Fue un año realmente aciago. La criminalidad se disparó a niveles nunca antes conocidos.
Fue también el año del triple crimen de Alcásser (Valencia)-viernes 13 noviembre 1992 víspera de fin de semana- y de la misteriosa desaparición de dos adolescentes en Aguilar de Campoo (Palencia)-jueves 23 de abril de 1992, día festivo en Castilla León-.
Como si ambas historias se entrecruzasen en algún punto, se trataba de chicas adolescentes originarias de pueblos con una población muy similar -en torno a los ocho mil habitantes- que según relatan las versiones oficiales se dirigían o venían de "discotecas" (Coloors/Cocos) situadas fuera de dichas poblaciones. En ambos casos "desaparecen" de forma conjunta o grupal, supuestamente haciendo autostop, para desplazarse entre sus poblaciones y los citados lugares de ocio. Amistad y aficiones compartidas -bailar-, ir a la discoteca el fin de semana, edades idénticas -catorce y quince años-. Y sus últimos pasos conocidos son auténticos "calcos". En ambos casos se les pierde la pista subiendo a un vehículo indeterminado de "color blanco", hechos corroborados por testigos. Y en ambos casos también se alude a que las niñas no se habrían subido a un vehículo con alguien "desconocido".
La resolución sin embargo es bien distinta. En el primer caso aparecieron los tres cuerpos enterrados, después de haber sido cruelmente torturadas y martirizadas sexualmente.
En el caso de Aguilar de Campoo el misterio sigue sin resolver. Las dos niñas nunca aparecieron. Según consta en la prensa de la época, en este asunto existieron al parecer denuncias internas por supuestas "anomalías" relacionadas con la investigación.
Así lo recoge el diario "El norte de castilla" del cual extraigo el siguiente texto: ..." La posibilidad de reclamar una nueva investigación se planteó a raíz de unas declaraciones que efectuó el ex guardia civil P. S., jefe de equipo en la Comandancia de Palencia cuando ocurrieron los hechos, el 23 de abril de 1992, en las que aseguraba que se habían producido irregularidades en la investigación y planteaba que muchas cuestiones no se habían abordado de la manera adecuada..."
El propio Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León cuestiona los expedientes abiertos al agente por denunciar las citadas irregularidades:
EL NORTE/PALENCIA
Tras conocer la sentencia, P. S. ha anunciado que emprenderá acciones para que se revisen de inmediato los expedientes de los que fue objeto y las calificaciones negativas ahora anuladas, según difundió ayer la Cadena Ser.
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León se fundamenta en que «es difícil entender que en un año se pase de honrado y recto a indigno y corruptible». El alto tribunal señala además que las calificaciones deberían haber sido realizadas por mandos imparciales."
Este hecho dio también lugar a una pregunta parlamentaria en el congreso de los diputados.
La denuncia por las citadas irregularidades llegó al Juzgado y finalmente fue archivada.
Nunca se supo que pasó con Virginia y Manuela. Pero el paso del tiempo, no augura ningún final feliz en este misterioso asunto . Podríamos situarlo como otro "extrañísimo e inusual" caso de "desaparición grupal" con tintes criminales (Macastre-Alcásser). LLegó a ser denominado por los periodistas de "El país" como "El caso Alcásser de Palencia". Razones no le faltan.
Ese mismo año 1992, el jueves día 29 de Octubre, como ya reseñamos en otras entradas, Gloria Martínez una joven de 17 años, desaparece de una clínica en Alfaz del Pí-C.Valenciana. Sigue desaparecida.
Como último aporte respecto al caso de Aguilar de Campoo, citar otra inquietante "coincidencia" con el caso Alcásser. En el vídeo que se adjunta en la parte inferior, sobre el minuto 8'40, se detalla que los padres de una de las niñas desaparecidas en Aguilar de Campoo, recibieron una llamada telefónica de madrugada, en la cual se oye decir "mamá" a una chica con un grito desgarrador.
En Alcásser, el padre de una de las niñas, recibió también una extraña llamada..."A la hora de comer del día 17 de noviembre, el padre de Toñi se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Picassent. Según consta "se persona el padre de la llamada Antonia, el cual comunica el haber recibido una llamada telefónica en la que le habían dicho en tres ocasiones "PAPÁ", esto con voz apagada en la que cree haber reconocido la voz de su hija, cortándose a continuación el teléfono".
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