Analizando la conferencia "Crímenes sin resolver en la Comunidad Valenciana".

Entrevista al periodista de sucesos del diario valenciano "Las Provincias" por el Doctor en Psicología y Criminólogo Vicente Garrido en el Ateneo Mercantil de Valencia, dentro del foro "Justicia y Criminología", dónde se abordan algunos casos de los años ochenta y noventa en Valencia.

Llama la atención varias cosas:

La clínica de Alfaz del Pi, en Alicante del caso “Gloria Martínez” tenía “licencia para centro de tratamiento y relax”, otras fuentes de la época citan que era un “centro naturista” según pudimos comprobar al documentar este caso para el blog. Es decir no era una clínica psiquiátrica legal. Extraño. Muy extraño. Se baraja la hipótesis sexual según se desprende de la entrevista. Recordemos que Gloria Martínez, desaparece de la “extraña” clínica el día 30 de octubre de 1992. Es decir, apenas dos semanas antes de la desaparición de las tres niñas de Alcásser.

                                                            

Sobre el Caso de Cristina LL. P. asesinada en Bétera, varias novedades: la existencia de un sospechoso, que no pudo llegar a ser imputado. Sobre este crimen existen muy pocos datos. Aparece en el junqueral de Bétera, maniatada –y según la entrevista también amordazada-, y pudo ser raptada mientras esperaba el autobús para irse a un pueblo de Alicante –Rafol D’almunia- de dónde era originaria, en dónde le esperaba su abuelo. La joven nunca llegó. Se desconoce si el móvil fue sexual, y si sufrió abusos sexuales –el entrevistado “no lo recuerda”-. Por lo tanto, el cuerpo de la joven pudo ser “trasladada” en un vehículo hasta el escenario final –campo de naranjos- y apareció maniatada&amordazada, con seis puñaladas y un degollada. Desconocemos también otro dato muy importante, si la joven fue asesinada en el lugar dónde fue encontrada, o de lo contrario existe otro “escenario intermedio” sin determinar.

El móvil también es desconocido: ¿pasional, sexual?. A la vista de lo descrito –no tenía novio, y se barajó que el sospechoso fuera un delicuente sexual-, podríamos decantarnos por la “hipótesis sexual”, dado que se emplearon métodos de “control” de la víctima y posiblemente secuestro, además de cautiverio. Según Garrido se trataría de un Crimen "impulsivo".  Móvil sexual: maniatada para establecer un control, pero también para desarrollar una fantasía de dominio -ligaduras o ataduras-.  A lo que podríamos añadir ese factor "tiempo" es decir, maniatar para disponer de la víctima durante un tiempo relativo -traslado y consumación de la agresión- dado que de haber sido un acto criminal rápido hubiese bastado posiblemente con algún tipo de intimidación -arma blanca- para llevar a cabo la agresión sexual. 

Sobre las cuerdas de polipropileno negro –idénticas a las halladas en la fosa de la Romana dónde son encontradas las tres niñas de Alcásser- llama la atención que se etiquete este hallazgo como “coincidencia en vano”. Además de la cercanía en el tiempo, Cristina es hallada el 28 agosto y las tres niñas desaparecen el 13 de noviembre del mismo año 1992. Este suceso de Bétera, se produce, apenas unos pocos días después de la tentativa de secuestro o ataque a Mirian –una de las tres niñas de Alcásser- en el portal de su casa. Demasiadas casualidades “en vano”.

También llama la atención, la peripecia del sospechoso del caso Cristina LL. P. años más tarde fue detenido por abusos sexuales “a una menor”, y tras ser condenado a prisión, en un permiso penitenciario tuvo un “accidente” y falleció. Curioso.

Del Caso Macastre, se cita Catadau, el último lugar dónde son vistas con vida las dos crías de este grupo de adolescentes. No se cita sin embargo la gran proximidad de Catadau a la fosa de La Romana dónde aparecen las tres niñas de Alcásser.

La Guardia Civil nunca supo como llegaron los tres críos desde Catadau a Macastre –no tenían vehículo- por lo que tuvieron que ser trasladados en algún tipo de vehículo.

Curioso también el hallazgo del billete de autobús en el cadáver de uno de los tres menores. Burjassot-Catadau. En el caso de Cristina LL. P. se llega a citar que la joven pudo residir o coger el autobús también desde este mismo punto. Burjassot.

Autopsias blancas. “Inexplicables”. Autopsias que no han podido determinar la causa de la muerte.

Cuerpo “colocado”. Vestido –como las niñas de Alcásser-, con botón desabrochado –algo a lo que el criminólogo sí parece dar importancia-, y la existencia de un extraño líquido en los genitales –vagina y ano- así como la ropa interior de Rosario. Primero se dijo que era “semen” –Toxicología Valencia- vs dictamen de sustancia “indeterminada” -Toxicología Madrid-. Según algunos investigadores este triple crimen podría tener “hipótesis sexual” –algún tipo de encuentro sexual de una de las menores con dos hombres en la caseta de aperos-.

El pie abandonado en la “Calle Alcácer”. Otra casualidad. Pero los casos grupales en Valencia como hemos visto en el blog, no son “casualidades” son auténticos “endemismos criminales” únicos en el continente. Extraño. Demasiado extraño.

Estamos por lo tanto ante crímenes sin resolver, y en todos se barajan  “hipótesis sexuales” que de una u otra manera planean sobre estos.  

Crímenes de invierno” (noviembre-enero), escenarios “rurales”. Crímenes dónde las autopsias misteriosamente no determinan nada. Los sospechosos no llegan a ser imputados. Algunos fallecen en accidentes, otros desaparecen “para siempre” –Anglés-. Manos mutiladas que nunca aparecen –cuerpo Turís ¿Macastre? y niñas de Alcásser-. Mutilaciones perimortem –Turís y Alcásser-. Mutilaciones sexuales –Turís –útero- y Alcásser –areola mamaria-. Y como cita Garrido en el "Caso Macastre": sabiduría criminal. Es decir experiencia previa y organización. 

Una serie de “coincidencias” descritas como “vanas” por el periodista, pero que parecen “atar” o “conectar” algunos de estos casos. Sin olvidarnos de otra coincidencia crucial. Los casos están “sin resolver” lo que también podría establecer otro gran conector, en estos casos, respecto a la autoría.

Ojo a lo que se describe en la última pregunta de la conferencia, dónde se cita un encuentro de la interlocutora con Fernando García –padre de Mirian García-, y lo que este le comunicó de forma confidencial respecto a la autoría del triple crimen:

“Yo se quienes han sido, han sido cinco personas: un abogado, un político,  un juez….”