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lunes, 18 de marzo de 2019

La tercera vía del Profesor Frontela.





La entrevista del programa Cuarto Milenio al profesor Frontela había levantado una gran expectación. No era para menos. Llevamos demasiados años sin conocer novedades en este triple crimen. La visión de un científico, con amplia formación y dilatada experiencia en la medicina legal, es siempre digna de ser escuchada con atención.

El Catedrático Forense, habló sobre la posible existencia de una tercera vía o teoría en el caso Alcásser. No se decantó ni por la oficialista –el relato no cuadra con los hechos-, ni por la conspiracionista –descartando la implicación de gente poderosa-.

Su apuesta fue por una tercera vía intermedia,  que tendría como epicentro a Antonio Anglés y a gente de su entorno.

Pero fue sin duda, cuándo Iker Jiménez preguntó al catedrático forense acerca de su opinión sobre la inverosímil fuga de Anglés, cuándo el entrevistado nos dejó la revelación más llamativa y novedosa de la entrevista.

Para él, Antonio Anglés no llegó a fugarse. No da más datos, pero deja en el aire, la posibilidad de ampliarlos dentro de dos o tres meses. Aquí cada uno puede hacer sus cábalas. ¿Porqué ese periodo de tiempo para seguir contando cosas?.

Podemos plantearnos varias hipótesis:

-coincidirá con la publicación de su próximo libro –nuevo libro sobre el que no habló en el día de ayer, haciendo gala de su gran humildad-
-coincidirá con la emisión de algún documental de una importante productora sobre el caso, en el que haya sido entrevistado y se desvelen novedades.
-está a la espera de algún resultado sobre alguna muestra o vestigio.


Partiendo de la base, de que el Profesor es un científico, -algo que él mismo se encargó de recordar en la entrevista-, y por lo tanto es alguien que no acostumbra a teorizar, o hacer hipótesis sobre posibles o futuribles, es más que probable que el Doctor tenga  entre manos “algo” contrastado, verificado y de la suficiente importancia, para que el caso pueda ser sometido a revisión.

Por lo tanto, si nos destapa que Antonio Anglés no llegó a fugarse, la opción que nos queda, es la altísima probabilidad de que Antonio Anglés esté muerto desde hace mucho tiempo. Algo que todos y todas nos temíamos,  pero “algo” sobre lo que no existe confirmación científica o legal.

Y ahí es precisamente dónde entraría el Dr. Frontela.  Dado que la profesión del entrevistado es la medicina forense, la lógica nos hace pensar, que el buen doctor, haya podido tener acceso a algún resto del hasta ahora fugado, en adelante “desaparecido”, Antonio Anglés.

Frontela, es un profesional que no necesita hablar por hablar en un programa de máxima audiencia como Cuarto Milenio. Ni tampoco necesita a su edad, meterse  ningún tipo de presión a sí mismo. Tampoco parece que tenga que demostrar nada a nadie, a estas alturas. No necesita los focos. Si  está ahí es porque tiene algo importante que contarnos.

No es un detective, no es un investigador policial. Es un forense que investiga restos de personas fallecidas. Si habla de esta manera, es porque posiblemente tiene algún tipo de  evidencia contrastada. Un Positivo. Alguna muestra plenamente identificada.

Esa al menos es nuestra apreciación de todo lo relatado.

La tecnología de hoy en día ha avanzado muchísimo. Lo vimos en el blog en varios artículos, referidos a la tecnología denominada: “snapshot” que está resolviendo casos “fríos” -más antiguos incluso que Alcásser- con gran éxito a nivel policial, a lo largo de todo el territorio de los Estados Unidos. La técnica, que utiliza el fenotipado de ADN,  muestra unos avances y capacidad de resolución impresionantes. La posibilidad de poner rostro a una  muestra biológica sin identificar –se necesita una pequeña cantidad de ADN nuclear- es un importantísimo logro de la tecnología actual al servicio de la medicina forense y la investigación criminal. En menos de "dos meses" se obtienen resultados en forma de un retrato del sospechoso, elaborado a partir de la muestra de adn nuclear enviada -el adn mitocondrial desafortunadamente no es "suficiente" para llevar a cabo este tipo de pericia, como nos dejaron claro en un mail de respuesta de los responsables de la compañía, a una pregunta que le formulamos en su día-. 


Thank you for your interest. To answer your question, we do need nuclear DNA extract to genotype in order to get the SNP DNA data we need for our analysis. Unfortunately, mtDNA will not suffice.

Best,

XXXX  XXXX

IAI Certified Forensic Artist & Snapshot Case Manager
Parabon NanoLabs

(extracto del mail de respuesta)


El Dr. Frontela, además siempre ha sido muy avanzado en sus investigaciones. Así nos relató como inspeccionó la moqueta que envolvía a las tres niñas,  con unas novedosas luces forenses llegadas para la ocasión desde EEUU. Esa tecnología inédita en España en la época de los crímenes, facilitó que el Doctor hallara restos de fluidos en la moqueta:  semen y sangre, además de  fibras, y otros vestigios, que fueron requeridos al citado forense, para que fueran entregados a la máxima urgencia en el juzgado. Nunca más se supo que pasó con aquellas muestras, ni lo más importante: a quien/quienes pertenecían aquellos vestigios de gran importancia criminalística.  

Es posible que muestras antiguas, sean revisadas con tecnología actual en lo referente al ADN. Lo que aportaría, sin duda, muchísima información de interés policial y judicial. Y por supuesto social. Algo así parece desprenderse de sus últimas declaraciones: 

"...En dos o tres meses podría haber alguna novedad, pero en el fondo son conocimientos atrasados a los que ahora se les puede dar otra vuelta. Estoy trabajando en ello. No sé si será importante a nivel judicial o social, eso yo no lo puedo afirmar, pero habrá novedades”....
 (Declaraciones Dr. Frontela/ elcierredigital.com)



El ilustre forense,  dejó además abierta la posibilidad a seguir investigando este caso a raíz de ese nuevo dato que está por desvelar, para conocer al menos la verdad “social”; ya que la verdad judicial parece estar dictada desde hace muchos años. Es decir esa nueva “pista” es un hilo del que se podría tirar.

Perseverancia, constancia, y abrir nuevas líneas de investigación, algo en lo que venimos insistiendo desde hace unos cuantos años desde este blog. Hay que revisar el caso desde abajo, con “otros ojos” y con nuevas técnicas. Técnicas actuales. Desde otras perspectivas que nos hablen del comportamiento criminal, de la psique de los autores. Del perfil de los verdugos.


Si Anglés y alguien relacionado con él, son las pistas a seguir, tendríamos que preguntarnos cuales eran los personajes que se relacionaban con él. Su entorno. Sus aliados. En un post publicado hace tiempo nos planteamos esta cuestión. ¿Quién facilitaba las drogas a Anglés para su venta?. ¿Quien suministraba el material?. ¿Qué relación tenía Anglés con la mafia valenciana, con el barrio chino, dónde se movían el mercadeo de la droga y los menores con fines de explotación sexual.

Tiene que haber “algo más” para que Antonio Anglés ya no esté entre los vivos. Posiblemente Antonio, fuera ese eslabón que conectaba la parte delincuencial con ese “algo más”. Metafóricamente  hablando: la moqueta –el medio de transporte, logística- con las muestras biológicas obtenidas a partir de ella –los verdaderos partícipes de esa bacanal de sangre y sexo con las tres niñas-. Las muestras “desaparecidas”. La mano que mece la cuna.

Posiblemente Anglés y Ricart, son los “Marc Dutroux” del caso. Delincuentes de bajo perfil, que realizaban el trabajo sucio para alguien más. Ese “alguien” es la gran X del Caso Alcásser.

Y ahí es dónde entran  en contradicción algunas de las declaraciones de la entrevista. Si ese “alguien más” no es importante, ni poderoso, ni influyente.¿ Porqué se producen tantos hechos irregulares en la instrucción e investigación? ¿Porqué es el caso más extraño, con trabas e impedimentos con el que reconoce haberse encontrado este prestigioso forense en 50 años de trabajo?. ¿De quien era el semen y el resto de evidencias halladas en la moqueta, y en la ropa de las niñas? ¿Dónde están esas muestras requeridas urgentemente al profesor y de las que nadie sabe absolutamente nada? ¿Por qué no sabemos los resultados de su análisis? ¿Quiénes son los portadores de los vellos púbicos hallados en las niñas analizados por el profesor Carracedo en la USC, que se corresponden con cinco o quizás hasta siete personas distintas a Miguel Ricart? ¿Porque los políticos mandaron “parar máquinas” a Frontela, y presionaron a los investigadores de la Guardia Civil para cerrar el caso a toda velocidad?.

Hay que recordar que el forense, entra en el caso Alcásser, precisamente, a través de una llamada telefónica. De un requerimiento que le realiza un capitán de la Guardia Civil. La Guardia Civil quería que alguien con mucha experiencia revisase los cuerpos de las tres niñas. Sabía que era un caso muy complejo que iba más allá de dos desgraciados chorizos. Querían al mejor para conocer “toda” la verdad. Pero por el camino, esa verdad se quedó limitada a dos delincuentes comunes. Alguien por encima de la Guardia Civil tuvo que dar órdenes. Alguien mandó parar máquinas. Y por encima de la Guardia Civil sólo están dos estamentos: el judicial, y los políticos. Ellos sabrán porqué. Si alguna mano mece la cuna en este caso tiene que estar ahí arriba. En esa esfera.

También nos narró como un político con un alto cargo -Secretario de Estado para la Seguridad- requirió de sus servicios, aquel aciago día del hallazgo de las tres niñas, para analizar unos pelos encontrados en sus cuerpos horriblemente torturados.

'"...tengo unos pelos que están relacionados con el crimen y que pueden identificar a los autores'..."

Frontela accedió a su petición, pero literalmente lo dejaron "colgado" en Valencia, y jamás supo de aquellos pelos que tenía que analizar. 

"...Él me dijo que sobre las 23 horas vendría el delegado del Gobierno para acompañarme a estudiarlos... pero se hizo la una y no vino nadie ni llamó nadie. ¿Qué pasó con esos pelos? Nunca volví a saber ..."


Por estas páginas, hemos visto desfilar a políticos locales, empresarios, industriales que gustaban de los servicios que le ofrecían esas redes de menores  valencianas. Nunca hemos citado ni el color ni la filiación.
En Valencia también hemos documentado a través de la prensa, chantaje a funcionarios de ayuntamientos y organismos utilizando encuentros con menores.
Hemos visto, infinidad de cosas y casos rarísimos en Valencia. Prostitutas asesinadas con dagas de doble filo, con ilustres sospechosos no condenados. Con agendas repletas de clientes,  que se pierden misteriosamente. Redes de menores que caen, y otra vez las malditas agendas petadas de datos importantes, de nuevo se vuelven a perder y en ningún caso, parecen llegar a juicio. Pruebas que desaparecen. Vídeos que no funcionan en la vista oral.

Captadores de menores, que eran lobos, y estaban bien cerca de las niñas.

Parece que no hay que irse demasiado lejos de allí, para buscar las respuestas. Es una máxima que siempre hemos mantenido en este blog: Las cosas pasan en determinados lugares, porque se dan las condiciones propicias para que pasen. No hay azar en esto. No existe casualidad. Existe causalidad. Causa-efecto.

Corrupción y redes de menores, desapariciones, producción pornográfica especialmente aberrante con menores para exportación a los mercados más exigentes: Japón, Francia y EEUU. Demanda de menores para prostitución y prácticas sexuales sadomasoquistas, sectas, tráfico armas, drogas, etc, todo ello sumado a que el arco mediterráneo es un  refugio de traficantes internacionales de todo tipo de ilícitos, pedófilos y crimen organizado.

Por si fuera poco, tenemos casos “autóctonos” de la zona sur de Valencia, con un marchamo especial, que tienen como una “denominación de origen”, y que no se suceden en otros puntos de la geografía nacional (crímenes grupales –anómalos casos de triadas de adolescentes-, hallazgos macabros, crímenes sin resolver con patrones comunes, presencia de ritualismo, etc, etc). Todo está ahí. Todo sucede ahí mismo. No sucede en otros sitios. 

Esperaremos esos dos o tres meses impacientemente, para conocer novedades sobre el caso. Al Doctor Frontela, sólo le deseamos desde estas páginas, mucha salud y larga vida, para que nos siga contando, y nos siga deleitando con su presencia y su sabiduría.


Hablar sobre este tipo de asuntos nunca fue sencillo. Ni aquí ni en ningún otro país. Sólo hay que ver el largo listado de periodistas que han investigado las redes pedófilas, o los testigos de este tipo de asuntos con menores desaparecidos, fallecidos en "extrañísimas" circunstancias.

Hay que decir sin decir, para poder seguir diciendo.  










miércoles, 13 de marzo de 2019

El ultimo viaje de Cristina. El hallazgo. Luna nueva.







“…Las fases lunares tienen su origen en el continuo movimiento del Sol, la Tierra y la Luna. Son cuatro, duran siete días de promedio y en su conjunto completan un mes lunar de 28 días y medio, aproximadamente. Los meses lunares son trece, su punto de partida siempre será el día de luna nueva. En las cartas del Tarot 13 es el número del Arcano que representa la Muerte, el fin natural de un ciclo…”

  

Tres días después de finalizar las fiestas del Santo Cristo de Alcásser del año 1992, durante las cuales intentaron secuestrar a Mirian -una de las tres niñas desaparecida el viernes 13 en Alcásser- , es encontrada muerta en un “junqueral” de la localidad valenciana de Bétera, la joven Cristina LL.P. que contaba sólo 22 años de edad.
Otro viernes negro, el 28 de agosto de 1.992. El día de luna nueva.






  

“…La Luna Nueva: la ausencia de Luna es propicia para hacer desaparecer, menguar y eliminar todo aquello que queramos…”







El cuerpo de la malograda Cristina fue encontrado por un agricultor. Estaba maniatado y amordazado. Había recibido 6 puñaladas. Y había sido degollada. Se desconocen más datos: ropas, pertenencias, posición, ocultación, agresión sexual. Nada más sabemos. Porque nada más quieren que sepamos.


…"Aquí hay sabiduría: El que tiene entendimiento calcule el número de la bestia, porque es número de un hombre; y su número es seiscientos sesenta y seis." (Apocalipsis 13:18). Ya que aparece como la plenitud de la maldad al ser tres veces seis…”







El paraje dónde aparece el cuerpo es el “junqueral de Bétera”.
La Guardia Civil debió entender, que aquel crimen tenía los elementos necesarios, para establecer algún tipo de conexión con el “asunto Alcásser”.  Las cuerdas, que maniataban a Cristina, eran idénticas a las que hallaron los investigadores en el Crimen de Alcásser. De la misma composición y espectro –polipropileno- y del mismo color. ¡Qué casualidad¡. Pero además como desgranamos en los anteriores post, el hallazgo de Cristina se produce tan sólo tres días después de finalizar las fiestas de Alcásser de ese año 1.992, dónde se produce el extraño suceso del encapuchado, que agazapado, intentó abalanzarse sobre Mirian.

Las casualidades, sabemos que en estos temas, siempre vienen concatenadas. El mismo día que aparece el cadáver de Cristina, ese fatídico día 28, un funcionario de la Generalitat Valenciana –dpto de Heráldica-,  un hombre muy joven,  es también asesinado de un disparo a bocajarro, en la calle Alberic de Valencia. Era natural de Calpe-Alicante. Un crimen sobre el que no hay tampoco más datos. Sólo se sabe que unos desconocidos se acercaron a la víctima y le dispararon a muy corta distancia en el pecho. Una especie de ejecución o venganza. Nunca trascendió el móvil criminal, ni si hubo detenidos.  Un historiador reconocido, licenciado en la Universidad de Valencia.

  
El sumario 5/93 que instruyó el juzgado de Lliria, sobre el caso de Cristina, continúa a día de hoy, siendo un auténtico enigma. Inaccesible.






Recientemente supimos por otros investigadores -que ahondaban en este espantoso crimen- que el misterioso expediente judicial estaba “desaparecido”. No sólo en los juzgados de Lliria, sino también en los de Valencia capital. Desaparecido. Como las personas, también desaparecen los papeles. Especialmente, los papeles importantes. Se pierden. Se olvidan.


Es como si todo fueran dificultades a la hora de revisar esta época negra de la criminalidad española. Y el crimen de Cristina, por alguna misteriosa razón, está "desindexado" de las hemerotecas. Desaparecido, borrado, perdido como el sumario. No es posible que el hallazgo del cadáver de una joven, no hubiera transcendido a las ediciones autonómicas de los periódicos “potentes” con hemeroteca digitalizadas de la época. Algo raro pasa aquí.  Además la prensa provincial, tampoco colabora, si pides información para investigar este caso, ni tan siquiera se dignan en contestarte. Es un asunto “tabú”. Huele a cuerno quemado. Apesta.


Cristina había estudiado en la Universidad de Valencia. Se había licenciado ese mismo año.

“...La chica se había licenciado ese año en Ciencias Químicas y se dirigía a coger el autobús para pasar el fin de semana en El Ràfol d'Almúnia, donde le esperaba su abuelo. La joven llevaba una vida ordenada y no tenía novio…” (Las Provincias)

La Universidad estaba en Valencia. Pero no sabemos dónde residía Cristina. Suponemos que residía en Bétera, ya que se dirigía a viajar en autobús. Un autobús, que nunca llegó a coger. Un/os individuos desconocidos –nunca fueron atrapados- se encargaron de que la cría no llegara a su destino: El Rafol d’Almunia en Alicante.
Una cría con una vida ordenada, sin novio, y que dedicaría buena parte de su tiempo libre a estudiar esa complicadísima carrera de Químicas en la que acababa de licenciarse ese mismo verano del 92.

Un perfil victimológico aparentemente de riesgo muy “bajo”. ¿Porqué vemos repetidamente ese mismo perfil de niñas y adolescentes “normales” que acaban siendo víctimas de auténticos monstruos?. ¿Qué explicación hay a todo esto?. Ninguna explicación “normal”. Porque todo es “anormal”. Y todo está por resolver. 

Como desconocemos datos, tenemos que buscarlos en ese entorno que nos es descrito a pequeñas pinceladas en el único y reciente artículo de prensa existente sobre el caso: Universidad de Valencia, Bétera y el pueblo de dónde era originaria en Alicante.

Empecemos por la Universidad de Valencia, dónde la joven estudiaba. En el repleto archivo de casos criminales con que contamos en este blog -fruto de muchos años de trabajo paciente y constante-, existen al menos tres casos “extraños”. En la misma Universidad de Cristina.

Se trata de una serie de suicidios inexplicables, atribuidos “a la presión de los estudios”. Con métodos de suicidio además, muy anómalos. Suicidios a lo “bonzo”. Autoinmolándose. Quemándose vivos. Con cartas de despedida.




Realmente desconozco que haya suicidios “semejantes” en otras universidades de nuestro entorno. Es curioso. Los métodos de suicidios usuales en nuestro país son: ahorcamiento, precipitación, sobredosis de medicamentos, etc. Pero los  suicidios a lo “bonzo” parecen propios de otras latitudes, de otras creencias. Es  muy llamativo.

Una de las víctimas, que se suicidó en el año 1991, residía también en Bétera.  Dos de ellas compartían además el mismo origen: Murcia.

En Bétera, hay muchos datos acumulados, que se agolpan en nuestro mapa de criminalidad de la provincia. Su espacio geográfico nos habla de un lugar propicio al hallazgos de cuerpos. Una zona “cementerio” como la denominamos en la radiografía criminal que realizamos sobre la provincia de Valencia.  Existía también en esta localidad un controvertido Psiquiátrico. Un psiquiátrico que llenó por aquel entonces, muchas páginas de sucesos. Muertes y desapariciones en extrañas circunstancias.


“…Un convento franciscano que se convirtió en psiquiátrico…” (las Provincias)

“…Los episodios documentados en el entorno del recinto hospitalario no fueron pocos: muertes sin explicación clara, relaciones sexuales sin control, embarazos no deseados, fugas…” (diario El Mundo)

Clínicas Psiquiátricas. Gloria, la cría alicantina, ingresada en la clínica psiquiátrica de Alfaz del Pi, desaparecerá “otro” nefasto viernes 30 de octubre de 1.992. Es decir apenas dos meses después del hallazgo del cuerpo Cristina. Trece días antes de que lo hagan las tres niñas de Alcásser.





De muchos de los casos del psiquiátrico de Bétera, ya  hablamos en su día. Recapitulamos, analizamos y extraemos por lo tanto, sólo aquello que nos es de interés para seguir indagando. Para poder seguir avanzando.

Existen al menos dos casos, dónde las víctimas aparecen calcinadas. Supuestamente también, misteriosamente “autoinmoladas”. Pero en uno de ellos fueron encontrados “otros” indicadores de muerte violenta, de etiología “no suicida” y con posible móvil sexual. Se trataba de una mujer joven, cuyo caso tampoco parece haber sido resuelto. Año 1981.








   





   







En medio de esos dos años: 1981 y 1979. Un crimen sin resolver, de una mujer en Bétera. Su cuerpo aparecerá un 12 de noviembre de 1.980 muy cerca del junqueral dónde aparece el cadáver de Cristina.






La carretera dónde aparece el cuerpo es la vía provincial 604, actualmente se trata de la carretera CV-333 Bétera-Olocau. Un lugar muy próximo al junqueral dónde aparece Cristina.






Pero es que también hubo desapariciones inquietantes. Hubo un caso desconcertante en el que los familiares llegaron incluso a hablar de algo tan fuerte, como el “tráfico de órganos”. No existen noticias de que este paciente fuera encontrado, seis meses después seguía “desaparecido”. Tampoco que se hiciera demasiado –no hubo registro de la clínica- por solucionar el caso.  Curiosamente el interno había sido trasladado desde una clínica de Alicante a Valencia.











En Bétera, pasaron muchas cosas en aquellos años negros. La pequeña Verónica, la hija del cónsul Belga, también fue secuestrada,  y apareció semienterrada con indicios de agresión sexual. Asesinada cruelmente en esta misma zona. En algunos artículos de prensa se describe, que la niña fue enterrada viva. Atroz. Recordemos su caso. Nunca se encontró al culpable.







Otra pequeña también fue asesinada cerca de allí. Se llegó incluso a hablar de un asesino en serie, de un sádico que actuaba, secuestrando, violando y asesinando niñas en Valencia.  El dato más llamativo lo encontramos recientemente al volver a indagar sobre este terrible caso, y encontrarnos con un detalle significativo. La niña había muerto por asfixia por inmersión. Esto sí parece ser un dato relevante. Agua dulce-hongo verde-acequias-molinos-junquerales-marjales. La secuencia tantas veces presente en este blog.









Cristina nunca cogió ese autobús, que la tendría que llevar al pueblo de su familia. Algo siniestro se cruzó en su camino. La maniataron y la amordazaron. ¿Porqué y para qué?. Desconocemos cuantos días llevaba desaparecida, pero este tipo de método de control de la víctima, podría indicar un posible “cautiverio”.


El método de control: es decir, “el modo” en que se relacionó con ella mientras la tuvo con vida.


“…Métodos de control, y actos ejercidos sobre la víctima antes y después de su muerte.
El método de control utilizado:
Materiales utilizados: cuerdas, cadenas, grilletes, prendas de la víctima –Alcasser ligaduras y cazadora—El criminal usará en sus crímenes métodos y materiales que sean “familiares” para él, y sobre los que tenga habilidad y conocimiento suficiente.
También es interesante examinar el Grado de complejidad –p.ej. en el Caso Alcásser el nudo de doble lazo, un lazo “elaborado”-.
La utilización de un sofisticado sistema para controlar a la víctima nos indica la aptitud mental del agresor y su grado de sadismo.

(Apuntes del autor sobre Psicología Criminal)


Las ligaduras y la mordaza son parte de ese método de control empleados en el caso de Cristina, también la presencia del método físico de agresión –en este caso un arma blanca con el que le propinaron seis puñaladas y la degollaron-.

El cuerpo de la víctima es una extensión de la escena del crimen:
No sabemos cómo estaba el cadáver. Su posicionamiento. Pero sabemos que estaba maniatado y amordazado. Posiblemente trasladado y abandonado en un campo cercano a una zona recreativa de la localidad de Bétera –junqueral- muy frecuentada por familias los fines de semana de verano. Muy cerca incluso de la comisaría de Policía del pueblo, según Google maps. A la vista para ser “descubierto”.

El dejar a las víctimas con claros y evidentes signos de violencia –maniatada, amordazada, apuñalada varias veces- en espacios abiertos o exteriores para su localización también tiene su interpretación. El criminal se expresa “de esta manera”: No oculta el cuerpo.









“…Ritual del propio criminal como un mensaje.
El asesino revelaba que estaba tratando a la policía como a sus enemigos, y demostraba con la ayuda de los cuerpos de las víctimas que no sólo ejercía un absoluto control sobre ellas, sino también sobre la policía. La policía no era capaz de capturarle a pesar de que dejaba los cuerpos a plena vista, y en una posición que parecía decir a los investigadores “soy una víctima de asesinato”. Y en efecto, a cada nuevo asesinato la policía aparecía ante la opinión pública como más ineficaz, lo que reforzaba la mentalidad del asesino que era alguien superior…” (La investigación Criminial. Vicente Garrido-Jorge Sobral, referida al caso Wayne D. Willians)



Desconocemos si medió en el caso de la joven algún tipo de agresión sexual. Pero las ataduras y el acuchillamiento repetido pueden indicar esa “motivación sexual”. Las ligaduras pueden tener también otro tipo de  interpretación, con “otras” connotaciones de tipo sadomasoquistas.



“…Conductas de esclavitud sexual: bondage con la víctima. El apuñalamiento repetido también está ligado a actos relacionados con la satisfacción sexual del autor…” (Apuntes psicología criminal del autor)








Muchas víctimas de esa criminalidad sexual, son violadas y algunas también acuchilladas por resistirse – presentan heridas defensivas en brazos - o para evitar la identificación del autor. La intimidación con un arma corta/o de fuego, y la fuerza del agresor/ superioridad numérica de asaltantes, parecen indicar que el acto de “maniatar a la víctima” sea algo más accesorio o elaborado, que  implique más tiempo y otro tipo de intencionalidad: abuso continuado en el tiempo, tortura, cautiverio, etc...

Todos estos datos evidentemente son muy subjetivos, ya que como hemos podido comprobar existen escasísimos datos sobre las circunstancias en que se produjo el hallazgo. Por lo que es muy difícil analizar tanto el escenario del crimen, como la situación en que se encontraba el cuerpo de la joven.





  
Si tuviéramos que poner en relación con “otros casos” este crimen –aunque con diferencias en cuanto al medio en que son encontradas: agua dulce-, podríamos citar que nos recuerda a los dos casos de  mujeres muy jóvenes maniatadas flotando en las acequias de Sumacárcer –una de ellas vecina de Alcásser-, o al caso del pozo de Santo Bernart –antiguo molino abandonado- en Alborache dónde la mujer hallada en su interior presentaba curiosamente también “media docena de puñaladas” es decir 6 puñaladas. Las mismas que recibió Cristina.



El hallazgo del viejo Molino de arroz abandonado cercano a Alborache y a la población de Macastre, está datado en el verano del año 2.000. Una época por cierto, en la que el enemigo público número uno:  Miguel Ricart estaba ya “entre rejas”. Los investigadores ya no podían entonces, preguntarle ni por este ni por los otros crímenes sin resolver en la zona. Unos cuantos. La actividad criminal en esta zona del mapa seguía siendo muy preocupante. Los asesinos de  mujeres jóvenes parece que seguían sueltos y campando a sus anchas.

Muchas veces me pregunto, cómo podrán lidiar con estos asuntos los lugareños de estos sitios especialmente azotados por estos hallazgos macabros. Si no se cuestionan algunos “poderosos mantras” en torno a la seguridad ciudadana y si la intranquilidad no perturba su descanso pensando en que pueda haber “algo más” ahí afuera, verdaderamente maligno, que sigue haciendo de las suyas, y que todavía no ha sido puesto a buen recaudo.
Esta zona geográfica parece la pequeña “Juarez” valenciana:






“…Un vecino de Turís halló el pasado viernes por la tarde en el interior de un pozo, en el término de Alborache, el cadáver de una mujer apuñalada. La víctima, que aún no ha sido identificada, recibió media docena de cuchilladas repartidas entre el tórax y los brazos. Fuentes del caso sospechan que puede tratarse de un ajuste de cuentas vinculado al mundo de la prostitución…A un vecino de Turís, que se encontraba dando un paseo, le llamó la atención el "olor pestilente" que procedía del pozo de un molino de arroz abandonado, en la partida de Santo Bernat, a medio camino entre Turís y Alborache. Convencido de que se trataba de algún animal muerto, el hombre se asomó al pozo. A primera vista no vio nada extraño en su interior, pero tras mirar detenidamente descubrió un cuerpo que flotaba en el agua a unos dos metros de profundidad, según declaró a los investigadores…Fuentes de la investigación detallaron que la mujer asesinada tenía una estatura y un peso medio, se encontraba desnuda y estaba indocumentada. Por ahora, los forenses sólo han podido precisar que tenía entre 18 y 50 años, y se desconoce el tiempo que llevaba muerta. Para poder identificarla, la Guardia Civil dispone de algún objeto personal hallado junto al cadáver, así como sus huellas dactilares, que se encuentran en buen estado. Los agentes, que van a cotejar los datos con los de otras mujeres desaparecidas en la zona, creen que el homicida conocía muy bien la zona porque no hay muchas personas que supieran de la existencia del pozo.

(Fuente: Diario el País)

Del caso de la mujer hallada muerta en el Molino de Santo Bernat, se hizo cargo el juzgado de Requena, según el diario La Vanguardia, No existe más información al respecto. Parece otro crimen sin resolver.







Lo más intrigante del caso del Molino Santo Bernat, es nuevamente el espacio geográfico dónde está situado. Si nos fijamos en el siguiente mapa, su situación –en color verde fosforito-  es “estratégicamente llamativa”, ya que está a medio camino entre Macastre y  la acequia de Turís,  dónde como todos recordarán se sucedieron hechos y hallazgos terribles. Otro lugar de los que denominamos  “cementerio”, porque allí se agolpan las cruces, los hallazgos de cuerpos,  como pudimos comprobar en nuestro peculiar mapa de criminalidad de la zona.








 

Pero además de estos casos existía otro precedente  al caso de Cristina y en esa misma zona de Bétera, dónde el “modus operandi” fue demasiado similar. En este caso la víctima -un hombre-, también fue acuchillado y degollado como Cristina. Su cuerpo fue hallado igualmente en un campo. En un antiguo molino –como la mujer desconocida hallada en el molino de Santo Bernat-, y cerca de una acequia. Año 1988. Cuatro años antes que Cristina. No hay noticias de que este caso tampoco fuera esclarecido.







Cristina se disponía a realizar un viaje, a coger un autobús. Un autobús al que nunca llegó a subir. Un autobús que la tenía que trasladar hasta la localidad alicantina de Rafol d’Almunia dónde residía su familia. Realizaremos en el próximo post ese viaje imaginario, que nos llevará desde Bétera hasta la zona norte de la provincia de Alicante. La zona sur de la provincia de Valencia.

La zona según los expertos con mayor densidad de sectas, ritos ocultistas y logias de toda la península.
  

Sobreviví a la noche y de un modo secreto
entro en el día.
Le basta al que está a salvo, saber que fue salvado,
aunque no sepa el cómo.

Tomo, pues, mi lugar entre los vivos,
como quien deja que lo lleven,
candidata al azar de la mañana
pero citada con los muertos.



Emily Dickinson (1830-1886). Poeta.