"El
caso Alcásser" que ha sido revisado recientemente por la productora Bambú, en un
documental de cinco episodios, para la cadena Netflix, reconstruye con un gran
trabajo de documentación y realización, los hechos acontecidos en este
truculento triple homicidio, a partir del relato oficial de los hechos –sumario
1/93-.
La
primera y positiva consecuencia es que el documental será emitido a nivel
mundial, con lo cual la difusión del caso será masiva.
Ojalá
que reputados perfiladores internacionales, analistas, forenses y psicólogos
criminales pongan por fin, sus ojos en este triple crimen. Sería muy
interesante conocer sus conclusiones.
The
Chilling True Story Behind Netflix’s ‘The Alcàsser Murders’(Cosmopolitan)
En
este trágico crimen grupal, como todos sabemos existen dos posturas
enfrentadas. Por un lado la versión oficiosa de los hechos, y por otro la
denominada “teoría de la conspiración”, que defiende el padre de una de las
niñas, y un conocido periodista criminólogo que investigó el caso.
Se
echa en falta en el citado documental, la falta de profundización en algunas de
las muchas incógnitas sin resolver que se observan en el crimen. Por el
contrario sí se hace un especial hincapié en desmontar la citada teoría
conspirativa, desacreditando la labor de los citados, mediante otros asuntos
que parecen discurrir “paralelos” a la citada investigación.
La
teoría conspirativa, abarcaría personalidades importantes, que al parecer fueron
filmados desfilando delante de los cuerpos de las niñas en un supuesto pacto de
estado o chantaje de altos vuelos. Una cinta de vídeo, que según se desprende
del documental, pudo llegar al padre de
la niña a través de una persona “arrepentida” y con el párroco de Alcásser como
intermediario entre ambas partes.
La
existencia de esta cinta, podría dar un vuelco al triple crimen. Así se
desprende de las palabras del afamado periodista criminólogo. Pero de momento
esta prueba definitiva no ha sido revelada. Tampoco entregada ninguna copia en un
juzgado para su investigación, si bien según estos fue entregada al MM de Interior en su día. En el documental no se verifica la
existencia de dicha cinta, ya que el investigador contratado por la familia de la
niña, parece que finalmente no accedió a
mostrársela a los productores de la serie documental.
En
el blog, hemos podido comprobar como las tesis de D. Fernando García no son tan descabelladas como nos quieren hacer creer. Nos referimos a las primeras hipótesis que manejaban en su investigación. Las que hablaban de una red organizada que secuestraba
menores actuando en la comunidad valenciana, para realizar todo tipo de
tropelías sádico-sexuales, que incluían asesinatos y filmaciones. La podríamos
denominar “la teoría alternativa”.
En
nuestra humilde opinión, de existir, se trataría de una red endémica de esta
comunidad autónoma.
¿Existen
datos objetivos que sostengan esta teoría alternativa?
Lo
primero que debemos preguntarnos al analizar este triple crimen, es si
“Alcásser” se trata de un caso aislado, o forma parte de una cadena serial de
crímenes existentes en la zona durante los años ochenta y noventa.
Esta
misma pregunta sin respuesta, es la que nos motivó a crear este Blog, hace ya
cuatro años.
Durante
la revisión de los distintos casos criminales ocurridos en esta comarca –algo
que el documental de "Bambú" omitió o sólo trató durante escasos segundos- hemos
podido comprobar la existencia de algunos datos muy llamativos.
Existen
una serie de crímenes encadenados en la misma zona o comarca que siguen sin
esclarecer, o con sospechosos
detenidos, de los que no existe constancia en las hemerotecas, que hayan sido condenados. Con lo
cual se supone que esos casos siguen con autor-es desconocidos y archivados. En
otras ocasiones no se llegó a avanzar en la investigación, y no se consiguió
imputar a nadie.
La
existencia de “al menos”* dos casos grupales con víctimas del mismo
espectro de edad-14 a
15 años- dónde se ven inmersas triadas de víctimas adolescentes, es otro
dato a tener muy en cuenta. La proximidad de ambos sucesos (Macastre y
Alcásser) espacio-tiempo. La existencia de escenarios “finales” muy
similares: lugares inhóspitos en zonas montañosas con casetas de aperos o
de usos agrícolas dispersas en el medio rural. Dos escenas que se nos
muestran con indicios de haber sido “amañadas” o preparadas: colocación
de vestigios, colocación cuerpos, etc.
*Existe en esta comarca sur, en la zona de
Alcudia de Carlet, el que denominamos “Caso Montortal” la misteriosa muerte de
tres adolescentes supuestamente arrollados por un tren de vía estrecha, en un
tramo recto sin desniveles pronunciados. Y lo más llamativo, sin apercibimiento por parte del maquinista de la presencia
de los menores en la vía o sus inmediaciones ni tampoco de su arrollamiento o impacto contra la locomotora. La propia FEVE emitió
en su momento un comunicado mostrando su extrañeza por este suceso. En
un principio, según las primeras noticias, se barajaron “otro" tipo de posibilidades totalmente distintas.Un caso con muchos
enigmas.
Estos
dos casos son el paradigma de la criminalidad “atípica” que asoló Valencia
durante aquellos años negros, pero existen “otros” asuntos ocurridos en esta
comarca que son especialmente truculentos y tenebrosos.
Como
todos saben, este blog indaga no sólo en los casos más mediáticos o conocidos.
Rebusca en otros asuntos criminales de la comarca para encontrar indicios o
rastros de algún tipo de actividad organizada o que presenten rasgos
coincidentescon los dos crímenes señalados. Y existen algunos datos
preocupantes y que llaman poderosamente la atención al estudiarlos.
Todos
estos indicadores son auténticas “banderas rojas”, a tener en cuenta. Suficientes
para barajar la posible presencia de algún tipo de actividad serial en
la zona.
No
sólo nosotros mantenemos esta hipótesis. Los propios investigadores citan en la
prensa, esta posibilidad.
De
hecho se cita explícitamente la posibilidad de la existencia de un germinal “asesino
serial sádico” actuando en la provincia de Valencia a finales de los
setenta-ochenta. En aquella ocasión las víctimas eran niñas de corta edad
–entre cuatro y ocho años-, el perfil victimológico propio de pederastas sádicos (Caso Benaguasil y Caso
Carlier).
Se
habló también por parte de los investigadores de la existencia de “zonas
sensibles”, dónde aparecían cadáveres o restos sin explicación aparente –en
referencia a Macastre- Algo que hemos podido ratificar y cotejar en nuestra
particular radiografía de la criminalidad valenciana –mapas zonales de
desaparecidos y hallazgos de cuerpos-, que ya publicamos en un post hace algún
tiempo.
El
propio Miguel Ricart es interrogado sibilinamente sobre Macastre debido a las
características del crimen, y a su cercanía de la caseta de Alborache.
“…Que
a Macastre no fui, estoy alucinando.
Que
fuimos al cuartel, y ya era de noche, no tanto, lo que si que quería comentarle
antes es que dijeron que volverían a ir, allí de noche, a Alborache, yo le
estoy hablando de Alborache, yo no he estado jamás en Macastre
...
Que me ha dicho usted algo de una caseta en Macastre.
..Que
los cuerpos de seguridad del estado, de otro asesinato en Macastre no me
acuerdo que me hablaran, es que cuando me ha dicho usted si he estado alguna
vez en Macastre…”
(Acta
declaración Miguel Ricart)
De hecho la sospecha de la Guardia Civil llegó a
que se compararan pruebas encontradas en otros casos dispersos por la zona, con
las muestras halladas en el Caso Alcásser.
Por
ejemplo, las cuerdas de polipropileno negras –mismo color y composición-
con que maniataron a Cristina Ll. P. cuyo cadáver apareció en Bétera sólo
tres días después de finalizar las fiestas de Alcásser, las mismas dónde intentaron
agredir o secuestrar a Mirian en el portal de su casa en el año 1992. ¿Desencadenante o antecedente? Sea lo que sea, se trata de un suceso de alto
interés criminológico, pues sucede previo y cercano a la desaparición
definitiva de la niña y sus dos amigas.
Cuerda
común de polipropileno negra similar a las halladas (Google).
La
actividad criminal en la zona “no cesa” con la detención
de
Miguel Ricart y la desaparición “permanente” de Antonio Anglés.
A
nuestro entender, parecen existir claros indicadores de que la actividad era
“endémica” de esta zona o al menos contaban con mano de obra “comarcal”. Y
esta afirmación la sustentamos en varios aspectos.
Hay
factores que son determinantes.
En
los distintos crímenes observamos un denominador común: el excelente
conocimiento del terreno. También unos escenarios finales eminentemente
rurales, asociados a los usos y costumbres propios de la comarca: la "horta sud".
Hablamos
de lugares de hallazgos de los cuerpos tales como: acequias, azudes, casetas de aperos o usos
agrarios, cotos de caza, campos de naranjos, pozos y molinos abandonados.
Abandonados en muchos casos, pero que su uso por
parte de los criminales, denota e implica un conocimiento “exacto” y
“profundo” de esta geografía. No lo decimos nosotros, los propios
investigadores de la Guardia Civil lo reconocen en las noticias de prensa de la
época.
El
factor diferenciador de esta zona, el factor “tradición”. La sociología
del rural valenciano.
Hay
una conexión que sobrevuela estos asuntos, y que de alguna manera nos pone en
el contexto de esa valencia rural y tradicional. El microcosmos sociológico de
los pueblos valencianos.
Las
fallas: La “Mirian” más fallera, fiel
devota de esta tradición. Importante también a nivel criminológico: la misma
tarde noche en que desaparece junto a sus dos amigas, tenía una cita para
probarse un traje de fallera. Aficiones-día de la desaparición. Datos a tener siempre
en cuenta.
Otra
de las víctimas del triple crimen, Desireé, como pudimos comprobar en el
documental, residía justo al lado de un casal fallero.
Las
niñas desaparecen según el testimonio de Dolores Badal, exactamente al lado de
otro “casal” sito en la localidad de Picassent, dónde son recogidas por un
vehículo blanco de cuatro puertas en cuyo interior van cuatro individuos. Un
coche que no se corresponde con el opel corsa blanco de dos puertas, al
parecer utilizado el día de “autos”.
En
la “red yanki” de abuso y producción gráfica con menores, descubrimos extrañas conexiones con el pueblo
de las niñas –dos captadores- e incluso un representante del canto tradicional
valenciano –fallas y fiestas- ya fallecido, residente en un pueblo muy cercano,
implicado “de lleno” en esta macabra
red.
También
conocimos el caso de un hombre del pueblo de las tres niñas relacionado con las
empresas de pirotecnias, encontrado muerto en una fosa semidesnudo en el
vecino pueblo de Silla. Hallado también “en extrañas circunstancias” según nos describe
la prensa.
Además
supimos de la existencia de una víctima fallecida de forma violenta, y
encontrada cerca de Tous, que presenta un vínculo familiar con las bandas de
música. Tradición fuertemente arraigada en los pueblos de esta comarca.
Por
otra parte tenemos el factor “religioso y pseudoreligioso” –esoterismo,
movimientos sectarios. La zona sur de valencia y el norte de Alicante presentan
la mayor densidad de logias y sectas –muchas de ellas especialmente oscuras-. La
religión también es un elemento vertebrador de esta sociedad rural, fiel devota
de la tradición cristina, si bien convergen otras religiones y credos
fuertemente implantados en la zona.
Algo
parece “flotar” en el ambiente criminológico de la zona, en relación a todos
estos aspectos. Una amalgama de aspectos “tradicionales” que no se sabe porqué
están ahí presentes cuando revisas estos casos.
O
pudieran ser simples “coincidencias casuales” propias del espacio y el tiempo
en el que se desarrollan los hechos criminales.
Lo
cierto es que la primera pista ya la tenemos en lo atípico que resultan los
hechos ocurridos con las tres niñas de Alcásser. El propio triple crimen
nos indica, por sí mismo que nos encontramos ante una criminalidad completamente “anómala”.
"…Tres niñas
desaparecidas y asesinadas es algo que no ocurre habitualmente ni en España ni
en casi ningún país occidental…”.
Ni
habitualmente ni en décadas…pero allí sin embargo, sucedió en dos ocasiones y
con sólo cuatro años de diferencia. ¿Es esto “normal”?. No. Esto es absolutamente “anormal”. Y la
posibilidad de que se trate de sucesos inconexos, es además muy improbable.
Este
inquietante y anómalo contexto criminal, debería bastar para abrirnos los ojos
de par en par a “otras” posibilidades fuera del relato oficioso de los hechos.
Pero la crónica de sucesos además se empeña en mostrarnos un rosario de casos
complejos y enrevesados sin resolver, que no hacen más que apuntalar la que
hemos denominado “teoría alternativa”
Tres
víctimas que a todas luces, suponen un
altísimo riesgo para cualquier tipo de dinámica criminal –algo que es
fácilmente comprobable al observar lo sucedido en el suceso del portal con
Mirian- (¿porqué secuestrar entonces a
tres víctimas pudiendo secuestrar a una?). Parece hablarnos entonces, de la
posible existencia de una demanda de víctimas de forma “grupal” para satisfacer
a una comunidad de agresores. Pandilla, manada, grupo. Algo que es común
a “otros” casos. De hecho se cita en numerosos artículos de prensa relativos a otros
hallazgos de cadáveres en la comarca –la posible existencia de más de un
agresor- y es algo que parece ratificado por la presencia de múltiples golpes,
agresiones sádico-sexuales de amplio espectro, mutilaciones y todo tipo de
tropelías propias de prácticas sadomasoquistas extremas y de las orgías más
macabras descritas por D. Fernando García en alguna entrevista.
Múltiples
agresiones y lesiones. Torturas, tiempo,
agresores, refugio. Secuencia que indefectiblemente nos habla de la necesidad de
disponer de una logística adecuada a este tipo de agresiones continuadas
y prolongadas en el tiempo. Cautiverio-torturas sexuales-ejecución. Auténticos profesionales de la "tortura" según el reputado Catedrático que realizó las segundas autopsias. Lo que nos viene a confirmar que lo que hicieron con las tres niñas, no lo hace "cualquiera". Tenemos por lo tanto dos confirmaciones: comunidad de agresores -ratificado con los hallazgos de ADN- y una pericia o experiencia en la realización de las torturas y lesiones. Algo así como decir, que las tres niñas no habrían sido las primeras víctimas-de esta "comunidad de agresores" -lo que ratifica la idea de actividad "serial" en la zona- y que parece corroborarse con el hallazgo de los "huesos de más" no pertenecientes a las crías, encontrados en la fosa de la Romana. Un cementerio de víctimas o una fosa reutilizada.
Los
cuerpos son en la mayoría de los casos revisados “trasladados” o
“desplazados” desde algún lugar intermedio. Es decir desde algún lugar que no
se corresponde con el lugar de desaparición de la víctima-s, ni con el
lugar del hallazgo. Nuevamente esta maniobra criminal, nos pone sobre aviso, de
la más que posible existencia de un “lugar seguro”, un lugar de anclaje
dónde retienen y agreden a las víctimas. Un lugar desde el que realizan la actividad
criminal pero en el que no cazan ni entierran. Una ubicación no detectada. Si
algo deja claro la investigación del Caso Alcásser es que seguimos
desconociendo el escenario real del triple crimen. El escenario real del
abuso, tortura y ejecución de las tres niñas.
Este
lugar común, de existir, tiene que estar posiblemente no muy lejos de
las zonas citadas. En algún punto intermedio. Los desplazamientos –tanto con
las víctimas vivas secuestradas, como de los cadáveres- implican un altísimo
riesgo para la dinámica criminal. Este aspecto criminológico viene a reforzar la idea del "endemismo" de la posible red, grupo o comunidad de agresores que actuaban en esta zona. O al menos "asentados" en aquella época en esta comarca de la provincia de Valencia.
Lógica.
Sentido común. Mapas mentales.
La
geografía de los homicidios en Valencia “sur”.
De
hecho pudimos comprobar de forma imparcial y objetiva –introduciendo los
diferentes sucesos sin clarificar ocurridos en la comarca durante décadas- la
existencia de zonas bien delimitadas dónde se llevan a cabo distintas
actividades criminales:
-zonas
dónde desaparecen las víctimas (zonas de “caza”)
-zonas
de abandono de cadáveres (lugares
“cementerio”)
Observando a su vez, extrañas migraciones desde
los lugares de origen de las víctimas, pueblos o barrios del extrarradio de la
capital valenciana (tres de macastre: -Benicalap, Burjassot, Benimamet- Caso Leidy V. –zona barrios valencia + seis
víctimas originarias de Alcásser) que son desplazadas o trasladadas en dirección
al “sur” de la provincia, dónde
finalmente son hallados sus cuerpos.
El
móvil sexual
El sexo parece mover la mayoría de estos sucesos que
se dan en la zona, pero es una sexualidad enfermiza, con una tendencia
homicida.
Estamos hablando de verdaderas anomalías
criminológicas, claramente diferenciadoras, que nos hablan de que podría haber
“algo distinto” en estos asuntos, pues
la mayoría de las agresiones de tipo sexual, no acaban en homicidio. Pero en numerosos casos de esta comarca, curiosamente sí acaban de forma fatal para la
víctima.
Se
observan dos tipos de víctimas:
a)Víctimas de alto “riesgo” dónde se entremezclan
jóvenes con un perfil que nos habla de prostitución o drogas.
b) jóvenes y menores completamente normales con una vida
neutra, sin aparentes conflictos. Con “un riesgo victimológico” muy bajo.
Quizás sea este último grupo de víctimas otro de
los hechos “diferenciadores” de estos casos. La necesidad o querencia de menores
“normales”, amateurs, puede obedecer a una demanda por parte de un grupo de
depravados a los que ya no les satisfacía agredir, torturar y asesinar a
víctimas del primer grupo -prostitutas-. Como en cualquier adicción o vicio,
podría existir una especie de “tolerancia adquirida” a todo tipo de parafilias y desviaciones sexuales
que implicaría que los agresores buscaran sensaciones más fuertes, extremas,
entre víctimas del segundo grupo –menores comunes sin conexiones con el mundo
de las drogas o la prostitución-.
Nos podríamos plantear infinidad de preguntas
siguiendo esta línea:
¿Porqué las víctimas eran niñas “normales”, sencillas
y no sofisticadas, provocativas o exhuberantes
gogos de cualquier discoteca de la ruta?
Es otra de las “claves” perdidas de este caso, y que
también nos pone sobre la pista de una posible proximidad entre víctimas y
verdugos. Conocimiento previo.
Salvo que se hubiese producido un suceso aleatorio y
macabro, dónde las niñas son escogidas “al azar”.
"…Eran niñas
como el resto, pertenecían a familias estructuradas, de clase media, de un
pueblo tranquilo. Podían ser nuestras vecinas, hijas, primas... de un
entorno que todo el mundo reconocía. Por eso empatizamos tanto con todo
aquello… reconoce Mariola Cubels, que entonces cubrió el caso primero para un
periódico y luego en televisión…”
Este fue sin duda “el punto de inflexión”. Haber
asesinado a tres niñas “normales”. Y toparse con alguien tan inesperado, e
imprevisible como Fernando García, dispuesto a remover todas las piedras que
hicieran falta y a jugársela para llegar hasta el fondo del asunto.
En
el siguiente post estudiaremos los “hechos diferenciadores” presentes en algunos
de estos casos de la zona. Analizaremos algunos de estos elementos extraños y
anómalos presentes en la dinámica criminal de algunos casos de la comarca.
Como
siempre insistimos, quizás en estas anomalías, se encuentren los mejores
rastros de esta actividad criminal “distinta” y “peculiar”. La parte
psicológica, el comportamiento criminal, el ritual. Son los únicos rastros que
sobreviven al inexorable paso de los años. «Eso no se olvida jamás, ni se pasa. Eso me lo llevo a la tumba. Ojalá Dios quiera que nunca te toque pasar por una cosa así»
Aunque
por muchos años que pasen, es imposible borrar el dolor que supone perder a un
hijo de una manera tan atroz y cruel. Puede que el paso del tiempo lo atenúe, lo duerma
o lo anestesie. Pero el dolor sigue ahí,
por siempre. Clavado en las mismísimas entrañas como aquella maldita cruz.
«Mi esperanza es que algún día se sepa toda la verdad»
“…La
desaparición de algunas muchachas de forma inexplicable, los casos de
prostitución de menores o de vídeos pornográficos con niños, que se han dado en
los últimos tiempos en la comunidad valenciana, alimentan cada vez más la
hipótesis de que el caso Alcásser podría ser otra pieza de una cadena delictiva
protagonizada por una mafia aún por descubrir, un grupo organizado que tendría
conexiones con “peces gordos”, teoría ésta por la que cada vez más apuestan los
padres de las niñas de Alcásser…”
(Revista “interviú”, reportaje
sobre el Caso Alcásser. El chalet de Lliria. “El Marley tiene la
clave”.)
En Valencia, durante nuestra
peculiar “búsqueda del conocimiento”, los archivos históricos nos han devuelto
infinidad de noticias que jamás hubiésemos querido leer, ver y contar a
nuestros lectores.
Basura inmunda. Diabólicas y
monstruosas historias. Maldad a paladas. No busquen demasiado lejos. No busquen
otro país, ni otro lugar. Por aquel entonces, todo lo inimaginable estaba allí.
Todo sucedía allí. Bien cerca de los lugares señalados en la memoria de todos.
El sexo depravado. Los viejos
sádicos. Las orgías siniestras. El sadomasoquismo, la tortura. Dolor, sexo
enfermizo y muerte.
Tan sólo conocemos lo que ha salido a la luz. Lo que
pudieron destapar. No podemos ni imaginar, como será aquello que todavía sigue
oculto. Enterrado. Cerrado a cal y canto.
Un submundo de siniestros personajes destruyendo vidas.
Vidas inocentes. Destrozando niñas, adolescentes, menores.
El crimen de Cristina la joven
maniatada con esas cuerdas tan peculiares –de idéntica composición a las
empleadas en el Caso Alcásser-, que tantas páginas nos ha hecho escribir, nos hizo
descubrir hace algún tiempo una “trampilla oculta” que comunicaba con un mundo
subterráneo. Bajo la apacible vida monótona de esos pueblos de provincias cercanos
a la capital, dónde “nunca pasa nada”, se esconde otro mundo paralelo. Lleno de
podredumbre.
Ese mismo entorno geográfico
Bétera-Lliria, es dónde se sitúan la aparición del cadáver de Cristina, y el
albergue dónde Mirian había estado de campamento con el instituto durante el
verano.
Esta zona se nos muestra como “un
manglar infecto” dónde “pescaban” y “cazaban” las redes de depredadores de
menores.
Quien desciende esta
escalera al infierno, acaba mal parado.
El caso de Cristina dependía territorialmente
del Juzgado de Lliria. Un juzgado con mucho trabajo “acumulado”. En esa misma
demarcación judicial pasaron cosas. Cosas horribles.
“…Abrí entonces de par en
par la puerta…tinieblas nada más…”
(Edgar
Allan Poe “The Raven”)
El invernadero.
Sadomasoquistas. Viejos sádicos. Red nº1
Corría el año 1994, la Guardia Civil desarticula una nueva
red de prostitución infantil en Valencia. Apenas un año después de ser
descubiertas las niñas de Alcásser destrozadas, todavía había diablos
dispuestos a seguir abusando de menores. Demasiada maleza por desbrozar en
aquella tierra. La Red, operaba en la comarca de Lliria. Diez depredadores,
fueron detenidos.
“… Todo comenzó con el testimonio de una joven de 16 años,
disminuida mental que trabajaba en un invernadero. Al parecer la chica reveló a
su jefe que desde hacía cinco años, su familia le obligaba a
prostituirse, vendiendo sus servicios a parejas estables de la zona. Tras
concluir su relato, le suplicó protección, pues la niña estabaamenazada de muertesi contaba las prácticas a las que era
obligada.
La
menor era sometidaa todo tipo
de prácticas SADOMASOQUISTAS,al
igual que otras SIETE menores, que eran llevadas en automóvil desde su
colegio o su residencia a viviendas.
Esos
automóviles las depositaban en las casas de sus siniestros clientes.
Hombres de avanzada edad.
El titular del Juzgado de lnstrucción n° 4 de Llíria ha
decretado el secreto de sumario sobre el caso y ayer tomó declaración a varios
de los presuntos implicados. Entre ellos se encuentran los padres de la menor
que ha denunciado los hechos y una amiga de ellos que, al parecer, es la
persona que organizaba la red de prostitución. Una mujer de unos 50 anos,
amiga de aquéllos y que, según se desprende de las primeras indagaciones, era
la encargada de la organización.
La Guardia Civil inició las investigaciones en las
poblaciones de Llíria, Benaguasil,Pobla de Vallbona,
Paterna y en Valencia capital tras la denuncia del propietario del invernadero
donde trabajaba la joven disminuida.
Al parecer, la joven pidió protección al dueño del
invernadero asegurando que sus familiares habían amenazado con matarla
si contaba lo ocurrido, por lo que este hombre la acogió en su casa, grabó el
testimonio de la chica en cinta de casete e inició algunas investigaciones.
Un “servicio a domicilio” con las menores, para que viejos
sádicos de la comarca, las sometieran a oscuros rituales sadomasoquistas.
Dolor y tortura.
El contestador automático.
Viejos sádicos. Red nº2.
Diario “La Vanguardia”.
“…habián
establecido un sistema de localización mediante un contestador telefónico,
propiedad de los progenitores de una de ellas…”
“a través de este aparato, se supone que con una clave previamente
acordada, se concertaban las citas entre las adolescentes y los
clientes…” “…las relaciones se consumaban en pisos, chalets u
hostales…”.
En otras noticias, se cita que la
“media de edad” de los detenidos era de 60 años. Contestadores automáticos.
Poca gente tenía contestadores automáticos en aquella época (1.998) menos
todavía, podían permitírselo a principios de los noventa. Sin embargo en “la
casa de los horrores” de Catarroja, había uno, y al parecer funcionando a pleno
rendimiento. ¿Para que necesitaba un contestador automático una familia
completamente desestructurada?
“…PREGUNTADO
para que diga si sabe donde puede encontrarse su hermano ANTONIO, dice que NO,
que después de ir a detenerle al domicilio recibió una llamada telefónica en su
casa diciendo "SOY FRANCÉS VEN A VERME A CASA DE LOS GITANOS
A VILLAMARCHANTE", que se fue a Villamarchante pero que cuando llega allí
ya había estado la Guardia Civil y su hermano se había ido o no se presentó…”
(Manifestación de Joaquín Mauricio Anglés “El Mauri”)
Anglés, según nos cuenta uno de
sus clientes, tenía otro negocio paralelo al del tráfico de drogas, el
de la explotación sexual de chicas, a cambio de drogas duras.
Y esto es algo que se repite de
forma sistemática. Lo hemos podido
comprobar en la hemeroteca: ambos asuntos siempre iban de la mano.
Los eslabones muertos. Las
redes de menores “no perdonan”.
En la comarca de Lliria pasaban
cosas muy gordas. Menores abusadas por docenas de viejos sádicos sin
escrúpulos. Un perfil de depredador “típico” que siempre nos viene a la memoria
al hablar de abusos a menores. Como el “pelo cano” encontrado por el Dr.
Frontela en los cuerpos destrozados de las tres niñas de Alcásser.
El purgatorio.
Algunos de los protagonistas de
estas macabras historias, acabaron sus días “ejecutados” más que posiblemente
por las mismas mafias que controlaban “este potente e inmenso negocio” en la
valencia más oscura y decadente de los años ochenta y noventa.
El “Masquefa” de 70 años, uno
de los integrantes de la Red nº2 de Lliria, apareció muerto en extrañas
circunstancias. Muerte violenta. De etiología homicida. Le pegaron una paliza y
lo mataron. Se habló de un robo, ya que forzaron una máquina tragaperras en el
bar dónde dormía y trabajaba. Pero la gente sabía que algo malo se cernía sobre
el “Masquefa”. Su turbio pasado de drogas y prostitución infantil, lo
hacían un objetivo certero para algún tipo de ajuste de cuentas. Drogas y
menores. Los dos negocios más rentables y pujantes de los años “oscuros” en
Valencia. Actividades “paralelas”.
Diario “ABC”
El “Masquefa” no fue el único
caído en desgracia. La misma suerte corrió otro implicado en un asunto “muy feo”,
precisamente en la Pobla de Vallbona. Un asunto delicado, que ya tocamos en su
día. Mafia pura. Pura mafia.
Maurice, el “francés” era
el jefe de un club dónde se prostituían jóvenes, cerquita de Lliria. Eran
obligadas a realizar todo tipo de perversiones que requirieran los clientes
–según se cita en la prensa esas perversiones incluían agresiones físicas/sadomasoquismo.
Otra cosa que siempre nos ha llamado la atención, es la especial devoción en
estas tierras, por este tipo de parafilias. Sexo y dolor. Sufrimiento.
Se produce entonces una redada
policial. Hasta aquí todo “normal” -viendo la trayectoria de esta zona
enfangada en asuntos ilegales. El problema grave surge cuándo Maurice –que era
confidente de las FCSE- “tira de la manta”, y destapa otro club de la zona en
el cual se prostituían clandestinamente a menores.
El dueño del club con menores es
detenido. Y todo se complica. Al parecer dos miembros de las FCSE conocían la
actividad ilegal y clandestina que allí se desarrollaba, y podían tener un
trato de favor hacia el citado club. Además este segundo dueño de clubs detenido,
también era confidente de las FCSE. De hecho estaba colaborando en una
operación para detener a un importante mafioso del este. Un capo de la
prostitución.
Detención que finalmente nunca
llegó a producirse, a pesar de que hasta en tres ocasiones, estuvieron a punto
de echarle el guante.
El juez absolvió a los miembros
de las FCSE denunciados por el dueño del club. Los testigos no se presentaron,
por lo que no ratificaron sus acusaciones, y el caso quedó finalmente “archivado”.
Pero es que la causa contra el
club por prostitución de menores y otros ilícitos, también fue archivada. Ambas
causas quedaron sorprendentemente sobreseídas.
La mayoría de
las movidas ilegales con menores en Valencia parecían discurrir por un
llamativo y misterioso “limbo” de impunidad.
“Quid pro quo”
El instructor de la denuncia
policial –que tuvo que actuar contra sus propios compañeros de demarcación- a
partir de aquel preciso momento, empezó a caer “en desgracia”.
Fue también detenido por diversos
ilícitos. En un artículo de prensa, el citado instructor policial, detalla que
quedó “marcado” después de llevar a cabo aquella investigación.
Este caso, la verdad es que recuerda
y mucho, al de Palencia. Dónde uno de los miembros del equipo de P.J que
destapó una serie de irregularidades en la investigación del caso de las dos
niñas de Aguilar de Campoo-Palencia desaparecidas un 23 de abril de 1992 -aquel
año “maldito”- y otra serie de asuntos ilícitos relacionados con clubes de
prostitución, sufrió una serie de represalias, expedientes, etc, que acabaron
finalmente derivando en un largo proceso judicial. El agente fue retirado de
las FCSE.
Un agente condecorado y con un
historial intachable. Una sentencia judicial con un demoledor y contundente alegato
final:
“…El Tribunal Superior de
Justicia de Castilla y León ha dictado una sentencia en la que cuestiona los
expedientes abiertos en 1997 al sargento de la Guardia Civil Pedro S. A.
tras denunciar supuestas irregularidades en la Comandancia de Palencia, como
la investigación de la desaparición de las niñas de Aguilar…”
“…La sentencia del Tribunal
Superior de Justicia de Castilla y León se fundamenta en que «es difícil
entender que en un año se pase de honrado y recto a indigno y corruptible…”
Los dueños de los puticlubs o los capos de la prostitución en
la zona, eran a su vez “confidentes” de la policía. Una veterana y eficaz
herramienta policial. Dejar hacer para obtener información a cambio. Quid pro quo.
También existen “manzanas
podridas”. En todo cesto, siempre hay algunas.
Corría el año 2006 en la Pobla de
Vallbona, población cercana a LLiria, y en un chalet de una urbanización
es hallado moribundo el cuerpo de un hombre acribillado, con cinco tiros entre pecho y
espalda. Antes de fallecer, el varón de 63 años de edad, pudo decir a su esposa
el nombre del hombre que lo había tiroteado.
La víctima que yacía acribillada
a balazos no era otra que Maurice “el francés”, el confidente que
había delatado el club dónde se prostituían las crías menores de edad. Lo
habían fulminado. Se detuvo a tres individuos franceses y se localizó un chalet
cercano con armas y gran cantidad de droga -80 kilos de hachís-.
Según la prensa el móvil del
crimen podía estar relacionado con las actividades secretas que la
víctima realizaba como “confidente” de la policía.
Le taparon la boca “para
siempre”.
Pero además, precisamente en
Lliria, tenía el chalet, un conocido personaje del sumario Alcásser.
Miguel N. C. alias “El Marley”. El amigo de Anglés y Ricart. El
chalet dónde pasaron alguna que otra temporada y que al parecer estaba
interesado en comprar la familia Anglés.
Neusa la matriarca del clan, así lo afirmaba.
"… Que a Miguel N. C le quería comprar un chalet…" "… Que para comprarse el chalet saqué
dos millones, primero un cheque, luego cambié el cheque por dinero, ese dinero
se lo llevó Antonio…" "… Que la compra del chalet y sacar los dos
millones de pesetas del Banco, eso fue antes de lo de las niñas de Alcácer…”
“Antonio Anglés pretende
comprarle el chalet, pero Miguel N.C le dice que no, que ya lo tiene
apalabrado con el padre de uno de los policías vecinos. Antonio trae a su
madre, Neusa, para que vea el chalet, y ante la presencia de la madre, Miguel
N. C decide vendérselo por dos millones de Ptas. Mismo precio que le daba
el padre del policía.
Apalabrada la venta, Miguel N.
C se va a vivir a casa de los Anglés sobre el día 13 de enero de 1993
hasta el día 20 o 21 del mismo mes.
Van a la notaría y no se puede
llevar a cabo la venta, pues la casa no tenía escritura. Miguel N C se marcha de casa de los Anglésa una pensión* y vuelve a su
casa de Lliria cuando Antonio Anglés se ha fugado y Ricart está detenido.
Entonces vende el chalet a padre del policía…”
*como veremos más adelante la pensión se ubica en una calle muy concreta
de Valencia la Avda. Perís y Valero, dónde también suceden cosas
endiabladamente malas
¿Para qué carajo quería Antoñito Anglés “un
chalet” en lugar tan “especial” como Lliria? Justo allí. En el “epicentro” de la
actividad clandestina de las redes de menores.
Pero además el chalet del Marley,
era en sí mismo uno de estos puntos negros o lugares infectos. Funcionando a
pleno rendimiento. Un lugar dónde según el reportaje de la revista interviú,
existían dos cosas: tráfico de droga y prostitución de menores.
El Marley fue objeto de una
agresión por parte de un “encapuchado”. El Marley pensaba que había sido
Antonio Anglés, pero la revista “interviú”, tuvo acceso a la verdadera historia
que se escondía detrás de esta agresión.
El Marley “otro” supuesto confidente
policial, y su “chalet”. Un antro dónde eran prostituidas y drogadas
chicas menores.
La razón detrás de la agresión al
Marley, fue el “encargo” de un empresario a un “sicario” (en la entrevista se
le denomina “señor A”), para vengar los abusos a los que fue sometida su hija mientras
estuvo retenida en aquel inmundo chalet.
La cría, una menor de edad, fue “secuestrada,
abusada y drogada” por esta red. Además la menor al ser liberada, desgrana
unas gravísimas acusaciones.
Transcripción “literal” de la
entrevista en la revista interviú número 1058, semana del 5 al 8 de agosto de
1996.
“…Según el Señor A, Miguel N.C.,
alias “El Marley” (apodo por el que Miguel N.C. era conocido en el
submundo de la delincuencia), era un camello habitual de hachís y un chivato
de la Guardia Civil. Había organizado una red de prostitución en su
caseta,en la cual había caído la hija menor de dicho empresario,
a quien “El Marley” mantuvo secuestrada y drogada.
Según su versión, en esta
caseta o chalet, se prostituían mayores y menores de edad, voluntariamente o
por la fuerza, además de venderse cocaína. Concretamente, el tiempoque
el Señor A vigiló a Miguel N.C, había dos menores en la caseta: la hija delempresario valenciano* y otra chica de 17 años. Si accedían a
prostituirse, les daban cocaína; en caso contrario, les daba una paliza.
*la hija de otro empresario mueblerode
Picassent, fue salvajemente asesinada y su cuerpo apareció en una nave
abandonada de Lliria –acuchillada y maniatada-. Uno de los dos autores
detenidos, tenía antecedentes por delitos contra la libertad sexual de
menores, residía en Burjassot.
A este chalet iban algunos
guardias civiles del puesto de Llíria.
Por fortuna, la hija del
empresario pudo escapar y volver a casa. Después de eso, "El Marley" se vio
obligado a dejar el negocio de la prostitución temporalmente. Cuando el padre
de la menor secuestrada oyó lo que le contó su hija, contrató al Señor A
para obtener venganza.
El Señor A investigó también
el interior de la caseta varias veces antes de entrar, para saber qué se iba a
encontrar y cómo iba a actuar: “encontré cajas con ropa de mujer de
diferentes estilos y tallas”; encontró también una pistola, que se quedó,
pero luego se dio cuenta de que era de aire comprimido.
El Señor A encontró una noche
favorable para entrar en el chalet de Cortona sobre el 7 o el 8 de enero de 1993, a las 4 de la madrugada.
El Señor A afirma que Miguel
N.C. estaba totalmente solo, que miente cuando dijo que Miguel
Ricart estaba ahí.
El Señor A se introdujo en la
casa, hasta la habitación de Miguel N.C, e hizo ruido para que se despertara. La
caseta no tenía luz, así que "El Marley" encendió un mechero. El Señor A lo amenazó
con una réplica Derringer 38, y empezó a pegarle con un trozo de viga de hierro. “El Marley” le preguntó por qué le pegaba. El Señor A contestó que por
lo de la niña. Entonces el “El Marley” dijo temblando: “Yo a las niñas no les
hice nada. Yo no he sido”. En aquellos días en Valencia todos se
referían aMiriam, Toñi y Desirée como“las niñas”. El Señor
A sacó a "El Marley" de la casa y siguió golpeándolo. Volvió a meterlo dentro, pero
las luces de los chalets cercanos comenzaron a encenderse y, al verlo, el Señor
A le dijo “Métete dentro del armario que esta noche se te ha aparecido la
virgen”…”
Si esta información era veraz, se
demostraría que no sólo prostituían a menores, sino que también las
“secuestraban”. Un asunto gravísimo, en el cual no se profundizó
posiblemente lo suficiente. ¿Podían existir otras ramificaciones?
LLiria de nuevo en el “ojo del
huracán” Alcásser.
Una población a la que no se le
ha dado importancia pero en la que han sucedido muchas cosas extrañas. Lliria y
su área de confluencia, plagada de casos a cada cual más enigmático.
El mismo juzgado de esa localidad, investigó por ocurrir en su demarcación
judicial, el caso de Cristina Ll. P. degollada, acuchillada y maniatada
con unas cuerdas de la misma composición que las halladas en el crimen de
las tres niñas.
Pero no sólo en Lliria, muy cerca
del pueblo de las tres niñas: Alcásser, operaba en aquellos años oscuros, otra
macrored, en la que también hubo muertes en extrañas circunstancias.
La penitencia: cruel castigo
“El médico” de la “red yanki”, -la
red valenciana más activa, amplia y perversa de producción de contenido
pedófilo jamás descubierta que operó en Valencia entre los años 1984 y 1994- también fue víctima de un horrible crimen en
su piso de valencia. Una bolsa en la cabeza, maniatado, y golpeado con
brutalidad.
“…se encontraron con el cuerpo de Vicente, de 63 años,
completamente desnudo en el suelo del salón, con las manos atadas y una
bolsa de plástico atada al cuello. El agresor, además, le había
golpeado tan brutalmente que en un principio se habló de una muerte por la
paliza. Una “imagen dantesca”, que dijo días después el delegado del gobierno
en Valencia, Juan C M. La autopsia acabó confirmando que murió asfixiado
por la bolsa…”
La casa estaba “revuelta”. ¿Qué
buscaban?. Hubo tres detenidos. Según los propios investigadores fue una
especie de “castigo”. Un cruel castigo, un ajuste de cuentas. Se ensañaron con
él con una crueldad y virulencia inusitada. Lo torturaron hasta la muerte.
¿Porqué?
“…Las paredes de la vivienda y el techo estaban llenos de
sangre, algo que los investigadores han calificado como un "cruel
castigo”…”
Las orgías del médico de la red. De tres en tres. Orgías
y fiestas. Sexo y drogas.
“…los tres jóvenes solían frecuentar la
casa del médico donde éste les ofrecía cocaína a cambio de mantener
relaciones sexuales. Para el médico jubilado era habitual celebrar
pequeñas fiestas donde reinaba el sexo, el alcohol y las drogas, algo que utilizó
como arma de seducción para persuadir a estos tres jóvenes de origen rumano
hasta su domicilio. Soler fue arrestado y juzgado en 1995 por su presunta
relación con la mayor red de distribución y producción de pornografía
infantil desmantelada hace más de dos décadas en tierras valencianas…”
La presunción de inocencia se
rompió el mismo día que se visionaron algunas de las cintas de la “red yanki”,
en el juzgado y se descubrió que el médico era uno de los actores partícipes
y de los más activos, de aquellas infames
cintas.
“…La hemeroteca de aquellos
años refleja como probada la participación de Vicente Soler. Él fue
“protagonista de un video en el que realizaba penetraciones anales a menores”,
recogió el diario La Vanguardia el día que se dictó sentencia, en noviembre de
1996…”
“El médico” apareció maniatado
y con una bolsa en la cabeza, muy curiosamente, de la
misma forma que aparecieron las dos mujeres jóvenes halladas muertas en la
acequia cercana a Tous. Una de ellas vecina de Alcásser.
Lo más desconcertante es que el
propio médico de la red de menores, por sus dos apellidos, muy
probablemente podría ser originario “de la misma población” que las tres niñas.
Al igual que otro de los captadores de la red.
Captadores. Redes. Depravación.
Confidentes. Crímenes. Castigos crueles. Todo sigue la misma línea. El mismo
“patrón”. ¿Pudo Antonio Anglés ser “el eslabón definitivamente perdido” de
alguna red organizada? ¿Pudo correr idéntico final que otros eslabones de
las redes citadas?.
“…Miguel
N. C. -alias “El Marley”el del
“chalet de Lliria”- cuando sale de casa
de los Anglés a final de Enero-93 dice que se va a una pensión. El domicilio de
ésta es Avda. Peris y Valero, 127…”
“…El
cuerpo sin vida de Vicente S. (el médico de la red yanki) fue hallado en el
salón de su casa, en el séptimo piso del número 164 de la avenida de
Peris y Valero…” (Levante EMV)
El
videojuego “rosa” de la fosa de la
Romana-Tous.
El médico era parte de un engranaje
importante. Una organización potente y con financiación internacional, pero con
mano de obra y víctimas valencianas.
Captadores a la vez depredadores.
A los adolescentes los reclutaban en “colegios”, en acequias, recreativos,
en lugares de ocio. Les pagaban dinero a cambio, o les enseñaban a
manejar videojuegos, informática. Un importante entramado económico estaba
detrás de esta red. La red de redes. Una red no suficientemente investigada.
Una red que pescaba niños y niñas en estos lugares “estratégicos”. Una red que
salió indemne.
El americano –el capo de la red
valenciana- profesor de un “colegio privado” de Puzol, era el
encargado de enseñarles a manejar los videojuegos.
“…Thomas Patrick era el encargado de reclutar a los menorescon la excusa de enseñarles a
utilizar VIDEOJUEGOS.También
se cita que daba clases particulares de informática e inglés. Se cita que
captaban a los niños en colegios, bares, partidos de fútbol ySALAS RECREATIVAS…”
Foto
detalle del videojuego de color rosa
¿? “supuestamente” propiedad del “Mauri”
hallado junto a la fosa de las tres niñas. La Romana-Tous.
“…A
los 14 años (Antonio Anglés) ya no tenía
suficiente con lo que le sisaba a Neusa, y probó suerte en Billares Colón, un
antiguo salón de recreativos de Valencia en el que la prostitución
homosexual establecía contactos…” (Antonio Anglés “retrato de un
superviviente” diario “El País”)
Culturplaza.com (Billares Colón-Valencia)
Se nos vendió que aquella red
infame de pederastas y sádicos que obligaban a los menores a realizar todo tipo
de depravaciones –que incluían actos aberrantes como la zoofilia- muchas de
ellas destinadas al “exigente” mercado por excelencia de la perversión –Japón-,
escogía a sus víctimas mayormente, entre
adolescentes varones. Aunque otras noticias hablan de que existían también algunas
menores de sexo femenino abusadas y filmadas por la red.
Alguno de los activos integrantes
de esta oscura red continuaron llenando las páginas de sucesos. El “joyero”, siguió
haciendo de las suyas y fue detenido recientemente en otra operación similar a
la de la red yanki. Operación Trinity: El sórdido mundo de los abusos a menores
y la producción pornográfica.
Y es que este individuo era
especialista en formar parte de conglomerados de producción internacionales. En
esta ocasión en la operación Trinity de la Guardia Civil fue detenido junto a
dos ciudadanos franceses. Parece un
calco de la otra macrored.
Esta segunda macrored operó
también durante diez años. Más de
ochenta menores abusados y filmados, muchos procedentes del barrio deprimido
del Cabanyal en Valencia. Se produjo tanto material infame, que surtieron los
mercados de más de cuarenta países. De
nuevo volvían a repetir filmaciones en El saler y La Albufera. Y en el
chalet del joyero en Xábia.*
“…Las
grabaciones y fotos se realizaban en el piso, pero también en el exterior: l´Albufera,
el Saler, Porta Coeli, en el chalé de Xàbia de XXXXXX –el “joyero”-,
en casas en ruinas, parques... Y se vendían. La Guardia Civil ha
realizado una profunda investigación patrimonial que evidencia que el negocio
les daba para vivir holgadamente...”
Diario
Información
La magnitud de la segunda
macrored del “joyero”, es alucinante. Productora propia. Un millón de
fotografías y vídeos pedófilos. Con un catállogo de 2.000 títulos de “producción
propia”.
Negocio “a toda máquina”. Este
tipo de personajes reincidentes, deberían estar muchísimo más vigilados.
Hipervigilados. En otros países, tienen un control “total” de todos los
movimientos de estos sujetos.
“…El
grupo contaba incluso con una productora, que tenía preparado el envío
de 1.400 DVD y un catálogo a disposición de sus clientes de más de 2.000
títulos de producciónpropia con el material pedófilo obtenido por los
arrestados entre 2008 y 2015.
Esta
trama, con 550 clientes en 44 países, ha llegado a manejar 28 dominios
de internet y un millón de fotografías y vídeos con pornografía infantil que
ocupan más de 12 terabytes de información...”
Estas redes, funcionan “a
demanda”. Si el cliente busca algo concreto, y paga por ello, la organización
filma lo que se demanda. Adolescentes de ambos sexos. Niños y niñas. Zoofilia y todo tipo de parafilias
aberrantes. Lo que haga falta. Lo que sea necesario.
*En Xábia-Alicante, sólo a modo de recordatorio y de difusión de los casos de desaparecidos -como siempre acostumbramos a hacer en el blog-, existe una adolescente que continúa desaparecida a día de hoy. La última señal de su teléfono fue captada por una antena de telefonía móvil en una zona pantanosa cercana a Sagunto-Valencia.
Nosotros por nuestra parte,
seguimos tirando del hilo de la primera macrored del joyero, la infame red
“yanki” de los ochenta-noventa, en la
prensa americana de la época, llegando hasta la conexión internacional, al otro
lado del charco.
Eugene –fallecido hace unos años-
era ese enlace. También trabajaba en un colegio, y era el encargado de recibir la “mercancía”
valenciana. Especialista en fotografía y vídeo, se encargaba de transformar en
el laboratorio, el formato “super ocho” original, a VHS para posteriormente editarlas, duplicarlas y distribuirlas a una
amplia clientela internacional.
Indagamos mucho en esta red
primigenia, porque si algo nos llamó la atención fueron tres cosas muy
concretas:
Uno: El
desconocimiento que existía sobre su actividad y la impunidad absoluta con la
que operó durante diez largos años. Esos años fueron además, los años “más
oscuros” de la criminalidad de adolescentes en el Levante. 1984 a 1994.
Dos: Los escenarios exteriores dónde grababan esta
basura, eran demasiado cercanos al
pueblo de Alcásser. Al pueblo de las tres niñas. El saler, la albufera,
etc. Escenarios que como hemos podido comprobar siguen siendo lugares
estratégicos para estas redes.
Contaban también con pisos
habilitados como auténticos estudios de grabación, en localidades como Mislata
y Cullera –localidades relacionadas también con el Caso Alcásser en alguno de
sus pasajes-.
Los curiosos personajes de la red
“yanki”: un figura del canto tradicional valenciano -ya fallecido- de un
pueblo cercano al de las niñas, ligado al mundo “fallero” también estaba
implicado en los abusos. Un mando del ejército en cuyo piso se filmaban
películas –expulsado del ejército a raíz de su detención-, empresarios,
informáticos, profesores, etc.
Tres: Los Captadores de la red
“raíz”, la que operó entre los años 1984-94 tenía dos individuos con unos
apellidos “muy llamativos”, que nos ponían directamente sobre la pista del
pueblo de las niñas. Evidentemente, eran datos muy interesantes, y a la vez
“delicados”. Información que compartimos
en su momento, poco a poco, con las debidas cautelas, y nunca citando las
filiaciones –es la “política” de este blog-.
Además el resultado final del
proceso judicial de la red “yanki”, fue sumamente “extraño”. Un juicio raro,
plagado de anomalías, con averías continuas de los aparatos de reproducción,
durante el visionado de las cintas incautadas, escuchas consideradas ilegales,
etc. Y con unas sentencias infames. Absolución de la mayor parte de los
integrantes. Además los que no fueron absueltos, fueron finalmente exonerados de
responsabilidad penal por defectos legales, tras presentar recurso a las
sentencias condenatorias.
Legislaciones obsoletas. Un
desastre legal “total”. Además, para su defensa, dispusieron de alguno de los
mejores abogados penalistas de Valencia.
Tal fue el escándalo que levantó esta
sentencia, que supuso un punto de inflexión en la futura legislación sobre
estos supuestos penales aberrantes. Los escándalos con las redes de menores de
Valencia marcarán -en al menos dos ocasiones- las reformas legales sobre abusos
a menores.
Valencia en el centro del
laberinto de la depravación. Centro neurálgico de la producción pornográfica
con menores, a nivel nacional y mundial.
¿Qué estaba pasando en esta
provincia a finales de los ochenta y principios de los noventa? ¿Fueron
suficientemente investigados estos entramados? ¿Existió algún tipo de
producción todavía más macabra, perversa y cruel?
Hay un dato “objetivo” y
contrastable. La siniestra y frenética actividad de filmación y abuso de
menores, coincide con la franja temporal de desapariciones y crímenes
grupales de adolescentes más macabros y anómalos de la historia
criminal española.
“…Advertido
ante las mafias del poder y del dinero que secuestran niñas para matarlas. Esas
mafias existen. Están aquí y actúan. Nadie lo niega…”
“…De
todas las hipótesis posibles la más excitante es que se trata de una
organización que elabora vídeos con muerte en directo. Porque eso significa que
no pararán ahí y que volverán a actuar. La película si existe, debió sacarse de
España rápidamente, porque cualquiera de los poderosos sabía que se trataba de
la prueba de un triple asesinato que los llevaría de por vida a la cárcel. Hay
algunos signos que indican que, en efecto un grupo de personajes acostumbrados
a concederse todos los deseos podrían estar detrás del secuestro. Si fuera así,
el propósito, desde el principio, habría sido que las niñas no salieran vivas.
Habían visto sus caras, y por tanto no podían seguir como si tal cosa. García
siempre ha apostado por una organización compleja, que planifica y utiliza a
otros…”
(Alcásser-Punto
Final. Toda la verdad diez años después. Editorial: MR. Autor: Francisco Pérez
Abellán)
El padre de Mirian, no nos
olvidemos, siempre apuntó en esta dirección: redes de menores que producían
películas extremas. Luego surgieron otras hipótesis, otras ramificaciones,
otras informaciones que desencadenaron la publicación y difusión de una serie
de nombres de personas relevantes y conocidas, supuestamente implicadas en esa red
macabra. Sin embargo después de aquellas revelaciones, por desgracia, lo único
que obtuvieron, fue un montón de querellas.
Los silenciaron definitivamente.
¿Se precipitaron o cayeron en una
trampa?
¿Pudo ser un señuelo para
acallarlos, para que no siguieran investigando?. Una pseudoinformación dónde se
mezclaban datos reales y ficticios para hacer que todo implosionara, y que la
investigación saltara por los aires. Para forzar el final de la lucha mediática
del padre de una de las niñas. Para que dejaran de molestar, de mover piedras. Para
que dejaran de salir cada noche en la televisión recordándole a los españoles,
que sus hijos e hijas estaban en peligro y podían correr la misma suerte que
Mirian y sus amigas.
En el origen de todas las sospechas
de Fernando García, estaba una red de filmación de menores. Hablamos de
filmaciones extremas: tortura sexual, sadomasoquismo y snuff. Lo más infecto
del submundo pornográfico amateur más sádico y oscuro. Clandestinidad. El “underground”
de la depravación.
Y llegados a este punto, siempre
nos asalta la misma pregunta:
¿Es posible que en Valencia se
filmaran por aquel entonces, películas extremas con menores, que fueran más
allá de lo convencional?.
Viendo el grado de degradación
alcanzado en aquellos años oscuros, y presumiblemente existiendo gente que demandaba
material cada vez más extremo y amateur -rodado con “no profesionales”-. Disponiendo
de la infraestructura y la logística criminal necesaria. Podríamos decir -aún a
riesgo de equivocarnos- que era “altamente probable” que se produjera algún “subtipo”
de material todavía más extremo, cruel e infame.
Que ese material se distribuyera
a clientes muy exclusivos o a un círculo reducido de implicados. Personas que
participaban de este tipo de barbaridades, voyeurs o depravados que demandaban
y pagaban altísimas cifras por conseguir esta basura enfermiza. Material único,
inédito y cada vez más fuerte. Algo que retroalimenta sexualmente a este tipo
de personajes enfermos, con una “tolerancia” adquirida a todo tipo de
barbaridades, después de haber experimentado o visualizado infinidad de parafilias
extremas con menores. Como una droga dura.
…Cada vez más y más fuerte…
(I) Puesta en escena en recinto cerrado y seguro,
con voyeurs presenciales.
(II) Puesta en escena en recinto
cerrado y seguro, para filmación de
material extremo.
“…puede
haber incluso alguien más que estuviese presenciando
el espectáculo por lo siguiente, y me refiero a lo siguiente, nos
encontramos, y esto vamos a decir refiriéndonos a una de las víctimas, los
pechos al aire, cortada la camiseta, anudada la camisa en la parte delantera,
vamos. Hay una especie, como si fuera de puesta en escena, lógicamente
con el fin de que sea vista, no sabemos ni en qué contexto, ni en que
entorno, pueden ser los mismos, lógicamente en el entorno más cerrado de los
propios autores, pero nosotros no podemos nunca saber, ni intuir, ni sospechar
si había alguien más...”
Profesor
Luis Frontela, vista oral juicio triple crimen de Alcásser.
“…En
la línea de Fernando García, el padre de Miriam, que sostiene que las niñas
pudieron ser víctimas de personas que graban vídeos de violencia y asesinato
real, Frontela añadió al supuesto sospechoso de 40 años que ejerce un sadismo
mayor, un sujeto que "pudo" presenciar una especie de "puesta en
escena" de los ataques sufridos por las víctimas…”
Diario
El País.
Además hay un pequeño vestigio “objetivo”
que hemos recuperado de los archivos, que nos podría poner sobre esta pista. La
producción de un material que podría ir “más allá” de lo convencional en este
tipo de casos.
En la operación ADO 71/ Toro
Bravo, realizada en Francia, se
interviene infinidad de material aberrante, compuesto por miles de copias cuya
producción es originariadeEspaña. No se cita la región o comunidad dónde fueron
producidas. Pero nos podemos imaginar o hacer una idea de dónde pueden provenir
esas películas diabólicas. Hablamos de mediados de los años noventa. Los años “oscuros”.
Las filmaciones con menores de
la ADO71 habían sido producidas en nuestro país.
Los “pornógrafos”: el rastro “perdido”.
Esta operación –la ADO 71- fue de
tal calado que en el país vecino, se
llevó por delante a ilustres personajes –políticos, religiosos, médicos,
profesores, directores de colonias o campamentos de menores- implicados en esta
basura. Además de numerosos “suicidios” de imputados o investigados –nos
recuerda al Caso Dutroux y sus “suicidados” o testigos “silenciados” antes del
juicio-.
Un importante pederasta dirigía
la red. Un pederasta que ha pisado España en muchas ocasiones. Especialmente
la zona de Levante. De hecho se llegó a conectar la desaparición de
Madeleine McCann con esta red y sus movimientos en la Comunidad Valenciana.
“…Varios
investigadores privados del matrimonio McCann viajaron esta semana a
Valencia y Alicante para buscar pistas de su hija Madeleine, que lleva
desaparecida desde mayo pasado. Estos detectives profesionales, que pertenecen
a la agencia Método 3* ubicada en Barcelona, contactaron con la Policía
española al descubrir un sospechosogrupo de pederastas que actúa en
las tres provincias de la Comunidad. (Comunidad Valenciana)
Respecto a la versión que apunta a un secuestro, los investigadores contratados por la familia de
Madeleine ya estuvieron en Valencia hace escasos dos meses, en agosto. A su
vez, este especialista interpretó que la red de pederastas "no ha sido la
captora directa de Madeleine".
El
experto advirtió de que el cabecilla llegó a la Comunidad Valenciana estas
últimas Navidades "por vía terrestre desde Francia". Al parecer,
el perseguido ha estado implicado en otros asuntos relativos a la pedofilia,
como el caso Arny, en el que también estuvieron involucrados varios
personajes famosos de la farándula, según explicaron fuentes cercanas a la
investigación…”
“…el
cabecilla del grupo pedófilo que actúa en la costa mediterránea estuvo
"detenido en la Operación Toro Bravo Ado 71", en la que arrestaron a
varias personas por abuso sobre adolescentes. Una línea de investigación
apunta que El Francésmantiene enlaces
directos desde la Comunidad Valencianahasta Bélgica, Suiza, Alemania, Holanda, Portugal y otros lugares de
España…”
(Diario
“El Mundo”)
“El francés” era el “capo” que
movía el material pedófilo en Francia, producido o filmado en España.
“…Entre
las películas intervenidas el martes por los 2.500 gendarmes participantes en
la redada hay bastantes procedentes de países como España y Polonia, con
autores por ahora desconocidos. La Gendarmería y la Fiscalía visionarán
en los próximos días todas las películas y las numerosas revistas incautadas,
para tratar de identificar su origen y perfilar las acusaciones contra
quienes las poseían en sus domicilios
“…El
supuesto jefe de una empresa que se dedica a la distribución de películas sobre
abuso sexual de menores es Bernard A., de 47 años. Su trabajo, creen los
investigadores, es el de importar videos de países europeos -principalmente
España y Polonia- y comercializarlos vía postal. Su fichero de clientes es
usado por la policía para continuar con los allanamientos…”
“El francés” el jefe de la red ADO71 , se
movía como pez en el agua en la Comunidad Valenciana. ¿Es probable que las
cintas con pornografía de menores encontradas en la redada de Francia,
procedieran de alguna de las prolíficas “redes” valencianas?.
Altamente probable.
El
misterioso "Francés"
“…Kelly
afirmó al tribunal que había sufrido una confusión respecto a la persona que
dejó un mensaje en su contestador el día que la Guardia Civil entró en su casa.
Dijo que creía que este hombre se había identificado como "El Francés"
y no como "Rubén", pero que podía estar equivocada.
A
lo largo de este proceso judicial solo ha aparecido referencia a un súbdito
francés, un "pied noir", investigado por la Guardia Civil por su
presunta relación con el triple crimen en el sumario B.
Esta
segunda causa judicial, que tiene como objetivo determinar el paradero de
Antonio Anglés, y la participación en los hechos de otros posibles autores,
sigue viva en el juzgado de instrucción 6 de Alzira.
Las
fuentes consultadas consideran a este "pied-noir" (un hombre de
mediana edad, sin ingresos, pero que lleva un alto nivel de vida), vinculado
con el mundo de la prostitución, y todo parece indicar que se encargaba de
captar a jóvenes de ambos sexos para que participasen en orgías y fiestas,
labor que presuntamente realizaba en distintos locales de ocio de la zona.
No
obstante, nada confirma que este "pied-noir" sea la misma persona a
la que ayer se refirió Kelly.
Las
Provincias. Miércoles, 21 de mayo de 1997.
El ciudadano francés investigado posee un chalé en Alberic
Este
hombre, casado y de edad mediana, no tiene ingresos conocidos, aunque tanto él
como su esposa viven rodeados de grandes comodidades, e incluso poseen otro
chalé en Marbella, localidad a la que se trasladan frecuentemente.
La
Guardia Civil investiga la posible relación de este "pied-noir" con
la desaparición de las tres menores de Alcácer, ya que varios testigos han
asegurado que le vieron en distintas ocasiones en la discoteca
"Coolor" de Picassent.
Todo
parece indicar que esta persona, a la que se considera vinculada al mundo de
la prostitución, se encargaba de captar a jóvenes de ambos sexos para que
participasen en fiestas y orgías, y que su labor la realizaba en distintos
locales de ocio de la zona.
Las
Provincias. Viernes 21 de febrero de 1997.
Redes, contestadores automáticos,
franceses. Todo parece funcionar en estos asuntos como un “bucle” infinito.
Todo está estructurado, funciona de forma “sistemática” y compartimentada. Son
organizaciones poderosas. Mafias que mueven infinidad de millones de euros. Capaces de cualquier cosa.
Descendiendo hasta el último
escalón del infierno. El precio del horror.
La trama francesa ADO71 se nutría
con películas mayoritariamente grabadas/producidas en España.
A mayor depravación, mayor
precio. Entre las miles de cintas que se incautaron los gendarmes, algunas
destacaban por un contenido altamente inquietante. Las de zoofilia con menores –esta
era precisamente una de las “especialidades” de los pornógrafos de la red
“yanki” valenciana-.
En esa misma operación efectuada
en Francia, también fueron incautadas algunas cintas con contenidos que iban
más allá de lo imaginable.
Se trataba de películas dónde
aparecían escenas con mutilaciones
sexuales. Sadismo enfermizo, elevado a la enésima potencia.
Snuff. Filmes macabros como los describe el diario “público” de
Portugal, en una información ampliatoria sobre la red ADO71-Francia.
“…Em alguns casos foram encontradas
fotografias e filmes macabros, que incluíam violentas escenas de sexo entre
adultos e menores com idades entre 12 e 14 anos e imagens de sexos mutilados de
crianças…”
(Diario publico.pt. / Portugal).
Si los principales proveedores de
la red eran España y Polonia. ¿Dónde habían sido producido este material
extremo?. No hay respuesta.
Hay individuos dispuestos a grabar
esta infamia, editarla y venderla. Porque al otro lado hay “alguien” que
demanda estos subtipos de parafilias extremas, dispuestos a pagar lo que sea.
Sin importarle la suerte que hayan podido correr los menores o adolescentes
implicados. Si las películas son reales, y existen mutilaciones de ese tipo,
las muertes son también reales. En el crimen de Alcásser, también hubo
“mutilaciones” sádico-sexuales reales, que derivaron en lo que todos conocemos:
la aparición de tres cadáveres de tres adolescentes en una fosa salvajemente
torturadas.
No hay palabras para definir
esto. Es la absoluta oscuridad. El mal en todo su esplendor.
El “snuff” era el subgénero al
que apuntaba el padre de Mirian en sus declaraciones. Fernando García poseía
información, que apuntaba en esta dirección. Y ponía el dedo en la llaga. Orgías
con niñas y mutilaciones.
P.
¿Qué cree que ocurrió realmente?
R.
A las chicas las convencen para ir a una casa
grande donde había una fiesta.
P.
¿Cuántas personas cree que habría en esa fiesta?
R.
Eso sería mucho conjeturar. He oído comentarios de que son personas que hacen
ese tipo de orgías de sexo y sangre, y que son mucha gente.
P.
Usted ha sugerido que para infligir esas heridas hace falta tiempo y más de dos
personas.
R.
A mi hija le falta una mano, una mano que no se
encuentra en ningún sitio; no está. Algunas personas entendidas me
han dicho que al final de la orgía, los más fetichistas desembolsan una suma
de dinero y se llevan una parte del cuerpo.
La mano de mi hija está en el cajón de alguien, que la tiene de trofeo. Pero es
que en la mano que le queda, las uñas se las han arrancado, y para arrancarle
las uñas a una mano hace falta un instrumento; no se puede hacer con cualquier
objeto. Pienso que eso no es obra de Anglés y Ricart, no es obra de unos, como
nos han contado, que llegan, cogen a las niñas, las llevan a un huerto, las
violan repetidas veces y las matan. No. Las lesiones se han producido con un
ensañamiento, un regocijo... y unos materiales, instrumentos determinados que
no se llevan en el coche. Las niñas fueron empaladas vivas, así lo
demuestran las dilataciones de hasta siete centímetros en sus anos y vaginas.
Y les arrancaron los pezones con tenazas.
P.
¿Cuánto tiempo cree que duró el martirio?
R.
Quizás seis, siete, ocho o nueve días. Así lo cree el profesor [Luis]
Frontela [catedrático de Medicina de la Universidad de Sevilla, que realizó un
análisis pericial de los cadáveres a petición de Fernando García]. Tienen cicatrices
en las muñecas... y sabemos que una herida no puede cicatrizar en un cuerpo
muerto. Cicatrizaron porque estaban vivas.
…/…
P.
Y, ¿qué tienen que ver con el caso? No entiendo muy bien la relación.
R.
Pues, me llegó la información de que [...] hacía películas snuff.
P.
Pero esto, ¿te venía de una fuente fiable?
R.
Sí, de la policía.
P.
¿De la policía de dónde?
R.
De la policía de Madrid. Habían estado investigando y cuando habían llegado a
ellos, una mano poderosa los quitó.
P.
¿Hacían películas snuff?
R.
Sí.
P.
Pero, ¿con animales o con personas?
R.
Con personas.
…/…
P.
¿No supiste nada más?
R.
No. Lo que sí supe fue que él había enviado aquí a Valencia para que
investigaran qué había de cierto sobre lo que se decía en el dossier... y tengo
que decir que uno de sus directores de gabinete me llamó y me dijo: "Tengo
que decirle de parte del Ministro que se están investigando en Valencia algunas cosas y hay mucho más de lo que usted nos ha dicho."
(revista
Cambio 16-entrevista a Fernando García, -entrevista a la que pudimos acceder
gracias a “La web de las sombras”.)
Según la información que el
director de gabinete, facilita a Fernando García, describe que tras realizar
investigaciones en Valencia, al parecer “había mucho más de lo que él les había
dicho”. Y lo que él les había dicho era precisamente eso: que había gente que
se dedicaba a organizar esas orgías macabras, a mutilar niñas en esas orgías y
a filmarlas. ¿Qué podía ser más profundamente oscuro que eso?
Nos quedan demasiadas preguntas
en el aire, por ejemplo:
¿Quién era el pornógrafo
de la Red Yanki?
El misterioso “Paco” o lo que es
lo mismo, “Francisco”. Del que nada más se sabe. ¿Quién era este individuo? El
hombre que grababa las películas más depravadas, cámara en mano, en formato “super ocho” para
la red. El hombre que filmaba en espacios abiertos, tan inquietantemente cercanos al pueblo de
Alcásser.
Nunca fue identificado.
“…Que aparecen piezas
nuevas que no tenía conocimiento una cámara de vídeo de 8 mm., Ampollas Que a la
vista de la ausencia de algunas piezas insta la suspensión del acto hasta que
obren a la vista del tribunal…” (Sumario Caso Alcásser/vista oral)
En Lliria como pudimos comprobar,
pasaban cosas.
Una profesora de un colegio de
esta localidad de Lliria, es encontrada asesinada con una cuerda
atada al cuello en el interior de una bañera, en Valencia capital. Un
suceso extrañísimo. Sucedió en el año 1.991. No hay más noticias, entendemos
que no ha sido esclarecido. Ni móvil, ni motivación. También en este caso “todo
estaba revuelto”. O robaron, o buscaban “algo concreto”. Pero la forma en que
aparece el cadáver de la joven profesora, no parece el típico lance de un “robo
que acaba mal”. De este caso y de otros acontecidos en esta zona de la capital,
hablaremos en otra entrada del blog por su interés.
El Turco. Ribarroja. Asaltos a
cuarteles.
Otro escenario que pulula por el
caso Alcásser, es Ribarroja, un pueblo muy cercano a Benaguasil y
Lliria. Allí está domiciliado el Seat Ronda Azul supuestamente del
desaparecido Antonio Anglés, a nombre de un personaje: Iluminado Saturnino
Amador. Este Seat Ronda azul, será según Miguel Ricart –en su primera
declaración- el coche utilizado en el secuestro de las tres niñas de Alcásser.
Algo imposible dado que al parecer fue adquirido por Anglés en diciembre de
1.992, y el secuestro de las niñas se produjo el 13 de noviembre de 1.992.
“…Según
Ricart manifestaría en la Vista Oral, el Seat Ronda V-7670-BS, era propiedad de
Antonio Anglés, que lo había comprado utilizando el documento de identidad de
un tal Francisco Partera Zafra, un conocido de Ricart. Pero el tomador del
seguro de vida de este vehículo era alguien llamado Saturnino Amador
Iluminado…”
Un
recibo a nombre de ILUMINADO SATURNINO AMADOR en concepto de seguro del
V-7670-BS, provisión fondos, por importe de 20.000 pts y con sello
de Asesoría Serrano Gómez de fecha 04-12-92.
-
Un justificante provisional del Gestor administrativo en el que se hace constar
que recibe de FRANCISCO PARTERA ZAFRA el permiso de circulación y la tarjeta
técnica del vehículo V 7670 BS de fecha 04-12-92 en Manises.
-
Una propuesta de seguro de automóviles de la que es tomador ILUMINADO SATURNINO
AMADOR C/ Peatonal nº X de Ribarroja del Turia, Valencia y propietario
del vehículo FRANCISCO PARTERA ZAFRA C/ Alicante nº X de Catarroja, expedido en
Manises el día 04-12-92.
Será precisamente en esta misma
población: Ribarroja, dónde es detenido un individuo apodado “El
Turco”. Una adolescente de 15 años encontrada llorando en las
inmediaciones de su vivienda, abrirá de nuevo la tapa de la “gusanera” valenciana: los
oscuros asuntos sexuales con “menores” de por medio. Un entramado de filmación
de menores, y distribución a nivel nacional. 300 películas fueron
intervenidas. Todas realizadas con adolescentes
y menores de corta edad.
Diario
“ABC”
Además “El Turco” estaba
implicado en otros “asuntos”: prostitución y un dato muy interesante, que
se cita al final del artículo: formaba parte de un grupo implicado en el robo de material eléctrico en un cuartel de la policía
local.
Miguel Ricart fue detenido el día
28 de enero de 1.993, un día después de hallarse los cuerpos de las tres niñas
en la fosa de la Romana. Y en ese trance de la detención, hay algo que nos
llama poderosamente la atención.
Ricart fue “trincado”, al subir a
la casa de un Anglés, tomada y rodeada por fuerzas de la Guardia Civil. Uno de
los partícipes en el crimen más atroz de la historia de este país, se dirigió
presto y veloz hacia sus captores, como oveja que va directa al matadero. Realmente
increíble. Inconcebible.
“...Él acudió por su propio
pie a la casa. Una vez allí nos lo llevamos al cuartel de Patraix. Pero solo
como amigo de Antonio, para interrogarlo a ver qué sabía acerca de por dónde se
movía Anglés», recuerda hoy Juan Miguel P.,
guardia civil retirado…”
Se sucede algo muy curioso
después de esta primera declaración “sin éxito” o “sin confensión”. Según nos
cuentan, al parecer Miguel Ricart se quedó merodeando la Comandancia de la
Guardia Civil. Un agente del grupo de información de la benemérita al
observarlo, inmediatamente lo reconoció y relacionó con un extrañísimo suceso
anterior.
“…Los agentes habían terminado
con él, pero 'El Rubio' no se marchó de la zona de la Comandancia. Seguía
paseando por allí, como esperando algo. O a alguien... «Parecía que le
reconcomiera alguna cosa. Entonces se me acercó un compañero de Información y
me dijo: '¿No te suena ese?'. Resulta que tres años antes lo habíamos
detenido por asaltar unas instalaciones de la Guardia
Civil para robar un cargador…”
(Diario
Las provincias)
Es decir a Miguel Ricart al igual
que al “Turco de Ribarroja” -traficante de pornografía con adolescentes- los
habían trincado anteriormente por los mismos asuntos.
“Asaltar cuarteles de
las FCSE para robar material”
A Miguel Ricart según este
relato, lo tuvieron que detener tres años atrás. Es decir en el año 1.990. El
problema es que en la diligencia de antecedentes policiales del sumario “no
figura” esta detención. En la hemeroteca tampoco parece haber rastro. Extraño
porque se trata de un delito grave. “Robo en el interior de un cuartel de la
Guardia Civil”.
Desconocemos qué cuartel asaltó,
ni a que tipo de cargador se refiere, ya que no encontramos ninguna referencia
más a este hecho. Simplemente se cita : un Cargador.
Desde luego había que tenerlos
“muy bien puestos” para asaltar un
cuartel policial a principios de los años noventa. Con ETA inmersa en plena vorágine
asesina, y teniendo como objetivos permanentes de sus atrocidades, a este tipo
de infraestructuras de las FCSE. Los temerarios ladrones, se arriesgaban a
pagar muy cara su osadía. Podían ser abatidos a tiros, al realizar un asalto a este
tipo de instalaciones policiales-militares. Sin contemplaciones. Sin muchos
miramientos.
Pero además, ¿a qué se refería el
agente de información?. ¿A un cargador de una pistola?. Es extraño que en una
dependencia policial, puedan quedar armas o parte de estas al alcance de
cualquier persona que entra a realizar
una denuncia o gestión. Se presupone que cuentan con armeros, y las
normativas son muy estrictas –especialmente en la Guardia Civil- en cuanto a la
custodia de las armas oficiales, partes, mecanismos y munición. ¿Podría ser
entonces otro tipo de cargador? Un cargador eléctrico de linternas, walkies,
etc. En aquella época este tipo de material policial era muy escaso y de un
alto valor económico. Poca gente disponía de linternas con baterías recargables.
Demasiado caras. En definitiva, material costoso y destinado a servicios
públicos.
Fotografia: Prismáticos marca "Tasco" hallados en inmediaciones fosa de la Romana-Tous.
F -En el maletero:
…Una
linterna con cable de conexión a batería marca DHOCATRONIC…”
(diligencia
inspección ocular maletero Opel Corsa blanco de Miguel Ricart)
Material al fin y al cabo, de
interés para cualquier organización criminal. Comunicaciones, material
electrónico, etc. De hecho, como hemos visto la banda del “Turco”, además de
producir y traficar con pornografía de menores, al parecer se dedicaba también al
robo de este tipo de material del interior de cuarteles.
Curiosamente, en la población de
las tres niñas, Alcásser, se produjo un misterioso robo en el interior de un
cuartel de la Policía Local. Fueron sustraídas cinco armas. Dos revólveres
calibre 38, y tres pistolas 9
mm parabellum desaparecieron de los armeros del cuartel
de la Policía Local de Alcásser en el año 2011. Una noticia que se intentó
silenciar –como todo lo que afecta al pueblo de las niñas-.
“…Aunque
han tratado de ocultar el robo de las armas, los continuos
interrogatorios a los agentes y los ánimos crispados que imperan en los
pasillos del Ayuntamiento de Alcàsser han hecho que el delito haya trascendido
a los ciudadanos del municipio. Asimismo, las investigaciones prosiguen para
dar con el autor del robo lo antes posible e intentar localizar las armas antes
de que lleguen al mercado negro…”
Roban cinco
pistolas y revólveres del retén de la policía local de Alcàsser sin forzar el
armero
Levante-EMV Sin forzar el armero, al parecer conocían
perfectamente la ubicación de las armas que tenían que sustraer, y el lugar dónde
se custodiaba la llave que abría todos los armeros. La Guardia Civil se hizo
cargo de las investigaciones interrogando a todos los agentes.
“…Se creía que el robo había
sido “desde dentro”, según citaba la prensa.
Se sospecha que el autor u
autores del robo ha sido alguien de dentro, ya que las armas estaban
debidamente guardadas bajo llave en el armero que se encuentra dentro del retén
de la policía local, en un bajo situado dentro del propio Ayuntamiento de Alcàsser…”
Este tipo de armas son muy valiosas para los delincuentes
por encontrarse “limpias” sin crímenes a sus espaldas. La Guardia Civil
rastreaba el mercado negro.
Rastrean el
mercado negro para tratar de localizar las pistolas robadas en Alcàsser
Levante EMV
Los tres negocios “paralelos”. La
triada que ya citamos en post
anteriores, porque es de la que hablan los expertos, al citar las estructuras
sobre las que se cimenta este tipo de criminalidad organizada, relativa a la
explotación y desaparición de menores en toda Europa. Y nosotros también somos “europeos”
para lo bueno y para lo peor.
Tráfico de drogas, tráfico de armas, explotación de
menores.
Lo realmente inquietante es que
este suceso ocurriera en este pequeño pueblo de la “horta sud” valenciana.
Quizás se trate de otro pequeño pueblo
como Lliria, un lugar idílico y aburrido, con un mundo “paralelo”. Las cosas a
veces no son como parecen ser. Ya hablamos de ello en aquel post que titulamos “El
pueblo dónde nunca pasa nada”. Nuestro “Twin Peaks” patrio.
Como siempre mires dónde mires
encuentras lo mismo: extrañas casualidades y
misteriosas conexiones. Las cuestiones sin resolver.
Recapitulando:
Tenemos un pornógrafo valenciano,
peón de una inmensa red internacional, que nunca fue identificado (sólo
conocemos su nombre: “Paco”/“Francisco”) que grababa películas aberrantes cerca
del pueblo de las niñas.
Tenemos un contestador automático
como forma de contacto, mediante palabras “en clave”, de una red de
menores.
Tenemos la certeza de que las películas de pornografía infantil de la trama
Valenciana surtían los mercados internacionales más exigentes –Japón, EEUU,
Francia-. Tenemos sus conexiones. Y también la sospecha, de que alguna de estas
mismas redes valencianas probablemente abastecían el entramado pedófilo francés
desarticulado en la operación: ADO71, dirigido precisamente por un pedófilo “asiduo
de la costa Levantina”.
Entre el material incautado a
esta red francesa, existían películas con un subtipo altamente sádico y aberrante,
dónde los y las menores eran víctimas de
perversiones atroces como la zoofilia e incluso algunas que iban más allá de lo
inimaginable: tortura y mutilaciones sexuales.
Tenemos el robo de material de
diverso tipo en cuarteles, y a su vez actividad criminal paralela/diversificada
por alguno de los autores de estos llamativos hechos –que motivaron la
detención de Miguel Ricart en el año 1.990- que a su vez nos conectan de lleno
con la prostitución, producción y distribución de pornografía infantil con
niñas valencianas. El rastro de estos
misteriosos robos en cuarteles, además nos devuelve de nuevo, al origen de “todo”.
El pueblo de las tres niñas: Alcásser.
Y tenemos al eslabón “perdido
para siempre”: Antonio Anglés.
¿Qué más podemos pedir?
Tenemos muchas cosas. Y a la vez,
no tenemos nada. Quizás de “eso” vaya precisamente esta historia. De que no
tengamos manera de conectar la X con la Y. De que esos eslabones, al ser
borrados para “siempre”, impidan llegar más allá de lo que todos quisiéramos.
Una y otra vez las migas,
desaparecen del camino. Para que no las podamos seguir. Con la única intención de que nos perdamos,
dando vueltas en círculo.
Para girar y girar dentro del “inmenso
laberinto de depravación” valenciano de aquellos años especialmente
“oscuros”.
En el próximo post, abordaremos
de lleno, los homicidios sexuales. Aquellos que por su tipología y cercanía nos
pueden aportar alguna información de interés para la investigación del Caso
Alcásser.
Y para cerrar esta entrada del
blog, nada mejor que recordar unas palabras del gran periodista de sucesos,
recientemente fallecido, Francisco Pérez Abellán. En su libro “Alcácer Punto
Final” parecía comulgar con la versión oficial del caso, pero dejando algunas
puertas abiertas a otras posibilidades, en base a la infinidad de enigmas que
nunca fueron resueltos.
En sus últimos años, este
periodista con muchísima experiencia en sucesos, y con muy buenas fuentes de
información, dio un giro de 180º, acabó por desligarse por completo de la
versión oficial y se decantó por “otras posibles hipótesis” en relación al triple
crimen.
“…Hay
organizaciones de pederastas, negociantes del sexo, personajes estresados
dispuestos a violar a niñas y asesinarlas. Los hay en Bélgica y los hay en
otros puntos de Europa. También en España, aunque no hayan sido
suficientemente detectados.
Si
desaparece una niña en nuestro país, lo primero será comprobar si no ha sido
víctima de una red de pornografía infantil o de productores de películas snuff,
porque hay demasiada gente interesada en convencernos de que eso no existe y de
que se trata de delirios de la imaginación, cuando para cualquier lado que
mires hay sádicos sexuales y pederastas que pagan cualquier cosa por sus
perversiones y mueven una industria de millones de euros…”
(Alcácer
Punto Final- Francisco Pérez Abellán)
“…Y mientras, la
intriga de los dos desaparecidos, en el país de los desaparecidos, invade la
memoria del caso que cambió la historia de los secuestros de niños y
adolescentes en el levante español. Tres niñas raptadas, torturadas y
asesinadas por una banda de cuyos componentes jamás supimos el nombre, como
tampoco supimos cuál fue la verdadera trama. En mi libro, terminado diez años
después de los hechos, Alcácer Punto Final,
se ve claramente cómo el análisis del sumario lleva a una trama oculta
muy interesada en demostrar que Anglés huyó de España, cuando o mucho me
equivoco o nunca salió de Valencia. Allí murió, a la vez que las niñas, tal vez
con la última bala de la pistola que le robaron a un policía municipal, con la
que cometieron los asesinatos. La versión oficial se esfuerza por demostrar, sin
lograrlo, que todo fue cosa de unos pequeños delincuentes capaces de una gran
operación digna del crimen organizado.
En la
situación actual, en la que prácticamente han desaparecido los periodistas de
sucesos y todo el mundo habla de lo que no sabe, sólo los veteranos recuerdan
lo que de verdad pasó en Alcácer y nunca pudo contarse, aunque la mayoría no
tiene dónde escribirlo porque tampoco hay periódicos. Ojalá no se cumpla el
adagio que dictamina que un pueblo sin historia está condenado a repetirla…”
(“Alcácer 24” por Francisco Pérez Abellán,
artículo del diario “libertad digital” año 2016)
Como reflexión final sobre todo lo abordado, un trailer de un documental que aborda la temática del "snuff".
Trailer
en ingles, del documental: “SNUFF: a documentary about killing on camera”.
Contiene alguna imagen que pueden herir la sensibilidad del espectador. Recomendamos utilización subtítulos –sólo
disponibles en inglés- para su mejor comprensión.
*De
especial interés, desde el punto de vista criminológico/criminalístico, la
escena de la víctima con la “bolsa en la cabeza”. Un “item” que como hemos
visto se repite en algunos casos ocurridos en Valencia y en la zona sur-Tous.
Una extraña práctica, que podría estar presente en otras muertes
“indeterminadas”. Asfixiofilia erótica. Prácticas sadomasoquistas extremas.