Estimados lectores-as, os presentamos el nuevo proyecto que tenemos entre manos:
Un nuevo podcast de crímenes reales, al que hemos bautizado con el nombre: "EL BOSQUE ROJO"
Analizaremos desde distintas disciplinas: criminológicas, forenses, policiales... decenas de casos sin resolver en la Comunidad Valenciana. En esta primera temporada nos centraremos en varios crímenes sin resolver, ocurridos en las comarcas del sur de Valencia, durante los oscuros y salvajes años ochenta y noventa.
Muchos de ellos, desconocidos o muy poco estudiados. Con extraños vínculos o conexiones con los casos más mediáticos de la provincia:Alcásser y Macastre. A los cuales tendremos siempre muy presentes. Siempre en nuestro radar o retrovisor.
Un nuevo podcast, donde podréis encontrar muchos datos inéditos, totalmente desconocidos y sorprendentes, fruto de un largo y complejo proceso de búsqueda, revisión y análisis, que no os van a dejar indiferentes. En este nuevo podcast pretendemos, ir más allá del mero relato de historias reales y truculentas. Nuestra intención es revisar estos casos y ofrecer nuevas hipótesis en base a este nuevo material e información que manejamos. Es decir, un podcast de investigación criminal, que va a profundizar en determinadas temáticas, que no han sido abordadas hasta el momento. Para ello, y debido a la complejidad y delicadeza de los temas a tratar -crímenes "todavía" sin resolver-, se hace necesario salvaguardar nuestro anonimato. Por eso, utilizaremos un formato "sólo audio" del podcast, y emplearemos dos nicks: el mío, que ya todos conocéis: "Preacher" y el de mi compañera de proyecto: "Miss Adler".
Como siempre intentaremos hacerlo con el máximo rigor, y el respeto que nos caracteriza a las víctimas y sus familias. Nuestro principal "Leit Motiv" es difundir estos casos opacados, por los grandes crímenes grupales de la zona, y otorgarles una segunda oportunidad. Es una cuestión de honor. No nos mueve otro fin.
Para ello os pedimos la máxima colaboración y difusión. Ponemos además, a vuestra disposición un mail de contacto para hacernos llegar cualquier información relacionada con los casos de forma confidencial:
elbosquerojopodcast@gmail.com
De igual forma iremos planteando en cada episodio una serie de preguntas o cuestiones, para su debate sosegado y respetuoso, que replicaremos en las RRSS del podcast, las cuales estarán operativas en pocos días.
Queremos de esta forma establecer, un diálogo más fluido con los lectores del blog y oyentes del podcast, dado que creemos se trata de una temática de interés general y de utilidad pública.
Por su parte nuestro blog ( losotroscrimenesdealcasser.blogspot.com ) continuará totalmente operativo, para su consulta, sirviendo además de plataforma documental al podcast. En él publicaremos de forma paralela y sincronizada distintos contenidos (prensa, artículos forenses, criminalísticos, mapas, etc) relativos a cada episodio del podcast. Contenidos que son necesarios visualizar, para comprender determinados aspectos relatados en el podcast, debido a la complejidad de alguna de las temáticas abordadas.
El próximo sábado 13 de abril, subiremos a la plataforma de podcast IVOOX, el primer episodio de esta temporada. Iremos colgando en el blog los enlaces al podcast y las distintas RRSS.
Esperamos sea de vuestro agrado. Muchas gracias por estar ahí. Al otro lado¡¡¡
¿Dónde
llevaron a las niñas? ¿Qué pasó entre Picassent y la
Romana-Tous?. Un montón de preguntas sin respuesta. Pero no es la
única incógnita por despejar: ¿Qué sucedió entre Montroy-Catadau
y Fuente Cuerna-Macastre.
"El lobo pasa por la finca. El terreno permanece". (Dicho popular)
Sólo
tenemos una certeza: el lugar de aparición de los cadáveres de las víctimas de estas dos triadas. El lugar de desaparición
también es hipotético, circunstancial, aproximado, si bien, nos
permite reducir el margen de error, al situarse entre dos localidades
muy cercanas:
Entre
Alcásser y Picassent apenas tres kilómetros de distancia.
Entre
Catadau y Montroy unos diez kilómetros separan ambas poblaciones.
Por
lo tanto tenemos algunos datos para empezar a trazar una hipotética
“zona intermedia”, una zona donde según determinados autores
-entre ellos el profesor Canter- se ubicaría el “domicilio”- del
autor/grupo de agresores que participaron en estos hechos.
“David
Canter, profesor de la Universidad de Liverpool, desarrolló una
técnica de profiling basada en el análisis sistemático de las
variables del delito y su interpretación estadística, a la cual
denominó “La teoría del círculo”. En ella, el autor postula
que, si se ubican en un mapa todos los delitos que se le atribuyen a
un mismo delincuente, se identifican las dos zonas más alejadas
entre sí de ese mapa y se traza un círculo que cubra todos los
delitos (utilizando esa distancia como el diámetro), con casi toda
probabilidad el criminal vivirá dentro de ese círculo, posiblemente
cerca del punto central.”
Pero
Alcásser y Macastre son algo “distinto”, su especial
complejidad, tanto por el número de víctimas como por el probable
número de agresores o partícipes, y un aspecto inaudito -que dos casos
grupales de tres víctimas, se sucedan en apenas unos cuantos
kilómetros cuadrados, en una misma comarca - viene a convertirlos en algo "único" en toda Europa. Todo esto nos lleva a reinterpretar ese concepto de
“domicilio" por una visión más amplia del término. De hecho
en este artículo lo llamaremos “lugar seguro”, “refugio” o
“base”.
Para
nosotros ambos casos (Alcásser y Macastre) tienen muchas
posibilidades de estar conectados. Hemos hablado largo y tendido en
el blog, sobre los distintos aspectos criminológicos y
criminalísticos, que podrían vincularlos. Por citar alguno de
ellos:
-Victimología
similar: grupo de tres adolescentes del mismo rango de edad (14 y 15
años de edad)
-Similitud
física de alguna de las víctimas de ambos grupos (Rosario-MIrian).
-Desaparición
en fin de semana o víspera (13 noviembre 1992 viernes-15 enero 1989
domingo). Zonas de ocio.
-Modus
similar en ambos casos -posible engaño y traslado a un lugar
seguro-intermedio-
-Escenarios
finales muy parecidos. Casetas de aperos/usos agrícolas. Terrenos
aislados o inhóspitos.
-Necesario
un conocimiento profundo del terreno, por parte de los agresores.
-Posible
conocimiento previo de las víctimas, por parte de alguno de los
implicados.
-Agresiones
realizadas sobre un grupo de víctimas por un grupo de personas
indeterminado.
-Posible
periodo de cautiverio previo a la ejecución-asesinato de las
víctimas.
-Manipulación/simulación/escenificación
de las escenas criminales, o lugares donde son hallados los cuerpos
-la Romana y Fuente Cuerna-.
-Manipulación
de los cuerpos de las víctimas. Colocación de los cadáveres o
introducción de objetos o materiales desconocidos en los mismos.
-Posible
presencia de medio acuático en alguna fase de los crímenes. (Primer
enterramiento Alcásser /2ª autopsia y hongo verde hallado en
Rosario-Macastre/autopsia).
En
el caso Macastre vamos a apuntar una nueva posibilidad, que a nuestro
entender, ha sido pasada por alto, y podría explicar determinados
hechos.
Sabemos
por algunos autores, y la propia investigación del caso, que las dos
chicas de Macastre son vistas por última vez en la zona de Catadau.
Otros investigadores, sin embargo sitúan esos últimos momentos con
vida de los jóvenes, en la discoteca de Montroy, donde son vistos
bailando por testigos. El director de “La hoja del lunes”-, que
investigó el caso, y se entrevistó con numerosos testigos en su
momento, nos relata en el siguiente corte de vídeo, tales
circunstancias. Sea como sea, Montroy y Catadau como hemos visto
están cercanos. No sería un desajuste importante para fijar el
lugar de desaparición, pero sí nos parece “un dato curioso” a
resaltar.
En
el vídeo también se plantea como pudieron llegar los críos desde
esa zona de Catadau-Montroy hasta la caseta de Fuente Cuerna, situada
a más de cuarenta kilómetros de distancia, sin coche. Los
adolescentes tuvieron que “ser llevados” por alguien. Lógico.
¿Fueron
llevados con vida, o ya muertos, fueron depositados en la caseta de
Fuente Cuerna y alrededores de esta?.
Para
nosotros se abre una nueva posibilidad. Que los críos de Macastre
fueran “bajados” a un lugar seguro, una casa, un refugio. Sabemos
que las niñas de Alcásser, tuvieron que pasar por un lugar
intermedio, antes de ser enterradas en la Romana. En la caseta de
Llombay no hay restos biológicos de las torturas y auténtica
carnicería que perpetraron con las tres jóvenes. La propia
sentencia viene a reconocer, que no está claro donde se llevaron a
cabo estos actos horribles.
¿Porqué
descartar entonces, esta misma hipótesis en el caso Macastre? Si
sabemos que Rosario fue “colocada” sobre la almohada de la cama
de la caseta de forma completamente artificial, no correspondiéndose
con la supuesta causa del óbito -que hubiera provocado agitación,
movimientos descontrolados, etc-.
Si
tenemos constancia que el candado de la puerta de la caseta fue
reventado, para acceder a ella, y la lógica nos dice que aquel lugar
era el lugar más inoportuno e inseguro para que los agresores
tuvieran un encuentro sexual con alguno de los menores -como se ha
venido postulando-.
Esa
caseta sin embargo sí podía ser un lugar idóneo para otro tipo de
asuntos. Por ejemplo, para depositar el cuerpo de la joven, asociar
su muerte a una tercera persona y así desviar la atención de los
investigadores. Una jugada maestra.
Sabemos que “amañaron” la escena de La
Romana, sembrando papeles rotos y demás accesorios para focalizar en
unos personajes la investigación. Un "modus" que repiten en el caso de la joven hallada mutilada en Turís. Por lo tanto, los que “endosaban” el crimen a terceros
personajes del hampa, estaban metidos hasta el cuello, en los hechos. Manipulaban escenas finales, y conocían con detalle
exacto donde estaban los cadáveres. Porque ellos mismos los habían depositado allí.
“...Cada
vez más, los investigadores se daban cuenta de que, probablemente,
los verdaderos responsables de la muerte de los jóvenes habían
querido endosar el asunto al Wichita.
Lo que sí estaba claro era que, la persona que llamó al “teléfono
de la droga” sabía
perfectamente donde estaba localizado el cuerpo de Pilar.
Lo asombroso de todo esto es que jamás se comprobó si el cuerpo
estaba donde se había indicado en la llamada anónima. Tuvieron que
ser unos chicos quienes hallaran a Pilar 20 días después mientras
jugaban por la zona. ¿Alguien lo entiende? ...”
¿Qué
pasó en Macastre? Ríos&Vanacloig. Editorial Círculo Rojo.
Explicaría
también esta hipótesis, la ausencia del cadáver de Valeriano,
encontrado en las inmediaciones de la caseta semanas después de
hallar a Rosario. Lo pudieron trasladar pasado un tiempo, para
colocarlo en la ubicación donde aparece, encima de un saco de
plástico de abonos, que pudo ser utilizado para trasladar el
cuerpo. Como la moqueta de la fosa de la Romana, pudo ser empleada para portear a las niñas -ya muertas- hasta la propia fosa.
La
caseta de Macastre, por lo tanto, parece otra “escena” amañada
como la Romana. Otra trampa más de los agresores a los
investigadores, para desviar el foco, del verdadero lugar donde toda
la acción criminal se habría llevado a cabo. Ese lugar seguro,
desconocido. Tan desconocido que ni tan siquiera ha sido “planteado”
como una remota posibilidad, por absolutamente nadie.
Tenemos el lugar de desaparición de ambos grupos de adolescentes, y además disponemos de algunas evidencias circunstanciales, que nos llevarían a
pensar que ambos casos tienen visos de estar conectados. Si a todo lo citado, añadimos lo analizado y publicado durante estos últimos
años en el blog, podríamos afirmar que en esta comarca de Valencia, existe una alta probabilidad de que existiera una actividad criminal serial durante años. Llegado este punto, nos planteamos: ¿porqué no ir un paso más allá?.
La
perfilación geográfica.
Para
localizar el lugar seguro del agresor, el domicilio, su base, el
anclaje desde donde se mueve para actuar en otras zonas aledañas,
Canter nos propone una serie de acciones específicas para determinar
esa zona concreta.
Otros
autores hablan de la necesidad de cinco casos “conectados”.
Sabemos que toda esta zona está repleta de casos sin resolver. Sin
embargo es arriesgado establecer una vinculación, sin conocer
todos los detalles de la investigación -sumario, fotos, etc-.
Vamos
a establecer una hipotética vinculación o conexión, con
otro caso asociado al caso Macastre, que encierra una contradicción
en sí mismo. Ya que la víctima no fue reconocida como la tercera
víctima desaparecida -Pilar-, ni por su familia, ni tampoco mediante
identificación positiva por medio de ADN.
Foto artística. Pinterest.
“…cuerpo
hallado sin vida en Turís, se podía destacar que: 1. Se trataba de
una mujer joven. 2. La edad era de unos 15
años y medio.
3. La estatura estaba entre los 145 y los 148 cm. 4. El cadáver fue
descuartizado, siéndole amputada
la mano y el pie
derecho, y desfigurado
el rostro.
5. Posiblemente, para realizar los cortes y amputaciones, se utilizó
una sierra
mecánica.
6. Que ninguno de los datos se oponía a que los restos perteneciesen
a Pilar Ruiz Barriga. 7. Que, sin embargo, los datos con que contaban
no
eran suficientes para afirmar con seguridad dicha identidad.
Siendo evidente que todo apuntaba que se trataba de Pilar, nunca
hubo una confirmación genética de este extremo...”
¿Qué
pasó en Macastre? -Ríos&Vanacloig. Editorial Círculo Rojo
Por
lo tanto estaríamos hablando de una sexta víctima desconocida, no
identificada, y CURIOSAMENTE del mismo rango de edad que las otras cinco
víctimas descritas. (3 niñas de Alcásser y los dos jóvenes del
caso Macastre).
Esta
sexta víctima desconocida, otra adolescente más, salvajemente torturada por un sádico, fue
hallada casualmente en Turís, en el azud del río Magro, como nos
relata el director de la hoja del lunes.
Un
azud, es una represa donde embalsa el agua procedente de una
acequia-río, en este caso el Río Magro. Este lugar es idéntico, al
escenario final donde es hallada la cuarta joven asesinada, natural
de Alcásser -Caso Iborra-, cuyo cuerpo fue encontrado en el azud del
Carcaixent (río júcar) próximo a la zona de Tous, -donde
casualmente también fueron descubiertos los cadáveres de sus tres vecinas-. Principio
y fin compartido.
Esta
sexta víctima hallada en Turís, había sufrido lo indecible, fruto
de las sádicas torturas a las que fue sometida. Estas torturas
incluirían amputaciones todavía en vida -perimortem o con
escasa reacción vital-. Este dato es sumamente importante, ha sido
pasado por alto en numerosas ocasiones, y para nosotros es plenamente
identificador del autor de los hechos.
De
hecho creemos que se trata de una “firma”. La “firma” del
mismo mutilador que actuó en el caso Alcásser, y arrancó-mutiló
la areola mamaria a una de las tres niñas de la misma forma -todavía
en vida-. Todo ello, con el objeto de inflingir el máximo
dolor/castigo a la víctima y acrecentar su sufrimiento, con una
finalidad indeterminada -sadismo extremo, filmación, exhibición
ante terceros-.
Estamos
ante un sujeto altamente perturbado, y muy característico, capaz de
mutilar en vida a niñas de
apenas 15 años. Se nos antoja extremadamente difícil, encontrar dos
sujetos similares y tan absolutamente delirantes, en la misma
provincia, durante esta misma época. Por lo tanto estamos hablando
de un elemento “conector” o “vinculador” de ambos casos, que
a su vez corroboraría la “actividad serial” de este sujeto sobre
un mismo tipo de víctimas -mujeres adolescentes-. Un rastro
IDENTIFICATIVO, del autor de estos truculentos hechos. Como vemos, no
es un dato menor.
Un
sujeto que además desfiguraba el rostro de la víctima para
¿despersonalizarla?. Algo que nos recuerda a las tres niñas de
Alcásser, dado el estado en que aparecen las cabezas de las víctimas
-totalmente esqueletizadas- en relación al resto del cuerpo. No
existe rostro de estas víctimas. ¿Es casual o puede guardar
alguna relación?
Sabemos
que el mutilador de Turís, toma trofeos de la víctima -la mano
mutilada a la adolescente NUNCA apareció-. No mutila con intención
de dificultar la identificación, como apuntan algunos autores, dado
que mutila partes con escaso valor identificativo -una pantorrila con
su pie-, que además utiliza para dejar a modo de recado o mensaje a
terceros, en una calle concreta de Valencia (Calle Alcácer/Alcásser),
como preludio de lo que sucederá pocos años después en esta
localidad.
¿Un
aviso a alguien concreto de esa localidad? ¿una premonitoria
advertencia?.
Sea
lo que sea, ahora sabemos que pudo ser el mismo sujeto que actuó
también, con las niñas de Alcásser, y dejó su peculiar “firma”
en uno de los cuerpos masacrados de las jóvenes. Lo que vendría
también a respaldar, la teoría de que la colocación de esa
pantorrilla a modo de advertencia, no fue algo “a la ligera” ni
circunstancial. Sabemos que el mutilador cumplió su amenaza años
despúes.
Esos
trofeos, esas partes de los cuerpos que faltan, también están
presentes en el Caso Alcásser. Algunos -falanges dedos- incluso
aparecen misteriosamente decenios después en las inmediaciones de la
fosa.
Y
dado que Alcásser, como hemos visto, establece ciertos paralelismos
con el caso Macastre, podríamos establecer una conexión de tipo
“asociativa” entre los tres casos citados.
Para
perfilar geográficamente, y obtener resultados, tenemos que trazar
ese círculo hipotético entre los lugares de desaparición y
hallazgo, uniendo los puntos más lejanos entre sí. Curiosamente en
estos tres casos citados, los puntos distantes entre los extremos más
alejados son bastante equidistantes. Apenas hay grandes oscilaciones.
Es muy curioso.
Podríamos
añadir a esta serie, un cuarto caso. Al que llamaremos “Caso
Iborra” la cuarta víctima de Alcásser, y que contiene algunos
aspectos especialmente llamativos y coincidentes -la víctima
desaparece en Alcásser de dónde es natural, un viernes por la
noche, al igual que las tres niñas de Alcásser, y aparece días
despúes en un lugar próximo a la zona de Tous, donde como sabemos
también son halladas sus tres vecinas-. Este suceso ocurre, apenas
cuatro años después, y apenas unas semanas antes del inicio del
juicio por el triple crimen de sus vecinas. Además la joven Iborra,
aparecerá maniatada al igual que las tres niñas de
Alcásser-.
True Detective (HBO)
Un
quinto caso, podría incluir el extraño hallazgo de una joven
adolescente de Algemesí (17 años), desaparecida también en fin
de semana, y encontrada muerta en las inmediaciones de Picassent
en abril de 1994. La joven tenía una naranja SIN MORDER metida en la
boca (¿otro mensaje/recado dirigido a alguien?). La autopsia
determinó que la joven murió por una parada cardio respiratoria, de
origen desconocido -muy parecido al caso de Rosario la joven hallada
sin vida “colocada” encima de la cama en la caseta de Fuente
Cuerna-Macastre-. Aquí la víctima hizo el mismo recorrido pero en
sentido contrario -de una zona próxima a Tous hasta la zona donde se
sitúa la desaparición de las niñas de Alcásser-. Curioso este
dato. Una dinámica similar pero inversa.
Hay
que recordar, que en el caso Iborra, la joven aparece además de
maniatada, con una bolsa en la cabeza. Se abre así, la
posibilidad de una muerte por auto-sofocación, en dicha bolsa. Este
tipo de prácticas de tortura, también tienen una connotación
sadomasoquista-sexual, como hemos citado en otras ocasiones.
Asfixiofilia. Asfixia erótica
Consiste
en impedir la respiración de la pareja o la propia, ya sea mediante
la obstrucción de las vías respiratorias cubriendo la cabeza con
elementos plásticos o de látex. Es considerado una parafilia o
práctica sexual no ortodoxa.
En la comunidad BDSM las prácticas de esta naturaleza pueden ser
denominadas breathplay (juego con la respiración) edgeplay (juego al
límite o juego arriesgado), y generalmente incluyen un socio
participante.
Este
tipo de juegos incluyen introducción en la boca de objetos: pelotas,
naranjas, etc.
Sabemos
que estamos ante un mutilador sádico, parafílico, fetichista, que
toma trofeos, que tortura sexualmente, que maniata a las víctimas
con cuerdas. ¿Tendríamos que buscar a un depravado sexual con
amplia experiencia en el mundo del sadomasoquismo extremo? En ese
submundo oscuro de la Valencia underground. Alguien conocido por sus
gustos raros y extremos. Alguien muy pasado de experimentar
sexualmente con prostitutas/o chicas más experimentadas sexualmente.
Violento, al que le gusta introducir objetos, y hacer sufrir para
disfrutar sexualmente. Que ejerce un control o una relación de poder
sobre la víctima a la que humilla y despersonaliza. Alguien que
busca víctimas amateur, sin experiencia sexual, inocentes. Con querencia "específica y muy marcada" por adolescentes -el paso intermedio entre la infancia y la juventud-, una parafilia denominada "efebofilia" -muy poco estudiada-. Un sujeto que
tiene tolerancia al sexo con gente experimentada/profesional, y por lo tanto puede
buscar sensaciones nuevas, bizarras y extremas que sean capaces de satisfacer su elevado umbral de excitación sexual. Como un yonkie que necesita cada vez
más dosis, y que cada una de esas dosis sea más fuerte que la anterior, para conseguir un efecto "similar" a sus primeras experiencias. Estamos hablando de algo "extremo" "parafílico" "bizarro" y por lo tanto también mucho más escaso y plenamente identificador. Una pista importantísima de la que tirar, que tampoco ha sido explorada.
¿Es esa la razón por la que el mutilador y su cuadrilla buscan crías inocentes y sin experiencia sexual?
¿Alguien se ha preguntado alguna puñetera vez, porque eligen a
tres niñas “normales”, apenas una adolescentes, de un
pequeño pueblo de Valencia.? Pues esta es la primera pregunta que
deberíamos hacernos. La primera de muchas no planteadas jamás.
Esa
bolsa en la cabeza de la cuarta joven de Alcásser asesinada -Caso
Iborra- es una forma también de tapar el rostro de la víctima, de
despersonalizarla, de borrarla. Y esto ya lo hemos visto también en
el caso Alcásser -esqueletización cráneos- y en la joven del azud
de turís (terriblemente desfigurada). Otros autores citan este acto
-cubrir el rostro de la victima postmortem- como un acto de culpa, de
remordimiento, de undoing. O la “posibilidad de conocer a
la víctima”.
Esto
también nos recuerda enormemente al inusual acto de vestir a las
víctimas -víctima vestida o arreglada postmortem- que tiene el
mismo componente undoing citado -arrepentimiento-conocimiento previo
de la víctima-. Ese arreglar o vestir postmortem pudiera estar
presente también en el caso de Rosario, la joven encontrada muerta
en la caseta de Fuente Cuerna-Macastre. La joven está colocada
“perfectamente” sobre una almohada, y además el pantalón está
desabrochado, no cerrando completamente.
Por
lo tanto estamos hablando de “patrones” de comportamiento muy
similares (rastro psicológico, modus, firma) que el criminal va
dejando en sus acciones, de forma inconsciente, y que nos permiten
seguir su rastro y vincular su presencia en distintos escenarios
criminales, tantos años después.
Sabemos
también que el mutilador utiliza una sierra -mecánica- y que no es
especialmente “cuidadoso” o “limpio” al realizar esas
amputaciones. Esa misma sierra mecánica está presente en
otros casos de la comarca, y podría de nuevo establecer una
vinculación a tres bandas. Nos referimos a los “huesos de más”
hallados DEBAJO de la moqueta en la fosa de la Romana. Concretamente
a una epífisis distal, que no pertenece a las tres niñas, y aparece
SERRADA. Además existe otro misterioso caso en una urbanización de
Macastre, donde nos encontramos de nuevo con otro “extraño
mensaje”. Alguien ha depositado en un contador de la luz de esa
urbanización una “bolsa de plástico” con un cráneo y varios
huesos. El hallazgo se produce en Enero de 2011 -nuevamente meses de
invierno-. El forense que examina el macabro descubrimiento,
determina que los huesos han sido SERRADOS con una sierra mecánica.
En la localidad cercana de Cheste, en Abril de 2013, son hallados
SEMIENTERRADOS en una “bolsa de plástico” de un hipermercado de
los “noventa”, los restos de dos personas, un adulto y un niño
de entre 3 y 5 años. Los huesos habían sido cortados o mutilados.
¿Estamos
entonces ante el mismo sujeto criminal actuando en distintos puntos
de la comarca?. Su firma -mutilar serrando miembros de las víctimas/
todavía en vida- parece que se expande por diversos puntos de la
provincia. Que además utiliza bolsas para tapar la cabeza de alguna víctima, o para depositar en su interior restos humanos.
Tenemos
también el agua dulce como elemento comunicador de distintos
casos -cuatro de los cinco crímenes citados-. Rosario-Macastre hongo verde
sumersión agua dulce/ Niñas de Alcásser primer enterramiento y
medio acuático descrito Prof. Frontela/ Azud Carcaixent hallazgo
cadáver en el agua-Caso Iborra/Azud río Magro-hallazgo interior
acequia canalizada cadáver sexta víctima Turís. Un elemento
importante y perturbador.
¿Estamos
entonces ante una actividad “serial”?. Las probabilidades
son muy altas, y nos desconcierta la idea de que la investigación, o
la instrucción judicial -durante todos estos años- no haya dado
cabida a esta hipótesis de trabajo.
Los
mapas resultantes de la perfilación geográfica:
Si
incluimos los cinco supuestos citados, con sus lugares de
desaparición-hallazgo y trazamos un diámetro entre los puntos más
distantes, obtenemos lo siguiente. A este mapa resultante, le
llamaremos “supuesto 5”
A
nuestro entender, los tres casos citados al principio -Alcásser,
Macastre y la 6ª víctima desconocida hallada en Turís-, podrían
ser los más adecuados para este tipo de perfilación geográfica, por existir entre ellos una
conexión o vinculación más efectiva. A esta
simulación del círculo de Canter, le llamaremos “supuesto 3” y
el resultado es este:
Como
podemos observar la diferencia entre ambos ejes centrales del círculo
tiene poca variación en términos geográficos. De hecho nos sitúa
en la misma zona del mapa.
En
el “supuesto 5”, el eje central se sitúa más al sur
(Llombay-Catadau), y en el “supuesto 3” este eje se desplaza un
poco más al norte (Montroy-Real). La diferencia entre ambos ejes es
poco significativa a nivel de escala (seis kilómetros de distancia
en línea recta). Por lo tanto vamos a tomar como referencia este
último mapa, el denominado “supuesto 3” por todo lo descrito
anteriormente.
Ampliación y detalle de la zona que rodea al eje central del círculo (punto azul), alrededor del cual se ubicaría la hipotética base o lugar seguro del agresor-es.
De
esta forma podríamos tener acotada la hipotética zona -otro
círculo más pequeño alrededor del eje central del círculo grande-
donde se ubicaría el lugar de anclaje, el lugar seguro/ domicilio o
la base de operaciones-refugio, y a donde podrían haber sido llevadas las
víctimas reseñadas, antes de ser desplazadas -ya fallecidas- a los parajes donde finalmente son encontradas sin vida. Este tipo de dinámica
podría ser descrito gráficamente de la siguiente forma para ambos
supuestos.
Color verde: lugar hallazgo cadáveres. Amarillo: lugar desaparición. Fucsia: Hallazgo+Desaparición.
Esa
zona segura, donde operarían estos sujetos criminales, abarcaría
una zona indeterminada, alrededor de ese eje central. Intuimos que
ahí se debería situar la base o refugio, el escenario intermedio.
Es decir el lugar donde con tiempo y seguridad suficiente para los
agresores, habrían procedido a trasladar a las víctimas. El lugar
donde habrían procedido a su control y donde habrían levado a cabo
las fases más cruentas del acto criminal -tortura, abusos sexuales,
ejecución-. Y por extensión, el lugar, donde más rastros
biológicos de agresores y víctimas sería hallado.
Foto artística: Pinterest.
Es
una hipótesis. Algo que llevamos años planteando, y que ahora
ponemos sobre la mesa. Una hipótesis que como citamos al principio,
abrazamos con todas las cautelas, debido a la alta complejidad y
peculiaridad de los casos abordados. Muy poco descritos en manuales,
estudios y literatura criminal, y por lo tanto no “estudiados”
desde el enfoque "estandarizado", utilizado para analizar o investigar otros casos
de homicidio sexual prototipo. Por lo tanto estamos ante algo “novedoso”. Y lo innovador o diferente, conlleva
múltiples riesgos y posibles sesgos.
Sea
como sea, la ciencia, los análisis de vinculación en base a los
datos disponibles, y los lugares de desaparición-hallazgo, nos
indican que esta es la zona con mayores probabilidades de haber
albergado ese escenario intermedio. Un
escenario criminal nunca encontrado, y todavía menos buscado por las
autoridades, donde se hallarían -en su momento- pruebas y
restos biológicos susceptibles de conectar e incriminar a los
asesinos de las víctimas.
Hemos
hablado a lo largo del artículo de un mutilador, un verdugo, que
firma sus crímenes y que tendría unas características
determinadas. Pero tenemos claro que en estos casos, participaron
más personas. Lo dice la ciencia: restos biológicos -vellos
púbicos- de varias personas DISTINTAS a los acusados/condenado,
hallados en las zonas íntimas de las niñas de Alcásser (lugares no susceptibles de ser contaminados por terceros ajenos a la
actividad criminal). Lo dice también el sentido común y la lógica:
una triada de víctimas, obedece a una demanda de un grupo de
agresores o partícipes, mayor al número de víctimas o al menos
similar.
Por
lo tanto, la existencia de ese mutilador, nos habla de un
torturador-ejecutor que actúa con gran sadismo sobre las jóvenes. Con jerarquía o no, sobre otro grupo de personas indeterminado.
Ambos sujetos conformarían un pequeño grupo criminal, con una logística
-vehículos y base/refugio- que pudieron actuar en esta zona durante
años. Unos individuos que habrían participado en los hechos de
distinta forma y con distinto grado de implicación -captación/secuestro,
traslado víctimas, participación en abusos sexuales grupales,
traslado cuerpos-enterramiento/depósito de estos-.
No
todos tuvieron porque participar en la ejecución propiamente dicha de
las víctimas. Ni tan siquiera en las torturas. Alguien con esa
parafilia específica y con experiencia anterior, sería el encargado
de realizar ese macabro trabajo.
Es
posible, que ese mutilador, fetichista, que obtiene trofeos de las
víctimas, para mensajear/recrear sus crímenes, produzca a su vez material gráfico -grabaciones, fotografías- durante la comisión de sus atroces actos. Desconozco porqué la
gente piensa que esto es algo anormal o conspiranoico, cuando es una constante que se
repite en muchos sujetos de este calibre. Algo “estudiado” y
constatado. ¿Porqué iba a ser distinto en estos crímenes que nos
ocupan?
El
propio profesor Frontela, nos ilustra sobre este asunto. Así sabemos
que realizaron el corte del sujetador de una de las víctimas de
Alcásser, desde atrás y con la intención de mostrarlo a terceros, es decir para exhibir esa desnudez de la
víctima, ante una audiencia o una cámara. Una víctima,
que además de serle arrancado el sujetador de esa manera tan
extraña, casualmente es objeto de la mutilación de la areola
mamaria, decenas de golpes “no necesarios”, introducción de
objetos que provocaron horribles dilataciones sexuales ¿Porqué?
¿Para qué?. ¿A que lógica o razón atiende este martirio?.
Por
lo tanto, la teoría de Fernando García, padre de una de las niñas
de Alcásser, tan descabellada para muchos, no nos parece en
absoluto, tan desviada de lo que pudo suceder en realidad. Es más
creemos que es bastante acertada. Pero para nosotros, ese grupo
criminal, estaría conformado por gente de la zona, muy buena
conocedora del terreno, y de los usos rurales -esto requiere cierta
edad y experiencia-.
Como todo en la vida, se necesita “un bagaje”
para realizar determinadas cosas, sean estas buenas o especialmente
siniestras, como las que nos ocupan. Un grupo que actuaba
preferentemente en fines de semana porque durante el resto de la
semana, realizaban algún tipo de actividad laboral, o tenía una
vida estable con unas relaciones normalizadas -familia, trabajo,
amigos-. Podríamos decir que individuos integrados en sociedad,
aunque como hemos reseñado alguno de ellos, profundamente perturbado
y con comportamientos anómalos o extraños. Además de un posible
historial policial, de abuso, exhibicionismo, etc.
Una
vez acotada la zona en cuestión, indagaremos a continuación en
algunos testimonios que sitúan a las niñas en esta misma zona.
Concretamente,
de entre los numerosos avistamientos, videntes, y demás llamadas al
Cuartel de la Guardia Civil de Picassent, existen DOS llamadas
anónimas consecutivas la tarde del día 16 de noviembre de 1992
-es decir tres días después de la desaparición de las tres niñas
de Alcásser- que nos parecen sumamente llamativas.
El
orden de las llamadas es el siguiente:
Si
nos fijamos bien, son llamadas ANÓNIMAS, no se trata de videntes, ni
nada por el estilo. Estaríamos hablando de dos personas distintas -o
quizás la misma- que saben algo. Y ese “algo” que describen es
bastante importante -la posible ubicación de las niñas- y lo que
les ha sucedido -han montado con unos conocidos y han sido agredidas
sexualmente-. Lo que hacen es comunicarlo telefónicamente al Cuartel
de Picassent, reiterando que no se trata de una broma. Este tipo de
comunicación o testimonio verbal, tenía por aquel entonces según
la LEC, la misma validez que una denuncia formal realizada en
dependencias policiales. Si bien tenía que ser ratificada. Lo que en
derecho se llama “notitia criminis” o revelación de un hecho
presuntamente delictivo a la policía. En la actualidad la
jurisprudencia, la considera una “confidencia” sin valor de
denuncia, pero viene a ser el germen de la actuación policial o
comprobación del supuesto delictivo denunciado.
El
llamar de forma anónima, a las autoridades es muy usual, y más en
un caso de estas características -tres niñas desaparecidas y
retenidas en una casa-. El testigo, no da más datos, por miedo, por
temor a represalias, o a tener que identificarse en algún momento
del largo periplo judicial. No es por lo tanto un hecho extraño, o
que tenga que restar veracidad al testimonio aportado.
Prueba
de ello, es el hallazgo de la joven de Turís -la sexta víctima-. Si
bien lo realizan unos críos que estaban jugando en la zona, alguien
había llamado días antes de forma ANÓNIMA a protección civil y al
“teléfono de la droga”, indicando el lugar EXACTO donde se
encontraba el cadáver de la joven mutilada.
En
el caso de los dos testimonios anónimos citados, si invertimos el
orden de las llamadas, podemos tener una secuencia de los hechos,
contada por dos testigos anónimos, tan sólo tres días después de
la desaparición de las niñas. Y lo que nos narran es sumamente
interesante:
Las
niñas suben a un coche de CONOCIDOS, las niñas
son VIOLADAS, las niñas se encuentran en un
lugar cercano a Picassent. Las niñas están todavía
VIVAS.
Todos
estos aspectos son plenamente coincidentes con lo que hemos venido
desgranando en el blog en artículos anteriores.
Si
ahora retomamos la primera llamada, parece que esta nos está
indicando de forma más concreta, donde se encuentra ese lugar
cercano a Picassent. La ubicación de la guarida -una casa- donde
están retenidas -dos de las tres niñas de Alcásser-.
Un
lugar cercano a MONTSERAT, que triangulemos una zona, que la
CASA donde están está a las AFUERAS DEL PUEBLO
-MONTSERRAT- y CERCA DE UNA TORRE O MONUMENTO DE PIEDRA.
SI
nos situamos a las afueras de Montserrat, si triangulamos la zona, si
nos ponemos a pie de terreno observamos perfectamente la presencia de
una imponente torre de piedra. La torre o castillo de Montroy.
¿Estamos en la zona correcta?. Es cierto que hay más torres en esta
comarca, algunas cercanas, pero la de Montroy parece que es la mejor
conservada y visible. Pendientes de realizar comprobaciones in
situ, de momento valiéndonos de la tecnología, lo que observamos
es esa majestuosa torre de Montroy en su promontorio, que domina todo
este valle.
Vista desde las afueras de la localidad de Montserrat. Al fondo se divisa la torre de Montroy.
Torre de Montroy (Montaña roja)
Lo
que vamos a hacer para comprobar estos datos, es triangular la zona
en el mapa tal y como nos indica que hagamos esa testigo anónima.
Posteriormente vamos a cruzar ese triángulo con la zona de anclaje o
confort -zona donde se hallaría el refugio-base de operaciones de los agresores- descrita en el supuesto 3.
Mapa: confección propia RD2/locda. Pinchar sobre él, para ampliar.
El
resultado es que ambas zonas interseccionan, EN EL LUGAR descrito por la testigo anónima. Es decir entre Montserrat y
Montroy. Una zona amplia, pero perfectamente delimitada.
Montserrat
con su monte rosado, y Montroy con sus montañas rojas. Tierras
rosáceas o Rojas. La misma composición. Tierras rojas.
Las
mismas tierras presentes en los cuerpos de las niñas de Alcásser
-tierras que no pertenecían a la fosa de la Romana-. Las mismas
tierras que impregnaban el pie amputado en vida a la sexta víctima
desconocida hallada en Turís. El mismo pie que a su vez fue
depositado en la Calle Alcácer de Valencia por un desconocido.
Zonas
del mapa, donde además existen acumulaciones de agua rodeadas de
tierras rojas. Canteras abandonadas, etc. Lugares perfectos para
ocultar los cuerpos en primera instancia y lavar los vestigios
presentes en ellos, para posteriormente proceder a su traslado hasta las ubicaciones finales.
Pero
si además, optamos por acudir a las fuentes oficiales -sumario- y recuperamos
la primera declaración -la que se podría considerar en la esfera de
la psicología del testimonio, como la más íntegra, espontánea o
no contaminada- del único condenado por el triple crimen de Alcasser
(Miguel Ricart), y reconstruimos los últimos pasos del itinerario narrado,
nos encontramos con otra increíble sorpresa.
…continuando
en dirección a Montroy y Real de Montroy y antes de llegar a
Llombay, Antonio le dijo que se metiera por un camino y una vez
habían circulado por ese camino unos cinco kilómetros, parando el
manifestante el vehículo...
...Que
no sabe como se llama el lugar, dibujando un croquis de la zona, el
que se adjunta. Por las explicaciones dadas dice que a mitad de
camino entre Catadau y Llombay a la izquierda sale un camino de
tierra que por este camino circularon sobre quince minutos llegando a
un punto donde se ve un campo de algarrobos donde detuvieron el
vehículo ..
Más detalles:
-Antes
de llegar a Llombay, Antonio pide a Miguel que se desvíe por un
camino. Conducen unos 5 km por éste
antes de parar el vehículo. -Hay un croquis dibujado
por Miguel Ricart en el que supuestamente aparece el lugar
descrito: a mitad de camino entre Catadau y Llombay a la izquierda
sale un camino de tierra; circularon unos 15 minutos por este camino,
hasta llegar a un campo de algarrobos.
Croquis dibujado por Miguel Ricart 1ª declaración. Sumario 1/93
Si observamos ese lugar, al que se llegaría por una pista de tierra,
cogiendo a la izquierda a mitad de camino entre Catadau y Llombay, y
lo situamos en nuestro mapa de intersección de la simulación de
Canter -zona segura, lugar anclaje- (supuesto 3) y el triángulo descrito por la testigo.
Observamos lo siguiente.
Mapa: confección propia RD2/locda. Cruz verde: lugar aproximado al que llegan con las niñas (1ª declaración Miguel Ricart)
En
conclusión:
-Podemos
observar una concordancia de los terrenos acotados en este estudio,
con aspectos relativos a la edafología/tierras de coloración
rojiza-rosácea halladas en los cadáveres de víctimas de distintos
casos criminales. Lo que a su vez reforzaría la hipótesis de que
distintas víctimas pudieron ser trasladadas a un lugar común con un
terreno de características similares.
-Se
observa también una concordancia de los terrenos acotados en la
perfilación geográfica de la zona, con el epicentro de las
distintas dinámicas criminales descritas.
-Existe
también compatibilidad de los terrenos acotados, con la dirección
que enfila el coche -con las víctimas en su interior- según lo
descrito por la testigo más fiable del sumario. Concuerda esta zona
además, con diversos testimonios e incluso con la primera
declaración del condenado por el triple crimen.
Todos
los caminos explorados nos conducen al mismo lugar. A la misma zona.
Nada es exacto, nada es definitivo. Pueden existir divergencias o
variaciones en los resultados finales -dependiendo de los casos que
se vinculen-, pero estimamos que esta puede ser la zona más
aproximada o certera.
Con la simulación de ese hipotético “lugar seguro o base” de ese
supuesto grupo criminal, lo que queremos evidenciar, es que es
posible realizar nuevas investigaciones, si los casos son
analizados de forma conjunta, atendiendo a todos esos aspectos tan
coincidentes y desconcertantes.
Culminamos
así, una etapa de trabajo, de muchos años, intentando dar respuesta
a una serie de preguntas. El "donde", el "cómo" y el "porqué".
El "quién", ya no nos compete a nosotros buscarlo y encontrarlo.
Nota:
como material complementario os enlazamos una entrevista no muy
conocida, para escucharla en formato podcast (99,9 plazaradio/podcast
“la tarde con marina”) y con una extensión de apenas veinte
minutos. Dos visiones muy curiosas del caso. Lo resumiría de esta
forma: “el sentido común y la criminología”. Todo lo que ha
faltado a la hora de investigar este y otros casos. Escuchen con
especial atención el detalle que cita el diputado
valenciano-criminólogo y miembro inicial y “desconocido” del
equipo “paralelo” de investigación de Fernando García, sobre
las informaciones que tenía en su despacho relativo a determinados
chalets de la zona y lo que sucedía en ellos.
Os
redirigimos a su web, donde se encuentra este interesante y
recomendable podcast. Además creemos que puede ayudar a
contextualizar y comprender mejor el sentido último de este extenso
artículo
¿A quién mata el asesino? Psicoanálisis y criminología. Silvia Elena Tendlarz, Carlos Dante García. Grama ediciones.
Perfilación Criminal. Manual Forense. VV.AA. Instituto Europeo de Ciencias Forenses y Seguridad.
Psicología Criminal. Técnicas aplicadas de intervención e investigación policial. José Mª Otín del Castillo. Lex Nova.
Criminalmente. La criminología como ciencia. Paz Velasco de la Fuente. Ariel.
AGRADECIMIENTOS:
al equipo de investigación RD2 conformado hace dos años, para
trabajar de forma conjunta, en la revisión de aspectos concretos de
estos casos.
A
partir de ahora se abre una nueva etapa, donde seguiremos publicando
artículos, e incorporamos a una nueva colaboradora, que ha venido
realizando una importantísima tarea de documentación e
investigación en hemerotecas locales, lo cual nos permitirá
analizar distintos casos criminales de la zona, de forma mucho más
específica, aportando datos inéditos y desconocidos hasta el
momento.
También
habrá novedades en cuanto al formato y la forma de contaros todos
estos contenidos. La idea es narraros todo el proceso de
investigación del blog, y haceros partícipes de algunos sucesos e
historias reales acontecidas en esta zona, que superan con creces, a
cualquier relato de terror de la ficción.