bar a las afueras de Blanes.
Los investigadores del caso de Silvia sospechaban de un conocido de la víctima, al que habían interrogado durante horas sin resultados, por lo que enviaron una muestra de material genético del sospechoso a Londres junto con unas manchas encontradas en la ropa de la mujer. Se trataba de un individuo que la molestaba últimamente y que tenía perturbadas sus facultades mentales. Los estudios científicos de Alec Jeffreys determinaron que no había relación entre esa persona y quien había violado y estrangulado a la joven.

Una vez descartado el perturbado como sospechoso, los guardias civiles centraron las pesquisas en la identificación de tres individuos, ocupantes de un turismo que fue visto cerca del lugar de los hechos. Además, intuían que una de estas personas, un hombre de unos 30 años, podría ser la misma persona que días antes del crimen había intentado agredir sexualmente a una amiga de Silvia. El 15 de octubre, cuatro días después del asesinato, el Instituto Armado anunciaba la detención de un vecino de Blanes, de 22 años, por su supuesta relación con los hechos.

Antes de su arresto, el sospechoso había sido interrogado hasta en dos ocasiones, como tantos otros vecinos de la víctima. Los investigadores detectaron que las respuestas que había ofrecido en sus dos comparecencias en dependencias policiales diferían en algunos puntos, por lo que dedujeron que trataba de ocultar algo, y el juez encargado del caso decretó su libertad condicional con cargos a la espera de juicio. En diciembre de 1991, y sin ningún avance en las investigaciones, el mismo juzgado ordenaba su ingreso en prisión, fijando la fecha del juicio para seis meses después. La fiscalía pedía 32 años de cárcel y la acusación popular, 40. Finalmente, el 20 de junio de 1992, la Audiencia Provincial de Gerona absolvía al procesado de todos los cargos, al estimar que no existían ni pruebas ni indicios que permitiesen vincular al procesado con los delitos que se le imputaban, por lo que prevalecía la presunción de inocencia. Desde entonces, la violación y el asesinato de Silvia C R permanecen instalados en el ominoso espacio de los crímenes impunes.
(fuente: extraconfidencial.com)

La sentencia relataba que el cabello que se halló en el cuerpo de la joven no se podía asegurar con certeza que fuera del sospechoso o encausado.

Nuevamente lo más sorprendente del caso, era el informe forense:

“…El informe realizado por el forense tras el examen del cadáver de Silvia C R, de 17 años, que fue estrangulada el pasado domingo en Blanes (Gerona), revela que la joven no llegó a ser violada, aunque sí hubo intento de hacerlo…”
Además el hecho de que el cadáver no presentara ningún signo de violencia, excepto una señal en el cuello, induce a pensar que la joven no se defendió. Silvia era una joven alta, fuerte y asistía a un gimnasio donde practicaba técnicas de defensa personal, el judo entre otras. "Debían ser más de uno", insistían en aventurar varios vecinos.
El crimen quedó sin esclarecer. Otro más dentro de una secuencia criminal anómala y extraordinaria con ciertas connotaciones “seriales”.


El 26 de noviembre de ese fatídico año 1987, aparecería el cadáver de la joven de 16 años Carmen A. B.,  en Corsá- La Bisbal- Gerona. La habían intentado violar, tenía el cuerpo lleno de quemaduras de cigarrillos y había sido asesinada destrozándole la cabeza con una piedra. Nuevamente la estela de la “firma” de alguno de los anteriores asesinatos.
Sin embargo en esta ocasión, fue detenido un adolescente de 15 años vecino de esa localidad. Aparecieron rodadas de una moto en la escena del crimen que podían coincidir con las de la moto del sospechoso. También tenía manchas de sangre en los zapatos. El joven confesó en la comandancia de la Guardia Civil, que intentó violarla y al resistirse la golpeó con una piedra. Para lo que no parecía haber mucha explicación posible era para la multitud de quemaduras de cigarrillo que la adolescente tenía por todo el cuerpo. Desconocemos si eran recientes o antiguas. No se cita en las fuentes consultadas.







Esta zona concreta del mapa de la provincia de Gerona tuvo una concatenación de casos anómala, y además se sucedieron con muy poco tiempo de diferencia.

Pero lejos de disiparse esa “pulsión” criminal con tendencia hacia víctimas muy jóvenes, este mismo año 2017 muy cerca de estos enclaves marcados por un pasado escrito en forma de crímenes misteriosos, se producía otro salvaje asesinato: el de la joven pareja desaparecida en el pantano de Susqueda –que se encuentra en plena investigación- cuyos cuerpos fueron hallados desnudos, con disparos y dónde también se barajaba un posible móvil sexual.

Un pantano curiosamente situado en medio y a escasa distancia –una veintena de kilómetros- de estas dos poblaciones (Oris y Sant Hilari Sacalm-La huella del diablo). Lugares dónde a día de hoy, todavía nadie ha puesto nombre a los responsables de los dos crímenes de chicas muy jóvenes que allí se produjeron durante los “oscuros” años ochenta.