ASPECTOS CRIMINOLÓGICOS ALCÁSSER (I)

En el caso Alcásser, existen infinidad de detalles, que merecerían la pena ser resaltados. Estudiados a fondo. En la red hay excelentes páginas que desmenuzan a conciencia, las infinitas contradicciones de unos hechos “probados” por sentencia, que sin embargo a muy pocos parecen convencer.

 Por eso he optado sólo por “ahondar” un poco en determinadas cuestiones muy concretas.

A mi modo de ver, como relaté en otras entradas de este blog, el hecho de que los cuerpos estén “vestidos” es una de las características claramente “diferenciadoras” de este crimen. Al igual que otros actos cometidos –necrofilia- o la introducción de determinados objetos en los cuerpos de las menores. Son elementos “poco” comunes. Extraños. Que muy pocos criminales son capaces de hacer –afortunadamente-. Esa “peculiar” concatenación de acciones criminales anómalas, bizarras y perversas, podrían ser un hilo interesante del que tirar.

Al hecho de “vestir los cuerpos de las víctimas” se le podrían dar varias interpretaciones:

-Una posibilidad sería que los autores de los hechos hubieran ordenado a las propias niñas –en vida- que se vistieran, para posteriormente proceder a maniatarlas y finalmente ejecutarlas de un disparo en la nuca. La gravedad de las heridas causadas durante su cautiverio –auténtico martirio-, hacen que esta opción sea difícil de sostener. Parece también que las condiciones en que estaban físicamente harían inviable caminar un largo trecho por un camino empinado y pedregoso -desde la caseta agrícola- hasta su destino final : la fosa de la Romana.

- Otra de las posibilidades es que fueran vestidas para ocultar las agresiones sexuales. Algo impensable, pues al realizarse las autopsias eran visibles examinando los cuerpos de las víctimas superficialmente,  muchas de las aberraciones cometidas con las niñas –dilataciones, sujetador cortado, etc)

- Cabía también la opción de que estuvieran vestidas para que estas fueran fácilmente reconocibles e identificadas por las ropas que portaban. Hay que recordar que las cabezas estaban desprendidas, y esqueletizadas.  Algo también anómalo, por el escaso tiempo transcurrido, y porque el resto del cuerpo no se encontraba en ese mismo estado tan avanzado. En sólo dos meses, tiempo transcurrido desde la muerte según las autopsias, las cabezas estaban totalmente reducidas a cráneos. Proceso muy semejante al del caso Leidy V. que también apareció “enterrada”,  en los montes de Macastre llevando desaparecida prácticamente ese mismo periodo de tiempo –aunque en ese caso todo el cuerpo estaba completamente esqueletizado-.Como  curiosidad el sujetador estaba roto, y la ubicación dónde se encuentra el cuerpo "LLanorel"-Macastre está situado justo en el medio y a escasa distancia de la caseta dónde aparece el cuerpo de Rosario y la ubicación -río magro- dónde aparece el cuerpo de la otra chica mutilada. Curioso también. 

 restos óseos pertenecientes a otro caso, en la provincia de Valencia.

Existen una serie de condiciones que modifican la evolución de la putrefacción:

-la putrefacción es más rápida en niños y más tardía en los viejos.

-la putrefacción es más intensa y precoz en:  heridas graves, sepsis, contusiones extensas, muerte tras agonía lenta, ambientales : exposición al sol..

-Por el contrario se RETRASA: sujetos delgados –adolescentes con una complexión delgada-, en grandes hemorragias –las niñas estaban exanguinadas prácticamente- y con miembros separados del cuerpo –las cabezas, brazo, mano-. Ambientales: exposición al frío.

Por una parte había elementos que podían acelerar la descomposición de los cuerpos, pero también otros no menos importantes que parecían indicar que la putrefacción debía haberse “retrasado” y no acelerado como fue el caso de los cráneos. ¿Pudo ser acelerada esa putrefacción en las cabezas, con algún elemento “no natural” algún agente externo de tipo químico o similar?.

otra opción:

Cuándo un cadáver ha permanecido en un medio a temperatura muy bajas y después se calienta, la putrefacción ocurre muy rápidamente. En los tejidos traumatizados igualmente se acelera la putrefacción.  

Fuera como fuese, es anormal el estado de los cuerpos:

Respecto al periodo de reducción esquelética:

Se trataría de la última fase del proceso de putrefacción del cuerpo.

Paulatinamente todas las partes blandas del cuerpo irán desapareciendo a través de la licuefacción y transformación en putrílago. Los elementos más resistentes son el tejido fibroso, los ligamentos y los cartílagos, que es lo último que aparece adherido a los huesos. Ese periodo suele durar unos CINCO años.

(manual de criminalística y ciencias forenses, técnicas forenses aplicadas a la investigación criminal, ed. Tébar).

La identificación de las niñas se llevó a cabo: visualmente reconociendo las ropas. Por las carácterísticas antropométricas –estatura, constitución, etc- y por la superposición fotográfica comparada con las características de el cráneo de cada víctima. Se podría decir que por los métodos menos fiables.

Problemas que se plantean con este método de superposición:

-Tamaño de la cabeza en la fotografía.

-Es difícil conseguir situar el cráneo en la misma posición que tiene la cabeza en la fotografía, ángulos de rotación, y la inclinación juegan un papel decisivo, es difícil determinar la posición exacta.

-Se necesita mucho tiempo para realizar dichas superposiciones.

-La fisionomía del individuo también influye en la fiabilidad de la superposición, expresión facial, peinado, cantidad de cabello –las cabelleras estaban también desprendidas- la existencia o pérdida de dientes –faltaban muchísimos dientes- puede influir negativamente en su identificación.

-La mayoría de las veces conseguiremos un diagnóstico negativo de superposición, es decir, señalar que la fotografía y el cráneo no son coincidentes. Más difícil es conseguir una identificación positiva, y siempre que creamos que lo es, debemos corroborarlo con otros datos que nos confirmen dicha identificación.

 superposición cráneo fotográfica -archivo pericia judicial- 

Existiendo huesos “de más” en la fosa, que NO pertenecían a las tres pequeñas, y viendo el estado de los cuerpos respecto a las cabezas desprendidas- convertidas en cráneos-, podrían surgir evidentes  dudas al respecto.

 Si los asesinos habían dejado o depositado huesos de más en la fosa. Si habían obtenido Trofeos en forma de parte anatómica del cuerpo de alguna niña –mano-. La pregunta hipotética que uno se podría plantear es: ¿Podían esos cráneos no corresponderse con los cuerpos de las pequeñas, y formar parte de esos huesos "de más" ajenos a las víctimas?. ¿Podía ser esa la razón de que las niñas aparezcan vestidas, portando objetos, y hasta el DNI, para facilitar su identificación visual? ¿era una vuelta de tuerca, una demostración de control, un macabro juego?.

 Las hemerotecas sin embargo no hablan de casos de decapitaciones en la zona. 
A modo de simple curiosidad, sí que existen dos niñas desaparecidas de edades similares durante ese mismo año. El caso de Aguilar de Campoo, un gran desconocido. El llamado “Caso Alcásser de Palencia”, por las “similitudes” con el que nos ocupa. Dos niñas de las mismas edades, desaparecen tan sólo SIETE meses antes que las tres niñas de Alcásser, cuándo regresaban a pie de una discoteca. Al parecer fueron vistas subiendo a un coche pequeño blanco. Nunca más se supo de ellas. Sus cuerpos no aparecieron. A día de hoy siguen desaparecidas. 
En esa misma provincia también sucedieron precedentes extraños durante aquella época. En un pueblo (Villarramiel), en 1991 un hombre fue decapitado. Once años antes una mujer en ese mismo pueblo fue decapitada también. Ambos crímenes siguen sin esclarecer. En el año 1986, en Alar del Rey, muy cerca de Aguilar de Campoo, dos jóvenes turistas que hacían noche acampados, fueron atacados. Uno de los jóvenes murió de un fuerte golpe en la cabeza. Su acompañante una chica, fue encontrada a unos veinte metros  en un saco de dormir en ropa interior, con gravísimas heridas en la cara y la cabeza.

Hay que recordar que el coche blanco es otra de las "constantes" de estos casos. ¿Casualidad? ¿color muy extendido en los turismos de aquella época?. Sea como sea, en la calle Alcásser de Valencia, la testigo que encuentra el pie amputado en la calle, dice que en  ese momento un coche blanco indeterminado enciende las  luces, y abandona el lugar. Como si estuviera allí esperando, cerciorándose de que el pie fuera hallado.

No sólo en la c/alcásser, también en otras de Valencia capital por aquellas mismas épocas fueron depositados distintos restos humanos, en distintas ubicaciones. Diseminan los restos para que estos sean ENCONTRADOS. Parece que el criminal-es juegan a un extraño y macabro juego. Quieren que los restos sean “descubiertos” a toda costa. Es por lo tanto un sujeto criminal de los más peligrosos:

En el caso de que el cuerpo de la víctima se abandone en un lugar abierto de fácil acceso o visibilidad, queda claro que el autor no ha querido ocultar “su obra”, que se siente orgulloso de ella y que es vanidoso, desafiante y seguro de sí mismo. Un sujeto con estas características tendrá un elevado grado de psicopatía y seguirá tanto la investigación de sus crímenes como las investigaciones periodísticas que de ella se deriven. Su sentido del crimen como un MACABRO JUEGO puede ser aprovechado para utilizar diversas técnicas proactivas para lograr su captura.

Volviendo al triple crimen de Alcásser, y al hecho de que los cuerpos estuvieran “vestidos”, existía una última y definitiva posibilidad:

Que las niñas fueran vestidas POST-MORTEM De hecho, las autopsias concluyeron que sufrieron agresiones sexuales de carácter NECRÓFILO. Introducción de objetos. Para lo cual es necesario que las niñas objeto de esa macabra acción, estuvieran desvestidas –sino totalmente, al menos parcialmente-. Y posteriormente deshacer esa acción y volverlas a vestir. (las niñas portaban toda la ropa, ropa interior incluida, zapatos anudados, sólo se echó en falta unos calcetines).

Este hecho en sí,  sería entonces muy interesante, ya que implicaría que este comportamiento pudiera formar parte de la “firma” del autor-es de los hechos (un acto criminal “no necesario” para llevar a cabo el delito y que tiene una importante carga psicológica referida a la personalidad del asesino-s-).

Algo que parece apuntalar esta posibilidad como la más idónea, es según las autopsias:

La amputación de la aureola del pezón. El instituto Nacional de Toxicología dictaminaba que: La morfología de los bordes de la herida de la región peri areolar de la mama derecha sugiere que ésta fue producida por un instrumento no cortante y por un mecanismo inciso-contuso con arrancamiento. Los bordes cutáneos de la zona desaparecida son regulares y bien definidos a la observación macroscópica, NO APRECIÁNDOSE CON CLARIDAD SIGNOS DE REACCIÓN VITAL DE LOS MISMOS -postmortem-. Esa mutilación del pezón, implicaría un acto de "desfeminización" de la víctima, un acto hostil, la desfeminización término que define la anulación brutal de la identidad física y sexual de la agredida -ataque con ácido, mutilación órganos sexuales, etc-reflejo de la necesidad del atacante de eliminar por completo el estatus corporal y existencial de la mujer. No sólo la asesina, sino que además denigra su cuerpo.   

-Las lesiones existentes a nivel de ambas muñecas en el cuerpo nº1, sin embargo, presentan un aspecto macroscópico que indica una discreta reacción de vitalidad. (Los brazos aparecen en la parte delantera del cuerpo, con las muñecas atadas con una ligadura en forma de grilletes).

Podría ser un indicador entonces de que fue maniatada (después de ser vestida) y muy próximo/o en el momento mismo de la muerte.

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De hecho, los peritos del Instituto Nacional de Toxicología no tenían ninguna duda (dado que la metacromasia era negativa) que con el cadáver número 3 se habían cometido actos de necrofilia. Es decir, alguien había violado vaginal y analmente a la víctima número 3, cuando ya había muerto.

Por lo tanto si las prendas hubiesen sido “colocadas” post-mortem por el asesino-s,  podría nuevamente implicar una conducta de “remordimiento”, por parte del autor-es de los hechos. Y lo que es más importante: En muchas ocasiones este tipo de conductas delatan que víctima y agresor tenían una relación previa.  

La hipótesis del rapto mediante “engaño” en el Caso Alcásser –el más probable tratándose de tres menores juntas que ofrecerían gran resistencia a un rapto violento-, cobra fuerza. Las niñas pudieron concretar alguna cita con “alguien” de alguna forma conocido por ellas. O también montar en un vehículo determinado con “alguien” que conocían y les infundió confianza para entrar en el automóvil. (los pensamientos recurrentes del padre de una de las niñas giraban en torno a ese punto concreto:

 “Estoy seguro, por lo que se, que no habrías entrado en ese coche, con esos individuos, de no haber visto a alguien dentro que te inspirase confianza” . “y lo pienso porque razono simplemente, porque yo te conocía muy bien a ti, ¿cómo no iba a conocerte?, y sabía que nunca hubieras hecho autostop con unos desconocidos, que jamás te habrías subido a un coche con dos individuos como esos. Hubo otra cara que te inspiró confianza, y que está oculta, y voy a ir a por ella aunque se rían de mi, aunque tenga que remover cielo y tierra…”

Cabe recordar además que desde el punto dónde la V.O. dice que son recogidas por un vehículo –que por cierto no coincide con el descrito por la testigo-, tan sólo quedaban 300 metros para llegar a la discoteca. Lo que hace prácticamente inviable que tomaran la decisión de "arriesgarse" a subir a un vehículo con dos conocidos delincuentes de la zona. Viendo el perfil de las víctimas, de carácter tímido, temeroso y desconfiado en alguno de los casos, el relato de los hechos de la V.O. es en este punto del todo inverosímil. Una testigo del caso, sitúa a las niñas siendo recogidas por un vehículo indeterminado de color blanco, tamaño mediano, cuatro puertas –el de los acusados sólo tenía dos puertas-, y subiendo a dicho vehículo, ocupado por CUATRO hombres . Hecho que llamó la atención de la testigo –la alta ocupación del vehículo-  ya que las tres niñas accedieron por las puertas laterales traseras sin salir los ocupantes.Y que las niñas parecerían subir al coche "confiadas" ya que lo hicieron deprisa. Y que el coche arranco normalmente, y a velocidad normal. 

Como curiosidad recordar que en el caso Macastre se encuentran huellas en el exterior de la caseta, de cuatro personas.

pisada humana, elementos identificativos -p.m. bilbao-

-La falta de alguna prenda –calcetines que no aparecieron- podría ser interpretada como algo anecdótico o casual, o tener otra vertiente desde el punto de vista psicológico o del comportamiento criminal. A veces los autores de este tipo de hechos, suelen llevarse “recuerdos”. Nos referiremos a “recuerdos” al tratarse de “objetos” de la víctima,  con los que el criminal revive y se recrea a posteriori en sus fantasías. Otra posibilidad es que :  Si faltan objetos personales, debe servir de faro para alertar sobre la posibilidad de revisitación del cadáver, por parte del asesino.

En el caso de que faltaran partes del cuerpo les denominaremos TROFEOS –tanto en Macastre como en Alcásser faltan: manos, vértebras, dientes, uñas-.

Los asesinos “desorganizados” o psicóticos, impulsivos, caóticos, suelen preferir TROFEOS, que utiliza luego a modo de “afrodisíacos” con los que poder realizar posteriormente nuevos actos de necrofilia. Y es que este tipo de asesinos, realizan el acto sexual con el cuerpo de la víctima –muerta o inconsciente-. Es una conducta también muy concreta y extraña.

Si hablamos de trofeos no podemos pasar por alto los casos del cuerpo de la mujer aparecido en la tubería –Río Magro-. Cuerpo que en un principio se atribuyó a la niña de Macastre Pilar R. A dicho cuerpo le faltaba un pie y una mano. En este caso parece ser que podría carecer de identificación y objetos personales.

Si la víctima aparece totalmente desprovista de efectos personales y MUTILADA, con seguridad nos encontramos ante un asesino del tipo “organizado”.  El despojamiento de sus pertenencias supone también el despojamiento de su identidad, y esto sirve para satisfacer una de las pulsiones recurrentes de estos criminales: la completa HUMILLACIÓN de sus víctimas. Si a esto añadimos que el cadáver tenía la cara destrozada nos confirmaría la idea de una “despersonalización” de la víctima.

Sin olvidar la posibilidad de realizar dichas mutilaciones y destrozos para dificultar la identificación del cadáver. Pero no parece el caso, puesto que el cuerpo conservaba una de las manos, de la cual se podría haber obtenido una “necroreseña”. Se trataría entonces, de mutilaciones realizadas por algún tipo de pulsión como las descritas.

necroreseña dactilar cadáver, foto archivo prensa.