Realidad y ficción."The missing"

“Los buenos terminan felices, los malos desgraciados… eso es la ficción”  Oscar Wilde.

De la realidad a la ficción por unos instantes. Les traigo una propuesta interesante, para estas vacaciones.

Ya les dejé un adelanto, en otra entrada del blog, de una miniserie de ocho capítulos que me impactó profundamente. No soy muy seguidor de este tipo de formato. Apenas la primera temporada de “True detective” y alguna otra similar en contenidos, guardada  en la recámara para visionar, si el tiempo lo permite, algún día de estos.
Pero “The Missing” sin dudarlo, fue para el que suscribe, un antes y un después. Si ves el primer episodio, verás el segundo sin mucha demora, y si llegas al sexto -que llegarás- verás los dos restantes de un sólo golpe. Imposible no hacerlo.

Nominada y ganadora de diversos premios internacionales, esta serie de la BBC no les va a dejar indiferentes.

Una serie dura, muy dura de ver, a veces demasiado. Sobre todo para aquellos que tengan hijos. Inevitablemente muchos capítulos serán como una piedra en la garganta, pero también una lección de coraje y esperanza.

Para los que seguimos el Caso “Alcásser” y otros casos similares, inevitablemente  Tony Hughes el padre de Oliver –el pequeño de cinco años, que desaparece en un bucólico pueblo de Francia (Chalons du Bois), tras recalar accidentalmente con su familia durante las vacaciones- nos recordará a otros padres “coraje” bien reales.

Padres que se han dejado la piel, la salud,  la vida, buscando a lo más preciado que poseían: sus hijos o hijas desaparecidas. Buscando a los verdaderos culpables de su tragedia. Buscando verdad y justicia. Nos recordará al padre de una de las víctimas de Alcásser,  también al caso Madeleine, al caso Yeremi…y a tantos otros, por desgracia demasiado reales y todavía sin esclarecer.

Ese paralelismo entre la realidad y la ficción, se entrecruza constantemente, quizás eso la haga tan “impactante”. La historia de “The Missing” discurre en plena celebración del mundial de fútbol de 2006. (Aquí también tuvimos un año 92 repleto de fastos:  Olimpiadas de Bcna y Expo de Sevilla). Periodistas sin escrúpulos acosando, buscando carnaza y titulares a cualquier precio.(Todos pudimos contemplar espectáculos televisivos lamentables en directo desde la plaza o el teatro de algún  pueblo palpando el dolor y la ira en primera persona).

 Esos pequeños pueblos dónde nunca pasa nada, todo el mundo se conoce, y a la vez todos son unos auténticos “desconocidos”. Pueblos que también saben guardar a cal y canto, secretos y complicidades. Asuntos turbios. A veces demasiado turbios

En la serie también tenemos a un padre que decide realizar una investigación paralela a la “oficial” junto a un investigador privado: Julien Baptiste, un policía jubilado -magistralmente interpretado-.  La eterna búsqueda de la verdad. La conspiración vs los hechos. El drama que viven y transforma para siempre a las familias que sufren una tragedia semejante.  El miedo más atroz: un niño perdido y su incierto futuro.

También verán como en la vida real, fé y esperanza, frustración y desesperación,  emociones que seguro no les dejarán indiferentes.  Esa esperanza siempre viva, que al final acaba implacablemente moviendo y removiendo montañas, por altas que estas sean.
Y una pequeña llama que nunca se apaga –la del recuerdo y la memoria-.
Esa pequeña luz que alumbra día y noche el oscuro e incierto camino de regreso a tantos y tantos hogares. Esperando que algún día cercano, estén de vuelta en casa sanos y salvos.
Es nuestro mejor deseo. Feliz Navidad.