* Ese mismo año 1979, en el que matan y violan a la niña de Benaguasil -citada en la entrada anterior-, sucede una agresión sexual bestial en la localidad de Lliria. Un hombre que se encontraba en el interior de una caseta de campo sita en las cercanías de la citada población, fue atacado por dos individuos que blandían armas blancas. Cita que los agresores eran posiblemente de etnia gitana. Estos individuos tras intimidar al hombre, procedieron a sodomizarlo -. No satisfechos con dicha acción y en un alarde de gran sadismo procedieron a clavarle un palo de grandes dimensiones en el recto. La víctima que sufrió enormes desgarros tuvo que ser intervenida quirúrgicamente en un hospital, a dónde llegó en estado muy grave.
De nuevo nos encontramos con otro
caso más de agresión sexuales perpetrada con un gran sadismo y con introducción de objetos en el cuerpo de la víctima.
Recordar los casos de Pinedo y Beniferri agresiones sexuales con resultado de
muerte y salvaje introducción de objetos. Además del propio triple crimen de
Alcásser, dónde también se repiten este tipo de acciones perversas y sádicas.
En esa comarca se repitieron toda una serie de casos relacionados
con el abuso de menores. Algo totalmente “anormal”. Tratándose de una zona además especialmente “impactada” por los
ecos del cercano triple crimen de Alcásser. Sin embargo las hemerotecas nos demuestran
que las actividades ílícitas con menores continuaban en pleno “apogeo”.
*En el año 1994, La
Guardia Civil desarticula una red de prostitución infantil que operaba en la
zona de Lliria (Valencia), y ha detenido al menos a diez personas entre ellas
familiares de las menores. Todo comenzó con el testimonio de una joven de 16,
disminuida mental que trabajaba en un invernadero. Al parecer la chica reveló a
su jefe que desde hacía cinco años, su familia le obligaba a prostituirse,
vendiendo sus servicios a parejas estables de la zona. Tras concluir su relato,
le suplicó protección, pues la niña estaba amenazada de muerte si contaba las prácticas
a las que era obligada.
La menor era sometida a prácticas SADOMASOQUISTAS, al igual
que otras SIETE menores, que eran llevadas en automóvil desde su colegio o su residencia
a viviendas
en automóviles a
casa de los clientes, en su mayoría hombres de AVANZADA edad.
El titular del
Juzgado de lnstrucción n° 4 de Llíria ha decreta do e secreto de sumario sobre
el caso y ayer tomó declaración a varios de los presuntos implicados. Entre
ellos se encuentran los padres de la menor que ha denunciado los hechos y una
amiga de ellos que, al parecer, es la persona que organizaba la red de
prostitución. Los padres de la joven fueron puestos ayer tarde en libertad
condicional por el juez, con la obligación de presentarse en el juzgado cada 15
días
La Guardia Civil
inició las investigaciones en las poblaciones de Llíria, Benaguasil, Pobla de
Vallbona, Paterna y en Valencia capital tras la denuncia del propietario del
invernadero donde trabajaba la joven disminuida.
Al parecer, la
joven pidió protección al dueño del invernadero asegurando que sus familiares
habían amenazado con matarla si contaba lo ocurrido, por lo que este hombre la
acogió en su casa, grabó el testimonio de la chica en cinta de casete e inició
algunas investigaciones.
Recordar que sólo dos años después (1996) como cité en otra
entrada es desarticulada en Ribarroja –a sólo 13 kms de Lliria- un entramado de producción gráfica con menores
(incautadas 300 películas).
* En el año 1998 en esa misma comarca es desarticulada una
trama en la que se prostituían a chicas menores de entre 14 y 17 años. En la operación
son detenidos 14 vecinos de varias localidades (Lliria, Pobla de Vallbona y
Benaguasil), con una media de edad de 60
años. Algunos clientes tenían hasta 80 años. Se les imputaban cargos por
prostitución de menores, y abusos sexuales a seis adolescentes.
Desde hacía tres años las menores se prostituían en la
zona, al parecer por su propia cuenta. La operación policial se inicia con el
relato de una menor de 14 años la cual informó que mantenía relaciones íntimas
DESDE LOS ONCE AÑOS con personas mayores los cuales le ofrecían dinero y
regalos.
Al parecer esta actividad fue en aumento durante los años
siguientes ampliándose la red de clientes y adolescentes implicadas que eran “captadas”
por sus propias amigas, garantizándose así la “confidencialidad” de sus
actividades. La localización de otra menor desaparecida –amiga de la anterior- ,
y reclamada por la Fiscalía de Menores, confirmó las sospechas.
Los hechos se
remontan a principios de junio de 1996 y la investigación la inició la Guardia
Civil de Llíria que, en esas fechas trasladó a la Colonia Sant Vicent Ferrer de
Burjassot a dos hermanas, de 14 y 16 años, porque con un padre alcohólico en el
paro y una madre enferma por su adicción a las drogas consideraban que la
familia "no reunía las condiciones para hacerse cargo de las dos
hermanas". Entonces ya existían sospechas de que las menores habían
mantenido relaciones sexuales y se prostituían. La hermana mayor regresó a su
domicilio cuando cumplió los 18 años, pero la menor seguía internada en régimen
de protección. El pasado 24 de septiembre no regresó al centro tras un permiso,
por lo que los responsables de menores de la Generalitat encargaron al Grupo de
Menores de la Policía Autonómica que fuera a buscarla. Cuando la encontraron,
los agentes hablaron con ella y les confesó ("de forma espontánea y
voluntaria") que ella y sus amigas se prostituían. Después, los policías
hallaron a una segunda menor, que estaba reclamada por la fiscalía de menores
porque, supuestamente, había cometido pequeños delitos. Esta adolescente
ratificó lo que había narrado su amiga y su declaración permitió localizar a
otras cuatro menores, que ejercían la prostitución con los mismos adultos que
ellas. Los contactos sexuales se realizaban en casas de campo, domicilios
particulares y una pensión. "Nunca acudieron a clubes de alterne ni a
locales en los que se ejerce la prostitución", matiza un responsable de la
Policía Autonómica, que desde hacía tiempo "había escuchado que algunas
menores del Camp de Túria ofrecían sus favores sexuales a cambio de una
remuneración". La policía afirma que los contactos sexuales se produjeron
"en numerosas ocasiones" en los últimos dos años. Tras lograr que las
menores les diesen los nombres y apellidos de todos sus clientes, la Policía
Autonómica realizó el pasado miércoles las 14 detenciones. Al estar llenos los
calabozos de Llíria trasladaron a 13 acusados a la Jefatura Superior de
Policía, donde pasaron la noche. Algunos acusados son vecinos de Benissanó, La
Pobla de Vallbona y LEliana, pero la gran mayoría residen en Llíria.
Los clientes contactaban con las menores a través de un
contestador automático, con datos en clave. Uno de los puntos de encuentro era
la estación de metro de Lliria. Las relaciones se consumaban en pisos, chalets y hostales. Los padres de las
menores eran desconocedores de tales hechos.
Se investiga la posible existencia de más menores
implicadas en los hechos, que por temo o vergüenza no han denunciado los
hechos.
El juez dejó en libertad a los
inculpados. Las seis adolescentes le
habían facilitado a la Policía Autonómica los nombres de estos 14 pequeños
empresarios y constructores, muchos con
los 60 años cumplidos, que fueron detenidos el pasado miércoles.
Los
vecinos de algunas de estas menores, casi todas residentes en Llíria,
explicaban ayer que habían dado la voz de alarma en repetidas ocasiones sobre
la "promiscuidad sexual" que mantenían. "Entraban en los bares,
se acercaban a los clientes y con mucho desparpajo se insinuaban y hasta les
decían que les iban a cobrar menos que las otras", recordaba ayer un
vecino. Tres de estas adolescentes son hermanas. La mediana está embarazada.
Las jóvenes y sus padres rehusaron hacer declaraciones. La gran mayoría de las
menores viven en hogares desestructurados, con gran precariedad económica, bajo
nivel cultural y problemas de alcoholismo, toxicomanías y desempleo. Una de
estas menores fue internada en un centro de protección hace dos años junto a su
hermana ya que sus padres las tenían totalmente desasistidas. Una adolescente
estaba reclamada por la fiscalía y otra consumía drogas.
*En Lliria también será detenido un vecino de esa
localidad. Un auténtico agresor sexual en serie.
Un vecino de
Llíria de 40 años, ingresó ayer en prisión por orden del juez de Instrucción
número 1 de Llíria, en funciones de guardia, acusado de violar a OCHO
prostitutas del centro de Valencia a lo largo de los últimos cinco años. Su
detención ha sido posible por el trabajo conjunto de los investigadores del
Equipo Mujer-Menor (Emume) y de un especialista en perfiles criminales del
laboratorio de criminalística de Valencia
violador múltiple de Lliria saliendo juzgados (Levante-EMV) |
El sospechoso
comenzó a actuar en 2007. En todos los casos, acudió al barrio de Velluters, en
Valencia, llegada la noche. Recorría el barrio y elegía a sus víctimas en
función de su vulnerabilidad: las menos vigiladas, las más aisladas, las menos
corpulentas.
Tras pactar el
servicio, ponía el coche en marcha y se alejaba. En un primer momento, todo
parecía normal, pero, cuando la mujer estaba desnuda y se había confiado,
atacaba. Las ataba -con bridas-, las amenazaba con un cuchillo, las violaba y
luego las abandonaba en zonas descampadas, primero de Valencia y en las
ocasiones siguientes, de distintos municipios del Camp de Túria, sobre todo de
la Pobla de Vallbona y Bétera. Antes de dejarlas ir, les arrebataba el bolso.
Una de las bases de la investigación ha sido
el ADN obtenido a partir del semen del ahora arrestado, que dejó en cada uno de
los ocho escenarios del delito. Y en cada uno de ellos, la Policía Nacional y
la Guardia Civil enviaron a sus respectivos laboratorios las muestras: en todas
aparecía el mismo perfil genético
Hace apenas diez
días, y gracias, entre otras cosas, al cruce de datos de matrículas a partir de
los detalles ofrecidos por algunas de las víctimas, llegaron a un nuevo
sospechoso: un electricista de Llíria, actualmente en paro, casado, padre de
dos hijos y con una aparente vida ordenada. Un buen candidato. Tras hacerse con
un par de muestras de su ADN, lo enviaron de nuevo a Madrid. El viernes, el
sistema de cotejo automático halló la coincidencia: el presunto violador en
serie estaba identificado. Un día más tarde, el sábado por la mañana, la
Guardia Civil lo detenía en su domicilio. Nadie sabía nada de su doble vida.
La utilidad de la perfilación criminal en casos reales (Valencia)
La identificación
del presunto violador de las ocho prostitutas -los investigadores creen que
puede haber más mujeres que no han denunciado e incluso algún intento fallido-
a partir, entre otros elementos, del perfil geocriminal no es una novedad en la
Comandancia de Valencia. Se utilizó por primera vez en el asesinato de Mari
Carmen O., la vecina de Pedralba violada y asesinada por un joven en mayo de
2009 en su casa de Pedralba. En esa ocasión, el perfil cerró el círculo de
candidatos y acotó el número de perfiles genéticos aislados por la Guardia
Civil. La precisión fue tal, que, cuando fue identificado el presunto autor, se
comprobó que era el primero de esa lista. En esta ocasión, el trabajo del
especialista ha consistido en delimitar el perfil a partir de lo que recuerdan
las víctimas -cómo hablaba, qué contaba, grado de violencia, objetos del
interior del coche, etc...-, así como del estudio del terreno -dónde las
recogía, dónde las dejaba, vías de entrada y salida,...-. El peor escollo, la
ausencia absoluta de un patrón de conducta y el tiempo transcurrido entre unas
violaciones y otras.
En Llíria no se lo creen. A los vecinos no
les cuadra como ese hombre «educado, buen padre de familia, tranquilo y
trabajador» puede ser un violador en serie. El mismo que el sábado fue
arrestado por la Guardia Civil y ayer ingresó en prisión por orden judicial.
Su perfil criminal cuadra de lleno con el
delincuente de doble vida, la persona de dos caras, una conocida y otra oscura,
reservada para sí mismo y para sus víctimas. Lobo y cordero bajo una misma piel.
Trabajaba en una
empresa de la Pobla de Vallbona. Es en esta localidad y en municipios cercanos
de Camp de Turia como Ribarroja o Bétera donde, según la investigación,
abandonaba a sus víctimas tras forzarlas. Nunca las llevó a Llíria. Como
cualquier otro criminal en serie, esa era su zona de seguridad, su guarida,
aquella en la que llevaba su otra vida de «padre y marido perfecto», como lo
define una comerciante.
*Otra terrible historia relacionada con Lliria. En este
caso una de las mayores redes de depredadores, pederastas, que traficaban con
el material en Internet, desarticulada en nuestro país en 2007.(Operación
Saturno)
(Revista interviú)
“Unos doscientos niños acudieron el pasado verano a un campamento situado en Lliria, a
treinta kilómetros de Valencia. Los pequeños, de entre seis y catorce años,
estaban a cargo de un encantador estudiante de tercero de Magisterio, muy
popular en Valencia debido a sus apariciones en fiestas infantiles, para las
que se caracterizaba como mago o como payaso. Gabriel J. pasaba su vida entre
niños: animador, monitor de campamentos, profesor de educación infantil,
canguro por horas... Por eso, cuando la policía registró su domicilio, encontró
en su ordenador miles de imágenes de niños: niños azotados por él mismo, alumnos de su campamento a los que el propio
Gabriel fotografiaba mientras dormían tras retirarles la ropa... Todo un filón
de material pornográfico infantil, en gran parte producido por él mismo. Para
sus alumnos y los padres de sus alumnos era Gabriel. En los foros de pedofilia
era Darzee.
En esos foros también eran frecuentes las apariciones de
Ethex, un individuo al que todos creían pediatra y que incluso daba consejos
médicos para preservar la salud de los niños. Ethex era en realidad Javier G. D.,
un informático de 21 años que había trabajado como monitor de campamentos
infantiles, trabajo que había mantenido incluso
después de haber sido detenido por la policía en noviembre de 2005, acusado
de distribución de pornografía infantil.
Ethex y
Darzee, Javier y Gabriel, formaban parte, como Todd, Aza y Nanysex, de la élite
de la pederastia en internet. Eran individuos que distribuían en la red las
producciones que ellos mismos realizaban, abusando de menores, aprovechando su
condición de monitores o canguros, trabajos que les posibilitaban estar en
estrecho contacto con niños.
Precisamente,
fue el detallado análisis del material intervenido a Todd, Aza y Nanysex lo que
posibilitó las detenciones de estos nuevos pederastas. La operación Kova,
desarrollada en mayo de 2005 por agentes de la Brigada de Investigación
Tecnológica de la Policía (BIT), supuso el arresto de tres individuos, acusados
de violar a varios menores de entre uno y nueve años y de distribuir sus
delitos en la red.”
Se escondía bajo el nick de Darzee y tenía
varias direcciones de correo electrónico, correspondientes a proveedores como
hot mail, ono y yahoo. Los primeros datos acerca de este individuo señalaban
que vivía en Valencia y que realizaba sus propias producciones, grabando los
abusos a los que sometía a sus víctimas, aprovechándose de las facilidades que
le ofrecía su trabajo como canguro al cuidado de niños. En varios de los vídeos
que intercambiaba en la red, aparecía bajando los pantalones a pequeños de
entre seis y doce años y azotándoles, diciéndoles que eso “era un castigo” y
que más tarde tendrían “un premio”. Otro de los vídeos encontrados en poder de
Ethex y que procedía de Darzee mostraba a éste organizando una obra de teatro
en un colegio, lo que hizo pensar a los investigadores que se trataba de un
profesor de educación infantil. Además, su correo electrónico estaba en el
Ayuntamiento de Alacuás (Valencia), ofreciéndose como animador infantil, mago, payaso
o papirofiéxico.
La policía identificó plenamente a Darzee como
Gabriel J. C., de 28 años, nacido y residente en Valencia, y le detuvo cuando
llegaba a su casa, donde convivía con su madre. Tras su detención, la policía
averiguó que Gabriel había cursado hasta tercer curso de Magisterio y había
llegado a realizar prácticas en un
colegio CATÓLICO de Valencia, donde se encargaba de cuidar el patio y de
auxiliar a los profesores de educación infantil. Además, ha trabajado como
payaso, mago y animador de fiestas infantiles. El pasado mes de julio organizó
un campamento en Lliria, a treinta
kilómetros de Valencia, al que asistieron cerca de doscientos niños. De hecho,
es titular de tres dominios de internet relacionados con campamentos y
distintas actividades de recreo para niños de entre seis y catorce años.
Gabriel
Jordá negó todos los hechos que se le imputaban y no colaboró con los agentes
que le detuvieron. Pese a ello, los policías encontraron todo un arsenal de
pornografía infantil en su ordenador: miles de archivos, una buena parte de los
cuales tienen contenido sádico
(golpeando y torturando a menores).
Pues bien, este “individuo” salió de prision a los TRES
MESES y se fugó del país (pues no le fue retirado el pasaporte). Finalmente fue detenido en Guatemala en un “orfanato” dónde trabajaba con una ONG como profesor de
niños huérfanos y maltratados...
Su detención fue “rocambolesca”. Una voluntaria catalana
que trabajaba en el orfanato al regresar a España, leyó un reportaje en la
revista interviú, dónde aparecían las fotos del pederasta. Rápidamente dio
aviso a los responsables de la ONG.
Esa fue la espita
que puso en marcha una operación en la que participaron Interpol, la Embajada
española en Guatemala y la Policía Nacional guatemalteca. Los agentes de
Interpol comprobaron que no había una
orden de detención internacional contra el pederasta, pese a que cuatro días
antes el Juzgado número 9 de Valencia había dictado una orden de ingreso en
prisión sin fianza contra él. Los agentes españoles destinados en la
delegación diplomática sugirieron que la mejor manera de ponerlo a disposición
de la justicia española era expulsándolo, al encontrarse en situación irregular
en Guatemala.
Los agentes se llevaron de Casa Guatemala todo el material
electrónico que manejaba Gabriel J. : un ordenador portátil Apple y una cámara
fotográfica. Esos dispositivos viajarán a España con el fugitivo y serán
analizados por la policía para ver si contienen material de pornografía
infantil.
Finalmente fue condenado a 6 años de prisión, que cumple en
el módulo de enfermería de la cárcel de Picassent, alejado de reclusos
peligrosos.