Autopsias realizadas a
las niñas de Alcásser: definiciones, apuntes e interrogantes.
*(Comentarios a los informes de autopsia realizados por nuestra colaboradora argentina del blog: Elska, experta en ciencias forenses).
Presentación
En las siguientes páginas el lector encontrará el
informe completo de las primeras autopsias realizadas a los cuerpos de las
niñas de Alcásser, tal y como consta en el sumario de la investigación.
Intercaladas (en color rojo) se encuentran definiciones, aclaraciones, información
complementaria e interrogantes que quedan flotando en el aire ante la ausencia
de especificaciones por parte de los médicos forenses, ya que tan importante es
lo que en este informe se incluye como lo que se omite.
Me propongo establecer un puente entre el lector y el
lenguaje médico legal, muchas veces críptico para quienes no nos desempeñamos
en dicho ámbito. Para tal fin en este texto iré intercalando la información
complementaria en color rojo para diferenciarla del texto original.
Espero que este trabajo sirva para que el lector pueda
ampliar su conocimiento sobre este aspecto del caso, pudiendo diferenciar la
realidad de la fantasía que a veces circula libremente en internet y pueda,
luego de la lectura y del ejercicio de su pensamiento crítico, formar su propia
opinión.
Por respeto a las víctimas, su dignidad y sus
familias, y porque el morbo no es el objetivo de este trabajo se incluyen
imágenes ilustrativas de ciertos conceptos pero no las fotos de las autopsias
de las jóvenes.
Por último, dedico este trabajo a todas aquellas
personas que han luchado y que lo continúan haciendo por una resolución del
caso que no deje más dudas que certezas y principalmente a la memoria de
Miriam, Toñi y Desirée. Que brille para ellas la luz de Dios que no tiene fin.
Elska.
DILIGENCIA.- En Alzira a veintisiete de abril de mil
novecientos noventa y tres.
La extiendo yo la Secretaria de este Juzgado, para
hacer constar, que en el día de la fecha se procede a abrir el tomo número
SEPTIMO del presente procedimiento, iniciándose con el número 1247, doy fe.
TOMO 7
JUZGADO DE INSTRUCCIÓN
NÚMERO SEIS ALZIRA (VALENCIA)
Sumario
1/93
En Valencia, a dos de febrero de mil novecientos
noventa y tres.
Ante S.Sa., asistido de mí el Secretario, comparecen:
D. Francisco Ros Plaza, Licenciado en Medicina Médico Forense Interino de los
Juzgados de Instrucción núm. 2.4 y 6 de Alzira (Valencia).
D. Manuel Fenollosa González, Licenciado en Medicina, Médico Forense Interino
de los Juzgados de Instrucción núm. 1.3 y 5 de Alzira (Valencia).
D. Alejandro Font de Mora Turón, Doctor en Medicina, Profesor titular de Patología
General y Propedeútica Clínica en excedencia. Médico Forense de los Juzgados de
Instrucción núm. 7 y 19 de Valencia, Director del Instituto Anatómico Forense
de Valencia.
D. Fernando A. Verdú Pascual, Doctor en Medicina. Profesor Titular de Medicina
Legal de la Facultad de Medicina de Valencia. Médico Forense en excedencia.
D. Rafael Vicent García, Licenciado en Medicina, Médico Forense de los Juzgados de
Instrucción núm. 6 y 8 de Valencia.
D. José Delfín Villalain Blanco, Doctor en Medicina. Catedrático de Medicina
Legal de la Facultad de Medicina de Valencia. Especialista en Medicina Legal y
Forense.
Y manifiestan que a las 9 horas del día 28 de enero de
1993, en cumplimiento de orden judicial, practicaron la autopsia al CADAVER
NÚMERO UNO, según se enumeraron en el momento del levantamiento.
Cadáver 1 corresponde a Antonia Gómez Rodríguez (Toñi).
Cadáver 2 corresponde a María Deseada Hernández Folch
(Desirée).
Cadáver 3 corresponde a Miriam García Iborra.
EXAMEN EXTERNO
1-Aspecto general del cadáver.
El cadáver aparece sobre la mesa de autopsias en
posición de decúbito prono, parcialmente apoyado sobre el costado derecho. La
cabeza está separada del cuerpo. Los brazos aparecen colocados a la espalda del
cadáver, con ambas muñecas sujetas por una ligadura de doble nudo. El cuerpo
aparece totalmente impregnado de tierra, en la que se observan algunas larvas
de insectos en escasa cantidad. Llama la atención que el antebrazo izquierdo
está desprendido a nivel de la articulación del codo, faltando la masa muscular
de la parte proximal del antebrazo. La parte superior izquierda de la cavidad
torácica ha sufrido fenómenos de transformación, con desprendimiento de las
costillas del lado izquierdo, de la clavícula izquierda, de la escápula
izquierda y con desintegración de la articulación del hombro. La cavidad
torácica a este nivel comunica ampliamente con el exterior.
Decúbito prono imagen:
Fenómenos de transformación: también conocidos como
fenómenos cadavéricos son las alteraciones que comienzan a evidenciarse en el
cuerpo una vez fallecida la persona. Comienzan entre las 24 y 36 hs posteriores
al deceso.
“La cavidad
torácica a este nivel comunica ampliamente con el exterior”: significa que en
esa zona del cuerpo hay un boquete que deja ver el interior.
“Se observan larvas de insectos en escasa cantidad”: los
insectos y larvas que se encuentran durante una autopsia se conocen como “fauna
cadavérica” y su estudio está a cargo de los entomólogos forenses. La clase de
insectos y su grado de desarrollo aporta información sobre la data de la muerte
y aspectos que rodean al hecho (características del lugar, etc). Durante el
proceso de putrefacción del cuerpo, el olor atrae insectos que ponen huevos en
heridas y orificios naturales.
La fauna cadavérica se clasifica de la siguiente manera:
1.
Necrófagos: Son los que se alimentan directamente
de los tejidos blandos de los cadáveres, entre los que se encuentran los sarcófagos,
los que se alimentan de la carne y los tejidos blandos y los dermatófagos,
si se alimentan de la piel. Habitualmente son dípteros (Calliphoridae y Sarcophagidae)
y coleópteros (Silphidae y Dermestidae).
2. Necrófilos: Son las especies que se alimentan de
los necrófagos, es decir, que se comportan como predadores; mayoritariamente se
nutren de larvas de dípteros, aunque también hay especies parásitas que utilizan
a las larvas de los dípteros para completar su ciclo biológico. Incluye
coleópteros como (Silphidae, Staphylinidae e Histeridae), dípteros
parásitos y depredadores (Calliphoridae y Stratiomydae) e himenópteros parásitos
de las larvas y pupas de dípteros.
3. Saprófagos: Se denominan así a los artrópodos que
se alimentan de materia orgánica en descomposición y, dentro de este apartado
destacan los que lo hacen de los líquidos y tejidos putrefactos cadavéricos.
También hay los coprófagos, que son los que se alimentan de excrementos que han
quedado en el tracto digestivo.
4. Oportunistas: Lo componen una notable diversidad
de organismos que utilizan el cadáver como refugio o que simplemente lo
aprovechan como lugar de paso.
La escasa cantidad de
larvas presente en los cuerpos no es un detalle menor y merece ser desarrollado
un poco más. Lamentablemente las larvas encontradas en los cuerpos no fueron
estudiadas en profundidad, no fueron ni identificadas ni se describe su estadio
de desarrollo pero aún así nos plantean algo muy importante. Por ejemplo, los
huevos de moscas depositados en un cuerpo tardan aproximadamente entre 24 y 72
hs en eclosionar y de ellos salen unas pequeñas larvas que van alimentándose de
los restos hasta llegar al estado de pupa entre 2 y 5 días después. El ciclo
completo de desarrollo de las moscas dura entre 12 y 30 días dependiendo de las
temperaturas.
Si hablamos de una data de muerte de 2 meses estaríamos
en presencia de 2 generaciones de insectos completas por lo tanto la cantidad
de larvas encontradas debería ser mayor y se deberían haber encontrado los
restos de las pupas o crisálidas.
La presencia de larvas de moscas también indica que le
cuerpo estuvo expuesto en la superficie al menos durante unas horas y no que
fue sepultado luego de recibir un disparo a pie de fosa como consta en la
declaración del imputado.
Si la data de la muerte se corresponde a aproximadamente
2 meses y hablamos de un único lugar de enterramiento se deberían haber
encontrado una mayor cantidad de larvas, restos de crisálidas de la primer
generación y deberíamos estar en presencia de especímenes correspondientes a la
segunda o tercera etapa, es decir necrófilos y saprófagos que sería la fauna
cadavérica propia del avanzado estado de putrefacción.
2-Identificación.
a.- Vestidos y objetos personales.
El cadáver vestía las siguientes ropas que le son
retiradas respetando su integridad.
-suéter de tejido y color claros.
-camiseta deportiva de color claro sin inscripciones
visibles.
-sujetador blanco, que aparece perfectamente
abrochado, en su posición habitual.
-pantalón vaquero azul, marca Caroche-Classic Brand,
que aparece perfectamente abotonado.
-cinturón de piel marrón, de hebilla ancha, que
aparece perfectamente cerrado.
-bragas blancas.
-calcetines de color morado con franjas verdes en la
parte superior.
-botas de color marrón, con cordones, del número 38 de
la marca Geneve.
El cadáver lleva los siguientes objetos personales:
-anillo de oro con una piedra azul turquesa engarzada.
-reloj marca Capricho, plateado, de esfera blanca y
gran tamaño con su correspondiente pulsera metálica elástica.
-ocho monedas.
-barra de labios de color rosa marca Gobi
-ligadura de doble nudo fabricada con lo que parece
ser una venda elástica de color blanco con un ribete rojo en uno de sus bordes.
(FOTO 5).
Resulta llamativo que los forenses hayan incluido como
parte de los efectos personales de las víctimas las ligaduras con las que
fueron sometidas.
Las ropas y los efectos personales son puestos a
disposición del Juzgado. Para identificación y estudio criminalístico.
b) Características generales.
Se trata del cadáver de una mujer, lo cual es
claramente distinguible por las características somáticas generales, inspección
general de elementos esqueléticos y corroborados por la inspección de
genitales. Normosómica (de contextura física
normal), con aparentemente un buen estado de nutrición. La
distancia desde el talón derecho hasta la región deltoidea del mismo lado es de
126 centímetros. La longitud del húmero izquierdo es de 29 centímetros.
Esto se corresponde con una estatura aproximada de 160
centímetros, con un error de +/- 5 centímetros, según la tabla de
Manouvrier-Olivier para el cálculo de la estatura como se recoge en la obra del
Profesor Gisbert Calabuig J.A., Medicina Legal y Toxicología. Edición 1992.
c. Características individuales o marcas particulares.
No se ha detectado en la superficie externa del cadáver ninguna cicatriz,
tatuaje o cualquier otro elemento con carácter de marca particular.
3-Evolución de fenómenos cadavéricos.
La putrefacción aparece muy avanzada, encontrándose en
plena fase colicuativa. Esta fase colicuativa es claramente perceptible en el
estudio interno del cadáver, pues hay sustitución del paquete visceral por una
masa amorfa y homogénea ; a nivel externo, la integridad cutánea es
completa desde una línea imaginaria que partiendo del hombro izquierdo concluye
en la zona mamaria derecha, esta línea se extiende hacia abajo, ocupando el
resto del cuerpo.
“La
putrefacción aparece muy avanzada, encontrándose en plena fase colicuativa.” El
período colicuativo es la transformación de las partes blandas externas e
internas en una masa sin forma de color parduzco (putrílago) y con un olor
fétido característico. Esta fase se inicia entre 2 y 3 semanas después de la
muerte. Durante esta etapa se pierde volumen en las partes blandas pero los
órganos aún conservan su continuidad y se pueden diferenciar. La fase
colicuativa dura entre 8 y 10 meses. Como veremos según avancemos en el informe
de las autopsias, la mayoría de los órganos de las chicas se encontraban
irreconocibles, es decir que ya estaban convertidos en putrílago, una masa de
color negruzco y fétida imposible de diferenciar. La presencia de putrílago
corresponde a la siguiente etapa, la reductiva que comenzaría aproximadamente 9
meses después del fallecimiento. En otras palabras, nos encontramos con
fenómenos de transformación propios de etapas iniciales de descomposición y
otros más avanzados coexistiendo de forma desconcertante.
Resumimos
las fases de descomposición:
Fase
cromática: aparece entre 24 y 48hs después de la muerte y dura días o una
semana dependiendo de la temperatura ambiente.
Período
enfisematoso: puede duran dos semanas aproximadamente.
Período
colicuativo: dura entre 8 y 10 meses.
Período
reductivo: dura entre 3 y 5 años. Se pierden las partes blandas del cuerpo, se
produce el desprendimiento del cráneo y las vértebras así como la
desarticulación de otras partes óseas. (Este dato será muy importante más
adelante en el informe).
Con
respecto a los factores ambientales que pueden acelerar o retrasar estos
procesos debemos tener en cuenta la temperatura, la humedad y la aireación.
En
este sentido se suele utilizar la regla de Casper:
1
semana en al aire equivale a 2 semanas en el agua y a 8 en tierra. Esto
significa que un cadáver expuesto a la intemperie se descompone más rápido que
uno en el agua y uno en tierra se descompone de forma más lenta siguiendo los
parámetros antes descriptos.
Los
cuerpos presentaban partes muy deterioradas mientras que otras se encontraban
bastante bien conservadas. Esto nos lleva a considerar que los cuerpos hayan
estado sometidos a variaciones ambientales que pudieron acelerar ciertos
procesos y retardar otros. Este aspecto y el de la fauna cadavérica escasa nos
induce a sopesar la hipótesis de un doble lugar/ambiente de enterramiento lo
cual contradice las declaraciones del imputado.
“a nivel externo, la integridad cutánea es completa
desde una línea imaginaria que partiendo del hombro izquierdo concluye en la
zona mamaria derecha, esta línea se extiende hacia abajo, ocupando el resto del
cuerpo.”: aquí tenemos una cuestión que se repetirá en las otras dos autopsias
y es la disparidad que existe entre la parte inferior y superior de los
cuerpos, encontrándose la primera bastante bien conservada y en la parte
superior nos encontramos con estadíos de putrefacción y esqueletización que no coinciden
ni con el resto del cuerpo ni con la data de la muerte estimada por los
forenses.
La pérdida de partes blandas ha dado lugar al
desprendimiento de las vértebras cervicales con la consiguiente separación de
la cabeza; no existen lesiones macroscópicas a nivel de las vértebras
cervicales. La cabeza aparece en fases muy avanzadas de esqueletización, con
permanencia de escasa cantidad de masa cutáneo-muscular amorfa pegada a la
bóveda craneal y macizo facial; el cuero cabelludo aparece desprendido. Encontrándose
un amasijo de pelos que corresponde a los cadáveres 1 y 2 en la bolsa del
primer cadáver.
“La
pérdida de partes blandas ha dado lugar al desprendimiento de las vértebras
cervicales con la consiguiente separación de la cabeza; no existen lesiones
macroscópicas a nivel de las vértebras cervicales.”
Como
vimos anteriormente, este desprendimiento de vértebras se da en la fase
reductiva de la descomposición la cual tiene lugar entre 3 y 5 años posteriores
a la muerte. La ausencia de lesiones macroscópicas a nivel de las vértebras
indica que a simple vista no son observables; por ejemplo marcas de algún
objeto cortante o serrado, marcas de dientes de animales, etc. Cabe preguntarse
si a nivel microscópico se puede apreciar alguna lesión.
Asimismo, se ha producido fragmentación del miembro
superior izquierdo. A nivel articular del codo. (FOTO 4).
El brazo izquierdo estaba quebrado a la altura del codo
con el cúbito y radio expuestos, es decir, la piel y los músculos del antebrazo
no estaban.
En el proceso destructor del cadáver, en la línea
antes descrita que delimita la zona de integridad cutánea, se observan
fenómenos irregulares y desflecamiento que revela una intervención animal que
han acelerado la desaparición de piel y masa muscular, especialmente a nivel de
mitad superior izquierda del tórax, que es la parte del cadáver que se
encontraba más cercana a la superficie del enterramiento.
Intervención animal: la ausencia de grandes porciones de
piel y músculos de los 3 cuerpos se ha atribuido a la acción de animales
salvajes. Este punto es muy interesante ya que nos plantea una contradicción
con la versión oficial. Según lo que consta en las declaraciones del imputado,
las tres jóvenes recibieron un disparo a pie de fosa y fueron sepultadas A
CONTINUACIÓN. Los cuerpos fueron hallados en una fosa de poca profundidad,
envueltos en una moqueta/alfombra y cubiertos con ramas. Para que cualquier
animal haya podido llegar a los cuerpos debería haberlos desenterrado, correr
la moqueta y volver a dejar todo como estaba al principio. Este detalle no
menor nos lleva a contemplar la posibilidad de que la fosa de La Romana no haya
sido el lugar de enterramiento original.
4-Lesiones traumáticas.
a-Cuerpo y extremidades.
- Hematoma redondeado de 4 x 3 centímetros en la cara
posterior del tercio distal del brazo izquierdo.
- Surco muy apergaminado, sin infiltración hemorrágica
duro, de 1.5 centímetros de anchura, que rodea la muñeca izquierda.
“Surco apergaminado”: es una lesión longitudinal que se
debe a la impronta que deja un lazo o algún tipo de atadura y que tiene aspecto
de una depresión en la piel más o menos profunda según la presión ejercida en
la zona. Es habitual como resultado de ahorcamientos, estrangulaciones y
ataduras.
“Sin infiltración hemorrágica”: no hay presencia de
sangre en los tejidos lo cual puede deberse a que la ligadura cortó la
circulación o que fue producida luego de la muerte.
- Hematoma de forma elíptica, con 10 centímetros de
diámetro vertical mayor y 6 de diámetro menor, horizontal situado en la parte
posterior del hombro derecho.
El hematoma alargado en sentido vertical de 4 x 2
centímetros, en la cara interna de la parte proximal del brazo derecho.
- Surco muy apergaminado, sin infiltración hemorrágica
duro, de 1.5 centímetros de anchura, que rodea la muñeca derecha.
- Escoriación redondeada, de 3 centímetros de
diámetro, situada en región dorsal, junto a la línea media, a nivel de la
décima vértebra dorsal pierna derecha.
- Hematoma redondeado de 1 centímetro de diámetro a
cara de parte posterior de pierna izquierda.
- Hematoma cuadrangular, de 4 x 2 centímetros, situado
en cara interna de muslo izquierdo.
- Hematoma alargado, de 8 x 2 centímetros, a nivel de
cara lateral externa de pierna izquierda.
b- Cabeza.
En la superficie ósea de la bóveda craneal, aparece un
ORIFICIO. Está situado a nivel de unión temporoparietal izquierda; su
morfología es elíptica, con diámetro mayor oblicuo de 1.3 centímetros y
diámetro menor de 0.9 centímetros. Los bordes del orificio son regulares y
nítidos sin que se aprecien alteraciones cromáticas macroscópicas en los bordes
del mismo. Las características generales del orificio se corresponden con las
de un orificio de entrada, por DISPARO POR ARMA DE FUEGO, con una
circunferencia de contornos regulares y una alteración subyacente en el diploe
craneal en forma de cono truncado con la base más ancha en la tabla interna
(FOTO 1).
“Diploe craneal”: es la parte interna de algunos huesos
planos como los del cráneo.
“Los bordes del orificio son regulares y nítidos sin que
se aprecien alteraciones cromáticas macroscópicas en los bordes del mismo.”
Esto significa que el disparo fue realizado a cierta distancia y no “a
quemarropa”. Cuando un arma de fuego se dispara sobre el cuerpo a muy corta
distancia (boca jarro, quemarropa) se producen quemaduras y cambios en la
coloración en el área alrededor del orificio de entrada así como la presencia
de restos de pólvora.
Existe a nivel del hueso occipital, un hematoma extra craneal
redondeado de dos centímetros de diámetro, en línea media y unos 2 centímetros
por encima de la protuberancia occipital externa. (FLECHA-FOTO 2).
En el estudio externo de la cabeza, llama la atención
la coloración oscura de la materia orgánica que aparece a nivel de cavidad
orbitaria derecha, sugiriendo la existencia de intensa infiltración
hemorrágica.
“Intensa infiltración hemorrágica”: se encuentra
indicios de una gran hemorragia a la altura de la cavidad orbitaria (del ojo).
Esto se relaciona con la trayectoria del proyectil y nos indica que la persona
estaba viva al momento de recibir el disparo.
A nivel del maxilar, faltan los dos incisivos
mediales. A nivel de la mandíbula, falta el segundo premolar del lado derecho y
el segundo molar del lado izquierdo, apareciendo el primer molar del lado
izquierdo con marcados fenómenos de caries. En los incisivos inferiores se
observan incrustaciones calcáreas en el borde oclusal o superior (en el borde del nacimiento de los dientes se observan
restos minerales).
“Marcados fenómenos de caries”: adjunto la imagen real
de la autopsia para que se aprecie de lo que estamos hablando. Es la única
imagen de las autopsias que se incluirá pero es necesario mostrar la gravedad
de la lesión de la que estamos hablando. Se puede apreciar que el deterioro de
la pieza dental llega hasta la raíz. Una caries de esta magnitud produciría un
dolor intenso y una infección (absceso) que hubiera requerido atención médica y
medicación. No se han encontrado testimonios de los allegados a la víctima que
refieran a esta condición lo que plantea algunos interrogantes.
EXAMEN INTERNO
1-Cavidad cefálica.
Se realiza limpieza del cráneo y se procede a la
apertura de la bóveda ósea craneal. En el interior de la cavidad craneal,
aparece una masa amorfa de color grisáceo-azulado de consistencia blanda
pastosa en la que no es posible reconocer macroscópicamente ninguna estructura
parenquimatosa cerebral. (el cerebro se encuentra
en avanzado estado de descomposición) Retirada
ésta, aparece la superficie ósea de la base del cráneo, en la que se observan
las siguientes alteraciones:
- Hundimiento óseo a nivel de lámina orbitária derecha
del frontal, con un diámetro de 1 centímetro y una profundidad de 5 milímetros.
- fisura de 5 centímetros de longitud a nivel de unión
temporoparietal derecha.
En la lámina orbitaria derecha del hueso frontal,
aparece incrustado un PROYECTIL sin deformaciones aparentes. El proyectil es
puesto a disposición del Juzgado, para identificación y estudio criminalístico.
2-Cavidad torácica.
En el abordaje de la cavidad torácica, se comienza
estudiando el material cutáneo que cubre los restos de la cavidad, apreciándose
que los bordes del mismo son irregulares y desflecados, correspondiéndose este
aspecto con que la destrucción de la misma se produjera a cargo de los animales
de la zona.
En la pared torácica, destaca a nivel de parte
anteromedial derecha (costado derecho visto
de frente), costillas segunda a cuarta una coloración anómala
que se corresponde con las características macroscópicas de infiltración
hemorrágica, presumiblemente de origen traumático. La columna vertebral dorsal
aparece desarticulada, a nivel de la sexta vértebra dorsal estando las piezas
óseas superiores dispersas por la zona.
El contenido visceral de la cavidad torácica se ha
transformado en putrílago (avanzado estado de
descomposición que licúa los órganos y no permite identificar cuál es cuál). No se identifican restos pulmonares.
El saco pericárdico conserva una mínima porción de su
parte inferior. No se identifica la víscera cardiaca ni las estructuras
tubulares viscerales mediásticas. (las
vísceras no son identificables en su mayor parte)
Existe una solución de continuidad en el hemidiafragma
izquierdo (se observa un grieta en esa zona del diafragma).
3-Cavidad abdominal.
El estómago está conservado, unido a un tramo inferior
esofágico de seis centímetros; a la apertura, se aprecia una substancia de
color anaranjado. El hígado está, muy retraído, sin que el examen macroscópico
permita distinguir la apariencia habitual de su estructura parenquimatosa. No
se identifica vesícula biliar.
El bazo está muy alterado por los fenómenos de
putrefacción. Los riñones están conservados (están conservados en el sentido de que son identificables aún), si bien muy alterados por los fenómenos
putrefactivos. El conjunto de asas intestinales está desfigurado por la
putrefacción, convertido en una masa homogénea putrilaginosa.
AUTOPSIA DEL PERINE
a-Examen externo.
Se aprecia notable dilatación del orificio anal, que
presenta un diámetro aproximado de 5 centímetros.
La dilatación anal de estas dimensiones es mayor a la
que puede ser encontrada en un cuerpo en estado de descomposición por lo tanto
sugiere que ha habido un abuso. Que el esfínter no se haya contraído después
del mismo sugiere que el abuso se ha producido post mortem, después de la
muerte.
La morfología del introito anal (orificio anal) es claramente infundibular (en forma de embudo), presentando
abundantes restos fecales (la víctima había
defecado poco antes de morir, resulta llamativo que no se hayan encontrado
larvas de insectos ya que los orificios naturales del cuerpo tales como ano y
vagina suelen ser los primeros en ser colonizados). . Macroscópicamente no se observa lesión alguna en el orificio
anal, en la zona cutánea que le rodea o en los primeros tramos de la mucosa
rectal, encontrándose ambas alteradas, por los fenómenos de la putrefacción.
Llama la atención la ausencia de lesiones macroscópicas
en presencia de tal dilatación lo que también lleva a intuir que la agesión se
produjo luego del deceso.
En la región genital, no se aprecian lesiones
macroscópicas a nivel de labios mayores o menores.
No se aprecian soluciones de continuidad traumáticas
en el repliegue mucosa que ocluye parcialmente la entrada de la vagina. (el himen se encuentra intacto, es decir que la víctima
aún era virgen lo cual contradice la declaración del acusado en la que describe
que fue violada vaginalmente)
b- Examen interno.
Se realiza la apertura de las cavidades vaginal y
rectal, sin que en ninguna de ambas se encuentre ningún tipo de alteración
traumática. El tamaño del útero es normal, sin que se perciban alteraciones
macroscópicas en su estructura.
TOMA DE MUESTRAS
Se efectúa la siguiente toma de muestras orgánicas
procedentes del cadáver, a fin de que se realicen las oportunas investigaciones
analíticas en el Instituto Nacional de Toxicología.
- fragmento cutáneo de muñeca derecha, para estudio de
reacción de vitalidad.
- fragmento cutáneo de muñeca derecha, para estudio de
vitalidad.
- mano izquierda, para estudio de restos subungueales
y determinación de signos de lucha. Asimismo, regeneración epidérmica y
realización de reseña necrodactilar. (toma
de huellas digitales de un cuerpo)
- fragmento cutáneo perineal que incluye orificios
anal y vaginal, para estudio microscópico de lesiones y, en su caso, reacción
de vitalidad.
Reacción de vitalidad: se refiere a las reacciones
biológicas de un cuerpo frente a una lesión como por ejemplo enrojecimiento,
sangrado, hematomas, inflamación, cicatrización, etc. Cuando en una autopsia se
encuentran signos de reacción vital significa que la lesión se produjo en vida
de la víctima, si hay escasa reacción vital significa que la lesión se produjo
poco antes del fallecimiento y si no hay reacción vital, la lesión se ha
producido post mortem.
- cráneo, para estudio de presencia de oligoelementos
alrededor del orificio por disparo de arma de fuego. También superposición
fotográfica con fines de identificación.
Asimismo, se remiten al Instituto Nacional de
Toxicología una bolsa conteniendo las bragas, para que se efectúe búsqueda de
fluidos orgánicos y, si procede, identificación.
Se efectúa reportaje fotográfico durante la práctica
de la autopsia, a cargo del servicio fotográfico del Instituto Anatómico
Forense de Valencia y de personal del Gabinete de Policía Científica de la
Guardia Civil.
Se adjuntan resumen de dicho reportaje al presente
informe.
CONSIDERACIONES MÉDICO LEGALES
1-Sobre la identidad del cadáver.
Las ropas que viste el cadáver y los objetos
personales que aparecen en el mismo coinciden exactamente con los que, según la
Guardia Civil, llevaba ANTONIA GOMEZ RODRIGUEZ en el momento de su
desaparición. Asimismo, las características generales del cadáver (sexo, edad,
estatura) coinciden con las de la citada. Sin embargo, no es posible hablar de
una identificación cierta con los datos mencionados, que resultan
insuficientes. Para llegar a esta identificación, es necesario obtener nuevos
datos, fundamentalmente la reseña necrodactilar del cadáver para la posterior
comprobación de la misma, con la huella recogida en el Documento Nacional de
Identidad.
A este fin, se han enviado las muestras oportunas al
Instituto Nacional de Toxicología, y a la recepción de los resultados de los
análisis practicados en el mismo, podrá establecerse la identidad del cadáver
con mayor certeza.
2-Sobre la causa de la muerte.
Los hallazgos necrópsicos permiten inferir con certeza
absoluta la existencia de una lesión cerebral causante de la muerte, derivada
de una herida por arma de fuego con entrada a nivel de región temporoparietal
izquierda y alojamiento del que afecta a la cavidad craneal.
Existen en el cuerpo otras violencias traumáticas no
implicadas directamente en la causa de la muerte. El motivo del fallecimiento
es con toda seguridad la destrucción de centros vitales encefálicos producida a
consecuencia de un disparo de arma de fuego.
3-Sobre la circunstancias del disparo.
a-Dirección.
El orificio de entrada de la herida por arma de fuego
está situado en región temporoparietal izquierda, apareciendo el proyectil
alojado en órbita derecha. Así pues, el disparo presenta una trayectoria, en la
cavidad craneal, de detrás adelante, netamente de izquierda a derecha y
ligeramente descendente, imaginando la base del cráneo en posición horizontal
sobre un plano duro.
b- Distancia.
La destrucción de las partes blandas de la zona donde
está situado el orificio de entrada del disparo impide realizar el análisis
morfológico que permitiría determinar la distancia desde la que fue efectuado
dicho disparo.
El examen macroscópico del orificio a nivel craneal
tampoco aporta datos para resolver suficientemente esta cuestión, que sin
embargo descartaría el disparo a boca de jarro.
En todo caso, no es posible emitir un dictamen más
ajustado acerca de la distancia hasta la recepción de los resultados de las
investigaciones interesadas, en relación a elementos del disparo que pudieran
haber quedado incrustados en el cráneo.
c-Vitalidad de los tejidos.
En la zona de alojamiento del proyectil (órbita derecha),
se encuentran signos correspondientes a una intensa infiltración hemorrágica,
junto a restos parenquimatosos adosados a las pared interna de la hemi bóveda
craneal derecha, mitad posterior de la parte derecha de la fosa anterior, fosa
media derecha, y mitad anterior parte derecha de la fosa anterior (FOTO 3)
estos signos indican que el disparo fue efectuado en vida de la víctima.
4-Sobre otras violencias presentes en el cadáver.
a-Mecanismos de producción.
Se encuentran múltiples equimosis diseminadas
especialmente en plano posterior del cuerpo y extremidades. Su morfología, en
general, se corresponde con un mecanismo de producción percusivo, es decir, por
la acción violenta de objetos, de superficie roma, morfología y consistencia
variable.
Sin embargo, parecen también hematomas a nivel de
extremidades superior e inferior, cuyo mecanismo de producción podría ser el de
presión, dada la zona de difícil accesibilidad en la que asientan (parte
interna del muslo, parte posterior de brazo y antebrazo).
Por otra parte, se observa durante la práctica de la
autopsia la pérdida de determinadas piezas dentarias. Esto podría tener un
origen traumático (de tipo contusivo) es
decir producto de golpes o, también, tratarse
de una alteración secundaria a la destrucción de partes blandas propia de la
putrefacción. Por ello, se remiten ambos maxilares al Instituto Nacional de
Toxicología a fin de que se realicen las investigaciones pertinentes.
Finalmente, existen en ambas muñecas lesiones del tipo
de surcos, con hendidura muy pronunciada, que habla a favor de una intensa
presión, por un lazo no blando, consistente y mantenido.
b- Vitalidad de las lesiones.
Las lesiones descritas a nivel de parte posterior del
cuerpo y extremidades presentan, en general, rastros de infiltración
hemorrágica, lo que sugiere un origen vital de las mismas, aunque dicha
impresión diagnóstica provisional será confirmada con los resultados de los
análisis encargados al Instituto Nacional de Toxicología.
Las lesiones existentes a nivel de ambas muñecas, sin
embargo, presentan un aspecto macroscópico que indica una escasa reacción de
vitalidad, como si hubieran sido producidas un corto tiempo antes del
fallecimiento. No obstante, esta impresión diagnóstica queda también pendiente
de confirmación analítica.
5-Sobre la agresión sexual sufrida.
No se encuentra en el examen macroscópico de la región
perineal ninguna lesión que indique la existencia de violencias en la zona.
No obstante, cabe la posibilidad de que existan
lesiones microscópicas, para cuya determinación se ha remitido la
correspondiente muestra orgánica al Instituto Nacional de Toxicología.
Durante la práctica de la autopsia, sin embargo, se
aprecia una importante dilatación anal. La morfología del introito anal es
infundibular es decir disposición en embudo del canal ano rectal, con el
orificio mayor correspondiente a la gran dilatación del esfínter.
No es descartable que dicha dilatación pudiera tener
un origen forzado, derivada de la introducción de un objeto o parte anatómica a
través de dicho orificio en vida o postmorten. En todo caso dicho objeto o
parte anatómica carecería de bordes afilados o rugosos, ya que no se ha
apreciado la existencia de erosiones o lesiones en las mucosas. La aclaración
de estas consideraciones podrá realizarse a la luz de los resultados aportados
por la investigación histopatológica (estudio
microscópico de los tejidos).
La dilatación anal puede haber sido forzada según la
autopsia producto de la introducción de un objeto sin bordes filosos o rugosos
ya que no hay lesiones visibles. Se podría tratar entonces de alguna clase de
espéculo. Cuando se refiere a una parte anatómica significa que se trata de una
parte del cuerpo como puede ser una mano, puño pero no menciona que haya podido
ser producida por un pene.
6-Sobre la data de la muerte.
Los datos obtenidos del estudio de la evolución de los
fenómenos cadavéricos, hacen compatible el establecimiento de una data de la
muerte de al menos dos meses.
No es posible precisar con mayor exactitud el momento
del fallecimiento, debido a los fenómenos putrefactivos y al deterioro
adicional del cuerpo por la acción de fauna y flora cadavérica.
En el examen de la boca cabe reseñar la existencia en
los incisivos inferiores, de incrustaciones minerales en el borde superior, compatibles
con una permanencia prolongada del cuerpo en terreno de naturaleza calcárea.
7. El cadáver presenta signos de haber sido atadas las
manos mediante un lazo no blando, dicha atadura debió producirse antes del
fallecimiento.
De lo anterior se deducen lógicamente las siguientes
CONCLUSIONES:
1.- Las características generales del cadáver y las
ropas y objetos personales encontrados en el mismo se corresponden con las de
ANTONIA GOMEZ RODRIGUEZ.
2.- La muerte ha sido violenta.
3.- La muerte se produjo por destrucción de centros
vitales encefálicos.
4.- Dicha destrucción de centros vitales encefálicos
se produjo como consecuencia de una herida por arma de fuego.
5.- Dicha herida por arma de fuego tiene las
siguientes características:
- Orificio de entrada a nivel temporoparietal
izquierdo, con morfología elíptica de 1.3 x 0.9 centímetros.
- Trayectoria en la cavidad craneal de detrás a
delante, de izquierda a derecha y ligeramente descendente.
- Alojamiento del proyectil en lámina orbitaria
derecha del hueso frontal.
- No es posible precisar absolutamente la distancia
desde la que fue efectuado el disparo con los datos obtenidos en el examen
macroscópico, si bien cabe descartar el disparo a boca de jarro (el que se
realiza con la boca del arma en contacto con la piel).
6.- En el cadáver aparecen múltiples lesiones de tipo
contusivo, fundamentalmente a nivel de plano posterior del mismo y
extremidades. La mayoría de estas lesiones presentan claros signos de reacción
vital.
7.- En el cadáver aparece una pronunciada dilatación
anal compatible con la introducción de un objeto o parte anatómica a través de
dicho orificio en vida o postmortem.
8.- el cadáver presenta signos de haber sido atadas
las manos mediante un lazo no blando, dicha atadura debió producirse antes del
fallecimiento.
9.- Los datos obtenidos del estudio de la evolución de
los fenómenos cadavéricos, hacen compatible el establecimiento de una data de
la muerte de al menos dos meses.
Siendo
cuanto tienen que manifestar. Leída, se ratifican y firman, con Su Señoría, en
el último folio de los tres libros presentados, de lo cual yo, el Secretario,
doy fe.
Varias cosas:
ResponderEliminar-¿Las lesiones de los periostios tibiales no indican una presión con un objeto romo ¿Metalico?¿Colgadas boca abajo enganchadas a unas vallas ganaderas ?
-¿Arrojaron a las niñas a los perros ?
-¿Una explotación ganadera?
Pepeldelpopulacho
Hola! Esto que dices será ampliado cuando analicemos el informe Frontela quien da más detalles de las lesiones. En este tramo del trabajo me he centrado en el informe de los primeros forenses tal y como aparece en los documentos oficiales. No quise mezclar datos de uno y otro informe. Luego haré una comparativa de ambas autopsias.
EliminarLa realidad es que hay muchísimos interrogantes. Cuando comparemos con el informe Frontela y con los del Instituto de Toxicologia podremos encontrar respuesta a algunos pero lamentablemente otros quedarán flotando. Hay hipótesis que como no se barajar en su momento no se hicieron pruebas para descartarlas y ahora es virtualmente imposible. Por ejemplo esto que dices de los perros es una hipótesis interesante, hubiese sido genial analizar si había marcas de dientes en los huesos mediante un estudio microscopico de los mismos. Desde mi lugar solo puedo intentar aportar anotaciones que ayuden a entender más claramente lo que dicen los informes y expresar los datos en un lenguaje más accesible para quien se interese en leerlos. Y esto nos lleva a plantearnos aún más preguntas de las que ya teníamos.
EliminarAcuerdate, "periostios tibiales"...
EliminarGran trabajo,y muy serio. Enhorabuena.
Apuntado para el siguiente informe. Gracias por tu comentario:)
EliminarExcelente trabajo, gracias por compartirlo.
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