Episodio 3 podcast: "El bosque Rojo".
Este nuevo episodio, aborda tres casos, agolpados en apenas siete kilómetros longitudinales del mapa de Valencia. Tres poblaciones: Real de Montroy, Catadau y el pueblo vecino de Alfarp.
¿Quién acechaba al forastero?
Finales del año 1981. Navidades. Unas fechas entrañables -al igual que en el episodio dos con los tres adolescentes de Alcudia de Carlet- que acaba convirtiéndose en una auténtica pesadilla.
Una familia compuesta por un hombre, una mujer y un pequeño de sólo nueve años, pasan sus vacaciones de navidad en una pequeña casa en la localidad de Real de Montroy (Valencia). Hasta allí se han trasladado en su vehículo -un seat 850- desde la capital de Valencia, donde residen y trabajan habitualmente. En Real de Montroy, tienen una pequeña casa de fin de semana, con una parcela y una piscina que está prácticamente acabada, y sólo espera la llegada del verano para poder ser disfrutada por el más pequeño de la familia.
Todo discurre sin problemas en la casa, el padre y el niño juegan en la parcela en el exterior de la vivienda. Pero algo va mal, la madre sale ensangrentada -nariz y boca- y de repente todo se desvanece...
El niño se queda jugando en la parcela, y pasan las horas, pero sus padres no regresan. Llega la noche, y nadie está en casa. Sus padres han desaparecido misteriosamente, sin dejar rastro.
Tras estar varios días esperando a sus padres en la casa, decide salir a buscar ayuda. El crío está hambriento y desesperado. Vaga por el bosque desorientado, alimentándose de bayas y otros frutos del bosque. Hasta que el último día del año, un vecino de Montroy localiza al niño, y tras contarle lo que ha pasado, se lo lleva a su domicilio para darle cobijo y alimentos. Rápidamente contacta con la Guardia Civil, que de inmediato, inicia una intensa búsqueda del matrimonio.
Más de 50 agentes, con perros de rastro, escudriñan toda la demarcación en busca de alguna pista. Apenas detectan alguna pisada, pero no hay ningún indicio de los padres del niño.
Algunos testigos refieren, que han visto a un coche, salir a gran velocidad de la casa, y que piensan que han podido llevárselos.
El móvil del secuestro o una desaparición forzada empieza a coger forma, pero al mismo tiempo, se descarta el móvil económico, dado que la familia se gana la vida bien, pero no son poseedores de una fortuna, para ser objetivo de un rapto. Además no se recibe ninguna llamada pidiendo rescate por ellos.
Otra hipótesis, es que se trate de un caso de violencia de género, o intrafamiliar, pero rápidamente queda descartado, porque el matrimonio se llevaba bien, y además los cuerpos no aparecen. La lógica dice, que como suele suceder en estos casos, si el padre hubiera acabado con la vida de la madre del menor, se habría suicidado, y habrían aparecido los cuerpos. Y sino hubiera optado por suicidarse, habría regresado a por el pequeño para dejarlo a buen recaudo con alguien.
El níño, el único testigo de esta desgracia, no dio una versión coherente de los hechos, posiblemente producto del shock y el trauma que sufrió. Y también porque al estar en el exterior de la casa jugando, poco pudo observar. Se sabe, que la mujer salió al exterior con la boca y la nariz sangrando, lo cual es un dato altamente preocupante.
¿Quién es capaz de dejar a su único hijo, en navidad, abandonado en una casa en medio del bosque?
Todas las hipótesis apuntan a una desaparición no voluntaria. Una desaparición inquietante, con alguna motivación desconocida y que a día de hoy sigue siendo un misterio.
La posibilidad de un asalto a la vivienda, o una intrusión por parte de desconocidos, con algún tipo de móvil sexual o similar, es la más plausible. Una posible reacción del marido, para defender a su mujer, habría desencadenado que este fuera también sorprendido y reducido en el interior de la casa por los agresores, para luego ser trasladados a otro lugar en un vehículo. Se trata de un suceso, que no augura un final feliz. Todos los indicadores son digamos, altamente preocupantes.
Las víctimas tenían un bajo riesgo, dado que eran gente muy trabajadora, no frecuentaban bares, ni lugares de ocio, y básicamente se dedicaban a trabajar para ahorrar. Habían emigrado de otras comunidades autónomas. La pareja provenía de Navarra y Galicia. Tenían un negocio de lavandería en Valencia capital, y el hombre trabajaba en temas relacionados con la construcción.
El único factor criminógeno a tener en cuenta, sería el hecho de que la parcela estuviera situada en una zona aislada de Real de Montroy, y las rutinas en los desplazamientos del matrimonio a la zona, desde Valencia -fines de semana y vacaciones-. Es decir, si alguien se había fijado en ellos, o en la mujer, sabía cuando y como podía sorprenderlos.
No se le conoce mala relación con ningún vecino ni de Valencia ni de Real de Montroy. Al contario, eran muy apreciados, y los habitantes de Real de Montroy, no dudaron un instante en unirse al gran dispositivo de búsqueda del matrimonio.
Nuestra hipótesis es que se trata de un ataque sorpresivo y repentino, con alguna intencionalidad de tipo sexual o similar. El móvil económico, quedó descartado por la propia Guardia Civil y en la casa no debían existir enseres de valor, pues se trataba de una pequeña vivienda casi rematada, pero en construcción, y con enseres se supone, para pasar pequeños periodos vacacionales.
Además el vehículo del matrimonio fue hallado en la parcela de la finca, con las llaves puestas. Es decir no fue utilizado por la pareja, y allí quedó tal como llegó a la finca. Tampoco fue sustraído, y en la época era un vehículo susceptible de ser robado.
La familia del pequeño, se desplazó de inmediato desde Galicia, para hacerse cargo del pequeño de nueve años. El muchacho, se crió con sus abuelos y tías en pequeño pueblo gallego.
Este caso, es uno de los más misteriosos de toda la comarca sur de Valencia, si bien se trata de uno de los sucesos más desconocidos del país. Por nuestra parte llevamos años recopilando toda la información sobre este asunto, e incluso hemos realizado pesquisas y gestiones en Galicia, moviendo nuestros contactos en la zona. Y nos han corroborado, lo que ya sospechábamos, que los cuerpos de los padres del niño no aparecieron nunca. Ni tampoco se supo que había pasado con ellos, no hubo detenciones, ni se sabe a día de hoy que sucedió. Es un auténtico expediente X.
PRENSA DEL CASO: (Levante Emv-Las provincias-La voz de Galicia)
Nota: hemos hecho una pequeña selección de los artículos y varios recortes de los mismos, al objeto de preservar la identidad de las víctimas y datos sensibles.
Lo peor de todo, es que esta desaparición se sitúa en una zona especialmente tenebrosa en cuanto a desapariciones inquietantes, y casos siniestros.
Estamos hablando de su cercanía a Catadau -apenas siete kilómetros- que es el auténtico nudo o cruce de caminos, de los casos Macastre y Alcásser.
Desde Catadau parte el camino hacia la fosa de La Romana, y allí desaparecerán ocho años despúes -también despúes de haber pasado las navidades en la zona- los tres adolescentes del caso Macastre.
Caso nº2: El joven Manuel. 18 años. Desaparecido en Alfarp, al lado de Catadau.
En el año 1979 un joven de apenas 18 años, desaparece en la localidad de Alfarb o Alfarp, pegada a Catadau. Se trata de un chico que realiza labores de pastoreo en la zona. Se desplaza todos los años desde Cuenca, con su familia para trasladar sus ovejas hasta esta zona en busca de buenos pastos.
El muchacho, descrito como muy introvertido y tímido. Si bien era un joven muy apacible, responsable y de muy buen comportamiento, al que gustaban mucho los libros. No tenía amigos en Alfarp, por lo que tampoco salía por el pueblo. Se dedicaba como las anteriores víctimas de Real de Montroy, a trabajar. Del trabajo a casa.
Precisamente el día 13 de marzo de 1.979, otro fatídico día 13, el joven tras regresar con el ganado, y estabularlo, desaparece repentinamente.
Su familia no da crédito, porque el muchacho ha desaparecido con la ropa que utiliza para trabajar e ir con las ovejas. Manolo es joven que le gusta mucho asearse y cambiarse de ropa, sería incapaz de salir a ningún sitio con la ropa que llevaba puesta en ese momento. La hermana todavía va más allá, asegura a la prensa, que alguien se lo ha llevado con oscuras intenciones. Abusar de él sexualmente.
Estamos por lo tanto ante otra desaparición muy similar, la víctima está en la vivienda, con su familia, y repentinamente desaparece del mapa, sin rastro, sin testigos. Es otro caso "calcado" al del matrimonio, y además en la misma zona.
La guardia civil, inicia la búsqueda, pero no obtienen resultados. Los investigadores descartan la desaparición voluntaria del joven, al que además conocen de otros años, y sobre el que citan que es muy inteligente, y de intachable conducta.
A los quince días de la desaparición, unos paseantes alertados por el mal olor, localizan en el fondo de un pozo el cadáver del joven. Es un pozo muy estrecho, de apenas sólo 60 cm de anchura o diámetro. Pero muy profundo. Unos ochenta metros de profundidad. Su rescate es muy laborioso, y los bomberos tienen que utilizar garfios y cables para extraer el cuerpo. El cadáver está en avanzado estado de descomposición.
Todo son incógnitas en este segundo caso:
-Los pastores conocen los campos y parcelas de la zona a la perfección. Manuel además llevaba años pastoreando en estas mismas tierras. Su sentido de la observación y el conocimiento del terreno, hacen difícil creer que no conociera esta trampa artificial o pozo.
-El pozo era tan estrecho -apenas 60 cm de ancho- que imposibilitó que bajaran a su interior rescatadores y bomberos. El cadáver tuvo que ser rescatado con garfios y fue muy laborioso.
-Llama la atención, que su cadáver aparece alejado de Alfarp la localidad en la que desaparece y donde residía con su familia temporalmente en una vivienda. El cuerpo es localizado en el fondo de un pozo en LLombay. Localidad de infausto recuerdo por el caso Alcásser. ¿Porqué aparece el cuerpo alejado de la vivienda? ¿Cómo se desplazó hasta allí? ¿A donde iba sin dinero ni D.N.I -en la época era obligatorio portarlo, y más estando lejos de su provincia de nacimiento-?
-Los pozos de la zona, y las acequias, han sido utilizados en numerosas ocasiones como lugares de depósito u ocultación de cadáveres de víctimas de horribles crímenes. Basta recordar, casos como los de las acequias de Sumacárcer, Turís, etc, o casos como el de la joven hallada muerta en el pozo del molino de Santo Bernat, pegado a Macastre, cuyo cadáver presentaba numerosas cuchilladas.
-Llama la atención, la ausencia del resultados públicos de la autopsia, dado que en estos casos, la noticia suele ser acompañada de una ampliación de datos, corroborando la hipótesis de una muerte accidental, y la ausencia de rastros homicidas. En este caso, desconocemos el porqué, no existe ningún dato de la autopsia -si fue realizada-. El estado de descomposición del cadáver, y la ausencia de medios para realizar dicha pericia forense, suponemos que tampoco ayudó mucho a determinar la causa final de la muerte.
Mapa zonal. Alfarp -lugar desaparición del joven- y ayuntamiento lindante LLombay -lugar aparición cadáver-.
Caso Santo Bernat: ejemplo de ocultación de cadáver en un pozo. Acto de precaución, para dificultar localización cuerpo víctima acción criminal u homicida. Mujer joven acuchillada y depositada en el fondo de un pozo, sito en un molino abandonado justo debajo de la localidad de Macastre -donde aparecerán dos de los cadáveres de los tres adolescentes desaparecidos en Catadau en 1.989-.
Localización Molino Santo Bernat, obsérvese su proximidad en relación a las localidades de Macastre y Alborache. También reseñada zona de "El Bolot" -en una urbanización de este paraje, aparecen huesos humanos "serrados" en el interior de un contador de obra-.
Vista aérea molino abandonado y pozo de Santo Bernat -google maps-
La tercera desaparición, nos traslada hasta el año 1989, tres adolescentes originarios de Valencia capital, que han pasado también las navidades en la localidad vecina de Catadau, en una casa deshabitada, desaparecen de forma repentina, el día 15 de enero de 1.989. Y sus cuerpos son encontrados de forma paulatina, y espaciada en el tiempo. Primero Rosario en la caseta de Fuente Cuerna en Macastre, meses despúes Valeriano en sus inmediaciones -o no se rastreó bien, o fue colocado a posteriori-. Y un tercer cadáver es hallado en una acequia de Turís, mutilado y desfigurado, pero no existe confirmación genética o identificación positiva por parte de la familia de este cuerpo. Es decir la familia, dice que ese cadáver no se corresponde con el de Pilar, dado vestía de forma distinta -con prendas de una mujer más mayor, no tenía el corte de pelo de estética "punk" de Pilar, y el cadáver, no tenía una cicatriz muy característica que sí tenía Pilar-.
Es el denominado "Caso Macastre", un caso que ya hemos tratado en el blog ampliamente, y sobre el que existen excelentes documentales e investigaciones, que pueden ser consultadas.
Lo más llamativo de este caso, a nuestro modo de ver, es el perfil de las víctimas. La prensa de la época que hemos recuperado de bibliotecas locales, nos habla de unas víctimas con perfiles distintos a los relatados.
Rosario, es descrita por su madre, como una joven muy sana, sin problemas de corazón -fallece supuestamente por una parada cardio respiratoria-asfixia no mecánica-. La joven, es muy tímida e introvertida -como el pastor de Alfarp-, apenas habla con nadie. Su madre relata que era amiga de Valeriano, pero que no eran novios, como se nos ha relatado. En Catadau, la apodaban "la rubia". Sólo bebía coca cola. Es una joven inocente, y nada problemática. Por lo tanto un perfil alejado de una joven con un perfil de riesgo alto, problemas de drogas, e inmersión en el mundo delincuencial.
Valeriano, que estaba en un centro de menores, es descrito por el director del centro, como alguien muy amable, cortés, educado, un excelente chaval, de complexión atlética. Tenía problemas de fracaso escolar. Su familia se preocupaba por él, no era para nada una familia desestructurada o que pasara del chaval.
Pilar era la más extrovertida, muy sociable, le gustaba relacionarse con los vecinos. En el pueblo de Catadau, era muy apreciada, la querían mucho, su padre vivía allí, y de niña se había criado en el pueblo. Por lo tanto no era raro que pernoctaran en una casa abandonada del pueblo, y que nadie les llamara la atención por eso. Se trataba más bien de una especie de refugio donde los jóvenes pasaban los fines de semana, pero digamos en la seguridad de encontrarse en un pueblo, donde tenían "apoyos" de tipo familiar y social.
El perfil que se construye por las autoridades y determinados medios, es el de gente que estaba tirada, drogota, y con problemas. Se dijo que inhalaban benzol, y que esa podía ser la causa de la muerte. Pero las autopsias NO detectaron ni benzol, ni rastro de otras drogas. Muy similar al caso de la niña con la naranja en la boca, y los pesticidas. Tampoco había rastro de ninguna sustancia tóxica. Pero se creaba esa especie de "constructo" de las víctimas para asociar la causa oficial de la muerte, a su modus vivendi. Una especie de revictimización o estigmatización de las víctimas, para que su final, fuera consecuencia de sus malos actos.
Pero las autopsias, no pudieron determinar la causa de la muerte. Autopsias blancas, siempre tan presentes en esta zona, y paradójicamente según nos describen los expertos, algo sumamente inusual en medicina legal -no encontrar la causa o el motivo de la muerte-
Asfixias no mecánicas, paradas cardio respiratorias. Al final parece el motivo "común", difuso e indeterminado, que está presente en tantos casos de la comarca, en las acequias de Sumacárcer, en la niña de la naranja en la boca, en Rosario, en Valeriano, etc, etc. ¿Qué mecanismo puede causar la muerte sin dejar rastro a nivel médico legal? Pues como hemos visto en episodios anteriores, la sofocación, es una buena candidata. Y como pudimos comprobar, la sofocación con bolsa de plástico en la cabeza, es una opción muy plausible. En Rosario de hecho, se encuentra el denominado hongo verde en zonas anómalas, cercanas al cuello, lo que concuerda con hallazgos forenses en este tipo de muertes con este mecanismo -bolsa cubriendo cabeza-.
El móvil del caso Macastre también es un misterio a día de hoy. Sabemos que fue un crimen. Que no fue algo natural o accidental. Es decir, que tiene una etiología homicida.
Nuestra hipótesis, examinada toda la documentación y los nuevos aportes de la prensa de la época, es que se trató de algo relacionado con la actividad sexual con menores. Es decir, que las víctimas, podían tener algún tipo de relación con este tipo de actividad, que además era muy demandada en la provincia de Valencia en aquella época, como podremos comprobar en el siguiente episodio del podcast.
Sabemos que Pilar tanteaba irse a Alicante, que incluso comentó a una vecina de Catadau, que sabía de un chalet o casa con chicas en esa provincia. Una casa donde se ejercería la prostitución de menores. Que la Guardia Civil, pudo comprobar que Pilar había estado en la localidad de Calpe. Y esta es la razón por la que determinadas noticias de la época, hablan de que los investigadores buscaban a Pilar la tercera joven que no aparecía, en clubes de alterne de la comunidad.
También es conocido, que Pilar y Rosario, bajaban a dedo, a la localidad de Carlet y Alcudia de Carlet -os recomiendo escuchar el episodio 2-. Que luego subían de esas poblaciones ya de madrugada. Y que siempre iban sin Valeriano. Pero además sabemos, que Pilar preguntó en el bar de Catadau, la tarde noche que desaparecen los tres jóvenes, por el domicilio de una familiar suya, en dicha localidad: Alcudia de Carlet, por lo cual no sería descabellado pensar, que pudieron enfilar camino hacia dicha población, una vez salieron del bar donde fueron vistos por última vez. Otros testimonios aseguran que los jóvenes son vistos en la discoteca de la localidad de Montroy bailando.
https://www.youtube.com/clip/UgkxDtFx1O4AkJDcDnpeRHVcAmDyXn9Gqz4j
Es llamativo, que tanto en el bar como en otros lugares, sólo se veía a las dos chicas juntas, nunca con Valeriano. A pesar de que Valeriano estaba allí en Catadau. ¿Porqué se desplazan las dos jóvenes sin él? ¿Porqué bajaban con cierta frecuencia a la zona de Alcudia de Carlet y luego regresaban de madrugada?
Sabemos que a Rosario, durante la autopsia, le son localizados unos extraños líquidos de color blanco en la zona genital -interior de vagina y ano-. En un principio se dijo que era semen, pero otro análisis posterior de Toxicología lo descartó. Otra tremenda incógnita de esta investigación, mal planteada desde el principio, y que consecuentemente no obtuvo resultados positivos.
Sea como sea, esos líquidos extraños, en zonas sexuales y sexualizadas en caso de abuso a menores, nos indican algún tipo de actividad extraña e inusual con la joven. Pudo tratarse de un encuentro sexual con otras personas -algunos investigadores mantienen que Rosario pudo tener un encuentro con dos personas en el interior de la caseta-, nosotros creemos que ese encuentro pudo existir, en otro lugar indeterminado de la comarca, y que posteriormente fueron trasladados a la caseta ya cadáver.
Lo que parece vislumbrarse es que hubo algún tipo de actividad sexual, y en el fondo estamos hablando de lo mismo: sexo con menores. Algo también que está presente en el Caso Alcásser, y como vemos se apuntó en el caso del pastor de Alfarp desaparecido.
En el caso Macastre, creemos que no se ha tenido en cuenta, la existencia de las redes de menores en toda la comarca. En aquella época, tenían que existir, digamos, intermediarios entre las menores utilizadas en este tipo de prácticas sexuales, y los clientes o depravados. No existía internet, no había móviles, por lo tanto este tipo de actividades necesitaban de un contacto más cercano, de una interacción previa, o de alguien que pusiera en contacto a ambas partes implicadas -menores y depravados-.
Es posible que alguien de la zona, estuviera al servicio de tales redes, o tuviera los contactos necesarios.
Es posible que alguien de esta comarca, ojeara a las víctimas, supiera de sus movimientos -previsibles- y de las fechas en que estas estarían por la zona.
Es posible, que alguien acechara al "forastero" que se desplazaba a estos pueblos desde otros lugares (Barrios de Valencia, Valencia capital o la localidad de Cuenca)-
El resto, era simplemente cuestión de tiempo y oportunidad.
PRENSA DEL CASO MACASTRE: (Levante EMV-Las Provincias-El país)
La extraña casualidad.
Además hay una misteriosa constante en estos casos. Todas las víctimas, vienen de fuera de la zona, para desaparecer aquí. Es como si alguien, acechara al forastero...
Mapa infografía con desplazamiento de las distintas víctimas desde localidades fuera de la zona de desaparición. Flecha azul: desplazamiento del pastor originario de Cuenca, se trasladaba todos los años con su familia a Alfarb -al lado de Catadau- por motivo de los pastos para su ganado de ovejas. Flecha roja -arriba- vehículo con familia compuesta por un matrimonio y su hijo de nueve años, se desplazaban fines de semana y vacaciones desde Valencia capital, hasta una pequeña vivienda de su propiedad en una parcela de Real de Montroy. Flecha roja -abajo- nos muestra desplazamiento de los tres adolescentes de macastre desde barrios de Valencia capital hasta la localidad de Catadau, donde pernoctaban en una casa abandonada de la localidad. Todas las víctimas eran "forasteros" venían de fuera de estas localidades de la zona, pero mostraban una serie de rutinas o pautas a la hora de desplazarse a esta pequeña área del mapa de apenas siete kms. Lo que les hacía previsibles, y por lo tanto vulnerables a una posible acción criminal por parte de alguien que los tuviera ojeados o supiera de sus movimientos.