La
huella del diablo, es una serie de varios post, en los cuales iremos
comprobando la existencia de determinados ritos y la impronta que estos dejaron
a su paso. En ocasiones existen una serie de crímenes o hallazgos, con extrañas
connotaciones, muchas veces no esclarecidos, que bien podrían haber sido
encuadrados dentro de la denominada criminalidad “esotérica”. Una criminalidad desconocida
y muy poco estudiada en nuestro país. Invisible en los medios, pero que está ahí
desde hace décadas, a poco que se rebusque.
Extraños
credos, ceremonias o ritos, realizados por grupos herméticos e inaccesibles,
cuyas oscuras actividades trascienden en contadas ocasiones a la opinión
pública. Asentados desde hace décadas y con una fuerte implantación a lo
largo de todo el arco mediterráneo.
La Comunidad Valenciana según
todos los expertos, es precisamente una
de esos lugares “vivero” de este tipo de prácticas. Al igual que provincias
lindantes, como Tarragona.
Lo
que sí parece estar comprobado es que en aquellos lugares dónde existe una
proliferación de este tipo de actividades relacionadas con el amplio espectro
esotérico –videntes, sectas, etc- parecen sucederse casos con tintes criminales/rituales
asociados a este tipo de prácticas desconocidas.
Cabe
recordar el conocido Caso Almansa, que costó la vida a una pequeña de sólo 11
años, Rosa F. G. fallecida durante el
transcurso de un horrible exorcismo o extraño acto ritual que provocó la muerte
por terribles desgarros producidos por las manos de su propia
madre en compañía de otras dos mujeres, en la madrugada del 18 de septiembre de
1.990 en el domicilio de la Calle Valencia nº4 de este mismo pueblo.
La
descripción de los hechos es tan aterradora, que es mejor no entrar en
demasiados detalles, pero es conveniente resaltar algunos –aunque son
especialmente escabrosos ya les prevengo- por sus especiales “connotaciones”.
“..A La menor le habían arrancado las vísceras,
había sido “vaciada” y desgarrada mediante la introducción de las manos en su interior a través de los orificios
sexuales. “Le metió el puño entero
por el ano. Según comentaron el el juicio”…
Según
el forense sólo el hígado y el bazo se salvaron de esta aberración sin límite.
Un
auténtico “aquelarre” dónde además de todas las barbaridades descritas, los
prolegómenos y los días previos, estuvieron aderezados de sexo y plantas chamánicas:
El
aciago crimen se desarrolló además durante una orgía lésbica en la que la progenitora y su amante se drogaron y
mantuvieron repetidas veces relaciones sexuales, además de otras extrañas prácticas,
sobre la cama de la vivienda
Destrozaron todos los muebles de la
casa, rompieron los espejos, caminaron descalzas sobre los cristales rotos, se
revolcaron por los suelos, orinaron en la cama, vomitaron y se echaron por
encima todos los frascos de colonia y jabón que encontraron en el cuarto de
baño.
Se
dedicaron a tomar sustancias psicotrópicas recogidas por la
misma curandera. «Uno de los
conocimientos de Rosa era saber las propiedades de diferentes hierbas que se
dedicaba a recolectar en el campo. Estas las usaba para hacer brebajes que daba a sus pacientes o dar masajes y, en su
caso, para entrar en un trance psicótico»
Las
mismas hierbas chamánicas o plantas visionarias de las que tantas veces hemos
hablado en este blog, que siempre parecen estar ahí presentes como aderezo de
estos horribles y extraños casos críminales. En sus distintas preparaciones:
ungidas, bebidas, o consumidas.
De
hecho en este ritual emplearon una muy conocida por los lectores de este blog:
“..Tal y como me dijeron luego las
personas que las conocían, se fueron a recolectar hojas de beleño…”
La
planta de las brujas.
En
fechas próximas a cometer el diabólico crimen, según se pudo saber
posteriormente por testigos, realizaron
en el mismo domicilio otras prácticas de este tipo, dónde estuvieron
involucrados otros menores –los propios vecinos relataron a la prensa que
durante meses realizaron rituales de este tipo con distintas personas-
«En ese estado –bajo fuertes alucinaciones de
las plantas ingeridas- afirmaron que tenían el puñal de Dios dentro de
su cuerpo y que tenían que liberar al resto del mundo del mal. Llevadas por ese
estado cogieron a los dos hijos de Mari Á. y les metieron los dedos en la
garganta hasta hacerles sangrar por el esófago. Decían que querían liberarles
del maligno porque lo tenían en su interior. Por suerte, estos niños pudieron
escapar de aquella locura gracias a que su padre, Martín T. que entró en la
casa para liberarles y sacarles de allí.
La
pequeña Rosita desgraciadamente no tuvo tanta suerte, y no pudo huir lejos de los
depravados y aberrantes planes, que tenían reservados para la niña.
Almansa
es una localidad de Albacete, situada en el linde con la comunidad Valenciana
–de hecho limita con el municipio valenciano de Fuente de la Higuera del que
también hablaremos en otro post-. Esta pequeña población contaba con una
próspera industria del calzado, y por aquel entonces se encontraba infestada por videntes, curanderos,
espiritistas…una amplia oferta con un amplio abanico de actividades
“esotéricas” para atender la fuerte demanda que parecía existir de este tipo de
prácticas. Se llegó a hablar de docenas de consultorios espiritistas asentados
en la población. Otros investigadores elevan considerablemente ese cantidad.
Una auténtica “locura colectiva”.
«Almansa tenía entonces más de 350 curanderos y curanderas que
vivían de prácticas como la imposición de manos y la sanación. Y recibían no
solo a personas de esa localidad, sino también de los pueblos cercanos», explicó –en declaraciones a ABC- Juan I. B. -el conocido
criminólogo e investigador del Caso Alcásser-.
No
sólo Almansa, El Albaicín en Granada como relataba el artículo de prensa eran
lugares “marcados” por la tragedia. No parecían ser ubicaciones dónde se
desencadenaran estos trágicos hechos “por azar o casualidad”.
Más
bien, parece que sucedieron por que se daban en ellos una serie de determinadas
circunstancias favorables o propicias
para que estas tragedias se desencadenaran.
Eran
lugares con una fuerte concentración y arraigo de decenas de médiums,
espiritistas, o mediadores entre esos “dos” mundos: el que ves, y el que no
ves. La ley de la oferta y la demanda. Si existían tantos “mediadores del más
allá” es porque también existían demasiadas almas necesitadas de esa mediación.
Con
fuertes raíces árabes, ambos lugares destilan “historia” por los cuatro
costados.
En
el caso de Almansa topónimo
que deriva del árabe: «al-manṣaf») viene a significar «la mitad del camino», y en
el caso del Albaicín cuyo
topónimo proviene también del árabe: al-bayyīzīn, que significa “el arrabal de
los halconeros”.
El
fin del milenio también estaba cercano, lo cual era caldo de cultivo en los
años noventa para que en determinados lugares de España se multiplicaran
exponencialmente los adeptos a este tipo de creencias y extrañas prácticas
“rituales”.
Alcásser-Valencia cuyo topónimo también proviene del árabe القصر
al-qasr, «la fortaleza», es también un pueblo de contenidas dimensiones,
situado en la Horta sud, y muy próximo a la capital.
¿Podía
Alcásser reunir alguna de estas características anteriormente descritas?.
O
ampliando el zoom a otros enclaves limítrofes plantearnos:
¿Podría
esta zona geográfica concreta y bien delimitada, dónde se suceden otros “extraños”
crímenes albergar algún “factor” desconocido y con este tipo de connotaciones,
que influya en la existencia de esa criminalidad “anómala y extraña” ?
En
Alcásser videntes y médiums, como todos recordarán, se harán especialmente visibles,
durante el periodo que abarca desde el momento en que las tres niñas
desaparecen hasta el macabro hallazgo de sus cuerpos en la fosa de La
Romana-Tous.
Videntes
que daban datos muy precisos y parecían dar todo lujo de detalles de los
lugares que describían. Algunos de ellos, más que posiblemente, afincados en la
misma zona.
Sobre
esta temática concreta, -la afición de
los valencianos a los asuntos “esotéricos”- ya hablamos en un post anterior muy
interesante, el cual les enlazo, por si no tuvieron la ocasión de leerlo:
Los
cuerpos de las tres niñas de Alcásser como todos recordarán, serán hallados con
multitud de heridas y con extrañas mutilaciones. Tres pobres niñas que fueron sometidas
a cautiverio y masacradas en una interminable orgía de sangre y sexo, para ser finalmente
ejecutadas con un tiro de gracia en la nuca sin ningún tipo de compasión. Un
crimen de una crueldad infinita, y sin parangón en Europa. Con unos hallazgos
durante la segunda autopsia realizada por el profesor Frontela, que a día de
hoy siguen dejándonos atónitos.
Como
todos recordarán en el interior de la
cavidad de uno de los cadáveres el Dr. Frontela encontró una misteriosa
“Cruz de Caravaca” incrustada o depositada el interior del cuerpo. Las
menores presentaban además dilataciones
sobrecogedoras de sus órganos sexuales. Se habló de introducción de
objetos –palos- pero sorprendentemente no parecían existír heridas en los
bordes de los órganos, propias de un hecho tan traumático, algo que llamó
poderosamente la atención de los forenses.
¿Cómo
se habían producido entonces todos estos hechos a priori “inexplicables” para
la propia ciencia?.
Una
serie de sobrecogedores misterios que a día de hoy no tienen una explicación lógica
y siguen planeando sin que nadie parezca verdaderamente interesado en ofrecer
respuestas. Preguntas que todos nos hacemos más de una vez:
¿Como
pudo llegar la cruz al interior del cuerpo?
¿A
qué tipo de extrañas “manipulaciones” fueron sometidos los cuerpos de las tres
niñas durante las torturas/cautiverio para provocar las sobrecogedoras
dilataciones en los órganos sexuales?
¿qué
hacía colocado ahí ese objeto? ¿que mensaje simbólico venía a representar esa carismática
cruz de caravaca?.
Una
cruz de Caravaca que como se cita en el artículo anteriormente enlazado tiene
especiales cualidades y connotaciones esotéricas.
Cruces
de Caravaca, escorpiones –como los presentes en los tatuajes descritos en el post,
que precede a esta entrega-. Posesiones y exorcismos. Recuperaré dos alusiones
del citado post de este blog “La Valencia del más allá. La estrecha relación de
una tierra con el ocultismo”.
“…Ya en el siglo XX un libro que tuvo
mucha aceptación en Valencia fue el llamado de La cruz de Caravaca “Unico
y verdadero tesoro de milagros y oraciones de la SS Cruz de Caravaca”. Que
según decía su título era un verdadero tesoro de milagros y oraciones para
curar todo tipo de dolencias y para librarse de hechizos y encantamientos.
Anónimo, constaba editado en Roma, ciudad e imprenta falsas, para así despistar
a las autoridades eclesiásticas, ya que el libro no era en absoluto autorizado
por la iglesia. Existían remedios diversos, que había que repetir tres
veces, y rezar tres padres nuestros a la santísima trinidad. También se
incluían exorcismos y el modo de hacerlos expulsar a los demonios, los
espíritus inmundos y las potestades satánicas. De esta obra se imprimieron
varias ediciones, todas ellas secretas….”
En
otras ocasiones como podremos comprobar en otros post futuros, las propias
videntes utilizan esta misma cruz para detectar la presencia de fuerzas
“maléficas” en lugares impregnados por presencias o “cargados” por su pasado
trágico –ligados a crímenes sin explicación-.
Es
sólo de esta manera, -abriendo los ojos a otras realidades ocultas- como
observaremos que determinados hechos, podrían tener una “doble lectura”
De
todos es sabido, que en determinados casos criminales, existen una serie de
“dogmas” inamovibles, generados por el propio relato de los hechos, la versión
oficial, y por una serie de interpretaciones “lógicas”. Casos dónde el análisis
racional de los hechos no trasciende más allá de esa realidad “palpable”
“material” “existencial” “empírica”. Pero en la criminalidad esotérica existen
otra serie de posibilidades como hemos venido observando. Lesiones ligadas a
extraños ritos.
Por
ejemplo si analizamos el extraño asunto de la introducción de objetos en los
órganos íntimos de la víctima con algún tipo de connotación sexual, estaríamos
ante una práctica especialmente aberrante y peligrosa propia de disciplinas
sadomasoquistas extremas/bizarras, o de
parafilias enfermizas, en el que cabe recordar que además de objetos son utilizadas
partes de la propia anatomía humana –manos, puños, brazos, etc-. Prácticas
conocidas como “fisting”. Como hemos podido observar, esta práctica “anómala” y
bizarra, parece tener otra posible “variante” con connotaciones de otro tipo: Esotéricas
o rituales.
Así
pareció suceder durante el extenso y complejo ritual que se desarrolló durante
casi un día completo -23 horas- en un domicilio del Albaicín-Granada. Un
auténtico “calco” del caso Almansa, que también tuvo consecuencias fatales para
la víctima. De hecho se llegó a hablar de “empalamiento” de la víctima. Sucedió
el 1 de febrero de 1990.
Indagando
sobre este hecho, pudimos conocer que la víctima: Encarnación, al parecer
estaba obsesionada con la magia negra, y acudía con frecuencia a las reuniones
espiritistas del Albaicín. De hecho la víctima actuaba ella misma como una
“medium” en las sesiones, lo que implica conocimiento y práctica. Al parecer se
había introducido de lleno en ese peligroso y complejo mundo “de oscuridad”,
durante sus estancias en un pueblo –no desvelado- de Francia*. En esas reuniones del Albaicín, también participaba una
vidente de Castellón.
*Encarnación
según se recoge en distintas informaciones, al parecer había trabajado en Francia en un hotel
durante ocho años. El dueño de ese hotel estaba relacionado con prácticas
espiritistas y de magia negra, en las que Encarnación participaba activamente. En uno de esos rituales hay una orgía de los
adeptos a estas prácticas oscuras durante la cual la víctima cree quedarse
embarazada, del mismísimo “demonio”. Una idea que la atormentará en los meses
posteriores.
De
hecho el verdadero motivo del ritual, fue arrancar a la víctima, el hijo que
habría engendrado. Un macabro aborto ritual. La mujer que se creía poseída por
el diablo, aseguraba que el hijo que llevaba dentro era un vástago de Lucifer
engendrado durante una de esas orgías francesas
salpicadas de magia negra.
“…Cuando la crisis cesó, tras
suministrarle más vasos de agua con sal, se dispusieron a "matar" al
demonio. Para ello calentaron una aguja de punto y, mientras le sujetaban las
piernas, se dispusieron a introducírsela por la vagina. El informe forense
indica que no hubo resistencia ante esta invasión. Cualquier agresión provoca
una resistencia que deja unas marcas inequívocas, pero en el caso de
Encarnación, el análisis forense indica que no había rastro alguno de
oposición, lo que demuestra un total convencimiento de que estaba engendrando
al hijo del diablo.
A continuación se procedió a la
expulsión del demonio destrozando el recto de la poseída con una barra de
hierro y desgarrándole con las manos la vagina para extraerle el paquete
intestinal, con el propósito de "desprender del interior de su cuerpo
el engendro de Satanás"
“…Metió la mano en la vagina de
Encarnación en muchas ocasiones, al menos díez…”
“Tenía lesiones ligamentosas en el
cuello. El cuello estaba destrozado prácticamente, por lo que no era extrañó
que girase como una peonza…”
Este
hecho –el del posible embarazo- sorprendió al Ministerio Fiscal, que al parecer
exhumó el cuerpo de la víctima, para comprobarlo. La mujer víctima del macabro
ritual, estaba embarazada de mes y medio –otras fuentes señalan sin embargo que
la víctima no estaba embarazada-.
Aunque
lo más intrigante de este asunto es el informe del forense que realizó la
autopsia.
“…El análisis forense dictaminó que tenía los músculos del cuello
aflojados hasta el límite, como si su cabeza girase en redondo 360 grados. Los
forenses iban tomando fotografías, tanto en película normal como en
instantáneas Polaroid que servirían para avalar los hallazgos del doctor García
Blázquez y los otros especialistas. Las diferentes imágenes se fueron
depositando sobre una mesa, vueltas hacia abajo para evitar que la luz de los
tubos fluorescentes dañara la emulsión. Al terminar el estudio, bien entrada ya
la madrugada, se dispusieron a comprobar el resultado obtenido en las
instantáneas. Inexplicablemente, la mayoría de éstas aparecían veladas, y las
que habían logrado impresionar alguna imagen las mostraban tan borrosas y
distorsionadas que no resultaban válidas.
Por fortuna aún quedaban los dos carretes de 36 exposiciones que
contenían el material más interesante y que serian revelados al día siguiente.
Pero al igual que los anteriores, éstos amanecieron defectuosos. La
filmación de vídeo que se realizó también apareció velada, aunque pruebas
posteriores demostraron que la videocámara se encontraba en óptimas
condiciones. Se dirigieron nuevamente en compañía de la magistrada encargada
del caso al Instituto Anatómico Forense para realizar un nuevo reportaje
fotográfico. Pero, una vez más, el material fotográfico apareció velado.
Esta inaudita sucesión de errores se achacó a la iluminación defectuosa.
La voz gutural, muy ronca, de la poseída, fue atribuida por el forense a un
edema encontrado en las cuerdas vocales.
Encarnación tenía una lesión muscular en el cuello debido a una torsión
exagerada, como si girase la cabeza en redondo, los forenses estimaron que una
lesión así sólo pudo producirse “cuando la víctima era ya cadáver”. El único
fenómeno inexplicable para el forense fue el del erizamiento capilar. No se
conoce ningún fenómeno que explique que un cabello pueda erizarse hasta quedar
rígido como un alambre…”
Sobre este forense existe una
interesante entrevista en la prensa:
“…El médico forense en este caso,
en tanto que católico practicante, admite la existencia del diablo, si bien
matiza que los casos de posesión son rarísimos y que muchos de los descritos
son simples ataques de histeria
"Las personas que
participaron en el falso exorcismo conocían perfectamente cómo tenían que
actuar. Si a Encarnación le hubieran dado en primer lugar la sal diluida en
agua hubiera muerto en menos de dos horas. Sin embargo, primero le
administraron vinagre y pimienta, que impiden la absorción inmediata por el
estómago de la sal, con lo que la sesión de exorcismo se prolongó varias horas,
desde la noche del 31 de enero a la madrugada del 1 de febrero"
Sólo hay un dato para el que el
médico no ha encontrado una justificación verosimiI: la erización de los
largos cabellos de Encarnación.
"Unos días más tarde de la
muerte de la mujer visité a los detenidos, que estaban en celdas separadas, y
todos coincidieron en el detalle del pelo. Eran
cabellos largos, de 40 o 60
centímetros , y los músculos capilares no tienen
fuerza para erizarlos”…
Pero
en el Albaicín –que es una fuente de sorpresas- existe al menos, otro caso que
encierra una especial significación, por la fecha en que fallece otra víctima de
estos extraños ritos:
Si
bien el ritual comenzó dos días antes, la víctima fallece un día especialmente señalado:
el 13 de noviembre de 1.995. El
cuerpo de la víctima aparece en una bañera. En un principio se barajó la
posibilidad de un crimen sexual. Pero la realidad era otra: la víctima falleció durante un extraño ritual
de magia negra. Presentaba también
lesiones en el cuello, así como golpes en el pecho y genitales. La víctima un
hombre de 28 años, fallece a consecuencia de una fractura de cuello.
Como
curiosidad citar, que la única acusada, era familiar de la víctima del caso
anteriormente citado ocurrido en 1991 –Encarnación- y además el fallecido –el día
13 de noviembre- residía en el mismo barrio del Albaicín dónde falleció también
Encarnación.
De
nuevo los hechos vienen a cimentar esa hipótesis de que determinados sucesos
relacionados con este mundo “oscuro”, no se suceden de forma casual o aleatoria.
La
acusada, tras haber pasado por prisión por
estos hechos, posteriormente fijó su domicilio en Valencia.
Esta
mujer, era también muy aficionada a este tipo de prácticas esotéricas –se cita
brujería- y la muerte de este hombre según se estableció durante el proceso
penal, estuvo relacionada con este tipo de prácticas de magia negra.
Pero
la acusada no estaba sóla:
La
noche que fallece el hombre –el día 13 noviembre- había numerosas personas en
la casa. No pudieron ser identificadas.
Así
se cita textualmente en la prensa, por
parte del Fiscal del caso, que en el citado ritual “…participaron junto a la acusada personas desconocidas del ambiente
de la brujería y el exorcismo que no han podido ser identificadas en los cinco
años de investigación policial y judicial…”
Personajes
como podemos observar especialmente “escurridizos” cuya identidad no pudo ser
desvelada durante años de instrucción e investigación.
La
criminalidad “esotérica” esa gran desconocida. Una criminalidad que transita por
ese mundo “paralelo” lleno de sombras y enigmas.
¿Podría
esta “rama” de la criminología donde se entremezcla la ciencia, el mundo
terrenal, con otros mundos “abstractos” como el ocultismo, ayudarnos a desvelar
alguno de los misterios presentes en crímenes tan horrendos como el de Alcásser?
En
España existen contados profesionales especialistas en esta temática. Una de
ellas es Pilar Abeijón. Criminóloga, grafóloga y fundadora del Centro de
Investigación y Análisis de la Criminalidad Sexual y Violenta (CIAC). Ha
publicado varios libros entre los que se encuentran los siguientes títulos “Asesinos
en serie” y “Sicarios”. Miembro del equipo de Mundo Misterioso desde sus
inicios, coordinaba todos los monográficos, especiales y reportajes sobre
crímenes esotéricos, sectas, fraudes paranormales, y otros aspectos delictivos
del mundo del misterio. Mantiene colaboraciones periódicas sobre crímenes
esotéricos y de actualidad en diversos programas.
Con
motivo de una entrevista publicada por “el ojo crítico” acerca de su
trayectoria, la experta en este tipo de temáticas, es preguntada acerca del
famoso crimen de Alcásser.
Como
reflexión final, les dejo su respuesta:
Si
un solo asesino, como “La Bestia de Rostov” (Andrei Chikatilo), asesinó a más
de cincuenta personas (mutilándolas y devorándolas parcialmente), ¿por qué se dice
que dos asesinos como Ricart y Anglés no pudieron asesinar a las niñas de
Alcasser?
P.A.- Vamos por partes. Un asesino en
serie sí puede matar a muchas víctimas mientras no es detenido. Tenemos casos
de psicópatas en los que el número de cadáveres sobrepasa los cien. También
tenemos casos espectaculares en que el asesino comete las atrocidades más impensables
con pocas víctimas, por lo que sí que es posible que unos Anglés y Ricart
asesinen a tres niñas. Para mí el caso
Alcasser es mucho más complejo que todo eso. Personalmente estoy
convencida que ellos no son los asesinos, y a la razón me remito, puesto
que no tengo pruebas para culpar otra persona/s. Por un lado, no hay ninguna
prueba convincente que les acuse como los autores más que un testimonio por
parte de Ricart, que fácilmente pudo ser comprado por un módico precio, y un
papelito de la seguridad social con el nombre de Anglés que estuvo a la
intemperie en el lugar del crimen durante meses y allí permaneció hasta que
“casualmente” alguien lo encontró… no sé pero a mí me huele mal. Luego las
autopsias en las que por “despiste” de los médicos se tiran pruebas tan
importantes como los restos en los cuerpos que podrían aportar el ADN del
culpable, una verdadera aberración para cualquier médico forense.
Finalmente, por los pocos datos que
tengo de los acusados si analizo
su perfil y pienso en el estado de los cadáveres, no me parece que dos personas
como ellos hayan podido idear un crimen tan desmedido, con un ritual
tan elaborado, digamos. Volviendo a la pregunta, por poder sí que
pueden haberlas matado ellos, pero yo no me lo creo.
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