BUÑOL: RED MENORES/ AGENDAS, POLÍTICOS y LÁTIGOS

Precisamente en esa zona cercana a Macastre, a tan sólo cinco kilómetros, en Buñol, es desmantelada en el año 1985 una red de prostitución de menores "peculiar". La red operaba también en Requena, Valencia capital y Cuenca. Al menos siete niñas españolas con edades comprendidas entre los 13 y los 15 años eran prostituidas en locales de alterne de la provincia de Valencia. En un club de Buñol caerá parte de la trama de esta organización. 

Según se relata, organizaban fiestas con las menores en pisos y chalets por las que los proxenetas llegaban a cobrar varias decenas de miles de pesetas de la época. Alguna de las niñas declaró en el juicio haber sido prostituidas desde los 11 años. También afirmó que eran golpeadas con látigos y porras y que eran drogadas para llevar a cabo tales actividades. Agresiones y torturas a las que eran sometidas que fueron probadas durante el juicio. De hecho una de las menores al ser destapada la trama tuvo que ser llevada a un hospital por las lesiones que presentaba. 

El método de contacto de las menores con los captadores de esta red, era en discotecas de moda de la ciudad de Valencia. Lo que inicialmente parecía un juego para las jóvenes, en su mayoría de origen humilde, -las invitaban a bebidas y espectáculos-, se convirtió luego en la imposibilidad de escapar de aquella red de explotación sexual. (A veces las similitudes en cuanto a los posibles métodos de captación que pudieron ser utilizados en otros hechos, resultan cuándo menos "llamativos" o "curiosos" : en el año 1989,las niñas del Caso Macastre fueron vistas bailando en una discoteca de Montroy, eran también de orígenes muy humildes, y según diversos testigos eran invitadas a bebidas en uno de los bares)

  Las siete niñas víctimas de la red, participaron en varias fiestas, en apartamentos de la playa de El Saler -localidad al sur de Valencia y prácticamente pegada a la capital, dónde iremos descubriendo como existía una intensísima actividad criminal con menores-. En esos apartamentos las niñas además de prostituidas eran objeto de diversas "apuestas" entre los asistentes. 

Entre los clientes había gente importante (políticos, constructores, empresarios, etc).Al parecer no todos llegaron a ser procesados. Según cita la prensa " fuentes cercanas al caso han señalado que durante el juicio no han salido a la luz los nombres de determinados personajes "gente importante" de la sociedad Valenciana, entre los que se encontraban presuntamente políticos y miembros de la policía". (La Vanguardia). Asimismo se cita al llamado "grupo Burjassot" lo cuales frecuentaban las fiestas y orgías invitados por los proxenetas, y que estos eran conocedores de la "edad" de las niñas.  

Llama la atención es especial "sadismo" empleado con las menores. Presentaban hematomas y cortes por todo el cuerpo. La prensa lo describe como "un infierno sádico", torturas, vejaciones y malos tratos, como un cuento del Marqués de Sade. Golpeándolas y violándolas sistemáticamente.Alquiladas a una clientela "selecta". A alguna de ellas le partieron los dientes a puñetazos en un descampado, a otra le destrozaron la nariz. O las amenazaban con una soga, diciéndole que las colgarían si intentaban escaparse. O les mostraban un revólver cargado amenazándolas de muerte. La trama también contaba con falsificadores de D.N.I para documentar a las menores. 

"mucho aficionado  a las  menores" al parecer en la operación policial fue intervenida una agenda con datos y direcciones de clientes. Una de las proxenetas detenidas reconoce que hay "muchos señores aficionados a las relaciones con menores". Las niñas a su vez declaran que los clientes parecían tener mucho dinero, e iban muy bien vestidos.
La trama fue desmantelada gracias a la denuncia de desaparición de una de las menores por parte de la familia, la cual fue encontrada en un club de Buñol. Es destacable y extraño que no fuera "detectada" de "oficio" esta actividad cruenta e ilícita con anterioridad, ya que las niñas también eran prostituídas en clubes de carretera. Sólo una denuncia "de parte" consiguió desarticular esta red. 

El juicio tuvo que ser repetido, y las condenas fueron para los proxenetas, absolviendo a gran parte de los partícipes en estas actividades. 

Por esas fechas fue desmantelada una red de explotación de menores en Alicante. Una menor falleció tras serle practicado un aborto. La red tenía a treinta niñas de entre doce y catorce años a las que obligaba a prostituirse.

* todas las  fotografías son imágenes de archivo obtenidas de google.